Encontrar una solución al calentamiento global es un proceso que tomará décadas, en el que la cumbre planeada para noviembre en Cancún sólo aportará una piedra del edificio, afirmó la nueva responsable de la ONU para el clima, la costarricense Christiana Figueres.
Al margen de una ronda de negociaciones sobre el tema en Bonn, Alemania, la funcionaria pareció rebajar las expectativas sobre la reunión en la ciudad mexicana, para la que varios países tienen como meta lograr un tratado vinculante contra el cambio climático.
«No pienso que vea en mi vida un acuerdo final sobre el clima», declaró Figueres, de 53 años, quien entrará en funciones el 8 de julio en reemplazo de Yvo de Boer, quien renunciara luego de la cumbre de Copenhague, a finales de 2009, durante la que se buscó, sin éxito, un sucesor al Protocolo de Kyoto, sobre emisiones contaminantes.
Rumbo a Cancún -la próxima gran conferencia internacional de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés)-, es un error concentrarse en si se logrará o no el tratado vinculante, añadió.
Más bien, sostuvo, en esta cita, la atención debe estar puesta en convertir en acciones concretas las promesas que fueron hechas en Copenhague, como una multimillonaria ayuda a los países pobres para que se adapten a los efectos del calentamiento global y la lucha contra la deforestación.
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