Día Mundial del SIDA 2022: La verdad al día de hoy

De acuerdo con un análisis reciente de la ONU, previo al Día Mundial del SIDA 2022, las desigualdades sociales y de género continúan obstruyendo el fin del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), responsable de atacar al sistema inmunitario, impidiéndole combatir oportunamente las infecciones. Y, la falta de tratamiento adecuado lleva al desarrollo del SIDA, la etapa final de la infección por VIH, cuando el sistema inmunitario del cuerpo ya está severamente dañado por el virus.

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) —que lidera los esfuerzos para erradicar la enfermedad— revela en su estudio Desigualdades peligrosas (2022) que, sin la acción urgente para abordar las desigualdades, el mundo está lejos de cumplir los objetivos globales acordados: Poner fin a la pandemia de SIDA para el 2030.

Aumentan casos de infecciones de SIDA en el mundo

ONUSIDA estableció a principios de 2022 que la respuesta al virus estaba en peligro, debido al aumento de infecciones y muertes continuas en muchas partes del mundo. Ahora, con el informe actualizado, se puede afirmar que las desigualdades son la razón subyacente. Además, el documento muestra cómo los líderes mundiales pueden abordar esas desigualdades y los llama a ser valientes para seguir lo que revela la evidencia.

Desigualdades peligrosas revela el impacto en la respuesta al SIDA que tienen las desigualdades por razón de sexo, población y edad. Asimismo, establece cómo el aumento de las restricciones financieras está haciendo que sea más difícil abordar esas desigualdades.

«Necesitamos abordar las desigualdades cruzadas que enfrentan las mujeres. En áreas de alta carga de VIH, las mujeres sujetas a violencia por parte de su pareja íntima tienen hasta un 50% más de posibilidades de contraer el VIH».

Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.

La directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, refirió que, en el marco del Día Mundial del SIDA 2022, el mundo no puede derrotar al SIDA mientras se refuerza el patriarcado, un sistema de dominio institucional que mantiene la subordinación de las mujeres a través del género, y privilegia la autoridad y el poder de los hombres y lo asociado a lo masculino. Muestra de ello es que en 33 países, entre 2015 y 2021, solo el 41% de las mujeres casadas de entre 15 y 24 años podían tomar sus propias decisiones sobre salud sexual.

Por ello, Byanyima apunta a que la única hoja de ruta eficaz para acabar con el SIDA es alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y garantizar los derechos y la prosperidad compartida a partir del feminismo. Este último, corresponde a un movimiento político, social, académico y cultural que trabaja en crear conciencia y condiciones para transformar las relaciones sociales y eliminar cualquier forma de discriminación o violencia contra las mujeres.

«Las organizaciones y movimientos por los derechos de las mujeres ya están en primera línea haciendo este audaz trabajo. Los líderes deben apoyarlos y aprender de ellos».

Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.

Día Mundial del SIDA 2022 lo que tenemos que aprender…

Los efectos de las desigualdades de género en los riesgos de VIH de las mujeres son especialmente pronunciados en África Subsahariana, donde las mujeres representaron el 63% de las nuevas infecciones en 2021. Puesto que las adolescentes y las mujeres jóvenes (de 15 a 24 años) tienen tres veces más probabilidades de contraer el VIH que los adolescentes y los hombres jóvenes del mismo grupo de edad.

No obstante, un estudio demostró que permitir que las niñas asistan a la escuela hasta que completen la educación secundaria reduce su vulnerabilidad a la infección por el VIH hasta en un 50%. Por ello, los líderes deben asegurarse de que todas las niñas asistan a la escuela, estén protegidas de la violencia, que a menudo se normaliza, incluso a través de matrimonios infantiles, y tengan vías económicas que les garanticen un futuro esperanzador.

Priorizar la atención a Mujeres y niños para erradicar el VIH

El informe también encuentra que la respuesta oportuna al VIH se ve frenada por las desigualdades de género, es decir, una cuestión cultural, social, política y económica que discrimina a las personas de sexo femenino a través del género, posicionándolas en una jerarquía inferior a las personas de sexo masculino.

Además, mientras que el 80% de las mujeres que vivían con VIH accedían al tratamiento en 2021, solo el 70% de los hombres lo solicitaba. Pero el acceso al tratamiento también enfrenta desigualdades, puesto que más de las tres cuartas partes de los adultos que viven con VIH reciben terapia antirretroviral, apenas un poco más de la mitad de los niños y niñas reciben el medicamento. Esto ha revelado consecuencias mortales.

«En 2021, los niños representaron solo el 4% de todas las personas que viven con el VIH, pero son el 15 % de todas las muertes relacionadas con el sida».

ONUSIDA.

Discriminación y estigmatización impiden la atención oportuna al VIH

La discriminación, la estigmatización y la criminalización de las poblaciones clave están costando vidas e impidiendo que el mundo logre los objetivos acordados en materia de SIDA. Por ejemplo, el hecho de que más de 68 países aún criminalice las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo socava las posibilidades de conocer su estado y que puedan recibir tratamientos.

Al revelar la realidad del SIDA al día de hoy, la ONUSIDA también insta a los gobiernos, organismos, organizaciones y empresas a seguir trabajando para terminar con estas desigualdades. Asimismo, ampliar la cobertura de servicios en poblaciones clave favorecería el poner fin a la pandemia del SIDA, una amenaza para la salud pública.

«Asegúrense de que todas nuestras niñas estén en la escuela, seguras y fuertes. Hay que […] reemplazar los comportamientos dañinos que exacerban los riesgos para todos».

Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.

Tenemos el poder de terminar con la pandemia de SIDA

Byanyima también cita que en los esfuerzos por acabar con el virus se requiere un liderazgo político audaz, para desafiar y abordar las injusticias y desigualdades sociales que continúan viviendo ciertos grupos de personas y comunidades altamente vulnerables a la infección por VIH.

Y, si bien la COVID-19 ha causado retrocesos adicionales, ello no es excusa para no cumplir con los objetivos del SIDA, sino más bien una severa advertencia a los países de que ya no pueden permitirse invertir insuficientemente en la preparación de respuestas ante una pandemia.

Este marco del Día Mundial del SIDA 2022 es un momento en que la colaboración internacional y el aumento de la financiación son vitales para ayudar a superar los extraordinarios impedimentos creados por la COVID-19. Seguir priorizando la atención y prevención del VIH también implica que los líderes mundiales garanticen el acceso a los derechos, los servicios básicos, la investigación y la medicina.