«¿Qué es bueno y qué es malo?» Esta es quizá una de las preguntas más complejas que se ha hecho el hombre desde que tuvo noción de dichos conceptos, o al menos desde la Academia de Atenas en el año 387 a. C fundada por Platón.
Tanto él como un sinfín de filósofos, pensadores y especialistas se han dado a la tarea de buscar respuestas a través del tiempo, sin embargo, tener una respuesta absoluta se ha tornado una misión imposible en medio de una sociedad con culturas, religiones o simplemente grupos étnicos tan distintos.
No obstante, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha tomado tan compleja misión de miles de años para crear un texto con «fines civilizatorios». ¿El resultado? Una guía ética.
¿De qué va? ¿En qué está basada? ¿De dónde surge? Y ¿cuál es el verdadero impacto que un texto de esta índole puede tener en nuestro país? Te invitamos a hacer juntos un análisis de la Guía Ética para la Transformación de México.
Hacia un análisis de la Guía Ética
El texto fue presentado el día 25 de noviembre del año actual durante la conferencia matutina de López Obrador, quien afirma la guía está dirigida a los adultos mayores para que de manera voluntaria transmitan y analicen con sus familias los preceptos que contiene.
Según el mismo texto, este busca«reafirmar, difundir y promover principios éticos, incorporar normas de conducta que han ido surgiendo en el mundo y en el país como resultado del avance civilizatorio».
Por eso se habló de una república amorosa y de la felicidad como fin último del gobierno, y se habló de tener una constitución moral. Después de muchos análisis, reflexiones, de consultas, se llegó a la definición de elaborar una guía ética para la transformación de México.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.
Revisemos sus bases y su contenido.
Ética y moral, ¿conceptos objetivos?
Para comprender a qué refiere López Obrador cuando habla de ética y moral, es de relevancia comprender de forma objetiva sus definiciones así como sus diferencias.
Moral
De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), la moral se determina como la doctrina del obrar humano que pretende regular el comportamiento individual y colectivo en relación con el bien y el mal y los deberes que implican. Sus conceptos y creencias se consideran y codifican de acuerdo a una cultura, religión, grupo u otro esquema de ideas.
Ética
Mientras que la ética es el conjunto de normas morales que rigen la conducta de una persona. Esta busca principios absolutos o universales, dependiendo de la moral de cada cultura o grupo mencionado.
Ambos conceptos son subjetivos y una herramienta para dirigir conductas tanto a nivel individual como en grupos sociales.
Siguiendo dichos términos, como su nombre lo dice, la Guía Ética para la Transformación de México, se puede entender como un conjunto de normas morales que pretende ejercer un cambio en nuestro país por medio de una doctrina.
Una doctrina es un conjunto global de la concepciones teóricas enseñadas como verdaderas por un autor o grupo de autores como esta, que fue creada a manos de:
- Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia.
- Verónica Velasco Aranda, directora general de Contenidos y Producciones. Originales de Argos Comunicación.
- Pedro Miguel Arce Montoya, poeta y ensayista.
- José Agustín Ortiz Pinchetti, titular de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales. Enrique Galván Ochoa, columnista en La Jornada.
- Margarita Valdés González, senadora de Morena.
En síntesis, estamos frente a un texto basado en normas morales subjetivas que se toman por «correctas» por ser generalmente aceptadas, y que buscan adoctrinar al pueblo de México.
Si bien el propósito del presidente podría considerarse «de buena fe»… ¿No parece imparcial inculcar una doctrina de este tipo a un país que no cuenta con el suficiente criterio para decidir si la adopta o no? Tomando en cuenta que solo el 23% de las personas de 55 a 64 años de edad en nuestro país ha tenido acceso a educación media superior.
Una guía basada en un México de hace casi 80 años
Dentro de la cronología de esta guía se encuentra como argumento una serie de convocatorias, mesas de diálogo así como presentaciones de comité, y su antecedente principal: la Cartilla Moral de Alfonso Reyes.
López obrador tomó dicha cartilla como documento base para esta nueva guía. ¿De qué van sus fundamentos?
Conocido por su ser un poeta, ensayista y pensador mexicano; Alfonso Reyes (1889-1959) vivió en una época totalmente diferente a la nuestra, hace casi 120 años.
De acuerdo con información de Letras Libres, su Cartilla Moral se remonta a 1944, momento en el que se dan a conocer estadísticas que mostraban que la mitad de la población mexicana no sabía leer ni escribir y se establece la Campaña Nacional contra el Analfabetismo.
Cada mexicano que hubiese ido a la escuela tenía la obligación de enseñar a leer y escribir a cuando menos un mexicano de entre seis y sesenta años. Por lo tanto se mandó elaborar una Cartilla Nacional de Alfabetización que se imprimiría en 10 millones de ejemplares, en la que se solicitó debía incluir “un mínimo de principios morales”. Es ahí cuando nace la famosa Cartilla Moral de Alfonso Reyes.
Misma que en 2019 el gobierno mexicano incluyó como parte de los materiales seleccionados para los Programas Emergentes de Actualización del Maestro y Reformulación de Contenidos y Materiales Educativos.
Y la hizo llegar a la población a través de integrantes de iglesias evangélicas, quienes se encargaron de repartirla de manera gratuita en eventos masivos y casa por casa, de igual forma se les obsequió a todos los adultos mayores con pensión, personas con discapacidad y estudiantes.
¿Por qué López Obrador ha tomado una Cartilla Moral basada en principios de un México que ya no existe y justifica con ella y con esta nueva guía una búsqueda de modernidad?
