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Feminismo en los Globos de Oro: de Meyers a Oprah… y a las mujeres del mundo

Yo también. Esas son dos palabras que la mayoría de las personas han dicho en elgún momento de su vida. Es una respuesta común a los te quiero, a los te extraño y hasta a los tengo muchas ganas de ver esa película. Yo también. Son dos palabras que a lo largo de la segunda mitad del 2017 cobraron un significado profundo y doloroso, la historia de otrs víctima de violencia sexual. El feminismo en los Globos de Oro 2018 se hizo presente para no dejarnos olvidar eso.

Otra gran reunión de las estrellas de Hollywood. Otro momento para premiar el talento de un montón de celebridades que desfilan por la alfombra roja ofreciendo entrevistas, sonriendo… ¿o no? Quizá esta vez hubo unas cuantas sonrisas menos. Las constelaciones de estrellas se pintaron de negro. Hay poco para celebrar este año en la industria del entretenimiento; mucho talento, pero también mucho dolor.

Por la alfombra roja de los Globos de Oro 2018 desfilaron, como siempre, decenas de actrices con hermosos vestidos de diseñador. Esta vez no hubo colores brillantes; solo en negro se hizo presente como protesta por las víctimas de violencia sexual en la industria y en el resto del mundo.

Feminismo en los globos de oro 2018

Apenas unos meses han pasado desde que las acusaciones de acoso sexual contra Harvey Weinstein destaparan un baúl con una lista larga de Yo también. Un montón de pergaminos con historias de mujeres agredidas sexualmente por un montón de hombres que, desde su posición privilegiada, se sintieron con derecho a vulnerar su más básico derecho a decir no. Las actrices alzaron la voz y con ellas miles de mujeres en todo el mundo reencontraron el poder que tienen para contar sus propias historias, superar el miedo y sumarse a la lucha. ¡No más silencio!

El rostro y el humor de Seth Meyers aparecen entonces al frente de una ceremonia que ha generado grandes expectativas para quienes defienden los derechos de las mujeres en todo el mundo. El presentador sabe que enfrenta un reto enorme. A quien precide los Globos de Oro se le pide un monólogo hilarante e hiriente sobre la actualidad, pero quizá el tema más esperado de la noche es el acoso sexual y eso de comedia no tiene nada.

Feminismo en los globos de oro 2018

Buenas noches señoras, y señores que queden. Feliz año nuevo Hollywood. Estamos en 2018, se ha autorizado la marihuana y el acoso sexual ya no.

Desde su apertura Meyers demostró que podía con reto. El presentador probó que puede hacerse comedia con el acoso sexual, siempre que el objeto de burlas no sea la víctima, siempre que nos mostremos capaces de tomar en serio el dolor, siempre que dimensionemos el problema. Porque sí, vivir en 2018 y estar rodeados de un mundo en el que estamos tan lejos de alcanzar la equidad es para burlarnos de nosotros mismos, y avergonzarnos entonces.

«Quizá hubiera sido mejor que esta gala la presentara una mujer», dijo Meyers justo antes de agregar: «pero, claro, le propusieron reunirse con algunos de los hombres más poderosos de Hollywood en un hotel… y se acabó». Así, contundente, crítico y sardónico fue el comentario con el que dejó claro que el acoso es también un enemigo de la equidad; que las habilidades de negociación de las mujeres no son nada contra un sistema violento, que el silencio debe terminar.

Feminismo en los globos de Oro 2018

Una a una, a uno, mujeres y hombre (Meyers fue el único hombre en abordar el acoso) se pronunciaron a favor de la equidad de género en la industria. Algunos con comentarios sutiles y otras con discursos poderosos.

El comentario de Natalie Portman al presentar el premio a mejor director fue quizá uno de los más sencillos y aplaudidos de la noche:

Y aquí están los nominados, todos varones, de esta noche.

Este año el feminismo no quedó regado en un par de discursos. No quedó oculto entre la paja del ego de de hombres blancos galardonados por los éxitos obtenidos desde el privilegio. Este año el feminismo fue todo; desde el tinte negro en la alfombra roja hasta el tema principal del escenario.

El discurso de Oprah

Feminismo en los globos de oro 2018

Oprah Winfrey aceptó el Premio Cecil B. DeMille por su trayectoria en los Globo de Oro este domingo y pronunció un conmovedor discurso que puso de pie a hombres y mujeres de la audiencia. Aquí reproducimos una traducción completa; pero como el texto por si mismo no puede reflejar la emotividad impresa por esta poderosa mujer, quizá quieras echar un vistazo a este video:

El mensaje completo

En 1964, yo era una niña pequeña sentada en el piso de linóleo de la casa de mi madre en Milwaukee viendo a Anne Bancroft presentar el Oscar al mejor actor en la entrega número 36° Premios de la Academia. Abrió el sobre y dijo cinco palabras que literalmente hicieron historia: «El ganador es Sidney Poitier». Hasta el escenario llegó el hombre más elegante que jamás había visto. Recuerdo que su corbata era blanca, y por supuesto su piel era negra, y nunca había visto a un hombre negro siendo celebrado así. Intenté muchas, muchas veces, explicar qué significa un momento como ese para una niña pequeña, un niño mirando desde los asientos baratos mientras mi madre entraba por la puerta con los huesos cansados ​​de limpiar las casas de otras personas. Pero todo lo que puedo hacer es citar y decir que la explicación en la presentación de Sidney en «Lilies of the Field»:
«Amén, amén, amén, amén».

En 1982, Sidney recibió el premio Cecil B. DeMille justo aquí en los Globo de Oro y no en vano, en este momento, hay niñas mirando mientras me convierto en la primera mujer negra en recibir este mismo galardón.

