El presupuesto para luchar vs el cambio climático en EE.UU. es de 2 billones de dólares. Cantidad que el presidente Joe Biden dio a conocer la semana pasada para destinar a la inversión climática federal. Esta es la cifra más importante que hasta la fecha se haya declarado para dicho propósito.
De hecho, según la Ley de Recuperación y Reinversión Estadounidense de 2009, esta cantidad es cinco veces más grande que la que dirigió Obama durante su mandato, sin embargo, aún no es suficiente.
Todavía es cinco veces demasiado pequeño para reducir a cero las emisiones de calentamiento del planeta de la economía estadounidense, el nivel que los científicos dicen que necesitamos para mantener el calentamiento en un rango relativamente seguro.
Presupuesto para luchar vs el cambio climático en EE.UU.
El American Jobs Plan descrito en una hoja informativa de casi 12 mil palabras, destina:
- $ 500 mil millones para inversiones e investigación en energía limpia, incluidos $ 174 mil millones para vehículos eléctricos y redes de carga.
- $ 165 mil millones para transporte público y trenes.
- $ 100 mil millones para electricidad renovable y nuevas líneas de transmisión.
- Miles de millones más para reparar sistemas de agua, reubicar comunidades enteras amenazadas por desastres climáticos y taponar pozos de petróleo y minas abandonados.
En una llamada privada con grupos de activistas el martes por la noche que escuchó HuffPost, la Asesora Nacional del Clima de la Casa Blanca Gina McCarthy, reconoció que el paquete de gastos puede decepcionar a los defensores del clima que esperan ver un presupuesto más ambicioso, pero dijo que marcaba solo un área de los planes de descarbonización de la administración.
No sé si vamos a cumplir con sus expectativas en cuanto al tamaño, pero ciertamente será transformador para nuestra economía.
Gina McCarthy, Asesora Nacional del Clima de la Casa Blanca desde 2021.
La propuesta en cuestiones económicas
La propuesta ampliaría los fondos durante ocho años y equivaldría a gastar aproximadamente el 1% del producto interno bruto del país por año. La mayoría de las estimaciones dicen que se necesitaría más del 4% al 5% del PIB, o casi $ 1 billón por año durante 10 años, para descarbonizar completamente la economía de EE. UU.
Los defensores de establecer un nivel de financiación mucho más alto abarcan todo el espectro ideológico. El plan de 80 páginas del Instituto Roosevelt, de tendencia izquierdista, para eliminar la contaminación que cambia el clima de la economía de Estados Unidos utilizó el 5% del PIB como su estrella del norte. Esa es aproximadamente la misma cifra en el informe del Proyecto de Negocios Riesgos de 2016 copresidido por el multimillonario Michael Bloomberg y Henry Paulson, el secretario del Tesoro de la era de George W. Bush. El consultor británico de energía limpia Michael Liebreich pidió aproximadamente $ 980 mil millones por año durante 10 años en 2019.
Incluso la estimación más conservadora del economista de la Universidad de Massachusetts Amherst, Robert Pollin, del 2% del PIB por año, una cifra con la que llegó en parte al extender las inversiones durante un período de tiempo más largo, fue el doble de lo que había propuesto Biden.
Los progresistas liderados por el senador Ed Markey (D-Mass.) Y la representante Debbie Dingell (D-Mich.) anunciaron el lunes una contrapropuesta de $ 10 billones al plan de la Casa Blanca llamada THRIVE Act, que inyectaría $ 1 billón por año en trabajo en infraestructura y economía del cuidado.
En ausencia de grandes aumentos de impuestos y recortes pronunciados en el presupuesto militar, la administración Biden necesitaría pedir dinero prestado para financiar ese tipo de paquete, al igual que aumentó el déficit federal para pagar su proyecto de ley de ayuda pandémica de 1,9 billones de dólares.
En cambio, el plan de la Casa Blanca apunta a compensar su gasto en infraestructura con nuevos impuestos relativamente modestos.
A principios de este mes, el senador Joe Manchin (DW.Va.), el voto decisivo clave en un Senado dividido 50-50 a lo largo de líneas partidistas, dijo a los periodistas que quería un proyecto de ley de infraestructura «enorme», pero dijo que el Congreso debería hacer «todo lo que pueda para pagarlo, incluida la realización de ajustes fiscales».
El peor error que podríamos cometer en este momento sería dejar que las preocupaciones sobre el estado de la economía (sobrecalentamiento, inflación, déficit) convenzan a la gente de hacer menos de lo que propone Biden. Eso sería un desastre, un terrible error.
