Trabajo Infantil: La lejana erradicación

Según datos del Inegi, en 2007 había en México 3.64 millones de menores de edad “ocupados”. De éstos, más de 42% no recibía ingresos, mientras que la cifra de ellos que debieron trabajar debido a que en sus hogares requieren sus ingresos creció, entre 2002 y 2007, de 21.7% a 26.7%. En ese último año, había 3.06 millones de chicos que no iban a la escuela; de ellos, 1.5 laboraban. Además, 82.1% de niños mexicanos vivían en pobreza o con carencias sociales.

A iniciativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cada 12 de junio se celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, con el fin de generar acciones globales que permitan garantizar adecuadamente el derecho que tienen las niñas y los niños a no ser explotados.

De acuerdo con la OIT, se define al trabajo infantil como el ejercicio de actividades productivas o prestación de servicios, remunerados o no, por parte de niñas y niños que aún no cumplen 14 años. Debe señalarse que esta es la edad de admisión al empleo estipulada para todos los sectores económicos desde 1973 en el Convenio Sobre la Edad Mínima de Admisión al Empleo.

Lenta disminución
El informa mundial sobre trabajo infantil que en mayo de este año presentó la organización – titulado Incrementar la lucha contra el trabajo infantil – indica que, pese a que este problema continúa disminuyendo en promedio en todo el mundo, el ritmo de reducción ha perdido fuerza en los últimos años.

De acuerdo con el reporte, de continuar así y ante el retroceso que ha significado la crisis económica mundial que se vivió desde el año pasado, el objetivo de erradicación de las peores formas de trabajo infantil para 2016 (meta propuesta por la OIT en 2006) no se cumplirá.

El estudio establece que la cantidad de niños trabajadores bajó sólo 3% de 2004 a 2008, al pasar de 222 millones, lo cual significó una disminución de 72% en el ritmo de reducción a nivel mundial respecto de la evaluación de 2006.

Del número total de niños trabajadores en el mundo en 2010, 53.5%, es decir, 115 millones, se encuentran expuestos a las peores formas de trabajo infantil.
Situación en México

De acuerdo con datos del Instituto Nacional Estadística y Geografía (Inegi), el número de niñas y niños que trabajan en México, lejos de disminuir, se incrementó entre 1995 y 2007. Revisar los datos históricos es relevante porque en 1995 el número de niños trabajadores contabilizados en las cifras oficiales fue de 3.6 millones, cantidad que creció en 2006 a 3.9 millones debido, a los efectos de la crisis.

Para 1997, el número de niños que trabajaban se situó en 3.7 millones, cifra que tuvo una muy lenta reducción hacia 2002, en el que se situó en 3.3 millones.

En contraste con la tendencia mundial de reducción del trabajo infantil, debe destacarse que según los datos del Módulo de Trabajo Infantil de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2007, de los más de 29.20 millones de menores entre cinco y 17 años, se detectó que 3.64 millones estaban en alguna condición de ocupación. Esta cifra equivale a 12.46% de la población total en ese grupo de edad.

Si debido a la crisis de 1995 el impacto en la cantidad de niños trabajadores se vio reflejada gravemente en 1996, lo esperable es que ante la severa crisis que inició en 2008 y que aún no termina de irse, la cantidad de niños que trabajaban registrada en 2007 puede haberse incrementado severamente de la mano con el crecimiento en el número de pobres que se observó entre 2006 y 2008, así como del nuevo incremento en ese indicador que puede esperarse, tanto debido al crecimiento en el desempleo y la informalidad, así como por el prolongado crecimiento en el precios de los alimentos.
Intensidad y geografía del trabajo infantil

De acuerdo con información del Inegi y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), la tasa de ocupación infantil a nivel nacional fue en 2007 de 12.5%: 16.6% de los niños y 8.3% de las niñas.

Del total de niños y niñas trabajadores, 35.5% laboraron 35 horas o más, y 45.2% de ellos no recibió remuneración por su trabajo, a pesar de que el artículo 23 de la Ley Federal del Trabajo establece que los menores trabajadores tienen derecho a percibir el pago de sus salarios, así como acceso a las prestaciones que marca la propia Ley.

En término de referencia geográfica, vale la pena señalar que 69.4% de los niños ocupados radica en localidades con menos de 100 mil habitantes, las cuales registran una tasa de ocupación de prácticamente el doble a la identificada en las áreas más urbanizadas; así, la tasa de ocupación infantil en las localidades de menos de 100 mil habitantes en 2007 fue de 15.6%, mientras que en las de más de 100 mil habitantes fue de 8.6%.

Respecto de la actividad económica desempeñada, 49% trabajaron en comercio y servicios; 29%, en actividades agropecuarias, y 20.1%, en las industrias de construcción y manufacturera.

Por entidad federativa, fue Guerrero el estado que registró la tasa más alta de ocupación infantil, con 20%; la más baja se registró en el Distrito Federal, con 6.1%.

Las consecuencias
Según la ENOE 2007, hay un total de 3.06 millones de infantes que no asisten a la escuela; de éstos, 1.5 millones trabajan (70.7% niños y 29.3%niñas).

Esta condición constituye una violación tanto de lo que establece la Lay General de Educación, como lo estipulado en el artículo 22 de la Ley Federal del Trabajo en el cual se establece que: “Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de catorce años y de los mayores de esta edad y menores de dieciséis que no hayan terminado su educación obligatoria, salvo los casos de excepción que apruebe la autoridad correspondiente en que a su jicio haya compatibilidad entre los estudios y el trabajo”.

La realidad podría ser peor
Los estudios relativos al trabajo infantil muestran que éste se incrementa sobre todo en contextos en los que se viven periodos prolongados de crisis económica, de desempleo masivo, así como de crecimiento sostenido de la informalidad.

En 2007, en 15% de los hogares con niños y niñas ocupados el jefe del hogar no trabajó. Por ello, es aún más preocupante el hecho de que, según las cifras de la ENOE, al primer trimestre de 2010 se muestra que en los últimos tres años la tasa de ocupación creció en poco más de 21%.

Las causas del trabajo infantil
Es alarmante ver cómo hay una evolución negativa del trabajo infantil, así como un recrudecimiento de las causas económicas como principales motivantes de este fenómeno aberrante. Así, mientras que en 2002 21.7% de los niños que trabajaban lo hacían porque en su hogar se necesitaba su ingreso, en 2007 el porcentaje creció a 27.6%.

La encuesta de 2002 no captó el punto relativo al trabajo infantil que tiene como causa la necesidad de “cubrir sus propios gastos”, que en 2007 llevó al trabajo a 29.4% de los niños ocupados.

El estudio de 2007 detectó también que un motivo muy importante para ingresar al mercado laboral es el de “aprender un oficio”, situación en la que se encontraba 17.6%; mientras que al final, 11.4% lo hizo por “necesidades económicas en el hogar”.

El trabajo infantil y la pobreza
El trabajo infantil está relacionado con la pobreza, por lo que es importante mencionar que –según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de

Desarrollo Social- en 2008, 13.1%, de la población de cero a 17 años vivía en condiciones de pobreza multidimensional extrema y tenía en promedio 3.8 carencias sociales; esto representa 5.1 millones de niños y jóvenes.

Asimismo, 40.2% de la población de cero a 17 años, es decir, 15.7 millones, vivía en pobreza multidimensional moderada, con 2.3 carencias sociales en promedio. Finalmente, 28.8% de los menores, 11.2 millones, eran vulnerables por carencia social, con dos carencias en promedio.