Un nuevo método de pena de muerte en los Estados Unidos ha despertado preocupaciones sobre los derechos humanos en la comunidad internacional. La forma en que un país aborda la aplicación de la pena capital no solo refleja su sistema judicial, sino también su compromiso con los derechos internacionales.
De acuerdo con RTE, los estándares internacionales sobre la pena de muerte son claros en cuanto a la protección de los derechos humanos y establecen principios específicos que deben cumplirse para garantizar prácticas justas y respetuosas con la dignidad humana. Pero entonces, ¿viola derechos humanos el nuevo caso de método de pena de muerte?
El caso: Kenneth Eugene Smith, condenado por un asesinato por encargo
La oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas ha exhortado al estado estadounidense de Alabama a detener su primera ejecución planificada de un prisionero mediante asfixia con gas nitrógeno este mes, argumentando que podría constituir tortura y violar los compromisos de Estados Unidos bajo el derecho internacional.
Kenneth Eugene Smith, condenado por un asesinato por encargo cometido en 1988, está programado para ser ejecutado en Alabama el 25 de enero utilizando este método, en el cual los funcionarios de ejecución le colocarán una máscara conectada a un cilindro de nitrógeno para privarlo de oxígeno.
Aunque la pena de muerte ha sido llevada a cabo principalmente mediante inyección letal en años recientes, Alabama ha decidido emplear el gas nitrógeno en la ejecución de Smith.
«Estamos alarmados por la inminente ejecución… mediante el uso de un método novedoso y no probado: la asfixia por gas nitrógeno».
Portavoz de la oficina de derechos humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, en Ginebra.
Nuevo método de pena de muerte en EE. UU.; ¿viola derechos humanos?
Según Shamdasani, portavoz de la oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas, este método, que según su conocimiento nunca se ha utilizado en ningún lugar del mundo, «podría constituir tortura u otro trato o castigo cruel, inhumano o degradante, según el derecho internacional de los derechos humanos».
La oficina de derechos humanos de la ONU instó a las autoridades del estado de Alabama a detener la ejecución de Smith y a abstenerse de llevar a cabo cualquier otra ejecución de esta manera. También expresó su preocupación por los estados de Mississippi y Oklahoma, que recientemente aprobaron este nuevo método de ejecución.
Aunque el gas nitrógeno nunca se ha utilizado para ejecutar humanos en Estados Unidos, a veces se utiliza para sacrificar animales. Sin embargo, Shamdasani señaló que la Asociación Médica Veterinaria Estadounidense recomienda sedar incluso a animales grandes cuando se les sacrifica de esta manera, mientras que el protocolo de Alabama para la asfixia por nitrógeno no contempla la sedación de los seres humanos antes de la ejecución.
¿Responsabilidad social en la pena de muerte?
Smith, de 58 años, fue condenado por un asesinato por encargo en 1988 y sentenciado a muerte. En 2022, fue objeto de un intento de ejecución fallido cuando los funcionarios no pudieron colocar las líneas intravenosas para las drogas de la inyección letal en el tiempo requerido. «Se pasaron más de una hora intentándolo y fallaron. Fue una ejecución fallida», dijo Shamdasani.
Después de esa experiencia traumática, Smith ahora se enfrenta a «este método muy no probado, que podría constituir tortura». Además, Shamdasani destacó que Smith tiene procedimientos en curso en un tribunal federal contra la inminente ejecución, que aún no se han resuelto.
ONU llama a poner fin a la tortura
Más allá del método de ejecución, Shamdasani reiteró la oposición de la ONU a la pena de muerte en principio. «La pena de muerte es inconsistente con el derecho fundamental a la vida», afirmó.
La postura del portavoz de la ONU refleja preocupación sobre la introducción de estos nuevos métodos de ejecución, prácticas más crueles o inhumanas, que están generando preocupaciones éticas y de derechos humanos.
«En lugar de inventar nuevas formas de implementar la pena capital, instamos a todos los estados a establecer una moratoria sobre su uso, como un paso hacia la abolición universal».
Portavoz de la oficina de derechos humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, en Ginebra.
Sigue adelante nuevo método de pena de muerte
Pero a pesar de las objeciones internacionales, la semana pasada, un juez federal dictaminó que Alabama podía seguir adelante con el método de gas nitrógeno.
Los estados de EE. UU. han tenido cada vez más dificultades para obtener los barbitúricos utilizados en los protocolos de ejecución por inyección letal, en parte debido a una prohibición europea que impide a las compañías farmacéuticas vender drogas para ser utilizadas en ejecuciones.
Como resultado, algunos estados han buscado revivir métodos más antiguos, como pelotones de fusilamiento, mientras que Alabama, Mississippi y Oklahoma han introducido nuevos protocolos basados en gas.
Smith ha demandado al Departamento de Correcciones de Alabama, argumentando que el método propuesto conlleva riesgos peligrosos, incluida la posibilidad de que la máscara se rompa, permitiendo la entrada de oxígeno y arruinando la ejecución.
El juez R. Austin Huffaker del Tribunal de Distrito de EE. UU. en Montgomery, Alabama, falló en contra de Smith, quien buscaba una orden judicial para detener la ejecución y permitir que su litigio continuara. El juez no encuentra evidencia convincente proporcionada por Smith de que el método de ejecución propuesto presente un riesgo sustancial de causar dolor adicional o daño grave en comparación con otros métodos utilizados en la pena de muerte.
¿Viola el nuevo método de pena de muerte en EE. UU. los derechos humanos?
La implementación del método de ejecución por gas nitrógeno en Alabama, y la reciente aprobación de estados como Mississippi y Oklahoma, ha generado preocupación en la comunidad internacional. Según Ravina Shamdasani, portavoz de la ONU, este novedoso método plantea serias interrogantes en relación con la violación de derechos humanos.
La asfixia por gas nitrógeno, un método sin precedentes en la ejecución de seres humanos, ha llevado a la ONU a expresar su alarma y a solicitar a las autoridades de Alabama que detengan la ejecución de Kenneth Eugene Smith. La portavoz Shamdasani argumenta que este método podría constituir tortura o un trato cruel e inhumano, violando así las normas del derecho internacional de los derechos humanos.
El hecho de que el gas nitrógeno nunca se haya utilizado para ejecuciones humanas en Estados Unidos agrega una capa adicional de incertidumbre y riesgo. Aunque se utiliza ocasionalmente en la eutanasia de animales, la falta de protocolos claros para la sedación de personas antes de la ejecución aumenta las preocupaciones sobre la posibilidad de que se infrinjan derechos fundamentales.
En general, la falta de precedentes, la ausencia de protocolos claros y la oposición de la comunidad internacional, expresada a través de la ONU, generan dudas sobre la legalidad, ética y responsabilidad social de este nuevo enfoque. La respuesta definitiva sobre si viola o no los derechos humanos dependerá de futuras evaluaciones y decisiones judiciales, pero la controversia actual también abre el debate sobre la pena de muerte y sus métodos asociados.
Se trata de un castigo no de un premio. Deberían de demandar a EUA por su constante cooperación en los distinto genocidios, indemnizar a los pueblos aterrorizados por sus intervenciones, donde se viste como paladín de la paz, siendo que son ellos quienes provocan los conflictos atrevas de sus intervenciones políticas y después la vente de armas a ambos bandos, donde el único que gana es EUA.