J.W. Mason, profesor asociado de economía en el John Jay College of Criminal Justice y miembro del Roosevelt Institute.
Medidas a tomar
El impuesto a la riqueza que la senadora Elizabeth Warren (D-Mass) propuso recientemente gravaría a los hogares y fideicomisos con un valor de entre $ 50 millones y $ 1 mil millones al 2%, y agregaría otra sobretasa del 1% a los que excedan los $ 1 mil millones.
Según un análisis de la Universidad de California en Berkeley, los economistas Emmanuel Saez y Gabriel Zucman, el impuesto afectaría solo a 100.000 hogares estadounidenses y recaudaría $ 3 billones en el transcurso de una década.
La propuesta de infraestructura de la Casa Blanca no incluye un impuesto sobre el patrimonio. Pero sí pide revertir parte de la ley de reducción de impuestos de 2017 que aprobaron los republicanos y aumentar los impuestos a las corporaciones del 21% al 28%. También toma medidas para disuadir a las empresas de que incluyan los paraísos fiscales como sus direcciones y cancelen gastos en entidades extraterritoriales. Zucman lo llamó «un primer paso ambicioso».
Este es un punto de inflexión y, con suerte, el comienzo de un ciclo a más largo plazo de inversión gubernamental y aumentos en la progresividad fiscal.
Gabriel Zucman, economista.
La contraparte
Sin embargo, los analistas de Wall Street vieron el paquete menos como un proyecto de ley climática que como una revisión de la infraestructura que incluía algunas disposiciones ecológicas.
Esto realmente está reconstruyendo la infraestructura obsoleta, aunque también ha dicho que avanzar en la política ambiental y llegar a un sector de energía neta cero para 2035 también es una prioridad, pero esos son objetivos diferentes.
Scott Levine, analista senior de energía e industria de la firma de investigación de inversiones Bloomberg. Inteligencia.
El gasto propuesto en vivienda ofreció uno de los ejemplos más claros de dónde los defensores dicen que el paquete no alcanza a lo que se necesita.
Si bien los datos de la Administración de Información de Energía de EE. UU. muestran que un tercio de los estadounidenses no pueden pagar sus facturas de servicios públicos, el plan se compromete a «producir, preservar y modernizar más de un millón de unidades de vivienda asequibles, resilientes, accesibles, energéticamente eficientes y electrificadas», menos del 1% del parque de viviendas.
La propuesta también ofrece créditos fiscales por valor de 20.000 millones de dólares durante los próximos cinco años para construir o rehabilitar unas 500.000 viviendas, una línea que es significativamente menor que los más de 30.000 millones de dólares anuales que el gobierno federal gasta en subvencionar hipotecas.
El plan de vivienda de Biden tiene una retórica agradable, pero su falta de ambición es catastrófica: desperdiciar un momento único en una generación. Este plan es una gota en el balde.
Daniel Aldana Cohen, sociólogo y experto en políticas climáticas de la Universidad de Pensilvania.
En la conferencia telefónica del martes, McCarthy instó a los defensores a «exagerar» el paquete de infraestructura, advirtiendo que las críticas pueden dividir el apoyo en el Congreso y reducir la ambición de lo que sí incluye. Un defensor respondió diciendo: «No me siento entusiasmado».
La propuesta del presidente
Entre las disposiciones de mayor alcance de la propuesta del presidente se encuentra:
- Un llamado al Congreso para que apruebe un estándar de energía limpia que obligue al país a producir toda su electricidad a partir de fuentes libres de carbono para el año 2035.
- Apuntar al 40% de los beneficios de la energía limpia e inversiones climáticas hacia algunas de las partes más pobres y más contaminadas del país, en comunidades desproporcionadamente pobladas por negros, latinos y otros estadounidenses no blancos.
Evergreen Action, el grupo de política climática formado por exempleados de la candidatura presidencial centrada en el clima del gobernador de Washington Jay Inslee, dijo que estaba «emocionado» de ver el estándar de energía limpia y las disposiciones de justicia ambiental.
El presidente Biden afirma que es hora de ir a lo grande y ser audaz en la construcción de una nueva economía que funcione con energía 100% limpia. Esto es solo el inicio, y ahora la pelota está en la cancha del Congreso.
Jamal Raad, director ejecutivo de Evergreen Action.
¿Tú qué piensas del presupuesto para luchar vs el cambio climático en EE.UU.?
«Joe Biden» by Gage Skidmore is licensed under CC BY-SA 2.0
«Vice President Joe Biden visit to Israel March 2016» byU.S. Embassy Jerusalem is licensed under CC BY 2.0
