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Las empresas más responsables están mejor preparadas ante la crisis

Entrevista a Jesús Ochoa, delegado de Economistas sin fronteras en Euskadi. El portavoz de la ONG considera que la actual coyuntura ha generado una conciencia sobre un nuevo modelo económico.

Economistas sin fronteras es una ONG fundada en 1997 cuyo objetivo es construir un nuevo modelo de desarrollo basado en una economía más justa. En un contexto como el actual, esta finalidad cobra más importancia, ya que según el delegado de la ONG en Euskadi, Jesús Ochoa, la crisis es fruto de un modelo en el que ha primado el capital sobre la persona. Para este economista donostiarra, las personas son las que cambian las organizaciones y es en las pymes donde se deben dar pasos hacia un nuevo modelo de empresa basado en la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).

El mensaje de Economistas sin Fronteras es trabajar por una economía más justa.

¿La crisis puede contribuir a generar un cambio?

La crisis sí ha generado una conciencia en mucha gente, por desgracia, ya que lo ideal sería que hubiera una distribución diferente de la economía. La crisis es fruto del modelo que hemos tenido en los últimos 30 años, en el que ha primado el capital sobre la persona. Desde Economistas sin Fronteras defendemos un modelo diferente, más equilibrado, en el que la economía esté al servicio del bien común y se base en los derechos económicos, sociales y culturales, que son los grandes olvidados de los derechos humanos.

Innobasque ha promovido el Consorcio del Cuarto Sector que entiende la economía teniendo en cuenta fines sociales. ¿Es un paso hacia un nuevo modelo económico más justo?

Sí, está bien que se planteen estos caminos, que van en la línea de la RSC (Responsabilidad Social Corporativa), al definir un nuevo modelo de hacer empresa. La economía es aséptica, es decir, depende para qué puede ser buena o mala. Si se enfoca hacia la resolución de problemas de la sociedad, a potenciar las empresas de economía social, se irá avanzando. Pero aunque son pasos interesantes, hay que estar muy encima para que no se desvirtúe, ya que el modelo económico actual enseguida engulle cualquier propuesta y la lleva al entorno economicista y de la rentabilidad.

¿La empresa privada también puede contribuir a la cooperación al desarrollo?

Hay una discusión importante sobre este tema. Teóricamente el punto de partida es válido, ya que las empresas con sus inversiones aportan más que la ayuda al desarrollo. Lo que pasa es que la cooperación al desarrollo tiene unos valores antagónicos a los que tiene la empresa privada y, sobre todo la multinacional, donde prima la rentabilidad y el valor de la acción. Estas organizaciones son tan grandes que cuesta mucho cambiar sus valores, por eso hay que partir desde abajo, la pyme puede ir cambiando los valores que luego se vayan impregnando en la gran empresa. Las multinacionales muchas veces llevan a cabo iniciativas para lavar su imagen, pero hay muchas cosas que hacer desde el punto de vista de la RSC: cómo llegan al país, en qué condiciones laborales y medioambientales. Es un proceso en el que hay mucho que avanzar.

¿Cree que la crisis también diferencia a las empresas más responsables?

Quienes tenían los valores de la RSC bien insertados, es decir, que realmente colaboran con sus grupos de interés, han podido estar mejor preparadas. Por ejemplo, en las relaciones con los trabajadores el punto de partida es mejor para afrontar una crisis en las que todas las partes tienen que ceder. Un ejemplo clarísimo son las cooperativas, en las que ha habido acuerdos en la reducción de salarios.

Según su organización, la reforma laboral y la RSC están relacionadas. ¿A qué se refieren?

Si una empresa es socialmente responsable, hay normas que debe superar. Por mucho que te diga la ley que puedes despedir a un trabajador en cualquier momento, si los valores de la RSC están bien asumidos, la empresa no se va a agarrar a la ley. Esta reforma ha sido un recorte de derechos impresionante y el gran desafío de la RSC ahora es aplicar o no la reforma.

¿Cree que en Euskadi hay empresas que no la van a aplicar?

Considero que sí hay pymes que tienen otra forma de hacer empresa y si realmente creen en unos valores no la van a aplicar, sino que van a negociar con sus colaboradores y con su capital humano.

El mismo Gobierno que ha aprobado esta reforma también ha llevado a cabo otras iniciativas como limitar el sueldo de los banqueros cuyas entidades han recibido ayudas.
¿Cómo lo valora?

A efectos de la galería parece que está bien, luego lees la letra pequeña y realmente se queda en muy poco. Hay un movimiento austriaco-alemán de Economía del Bien Común, que está luchando por poner salarios mínimos y máximos y algo más impactante, como es el patrimonio mínimo y máximo. Esto supone lanzar un torpedo al sistema anglosajón que ha imperado, en el que la propiedad privada es sagrada. Es indignante que haya personas con tanta riqueza cuando hay gente que se está muriendo de hambre. Se nos llena la boca con la globalización, pero se trata de enfrentarse a los problemas globales y solucionarlos entre todos.

¿Existe una incultura financiera, se debería incidir más en la educación?

Los conocimientos básicos sí se dan, pero los tradicionales. Para nosotros la clave es la educación en valores, tanto en la escuela como en la universidad. Pero no como la reforma de Bolonia que se ha centrado en generar conocimientos, en vez de generar personas. La educación tiene que formar personas con criterio, con valores, diferentes, en los cuales está muy bien el desarrollo individual, pero tiene que estar al servicio del desarrollo colectivo o común.

¿Qué proyectos está desarrollando en la actualidad Economistas sin Fronteras?

Ahora llevamos a cabo, sobre todo, una labor de sensibilización. Vamos a crear una guía complementaria al temario de las asignaturas de economía de empresa, para que se visualice, además de la economía tradicional, otras con diferentes enfoques. Y eso lo complementaremos con cursos de formación para profesores. Al final, las organizaciones las cambian las personas.

Fuente: expansion.com
Por: M. Vargas. San Sebastián
Publicada: 07 de mayo de 2012

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