Esta semana, en el marco de la Cumbre Mundial sobre el Clima que se lleva a cabo en Nueva York, se dio a conocer la nueva coalición We Mean Business, formada por varios grupos empresariales (como CERES y el B Team) con el objetivo de «amplificar una visión empresarial unificada en el debate climático y hacer énfasis en el creciente número de oportunidades ofrecidas por la transición hacia una economía baja en carbono».
La colación presentó también un documento donde, con datos tomados de CDP (antes Carbon Disclosure Project), argumentan por esta transición. Aquí algunos de los elementos más relevantes de este documento:
5 datos que respaldan el compromiso con la reducción de emisiones
1. Entre 2012 y 2013, casi 1, 450 empresas reportaron ahorros de emisiones por un total de poco más de 420 millones de toneladas por año y una inversión de 170 billones de dólares. Hay 5,500 proyectos que están resultando en ahorros anuales equivalentes a 230 millones de dólares.
2. La Tasa Interna de Retorno para procesos de eficiencia de energía en Sudáfrica es de 46%, y en Estados Unidos sube hasta 81%
3. La política de energía renovable en Europa logró que el 72% de la capacidad energética del continente viniera de fuentes renovables en 2013. Hace solo una década, el 81% provenía de combustibles fósiles.
4. Las empresas más avanzadas, que se pusieron metas alineadas con la ciencia y redujeron sus emisiones en 2012 y 2013 son las que están obteniendo un mejor retorno financiero.
5. Además, las empresas que hacen las inversiones proporcionalmente mayores (en relación con los costos totales de operación) en soluciones bajas en carbono obtienen un retorno igual o mayor que sus competidoras.
Tres peticiones para las empresas
1. Reconozcan la ciencia: la Tierra está camino a un aumento de temperatura de entre 1. 5 y 4.5°C para el final del siglo, pero los gobiernos están de acuerdo en que el alza debería estar en 2°C, para así evitar los peores impactos.
2. Actúen para reducir emisiones y mejorar la resiliencia: las empresas deben imponerse metas ambiciosas para reducir sus emisiones en toda su operación y planear las acciones necesarias para cumplir estos objetivos. Esto puede significar mejoras en eficiencia energética, trabajar con proveedores y otros socios de negocios, ponerle un precio interno a las emisiones de carbono, etc.
Estas metas servirán a las empresas para impulsar la innovación y para crear nuevas oportunidades de negocio.
3. Aboguen por un futuro bajo en emisiones: las empresas deben apoyar activamente políticas para una transición a una economía de bajas emisiones y asegurarse de que todas las acciones apoyadas sean congruentes con la información científica. Una forma de demostrar este compromiso es compartir sus mejores prácticas y participar en procesos como el listado anual de CDP.
Dos peticiones a los gobiernos
1. Estabilicen las emisiones para 2020 y fijen objetivos a largo plazo: el grupo espera que para el 2015 los gobiernos aumenten el nivel de urgencia y ambición para estabilizar las emisiones antes de 2020. También pide acciones hasta 2030, como la eliminación de subsidios que incentiven el uso de fuentes de energía con altas emisiones, eliminar la deforestación e incentivos a la transición temprana hacia el futuro de bajas emisiones.
2. Mejoren la transparencia e impulsen la inversión: se pide un aumento en la transparencia del monitoreo de acciones sobre el clima, así como políticas que ayuden a crear un ambiente estable para la inversión en soluciones de bajas emisiones.
