Un bar, el partido de fútbol con los amigos, una comida familiar. No importa cual sea el contexto, la verdad es que cuando bebemos una cerveza la última cosa que cruza nuestra mente es el bienestar del planeta. Nadie debe sentirse culpable por eso, la contaminación y el calentamiento global pueden no encabezar la lista de pensamientos preferidos entre las personas que disfrutan una bebida fría a la orilla del mar.
Sin embargo, las etiquetas laminadas de muchos de estos productos causan un enorme impacto ambiental, pues además de contaminar los mares y generar grandes cantidades de residuos alrededor del mundo, los materiales que pueden ser reciclados deben separarse, proceso que en el caso del aluminio de las etiquetas, requiere una gran cantidad de energía.
Por fortuna Cuauhtémoc Moctezuma / Heineken no se ha dado el lujo de olvidar el impacto que los envases de sus bebidas tienen sobre el medio ambiente y decidió hacerlas mucho más sustentables.
En la página 18 del Reporte de sustentabilidad global 2012 de Heineken, se hace mención de las acciones que Cuauhtémoc Moctezuma ha tomado para reducir el impacto ambiental de sus botellas, dejando atrás el laminado y adoptando un proceso de vacío de papel metalizado que le permite disminuir casi en un 100% el aluminio que utilizan en sus etiquetas, lo que se traduce en menos residuos de éste material al momento de reciclar los envases y menos gases tóxicos liberados al medio ambiente.
Con esto, la marca no sólo logró reducir el impacto ambiental, sino también reducir costos de producción, e incluso hacer las etiquetas más atractivas para sus consumidores. Una acción, que reafirma la responsabilidad social de la empresa y demuestra que la sustentabilidad si puede ser atractiva para los consumidores.
