La confianza en el desarrollo económico nacional es más positiva entre las empresas extranjeras que nacionales. De acuerdo con firmas tales como PricewaterhouseCoopers, los empresarios mexicanos tienen menos confianza en el crecimiento a corto plazo que los internacionales, lo que podría provocar un desajuste más severo en el sistema laboral.
Se destaca que en tierra azteca el desarrollo de nuevos productos se observa como una oportunidad de crecimiento para las compañías; sin embargo, consideran menos importante incrementar el nivel de penetración en los mercados existentes y las fusiones o adquisiciones.
Y es que en México se tiende a recurrir al capital privado o de riesgo para financiar el crecimiento de sus empresas.
Entre las preocupaciones se enfocan hacia una mayor dificultad en los sistemas bancarios y financieros globales, dado que se tiende a pensar que los recientes problemas bancarios generarán el aumento de los costos financieros, reducirán su capacidad para entrar a nuevos mercados y retrasarán los planes de inversión.
Se considera como aspectos críticos la cantidad de impuestos que pagan, y estabilidad de las leyes fiscales, enfocándose en pensar que el éxito empresarial de largo plazo depende del bienestar y apoyo continuo de la sociedad en la que operan.
De ahí y pese a la crisis económica, la innovación tecnológica, el acceso a recursos naturales a un precio razonable, así como el fortalecimiento de los programas de responsabilidad social corporativa serán planteamientos que también desarrollarán este año.
La realidad es que en México la mayoría de los directivos empresariales enfrenta retos, como son la falta de personal en áreas científicas y tecnológicas, la falta de retención de talento femenino, falta de ofrecimiento de un desarrollo profesional atractivo dentro de su industria.
Así que se espera que los presidentes mexicanos utilicen como sus estrategias la reubicación de empleados clave dentro de la organización, la creación de oportunidades para que los empleados se involucren en actividades de responsabilidad social y establecer redes externas para atraer talentos.
La realidad es que el sector y las empresas, sin importar, su tamaño requerirán de estrategias que fortalezcan sus operaciones en momento de crisis, pero con miras hacia un largo plazo, pues a fin de cuentas esta situación económica sólo quedó para quedarse un rato y no varios años.
La suerte de Napoleón Gómez Urrutia empieza a cambiar. Como se sabe, el gobierno de México, que encabeza Felipe Calderón, ya solicitó, de manera formal, su extradición a las autoridades canadienses, por su presunta responsabilidad de los hechos de fraude, asociación delictuosa y otros delitos cometidos en agravio del sindicato minero.
Desde el 30 de diciembre pasado, el gobierno mexicano presentó oficialmente a las autoridades de ese país del norte la solicitud formal de extradición. Así que por fin podría darse una resolución a favor de la industria minera. Ojalá.
Fuente: Exonline
