El presidente de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, vuelve a ser noticia en materia de responsabilidad social. Y es que ayer, ante el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Elvira Quesada, el también mandamás de Grupo Elektra hizo la presentación oficial de la campaña que usted verá en la pantalla chica llamada Limpiemos Nuestro México.

Con esta campaña, Grupo Salinas busca motivar a la población de todo el país a entrar en acción en todas las iniciativas para mejorar el medio ambiente y sensibilizar a las futuras generaciones en torno a las graves consecuencias del mal manejo de la basura a escala mundial, con la intención de crear líderes en el cuidado de su comunidad. Para involucrar al mayor número de personas en esta cruzada nacional, a partir de ayer y hasta el 31 de mayo los canales 7 y 13 de TV Azteca transmitirán durante su programación varios espots con información y propuestas para conservar limpio nuestro entorno.

A mí ya me está empezando a dar miedo este asunto de los donativos y las campañas de responsabilidad social, porque hay un punto donde esto, cuyo origen es indiscutiblemente noble, se convierte en otra cosa. ¿En qué? En un negocio, en una estrategia para evadir impuestos, en un requisito de relaciones públicas, en un pretexto para llamar la atención, en un mecanismo para convertirse en celebridad e incluso en una patología.

Así como hay personas que están a dos segundos de la santidad por lo mucho que dan, hay otras que ayudan a los demás para no ayudarse a ellas mismas o que pretenden ejercer cierto tipo de poder a través de la caridad.

Azteca América, de Ricardo Salinas Pliego, presentó una nueva iniciativa a favor de los derechos de la población latina en EU, de cara al Censo poblacional que se realizará el próximo año en ese país, en el cual es fundamental la participación en ese registro de los más de 46 millones de latinos que viven allá.

El objetivo del Foro es promover la importancia del próximo censo para la comunidad latina y su implicación en el proceso democrático de ese país. Y es que para los latinos, que representan el 15.3 % de la población total de EU, es fundamental la protección de sus derechos humanos en igualdad de condiciones, la participación política y la certeza de que los presupuestos les sean otorgados de manera proporcional a nivel federal, estatal y local.

a) Constituir un foro de debate sobre Responsabilidad Social de las Empresas entre las Organizaciones Empresariales y Sindicales más representativas, Administraciones públicas y otras organizaciones e instituciones de reconocida representatividad en al ámbito de la Responsabilidad Social de las Empresas que sirva como marco de referencia para el desarrollo de la Responsabilidad Social de las Empresas en España.

b) Fomentar las iniciativas sobre Responsabilidad Social de las Empresas, proponiendo al Gobierno, en el marco de sus funciones asesoras y consultivas, medidas que vayan en ese sentido, prestando una atención especial a la singularidad de las PYMES.

c) Informar, en su caso, sobre las iniciativas y regulaciones públicas que afecten a las actuaciones de empresas, organizaciones e instituciones públicas y privadas, que constituyen un valor añadido al cumplimiento de sus obligaciones legales, contribuyendo a la vez al progreso social y económico en el marco de un desarrollo sostenible.

d) Promocionar estándares y/o características de las memorias y/o informes de Responsabilidad Social de las Empresas y de sostenibilidad, así como herramientas más adecuadas para su elaboración y seguimiento.

e) Analizar el desarrollo de la Responsabilidad Social de las Empresas en España, la Unión Europea y países terceros, e informar sobre actuaciones en materia de Responsabilidad Social de las Empresas.

Fuente: Forética

Las políticas de RSE mejoran la “satisfacción cognitiva y afectiva” de los clientes de una compañía, y como consecuencia ayudan a incrementar la lealtad de los consumidores hacia una marca determinada, según un estudio que publica la ‘Revista de Responsabilidad Social de la Empresa’.

Así, los autores concluyen que la implementación de estrategias, programas y acciones de RSE suponen una ventaja competitiva para una empresa, en especial para aquellas compañías que compiten en mercados maduros y altamente competitivos.