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Entendiendo la Responsabilidad Social5 prácticas de filantropía corporativa para 2021

5 prácticas de filantropía corporativa para 2021

Bill Gates, el magnate de negocios e informático, considera que los filántropos más sorprendentes son las personas que realmente están haciendo un sacrificio significativo.

Hablar de filantropía es abordar un tema extenso que se ha expandido durante los últimos años a las corporaciones, más aún en los tiempos que estamos viviendo. ¿Te gustaría saber de qué se trata y sobre todo conocer 5 prácticas de filantropía corporativa para 2021?

Filantropía y filantropía corporativa

La filantropía en sí se define como el impulso generoso que una persona tiene en favor de otros y que surge a partir del amor al género humano, así como la sensación de bienestar que se deriva de la satisfacción de ayudar a quien lo necesita. 

Mientras que la filantropía corporativa es el recurso dado a organizaciones humanitarias, personas o comunidades, directamente o a través de ONG’s no lucrativas. Su propósito especí­fico es mejorar la existencia de los seres vivos, generalmente de las personas. Y esta es netamente altruista.

Era de esperarse que la filantropía en sí tomara relevancia a raíz de la pandemia de COVID-19. Y se ha visto desde el lanzamiento de fondos comunitarios de respuesta rápida hasta el desarrollo de diagnósticos y vacunas.

La filantropía está apareciendo últimamente tanto para ayudar a aplanar la curva a corto plazo como para abordar las desigualdades que la crisis exacerbará a largo plazo.

Acciones filantrópicas frente a COVID-19

De acuerdo con McKinsey & Company, en la actualidad, es sorprendente la escala de capital que están comprometiendo los principales filántropos y también cómo se está otorgando: a una velocidad récord, con menos condiciones, y en mayor colaboración con otros.

Según Candid —que está rastreando las principales subvenciones— al menos $ 10.3 mil millones a nivel mundial en mayo de 2020, y de acuerdo con el Council on Foundations, casi 750 fundaciones han firmado un compromiso público para agilizar los procesos de concesión de subvenciones, y los donantes individuales se están asociando con sus pares para hacer subvenciones considerables con menos papeleo.

Frente a la pandemia mundial, la filantropía individual y corporativa ha sido receptiva, comprometida y ágil. El desafío —y la oportunidad— para el sector será lograr que esas características se mantengan.

Muchas de las prácticas que han surgido durante esta pandemia deberían ampliarse y formalizarse a medida que el mundo se encamina hacia el largo proceso de recuperación. Te contamos más.

5 prácticas de filantropía corporativa para 2021

1. Reducir la carga para los beneficiarios

Durante los últimos 20 años, el sector filantrópico ha adoptado un enfoque más riguroso y basado en datos. Si bien esos desarrollos han fortalecido el campo de muchas maneras, han hecho que el proceso de buscar y administrar subvenciones (la entrega de dinero o bienes y servicios realizada por una administración pública a un particular, persona física o jurídica, sin que exista la obligación de reembolsarlo) sea más complicado, especialmente para las organizaciones pequeñas.

La pandemia de COVID-19 ha acelerado los movimientos para reducir los obstáculos, lo que ha llevado a muchas fundaciones a relajar los requisitos de subvenciones, acelerar la toma de decisiones y brindar a los beneficiarios una flexibilidad adicional en la forma en que usan los fondos.

¿Qué se necesitaría para simplificar aún más los procesos de aprobación y presentación de informes de subvenciones?

Imagina una aplicación común para los solicitantes de subvenciones, similar a la plataforma Common App que permite a los estudiantes postularse a muchas universidades con una sola aplicación.

Podría haber una cámara de compensación central con herramientas de recopilación de datos que las organizaciones sin fines de lucro podrían utilizar para compartir información con cualquier donante, eliminando así la carga de los formularios de solicitud personalizados y los diferentes requisitos de presentación de datos.

La plataforma podría almacenar el historial de aprobación de subvenciones de cada organización, así como las revisiones de esas subvenciones. Incluso podría alentar a los donantes a adoptar un calendario compartido de fechas límite de solicitud y decisión, lo que permitiría a las organizaciones sin fines de lucro planificar sus presupuestos anuales.

La verdadera transformación puede ocurrir si las fundaciones líderes adoptan colectivamente una plataforma única.

La pandemia ha ofrecido una prueba de que las organizaciones filantrópicas están dispuestas a eludir sus procesos de investigación únicos en aras de la velocidad y el impacto. ¿Te gustaría implementarlo como una de las prácticas de filantropía corporativa para 2021 en tu empresa?

2. Acelerar el ritmo y el volumen de las donaciones

La pandemia de COVID-19 ha llevado a varios donantes a profundizar en sus donaciones y cambiar sus enfoques de concesión de subvenciones para desplegar más capital del que habían planeado. Algunos han duplicado o cuadriplicado sus tasas de pago, otros distribuirán el 20% de sus activos totales este año y otros se han comprometido hasta $ 1 mil millones para el alivio de COVID-19.

Todos los donantes reconocen que esta pandemia histórica exige una respuesta extraordinaria en 2021.

Si alguna vez hubo un momento para que las fundaciones consideraran acelerar permanentemente el ritmo y el volumen de donaciones, es ahora. En la actualidad, los activos de fundaciones estadounidenses ascienden a casi 1,1 billones de dólares, según Candid, mientras que otros más de 120.000 millones de dólares se encuentran en fondos asesorados por donantes (DAF).

