Plantear una estrategia que convierta las aulas de México en espacios sustentables constituye un reto que requiere congruencia en cada paso.
Por eso, los esfuerzos que realizan diversas instituciones reflejan una preocupación por idear soluciones integrales que contemplen aspectos curriculares, culturales, de investigación y divulgación y de manejo ambiental de las instalaciones, que establezcan las bases de un verdadero cambio en la formación de los estudiantes.
«Los programas fragmentados tienen pocas posibilidades de conseguir un efecto duradero. La solución debe ser transversal e interdisciplinar, llegar a todos los ámbitos de la vida universitaria, promover la vinculación de las universidades con diferentes actores para conocer las problemáticas ambientales y sociales reales que los estudiantes enfrentarán al salir», afirma Iliana Ayala, responsable del programa Acción Ambiental Universitaria de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Esta universidad y otras once forman parte del Consorcio Mexicano de Programas Ambientales Universitarios para el Desarrollo Sustentable (Complexus), iniciativa del Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (CECADESU) de la Semarnat y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
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