Hoy día, los movimientos de consumidores a nivel global, están procurando, a la hora de adquirir un servicio o un producto, no solamente la calidad y el precio de los mismos, sino también la responsabilidad con la que la empresa que lo genera, distribuye o produce, lo haga de modo, que no afecte a los usuarios y al medioambiente, a la vez que aumentan su eficiencia y disminuyen el costo.
Esta actitud de los consumidores, de ser cada día más responsables, en el consumo de los servicios o productos, está llevando a que las empresas, sean cada día más diligentes, en dedicarse a cumplir con la responsabilidad social, lo que incluye claro está a las empresas eléctricas, que generan y distribuyen el servicio público de electricidad, así como los entes reguladores del sector y demás instituciones que lo conforman; que las que no lo estén haciendo, deberían ir pensando hacerlo.
Lo cual, a su vez, genera una actitud en las empresas, de adecuarse, a ser más responsables socialmente, respecto de su ámbito tanto externo como interno; en busca de lograr un mayor beneficio económico, que es legítimo, pero que debe ser obtenido tomando medidas preventivas, que contribuyan a evitar el daño ambiental y a la comunidad; antes que se produzca, a fin de en vez de tener que mitigar el cambio climático, como está ocurriendo en el mundo actual, mejor se prevenga que ocurra el daño.
La Responsabilidad Social de las Empresas, no es más que eso, ir más allá del cumplimiento de la ley; mal podría una empresa eléctrica, o los demás entes pertenecientes al sector eléctrico, decir que cumple con la Responsabilidad Social Empresarial, si no está yendo más allá de las legislación que las rige; y menos si en algún caso, ni siquiera se cumple con la ley.
Se ha de ir más allá de las leyes, es decir, respetando su legalidad, pero más allá del hecho que sólo estén estipuladas en un papel, sino del verdadero aporte que la empresa hace a la sociedad, con esto las empresas buscan resarcir a la sociedad en gran medida, los daños que provoca la actividad de la empresa al generar, o distribuir, el servicio de energía.
Actualmente, los consumidores ejercen una influencia preponderante, en este sentido, y las empresas, no sólo las grandes empresas, sino también las Pymes, deben integrarse al cumplimiento con la Responsabilidad Social Empresarial; porque, resulta, que la empresa que entre a formar parte de dicha realidad, no moda, como algunos le llaman cada vez que surge algún tema novedoso, no podrá competir con las demás empresas, para atraer a los consumidores; en el caso de las empresas del sector eléctrico, para lograr la credibilidad de los consumidores, y estos al creer y ver los cambios, pagaran satisfecho el servicio.
No basta que las empresas del Sector Eléctrico, hagan una publicidad genial explicando en qué forma cumple con la Responsabilidad Social Empresarial, sino que realmente asuma la misma, que la comunidad palpe su mejoría.
De lo contrario, se estaría ante una publicidad engañosa, lo cual genera un efecto contrario al buscado. A nivel mundial, muchos conflictos que parecían históricamente interminables, han logrado salir a camino y encontrar solución mediante la Responsabilidad Social de las Empresas, y el consumo responsable, por parte de los consumidores.
Este tema de la Responsabilidad Social Empresarial, es súper importante, que ha de tomarse en cuenta en el Sector Eléctrico, por muchas razones, entre otras:
Los consumidores, empezaran a tener más credibilidad en las empresas y entes del Sector Eléctrico. Ej. Si la Superintendencia de Electricidad, asume aplicar la ley, con responsabilidad social en cuanto a la Tarifa Eléctrica, los consumidores estarán más satisfechos, por ende, pagaran con gusto el servicio recibido, si lo reciben bien porque las Empresas Distribuidoras, cumplan también con dar el servicio en base a responsabilidad social. Lo cual, generará a las empresas del Sector Eléctrico, mayores dividendos, y es posible que se logre que la R.D. le diga adiós al problema eléctrico.
Las empresas del Sector Eléctrico, por ser el servicio que ofrecen, uno de los fundamentales en la economía de un país, en este caso R.D., como parte de su responsabilidad social, debería asumir, el hecho de incentivar a todas las empresas grandes y pequeñas, salones, colmados, supermercados, y así todo tipo de negocios, como los que agrupa FENACERD, a educarse para tener un consumo responsable de la energía, de una forma más integradora de la comunidad, en ese aspecto, a fin que ésta realmente sienta, que cuando ahorra luz en los bombillos de su casa, o negocio, y otros aparatos, está contribuyendo a una causa nacional, a la mejora del Problema Eléctrico en su patria, R.D. Esto nos permitiría comenzar a pensar como nación ahora que la Nueva Reforma Constitucional ha proclamado el Estado Social y Democrático de Derecho.
Ej. Que las grandes y pequeñas empresas eduquen a sus empleados fomentando el ahorro energético en todo lo que realicen en la empresa, empleado que a su vez, llevará dicha educación a su hogar, donde sus hijos también lo aprenderán y estos lo enseñarán, de generación en generación, a sus hijos, nietos, etc. Siempre que dicho ahorro se refleje en su factura.
Ej. Contribuyendo con las instituciones correspondientes en la reserva de los ríos, y aumento de sus caudales, a fin de generar más energía limpia, a partir del agua, a la vez que contribuye a mantener el recurso natural y generar menos contaminación. Sin ello implique un despojo camuflajeado.
Esto también contribuye a que las Empresas del Sector Eléctrico, cumplan con la misión de que “volvamos al verde”.
Actualmente, a nivel mundial, se está llevando a cabo la elaboración de una norma internacional, la cual hasta ahora, ha quedado como guía, de carácter no obligatorio, sino voluntario; proceso del cual, no deberían hacer caso omiso, las empresas del sector eléctrico.
Independientemente de que exista o no una norma o guía, obligatoria o voluntaria, las empresas del Sector Eléctrico, deben procurar asumir la responsabilidad social empresarial, y los consumidores un consumo responsable, a fin de ejercer su poder de opción de compra, para que ambos sectores, unidos al Estado, logren un mundo mejor en el cual se pueda vivir, con menos contaminación, y con más luz.
En conclusión, no basta para la mitigación del cambio climático, por ejemplo, que las Empresas del Sector Eléctrico, se limiten a intentar cumplir su Responsabilidad Social, explicándolas en vistosas publicidad, sino que realmente se lleve a cabo, y se verifique que es así; para que a largo plazo, se logre la mejoría esperada.
“Una cosa es ser visto como banal, pero brillante, y otra muy diferente ser considerado codicioso y ridículo” STEVE FRASER
