PORTAL IMPULSADO POR LAS EMPRESAS RESPONSABLES:

- Advertisement -
ColumnistasEl mundial y la abstracción nacional

El mundial y la abstracción nacional

Por: Pedro Silva Gámez
FORMA Y FONDO CXVIII

La sola mención de Sudáfrica trae a la mente regiones exóticas, ricas en especies, recursos y costumbres raras para el occidente. Como país tiene fenómenos sociales comunes al ser humano en cualquier latitud.

Desde siempre ha tenido grandes desigualdades; enfrenta pobreza, epidemias, insuficiencia alimentaria, degradación de tierras, explotación descontrolada de recursos y habitantes y muchas coincidencias más con nuestro acontecer nacional.

Una de las caras de la marginación social son las condiciones precarias, insalubres y peligrosas de quienes trabajan en la minería y en las pieles exóticas; no hay que olvidar los llamados diamantes de sangre y las prendas de marcas exclusivas con muchos ceros en sus precios que no pagan el dolor ni el valor de vidas humanas.

Su población es cercana a los cincuenta millones de habitantes y casi la mitad vive en la pobreza con un promedio diario de veinte rands, la moneda local, equivalente a dos dólares.

Su proyecto como nación descansa en el desarrollo sustentable mediante el crecimiento educativo, tecnológico, económico, de la mano con un racional manejo de los recursos naturales.

Su reto habitacional: proporcionar a la población servicios e infraestructura; agua potable, saneamiento, escuelas y transporte, como parte de una vida digna.

Dentro de un continente pobre, es la primera economía de África y su papel es importante para el desarrollo de la región.
Tiene muchos ciudadanos notables, como J. R. Tolkien, autor de El Señor de los Anillos, cuatro Premios Nobel de la Paz, dos de Literatura, uno de Medicina y muchos personajes más que han destacado en la cultura, el deporte y las artes.

Hace unas horas dio inicio la abstracción con duración de un mes: el mundial de fut Sudáfrica 2010. La ecología también entra poco a poco en el mundo del fútbol, en sus negocios y sus cifras multimillonarias en torno al balón. Nueve selecciones participantes en el Mundial vestirán camisetas hechas con las fibras de plástico de botellas recicladas. Brasil, Holanda, Portugal, Estados Unidos, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda, Serbia y Eslovenia, las portarán con la promoción del fabricante: ocho botellas recicladas, una camiseta de fútbol.

Los patrocinadores resaltan la importancia del uso de materiales reciclados y ecológicos que se adaptan a las políticas verdes de protección y recuperación del Planeta. El hilo de poliéster obtenido por el reciclado permite a los jugadores mantenerse más secos y con mejores niveles de evaporación del sudor.

Esperemos que los cientos de miles de aficionados que abarrotarán los estadios en Johannesburgo, Ciudad del Cabo, Durban, Pretoria y otras ciudades, recuerden que la responsabilidad ecológica es personal, diaria y sin importar el lugar.
En México se han gastado cuantiosos recursos para acercar el espectáculo a la gente, colocando pantallas en lugares públicos, oficinas gubernamentales y empresas privadas.

Las diferentes caras del absurdo no se han hecho esperar. En algunas escuelas los profesores han sugerido, compra de por medio, que los alumnos lleven la camiseta de la selección para apoyarla. En los medios, si el anunciante se precia de original, el mensaje es que ahora sí la Copa tendrá su casa en México.

Opiniones especializadas sobre el tema hay en todos los tonos acerca del desempeño y alcances de la escuadra azteca, pero una vez más ya se adelantaron las trompetas de la victoria. No es malo motivar a la población para una justa deportiva en la que tomará parte el equipo que nos representa. Lo ridículo es poner como prototipo motivador al entrenador que unos días antes despotricaba contra todo lo que se mueve en el país, quien por dignidad debería haber declinado el papelito. O el que trata de convencer con la teoría de unir energías de toda la población para vencer al equipo contrario. Como meros comerciales cumplen su cometido porque consumen un tiempo a cambio de una tarifa.

Pero el mensaje es el concepto de siempre: como el nivel socio cultural del mexicano es futbolero, hay que ilusionarlo por ahí. Y si no lo creen Ustedes, queridos lectores, el ejemplo nos lo dan las ganancias de los inventores de los torneos existentes a nivel nacional.

Es hora de ponernos la camiseta. Sí, pero cada día de trabajo no solo cuando juega la selección. Los maestros educando a conciencia y con responsabilidad; los políticos con un cambio en su mediocre desempeño; los legisladores con leyes que se cumplan, carentes de lagunas; los ciudadanos con su mejor esfuerzo a cada momento y en toda actividad. Todos contra la corrupción, el disimulo, la apatía, el ”ai’se va”, el ya merito, el ya casi y todo lo que viene de la mano con ellos.
La forma: con decisión podemos transformar lo ridículo y vacío, en fuerza que nos impulse en el día a día.

El fondo: una actitud madura y convencida marcará la diferencia. Y en verdad, señores publicistas, aun dentro de la abstracción sean más creativos. No olviden que junto con ustedes: TODOS SOMOS NATURALEZA. Ah! Y que la selección haga su mejor papel!

Fuente: Acacia Fundación Ambiental A. C.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

PLATIQUEMOS EN REDES SOCIALES

Lo más reciente

DEBES LEER

TE PUEDE INTERESAR