Isabel García, directora del Centro de Derechos Humanos en Arizona, señala que en ese estado es donde se comete el mayor número de homicidios por animadversión étnica sin que éstos puedan ser documentados, pues muchos de esos crímenes ocurren en pleno desierto, en la ruta de los migrantes en camino a Phoenix. “Lo que sí podemos asegurar es que por cada deceso por agresiones, asaltos, frío o insolación, se tienen dos más reportados como ‘hallazgos’ cuyo destino es la fosa común”.
La activista expone que además del incremento de los crímenes de odio, se tiene un mayor número de decesos de connacionales que intentan adentrarse en Estados Unidos ante las distancias más largas por recorrer y la desesperación por burlar los sofisticados sistemas de detección que ha desplegado la Patrulla Fronteriza, que incluyen sensores infrarrojos, globos aerostáticos, radares y aviones de reconocimiento no tripulados. Subraya que de acuerdo al último reporte del Centro de Estudios de la Frontera Norte, los connacionales que mueren a poca distancia de la franja fronteriza aumentaron de uno a dos diarios en los últimos tres años, lo que implica que cada año fallecen alrededor de 700 inmigrantes en su fallido intento por alcanzar “el sueño americano”.
RENACEN EXTREMISTAS
La Red Fronteriza por los Derechos Humanos en El Paso, Texas, denunció que ante la inminente aplicación de la SB1070, grupos extremistas disfrazados de nacionalistas ya han empezado a promover una iniciativa similar para aplicarla en Texas, Nuevo México y California, donde se tiene la mayor concentración de migrantes mexicanos. La situación es documentada por Southern Poverty Law Center (SPLC), que reporta la conformación o resurgimiento de más 300 grupos antiinmigrantes que desde la administración de Clinton exigen una reforma migratoria sin amnistía con el fin de expulsar del país a más de 12 millones de indocumentados, y solicitan además que se niegue la ciudadanía a los hijos de inmigrantes nacidos allá. El más reciente conteo de estas agrupaciones caracterizadas por su intolerancia y agresividad suma 980, contra las 620 reportadas hace tres años.
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