El neologismo no existe pero puede usarse: esta ciudad de México no tendrá viabilidad medioambiental, económica, ni como asentamiento humano ordenado y productivo, si las políticas públicas siguen sin atender las prioridades del desarrollo urbano; si en ello, no adoptan una visión planificad de largo plazo y sí, en consecuencia, los habitantes de este valle continuamos haciendo con él lo que nos dé la gana, al más puro estilo chilango.
El grave problema del agua es paradigmático, como lo muestran las inundaciones de amplias zonas bajas del valle, aunque se pretenda justificar la falta de prevención del desastre con que “no se nos avisó de la magnitud de la lluvia”, cuando ya cualquier mortal tiene acceso por internet a los datos técnicos meteorológicos necesarios para hacer estimaciones puntuales, no digamos todo un Sistema de Aguas de la Ciudad de México y en una metrópoli que ya hasta tiene un Observatorio del Cambio Climático.

