El desarrollo de proyectos eólicos en México, principalmente en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, ha estado en manos de la CFE y grandes empresas privadas, que con frecuencia han generado conflictos con las comunidades donde se instalan los parques, por el uso de la tierra y el recurso eólico.
Para revertir esta dinámica, Sergio Oceransky, emprendedor social, pretende que se adapte el marco legal para facilitar la participación de las comunidades locales en el sector eólico, lo cual ha sido la base para la formación de fuertes industrias en países como Dinamarca y Alemania.
Para dicho fin, el emprendedor creo Yansa, una empresa productora de aerogeneradores, pero que reinvierte todas sus utilidades a una fundación dedicada a promover políticas favorables al desarrollo de proyectos comunitarios.
La Comisión Reguladora de Energía (CRE) está en proceso de definir las reglas de la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética, que incluye las políticas de pago de la electricidad proveniente de fuentes renovables.
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