Si bien un número cada vez mayor de filántropos se ha comprometido a regalar la mayor parte de su riqueza a lo largo de su vida en lugar de conservar sus activos para que existan a perpetuidad, el gasto anual promedio de las donaciones de fundaciones apenas se ha movido.

Es necesario acelerar el ritmo y el volumen de las donaciones para abordar problemas que se agravan y se vuelven más difíciles de resolver cada día que pasa como:

  • La desigualdad racial.
  • Los sistemas de salud.
  • Educación públicos débiles.
  • La crisis climática.

3. Asociarse con otros donantes para ir más rápido

Los inversores privados suelen buscar administradores de inversiones que tengan experiencia específica y un historial exitoso. Sin embargo, cuando se trata de donaciones filantrópicas, muchos donantes individuales, y fundaciones institucionales, a menudo lo hacen solos. Crean equipos considerables que desarrollan experiencia, crean nuevas iniciativas y distribuyen subvenciones en gran medida de forma aislada de otros donantes.

La respuesta a la pandemia ha exigido un enfoque diferente, que reúna a los donantes a nivel local, estatal, nacional y mundial para unir recursos, alinearse con las prioridades y distribuir fondos rápidamente a través de plataformas de financiación colaborativas.

Si bien las colaboraciones de donantes existían mucho antes de la pandemia, eran más la excepción que la regla. Empero, piensa… ¿qué pasaría si cada fundación y cada donante tuvieran como objetivo asignar al menos el 25% de su financiamiento para apoyar iniciativas lideradas por otros donantes?

La construcción de modelos de gobernanza ágiles y orientados al impacto no es poca cosa cuando hay varios donantes con sus propias estrategias involucradas. Estas asociaciones son muy eficaces cuando:

  • Reúnen a los donantes en torno a objetivos concretos y medibles.
  • Colaboran para escalar.
  • Se proponen compartir conocimientos.
  • Deciden combinar diversas redes.

4. Invertir más en las comunidades locales

Los filántropos a menudo se sienten atraídos por los problemas globales, lo que los lleva a invertir en el bienestar y el empoderamiento de las personas que viven a miles de kilómetros de distancia. Es un hecho que estas contribuciones son fundamentales para abordar las desigualdades e injusticias globales, una de las 5 prácticas de filantropía corporativa para 2021 se podría dirigir a la atención de graves desigualdades en la localidad.

Si bien las donaciones locales a menudo han sido despriorizadas por filántropos enfocados en asuntos nacionales o globales, la crisis actual es un recordatorio de que todos dependemos de, y tenemos la obligación de apoyar, la fuerza y ​​la resistencia de nuestra comunidad local.

Todos los filántropos deberían considerar aumentar el porcentaje de sus donaciones que sea verdaderamente local, mirando más allá de las organizaciones que sirven principalmente a los intereses de la élite.

Los donantes deben buscar organizaciones locales que apoyen a las comunidades de color y aquellas dirigidas por personas de color, particularmente mujeres. El racismo estructural ha dejado a estas organizaciones crónicamente subfinanciadas, sin embargo, a menudo están haciendo el trabajo más vital para fortalecer las comunidades locales y reducir la desigualdad.

5. Apoyar al sector público

Si bien los filántropos han respondido a la pandemia de COVID-19 con niveles récord de apoyo, la enorme responsabilidad de liderar la respuesta y la recuperación recae principalmente sobre los hombros del sector público en las prácticas de filantropía corporativa para 2021.

A la fecha gran cantidad de fundaciones colabora con el gobierno a nivel estatal y local y un número cada vez mayor busca influir en las políticas gubernamentales apoyando la promoción, la mayoría de las fundaciones han evitado invertir en el desarrollo de capacidades del sector público. Esta es una importante oportunidad perdida. Dada la gran escala del gobierno (que empequeñece a los sectores filantrópico y sin fines de lucro), el uso de dólares filantrópicos para mejorar la eficacia del gobierno es una inversión potencial de alto rendimiento.

Hay varias formas en que la filantropía corporativa puede ayudar a que el gobierno sea más eficaz. ¿De qué forma?

  • Redoblar su papel de proporcionar capital de riesgo para apoyar programas innovadores. Ahora es el momento de colaborar con los socios del sector público para planificar, probar y validar nuevos enfoques, que las agencias pueden adoptar luego si se demuestra su eficacia.
  • Apoyar los esfuerzos interinstitucionales que abordan problemas subyacentes. Las agencias gubernamentales tienden a enfocarse en cumplir con sus mandatos particulares (por ejemplo, financiar viviendas asequibles y vigilancia). Les resulta difícil abordar las causas fundamentales en todos los departamentos (por ejemplo, llevar a las personas sin hogar a viviendas de apoyo permanentes en lugar de que la policía las coloque en refugios temporales).
  • Abordar las limitaciones de talento y personal. Eso puede tomar algunas formas: capacitar a los empleados y líderes gubernamentales que se encuentran en puestos críticos, ayudar a los gobiernos a identificar y atraer a los mejores talentos, y apoyar la creación o expansión de puestos que llenen brechas de habilidades específicas (por ejemplo, análisis de datos y gestión de la cadena de suministro).
  • Apoyar la eficacia de las agencias gubernamentales mediante la ideación de políticas públicas.

La filantropía corporativa puede ayudar a impulsar la reinvención al financiar el análisis, el debate y la promoción de nuevas ideas, con un enfoque particular en garantizar que las comunidades vulnerables no se queden atrás. Y es probable que estas 5 prácticas de filantropía corporativa para 2021 ayuden a lograrlo.

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