Sin duda, tú tienes un gran aprecio por todo lo que es electrónico y por el software que está disponible y a tu alcance, pero también entiendes que la tecnología no toma el lugar que tú personalmente tienes al solicitar un donativo; esto es como el lápiz a la alfabetización.
Milton Murray lo resume de la mejor manera posible: «Uno de los cambios más significativos de nuestro campo es el nuevo desarrollo en la alta tecnología. Si, alta tecnología y bajo toque personal es lo que mucha de nuestra gente acostumbra en estos días. ¡Tenemos que trabajar en contra de eso! Necesitamos el toque personal de alta fidelidad; si lo perdemos, se convierte en sólo un negocio, no en un ministerio».
De igual manera me encanta el comentario de Si Seymour, gran decano de la procuración de fondos. Él escribió: «Tú no conseguirás leche de una vaca enviándole una carta, ni llamándola por teléfono. Tú tendrás la leche de la vaca solo si te sientas junto a ella y la ordeñas».
Entiende que las técnicas de la empresa no son importantes. Eso no es lo que te hará exitoso. Los técnicos saben «el cómo», pero eso no es el corazón y el alma de nuestro trabajo. Debes reconocer la eficacia y el poder del toque personal.
