México podría comprometerse a evitar la devastación de bosques y selvas que sirven de sumideros de carbono, lo que lograría en parte pagando a campesinos por su cuidado, en lugar de emplear las tierras para agricultura y ganadería.
El compromiso surgiría en el Congreso Mundial de Tierras Silvestres (CMTS), Wild 9, que tendrá lugar en Mérida, Yucatán, en noviembre de este año, y que los organizadores quieren posicionar como la última parada antes de la Cumbre de Copenhague contra el cambio climático.
«El objetivo es que el mundo plantee un compromiso de deforestación cero y pedir a los gobiernos que se pague a dueños de tierras para que reciban un apoyo para que no deforesten», explicó Patricio Robles, presidente de Unidos para la Conservación, organización que convoca al Congreso.
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