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La administración de Trump dejará que el mundo arda

Estados Unidos no cree en el cambio climático y lo ha demostrado desde que salió del Acuerdo de París, en donde más de 200 países acordaron disminuir su temperatura a -2ºC.

No importando esta situación, el país comandado por Donald Trump, dice que a finales de este siglo, es probable que las temperaturas globales podrían aumentar en 7 grados. La solución del gobierno: dejar que los autos empeoren el problema.

No es que la administración de Trump no sepa que el cambio climático está ocurriendo. Lo sabe pero no piensa hacer nada al respecto.

La administración de Trump dejará que el mundo arda

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El cambio climático global se refiere a las tendencias a largo plazo (es decir, de varias décadas) en la temperatura media global de la superficie, la precipitación, la capa de hielo, el nivel del mar, la capa de nubes, las temperaturas y corrientes de la superficie del mar, el pH del océano y otras condiciones climáticas. Las temperaturas promedio de la superficie han aumentado desde la Revolución Industrial. Desde 1880 hasta 2016, la temperatura superficial global promedio de la Tierra aumentó en más de 0.9 ° C (1.6 ° F).

El nivel medio global del mar aumentó en aproximadamente 1.0 a 1.7 milímetros por año desde 1901 hasta 1990, un total de 11 a 14 centímetros. Después de 1993, el nivel medio global del mar aumentó a un ritmo más rápido de aproximadamente 3 milímetros por año. En consecuencia, el nivel medio global del mar ha aumentado en unos 7 centímetros desde 1990, y de 16 a 21 centímetros desde 1900.

Una evaluación de impacto ambiental de 500 páginas publicada en julio por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras, descubrió que el gobierno había hecho la siguiente predicción: para 2100, si los estándares actuales permanecen sin cambios, el planeta se calentará 7 grados Fahrenheit, o 4 grados centígrados. Se necesita poca explicación de por qué esto sería catastrófico.

No es que la administración de Trump no sepa que el cambio climático está ocurriendo. Lo sabe pero no piensa hacer nada al respecto.

Los científicos ya han instado a los líderes a que intenten mantener el calentamiento global restringido a menos de 2 grados centígrados, idealmente 1.5 grados, porque incluso ese ligero aumento podría exacerbar los cambios climáticos, desde huracanes hasta olas intensas de calor. Ahora imagina que los efectos se duplicaran. Los arrecifes de coral se disolverían, las grandes franjas del planeta se volverían inhabitables, las ciudades costeras desaparecerían.


El aumento de la temperatura global de 7 grados es inevitable.

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Un aumento de siete grados Fahrenheit, o alrededor de cuatro grados Celsius, en comparación con los niveles preindustriales sería catastrófico, según los científicos. Muchos arrecifes de coral se disolverían en océanos cada vez más ácidos. Partes de Manhattan y Miami estarían bajo el agua sin costosas defensas costeras. Las olas de calor extremas asfixiarían habitualmente grandes partes del globo.

No es que la administración de Trump no sepa que el cambio climático está ocurriendo. Lo sabe pero no piensa hacer nada al respecto.

A pesar de que los funcionarios de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) explican este futuro en términos inequívocos, la respuesta de la administración de Trump es levantar las manos y decir: «Estamos jodidos de todos modos, ¿por qué parar ahora?»

El informe predice que incluso si se mantienen los estándares de eficiencia de combustible, las temperaturas globales aumentarán en 3.5 grados centígrados antes de que finalice el siglo.

No es que la administración de Trump no sepa que el cambio climático está ocurriendo. Lo sabe pero no piensa hacer nada al respecto.

Renunciar a la responsabilidad por las emisiones de los vehículos es solo una de las muchas formas en que la administración de Trump está fallando en la lucha global contra el cambio climático: Donald Trump también se ha comprometido a reducir los estándares de emisiones para las plantas de carbón que envejecen y las operaciones de petróleo y gas.

A lo largo de su mandato, Trump ha demostrado una estrategia consistente de priorizar el beneficio inmediato sobre la sostenibilidad a largo plazo. Permitir la quema absoluta de combustibles fósiles y facilitar las regulaciones a los fabricantes de automóviles permitirá que esas empresas sigan obteniendo ganancias, y de hecho, los actores en esas industrias se encuentran entre los pocos que aprueban el enfoque del mandatario.

¿Qué te parece el hecho de que la administración de Trump deje que el mundo arda? ¿Cuáles son los pasos que deberían de tomar para no permitir que esto pase?  Te leemos en los comentarios.

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