En 1982, Sidney recibió el premio Cecil B. DeMille justo aquí en los Globo de Oro y no en vano, en este momento, hay niñas mirando mientras me convierto en la primera mujer negra en recibir este mismo galardón. Es un honor, es un honor y es un privilegio compartir la velada con todos ellos y también con los increíbles hombres y mujeres que me inspiraron, que me desafiaron, que me sostuvieron e hicieron mi viaje a esta etapa posible. Dennis Swanson que se arriesgó conmigo con «A.M. Chicago». Quincy Jones que me vio en ese programa y le dijo a Steven Spielberg: «Sí, ella es Sophia en ‘The Color Purple’.» Gayle, que ha sido la definición de lo que es un amigo, y Stedman, que ha sido mi roca, solo algunos para nombrar.

Quiero agradecer a la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood porque todos sabemos que la prensa está sitiada estos días. También sabemos que es la dedicación insaciable a descubrir la verdad absoluta lo que nos impide hacer la vista gorda ante la corrupción y la injusticia, frente a tiranos y víctimas, y secretos y mentiras. Quiero decir que valoro a la prensa más que nunca cuando intentamos navegar en estos tiempos complicados, lo que me lleva a esto: lo que sé con certeza es que decir tu verdad es la herramienta más poderosa que todos tenemos. Y estoy especialmente orgullosa e inspirada por todas las mujeres que se han sentido lo suficientemente fuertes y lo suficientemente empoderadas como para hablar y compartir sus historias personales. Cada uno de nosotros en esta sala se celebra debido a las historias que contamos, y este año nos convertimos en la historia.

Quiero decir que valoro a la prensa más que nunca cuando intentamos navegar en estos tiempos complicados, lo que me lleva a esto: lo que sé con certeza es que decir tu verdad es la herramienta más poderosa que todos tenemos.

Pero no es solo una historia que afecta a la industria del entretenimiento. Es uno que trasciende cualquier cultura, geografía, raza, religión, política o lugar de trabajo. Así que quiero que esta noche exprese mi gratitud a todas las mujeres que han soportado años de abuso y agresión porque, al igual que mi madre, tuvieron hijos que alimentar, facturas que pagar y sueños que perseguir. Son las mujeres cuyos nombres nunca sabremos. Son trabajadores domésticos y trabajadores agrícolas. Están trabajando en fábricas y trabajan en restaurantes y están en la academia, la ingeniería, la medicina y la ciencia. Son parte del mundo de la tecnología, la política y los negocios. Son nuestros atletas en los Juegos Olímpicos y son nuestros soldados en el ejército.

Quiero que esta noche exprese mi gratitud a todas las mujeres que han soportado años de abuso y agresión porque, al igual que mi madre, tuvieron hijos que alimentar, facturas que pagar y sueños que perseguir. Son las mujeres cuyos nombres nunca sabremos.

Y hay otra persona, Recy Taylor, un nombre que conozco y creo que tú también debes saberlo. En 1944, Recy Taylor era una joven esposa y madre que volvía a casa desde un servicio religioso al que había asistido en Abbeville, Alabama, cuando fue secuestrada por seis hombres armados blancos, fue violada y dejada con los ojos vendados al llegar a casa desde la carretera que llevaba a la iglesia. Amenazaron con matarla si alguna vez se lo contaba a alguien, pero su historia fue denunciada a la NAACP, donde una joven trabajadora llamada Rosa Parks se convirtió en la investigadora principal de su caso y juntas buscaron justicia. Pero la justicia no era una opción en la era de Jim Crow. Los hombres que intentaron destruirla nunca fueron perseguidos. Recy Taylor murió hace diez días, a días de su cumpleaños número 98. Vivió como todos hemos vivido, demasiados tiempo en una cultura quebrada por hombres brutalmente poderosos. Durante demasiado tiempo, las mujeres no han sido escuchadas o no se les ha creído si se atreven a decir la verdad sobre el poder de esos hombres. Pero su tiempo se acabó. Su tiempo se acabó.

Durante demasiado tiempo, las mujeres no han sido escuchadas o no se les ha creído si se atreven a decir la verdad sobre el poder de esos hombres. Pero su tiempo se acabó.

Su tiempo se acabó. Y solo espero, solo espero, que Recy Taylor muriera sabiendo que su verdad, como la verdad de tantas otras mujeres que fueron atormentadas en aquellos años, e incluso que ahora son atormentadas, sigue marchando. Quedó en algún lugar del corazón de Rosa Parks casi 11 años después, cuando tomó la decisión de permanecer sentada en ese autobús en Montgomery, y está aquí con cada mujer que elige decir: «Yo también». Y cada hombre, cada hombre que elige escuchar.

En mi carrera, lo que siempre he intentado hacer al máximo, ya sea en la televisión o en el cine, es decir algo sobre cómo se comportan realmente los hombres y las mujeres. Para decir cómo experimentamos la vergüenza, cómo amamos y cómo nos enfurecemos, cómo fallamos, cómo nos retiramos, perseveramos y cómo lo superamos. He entrevistado y retratado a personas que han resistido algunas de las cosas más feas que la vida puede darte, pero la única cualidad que todos parecen compartir es la capacidad de mantener la esperanza de una mañana más brillante, incluso durante nuestras noches más oscuras. ¡Así que quiero que todas las chicas que están viendo esto ahora sepan que hay un nuevo día en el horizonte! Y cuando ese nuevo día finalmente amanezca, será gracias a muchas mujeres magníficas, muchas de las cuales están aquí en esta sala esta noche, y algunos hombres fenomenales, luchando duro para asegurarse de que se conviertan en los líderes que nos lleven a el momento en que nadie tiene que volver a decir «Yo también».

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