Y más importante aún… ¿por qué tener un vínculo directo con las Iglesias evangélicas para su distribución siendo que uno de los principios fundamentales de México es el laicismo?
La convocatoria de AMLO
De acuerdo al compromiso 99 de López Obrador, él busca:
«Convocar a maestros, antropólogos, psicólogos, sociólogos, filósofos y profesionales de otras disciplinas, así como a religiosos, librepensadores, ancianos respetables y ciudadanos en general para la celebración de un congreso en el cual se elabore una Constitución Moral, que ayude a fortalecer los valores nacionales, culturales y espirituales».
Si bien se comprende el propósito de la guía, ¿de qué manera se logró interrelacionar grupos con perspectivas tan contrastantes y diversas como lo puede ser la formación de un psicólogo contra un religioso o un filósofo contra un «anciano respetable»?
Si la justificación de la guía se basa en su cronología, podría ser poco creíble sustentar que el texto es el resultado objetivo de los encuentros mencionados.
Los propósitos del presidente
Desde su campaña, AMLO ha llevado en su consigna «la Cuarta Transformación». Aquella que busca situar a su sexenio al nivel de momentos clave de la historia de México como: La Independencia, La Reforma y La Revolución; es decir, un cambio profundo para el país.
De acuerdo con lo decretado en la guía, sigue esta línea de la 4T y «propone erradicar la corrupción, construir un Estado de bienestar y de derecho y heredar un país libre, democrático y soberano, en el que la política se oriente por el principio del servicio a los demás y en el que el desarrollo no deja fuera a nadie».
Para lograr un propósito de dicha ambición, es necesario no solo que sociedad se encuentre involucrada, sino todo el sector empresarial así como organizaciones y el propio gobierno lo estén, por ende…
¿Cómo una guía que se conforma por 20 principios y valores que van desde el amor hasta el perdón puede tener un impacto real en problemáticas actuales de los diferentes sectores?
La reflexión
Si tomamos en cuenta su objetivo, la realidad es que una guía de este tipo no podría considerarse un documento con los argumentos, características ni retórica necesaria para abarcar todos los ámbitos que involucra la corrupción o la democracia, a pesar de estar avalada por 50 foros, mesas de diálogo y reflexión y debate sobre temas de ética y moral.
Aunado a que existen problemáticas mayores que requieren atención urgente como que la mitad de la población mexicana carece de recursos suficientes para comer (62.25 millones de acuerdo con el CONEVAL).
O que México se ha situado como el peor país para vivir durante una emergencia como la pandemia de COVID-19, y las estadísticas de feminicidios van a la alza con casi 500 en los primeros meses del año. Sumado a que nuestro país tiene gran cantidad de niños y niñas explotados con fines económicos.
¿Tener un guía basada en un México añejo que hable de principios y valores será el camino adecuado para alcanzar realmente una transformación?
¿O tenemos ante nuestros ojos una simple forma de adoctrinamiento que se asemeja a preceptos religiosos de convivencia aunque se afirme que no es obligatoria su lectura?
“El documento es una referencia, no es una ley ni una norma jurídica. Es un documento para el debate, discusión y reflexión y, por tanto, la incorporación de los valores y principios que ahí se exponen es absolutamente voluntaria. Debe ser fruto del acuerdo y no de la imposición, es de la educación y no de la coerción”, afirmó Jesús Ramírez Cuevas, coordinador general de Comunicación Social y vocero de la Presidencia.
Si bien se puede tener una recepción ambigua sobre este documento, no hay que dejar de lado las posibilidades a las que da pie por el solo hecho de que el presidente la promocione.
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bueno este es como las llamadas a misa lo cumple quien tenga principios formados desde su hogar
si ves injusticias con las personas que te sirven en la casa pues como puedes tratar bien a una persona que no ha tenido la oportunidad de nacer en un hogar lo he visto con las personas que tienen medios sobre todo con los jóvenes pues lo aprenden de sus padres el trato asi que esto no tiene ninguna importancia porque si los que van todos los domingos al templo son peores que los que nunca asisten pero no se preocupen porque los que no han tenido consideración ni misericordia por los mas pobres no van a cambiar ni con esta guía de ética ni si quieran conocen las normas de urbanidad que se enseñaban en casa, como se decía la educación se mama
Hola Arianne Lira: a mi juicio, emitir opiniones es un ejercicio provechoso y tu lo has ejercicio a través de un medio de comunicación y para hablar de un asunto como Ética, considero que debe tenerse ciertas bases y respaldos, si no curriculares, cuando menos de educación continua, al margen de la carrera u oficio. Por tanto, opinar como en una reunión de café, es distinto a escribirlo en un medio como este. Para empezar, esa Guía, no es adoctrinamiento y tu afirmación carece de sustento filosófico y sociológico, por decir lo menos. De modo, que las preguntas que formulas, pues unas se contestan solas por razonamiento simple y otras sí ameritan cierto nivel para debatir. Lo claro, es la posición que asumes frente al presidente y eso es lícito y válido, pero hay que hacerlo con argumentos que definan tu ideología, que evidentemente es opuesta.
Saludos
Peor es nada. Tener una Guía ya es algo. Pero la Guía por si misma no hará el cambio; para el mismo se requiere LIDERAZGO no solo del Presidente sino de otros Agentes de Cambio. Y el Señor no tiene calidad moral para impulsar esta guía y este cambio. Lo que se va a gastar en imprimir la guía y demás, mejor que lo invierta en los damnificados de los huracanes y otros rubros tan necesarios. Con actos impactaría más a la sociedad… No doy ni un peso por el cambio, tristemente.