Jóvenes comprometidos: Fundación Dr. Sonrisas
Con el objetivo de hacer sonreir, a través de divertidas actividades, a miles de niños que padecen graves enfermedades, un grupo de jóvenes creó la Fundación Dr. Sonrisas en 2003. Hasta el momento, los 3 mil 500 voluntarios han visitado 15 hospitales, apoyado a cerca de 20 asociaciones y a más de 2 mil niños.
Bárbara González, estudiante de Finanzas de la Ibero, forma parte de esta institución desde hace dos años; su principal labor es apoyar al área de funciones económicas, a través de la cual se recaudan fondos. “Estar aquí ha sido padrísimo, la alegría que das no se compara con la que recibes, al ver loque puedes hacer por niños que tienen graves problemas de salud”, compartió Bárbara, “es un proyecto que tiene mucho potencial”. Algunas de las enfermedades más recurrentes que padecen los niños con los que trabajan son cáncer y SIDA. “Llevo siete años en la asociación y estoy en el área de programas sociales, todas las actividades que realizo en ella me apasionan; me ha ayudado a crecer como persona, a valorar más la vida”, dijo Alejandro Barroso, quien estudia Administración Turística en la Anáhuac Sur. “Una de las tantas experiencias que me ha marcado fue la de una niña de 15 años con cáncer, quien deseaba tener su fiesta de cumpleaños; se la organizamos, pero después le tuvieron que amputar una pierna y, días más tarde, murió”. Debido al éxito que ha tenido la fundación ya cuenta también con oficinas en Monterrey.
“Como vicepresidente tengo muchas responsabilidades, pero estoy feliz, me hace sentirque puedo ayudar en algo a las personas que necesitan momentos de alegría para olvidar un poco su grave estado de salud”, afirmó Edgar Simón, estudiante de Mercadotecnia del CECC del Pedregal.Por otra parte, Patricio Quiroz, quien estudia Comunicación en la Ibero, lleva cuatro años colaborando con ellos, y lo más satisfactorio para él ha sido ver cumplidos los sueños de muchos pequeños. “Apoyo en el área de actividades económicas y en el programa de voluntariado; los más beneficiados somos nosotros porque aprendemos mucho, nos hacemos más sensibles y propositivos”, comentó Patricio, “lo más satisfactorio es saber que muchos niños mejoran anímicamente después de un viaje o evento”.
Fuente: Club Joven, p. 20-21
Autor: Brenda Rangel
Publicada: 2 de Septiembre 2010
