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El agua embotellada enfrenta a Nestlé con los ecologistas

Los detractores citan la escasez de agua y condenan el consumo de energía para transportarlo y el uso de miles de millones de envases de plástico

En este idílico pueblo en la ladera norte de Mount Hood, una autopsia a tres truchas arco iris podría jugar un papel crucial en los esfuerzos de Nestlé SA para revertir un pronunciado declive en su negocio de agua embotellada.

El agua mineral, que durante años generó un crecimiento de dos dígitos para el gigante suizo de alimentos, es blanco de las críticas de los ecologistas. Los detractores condenan el consumo de energía para transportarla y el uso de miles de millones de botellas plásticas, y se oponen a los planes de explotar nuevos manantiales, citando preocupaciones sobre la escasez de agua.

En Cascade Locks, Nestlé tiene planes de embotellar 100 millones de galones (380 millones de litros) de agua al año de un nuevo manantial para su marca Arrowhead y, a la vez, mantener contentos a los ecologistas. Una clave es probar que el agua extraída del manantial -que abastece un criadero de salmones rojos de Idaho, una especie en vías de extinción- puede ser reemplazada por agua del pozo municipal sin perjudicar a los peces.

Nestlé lleva a cabo una prueba de un año aquí para criar 700 truchas arco iris en un tanque lleno de agua de pozo. Preocupados de que los activistas puedan sabotear la prueba, Nestlé colocó el tanque de aproximadamente 6.400 litros bajo seguridad extrema, que incluye cámaras de video. Los funcionarios del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Oregon, monitorean el progreso de los peces y están haciendo la autopsia de los tres que han muerto hasta ahora.

«Nos acusan de extraer agua, lo que sugeriría que estamos agotando un recurso», dice Kim Jeffrey, presidente ejecutivo de la división norteamericana de agua de Nestlé. «Sin embargo, sacamos agua de forma sostenible. La noción de que simplemente tomamos lo que queremos sencillamente no es cierta».

El proyecto es un testimonio de la determinación de Nestlé de mejorar su negocio de agua mineral. Sus ventas de agua en América del Norte cayeron a 4.400 millones de francos suizos (US$4.200 millones) en 2009, un descenso de 13% desde 2007.

«El agua es una categoría que nos dio tantos años de alegría», señaló el presidente ejecutivo de Nestlé, Paul Bulcke, en una entrevista. «Y, de repente, esto cambió. Eso es lo que duele».

Hasta 2007, el agua en botella fue un negocio ideal para Nestlé, cuyas marcas incluyen Pure Life, Poland Springs y Perrier.

El consumo de agua embotellada per cápita en Estados Unidos aumentó de unos 60 litros en el año 2000 a cerca de 110 litros en 2007. Una botella de agua San Pellegrino, de Nestlé se convirtió en un producto de moda entre la gente que se preocupa por su salud.

El crecimiento anual del negocio de agua en EE.UU. de Nestlé superó 15% a mediados de la década de 2000. El año pasado, tenía 38% del mercado estadounidense de agua embotellada, que mueve US$10.000 millones al año, más que sus rivales Coca-Cola Co. y PepsiCo Inc. combinados.
Ventas globales

A nivel global, las ventas de agua de Nestlé alcanzaron en 2009 9.061 millones de francos suizos (US$7.800 millones), provenientes principalmente de EE.UU. y Europa. América Latina representa un porcentaje pequeño en su negocio de agua.

Las perspectivas en los últimos dos años se han ensombrecido en EE.UU. a medida que los ecologistas han hecho del agua embotellada su nueva causa. Algunos restaurantes finos de Los Ángeles y Nueva York han dejado de ofrecer agua en botella. Varios documentales afirman que los productores de agua embotellada engañan al público sobre sus virtudes frente al agua del grifo.

Las ventas de agua de Nestlé en ese país han sido afectadas por la recesión, que llevó a los consumidores a considerarla un lujo innecesario. Además, las personas que aún deseaban agua embotellada comenzaron a comprar algunas de las numerosas marcas propias que los supermercados han lanzado en los últimos años. En respuesta, Nestlé ha promocionado su marca más barata, Pure Life, que proviene de fuentes municipales purificadas.

Las embotelladoras sostienen que su agua representa sólo una pequeña porción del uso total y que generalmente se extrae de forma sostenible, una opinión respaldada por hidrólogos independientes. Los ataques, no obstante, duelen.

En 2007, un grupo lanzó una campaña publicitaria llamada «Mentir en publicidad». Un póster decía que «el agua embotellada causa ceguera en los cachorros». Luego agregaba: «Si las empresas de agua embotellada pueden mentir, nosotros también podemos».

Nestlé ha sido un blanco favorito de los activistas desde los años 70, cuando recibió duras críticas por la promoción de su leche infantil a madres de bajos ingresos en países en desarrollo. Su rol como el líder del mercado de agua mineral en EE.UU. y el hecho de utilizar manantiales de áreas rurales, a menudo inmaculados, la ha expuesto a las críticas de los oponentes del agua embotellada.

Cerca de 80% del agua mineral de Nestlé proviene de manantiales, mientras que el resto es municipal purificada. Las marcas de agua de Coca-Cola y PepsiCo en gran parte son de fuentes municipales purificadas. Encontrar el manantial adecuado para el agua embotellada no es una tarea fácil.

El transporte de agua es costoso, por lo que la fuente debe estar relativamente cerca de grandes mercados, pero lo suficientemente lejos para protegerla de contaminantes urbanos. El manantial debe tener capacidad de sobra para que valga la pena construir una planta embotelladora cerca y el agua necesita tener el equilibrio perfecto de minerales para que tenga un buen sabor.

El trabajo se ha vuelto más difícil a medida que Nestlé trata de reducir costos y emisiones de carbono al disminuir las distancias que recorren sus camiones. La empresa ha reducido los kilómetros promedio que requiere cada envío en cerca de 15% desde 2007. Nueve de cada 10 manantiales potenciales resultan inadecuados, dice Dave Palais, un gerente de recursos de Nestlé.

Cascade Locks es una oportunidad única. Desde 2007, Palais ha estado buscando un manantial que suministre agua a los mercados del noroeste estadounidense. Actualmente, la empresa lleva el agua en camiones desde California o British Columbia.

Nestlé bombearía el agua de este manantial a una nueva planta embotelladora de US$50 millones que ha propuesto y en la que trabajarían 53 personas. A cambio, transportará agua del pozo municipal al criadero de truchas para reemplazar toda el agua sacada del manantial. Nestlé pagaría US$360.000 al año a la municipalidad por el agua, bajo las actuales tarifas de la industria, pero puede que llegue a un acuerdo con precios especiales.

La compañía ha hecho esfuerzos por explicar en detalle sus planes a los residentes del lugar, pero los críticos no han dado tregua.

Julia DeGraw, una activista, argumenta que un recurso tan precioso como el agua nunca debería caer en manos corporativas.

Fuente: Reforma; Negocios, p. 9
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