Tanto las grandes corporaciones como las PYMES reciben diariamente correos electrónicos pidiendo una oportunidad laboral. Más aún en la situación económica actual. En España, la tasa de desempleo es del 24% en zonas urbanas y 26% en zonas rurales, por lo que los jóvenes se ven obligados a enviar cientos de solicitudes, en espera de que alguna de ellas se exitosa. El problema de esto es que se trata de textos acartonados y formulaicos, que no se destacan y no causan una buena primera impresión a los reclutadores. Esta semana, una productora española llevó su disgusto con la situación demasiado lejos.
Riot Cinema Collective es una pequeña productora cinematográfica formada por jóvenes entusiastas que se distingue su originalidad y estilo desenfadado pero profesional. El problema fue que, al intentar plasmar su cultura empresarial en un correo electrónico, acabaron ofendiendo y alienando a su público, y a buena parte de internet.
En una entrada titulada «Cosas que no debes hacer si buscas trabajo en Riot Cinema«, la empresa dio a conocer una solicitud de empleo y su respuesta sumamente ácida y hasta irrespetuosa, que incluía correcciones ortográficas (a pesar de que la misma respuesta tenía también uno o dos errores) y burlas al estilo de redacción del solicitante, antes de terminar con un rotundo «NO».
Después de la avalancha de críticas por medio de redes sociales y en el mismo blog, Riot Cinema editó la entrada para incluir una disculpa un tanto tibia: «Pero es cierto que ni la época es la mejor para tomarse a guasa la búsqueda de empleo, ni esa broma mal enfocada es la más adecuada para contestar a nadie. Perder las formas te quita toda la razón. Lección aprendida.» También incluyó otra entrada con sugerencias para mandar una solicitud de empleo exitosa.
Más tarde, el socio de la empresa que envió el correo, también emitió una disculpa pública más personalizada, que ha sido recibida con mayor aceptación por sus lectores, aunque es muy probable que el daño sea difícil de subsanar.
Este caso demuestra una falta de responsabilidad empresarial porque convierte a un stakeholder en motivo de burla y antepone a la organización por encima de la sociedad y la situación específica que vive el país. El correo de respuesta fue demasiado extenso y crítico para una «ofensa» menor de una persona interesada en una empresa pequeña, que no puede darse el lujo de alienar así a quienes se interesan por ella.
¿Y si fue una estrategia para obtener atención internacional? Lo están logrando, pero con una gran mayoría de comentarios negativos… un error de RSE y de cultura 2.0 obviamente.
