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¿Comer carne es malo para el planeta?

En el mundo, actualmente se producen más de 74 millones de toneladas de carne y derivados de vacuno, cerdo, pollo, búfalo y pequeños rumiantes. Las cuales constituyen el 34% de la proteína que consume la población mundial, y aportan también micronutrientes esenciales como vitamina B12, vitamina A, hierro, zinc, calcio y riboflavina. Y aunque sea bueno para la especie humana el consumo de estos productos con medida, ¿comer carne es malo para el planeta?

¿Comer carne es malo para el planeta?

Desde 1950, se ha extendido el uso de fertilizantes, herbicidas, pesticidas y fungicidas que han alterado las características biológicas de las zonas agrícolas. Lo cual ha provocado el declive en las poblaciones de insectos como lombrices de tierra, escarabajos y abejas, que son esenciales para la vida. Asimismo, los monocultivos destinados para la alimentación del ganado han desgastado el suelo, y la ganadería industrial ha incurrido en maltrato animal.

Aunado a ello, usamos la capa superior del suelo para generar el 95% de los alimentos del mundo, incluyendo productos animales y vegetales, es por ello que podríamos vernos en la necesidad de cambiar nuestras formas de consumo y producción de alimentos, ya que se genera un desgaste de la capa superior del suelo, lo que impediría la subsistencia de la humanidad en el futuro. Entonces… ¿cuál sería la respuesta ante tal cuestionamiento?

Comer carne es malo para el planeta

Por infortunio, la respuesta es sí, comer carne es malo para el planeta. Esto se debe también a que la cadena de suministro de la producción ganadera emite el 14.5% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) generadas por la actividad humana. Es decir, contribuye al calentamiento global con 7.1 gigatoneladas de CO2, y con el 30% del total de emisiones de gas metano.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mejor conocida como FAO, de entre todas las especies, el ganado vacuno es el mayor emisor de CO2 de la industria ganadera con un 62% del total. Mientras que aves de corral, cerdos, búfalos y pequeños rumiantes apenas representan entre el 7% y el 11% de las emisiones totales del sector.

Las fuentes de emisiones de GEI asociadas con el ganado vacuno de carne y leche incluyen:

  • Fermentación entérica.
  • Producción de piensos y dietas animales.
  • Gestión del estiércol.
  • Consumo de energía en la granja.

Sin embargo, la ganadería también tiene efectos beneficiosos para la humanidad porque:

  • Proporciona alimentos ricos en proteínas y micronutrientes.
  • Es la fuente de ingreso de aproximadamente mil millones de personas.
  • Convierte forrajes, residuos de cultivos y productos agrícolas en productos alimenticios.

Tal hecho, coloca una disyuntiva en el consumo de dichos productos.

Comer carne es malo para el planeta

¿Es necesario crear sistemas alimentarios alternativos?

Gracias a la ganadería industrial, en la actualidad podría afirmarse que comer carne es malo para el planeta. Según datos de la FAO, este sector consume una tercera parte de la producción de cereales en el mundo. Es decir, 6 mil millones de toneladas de forrajes, granos y piensos al año que se destinan para alimentar al ganado.

Aunque muchos de los alimentos de los animales no son aptos para el consumo humano, su producción requiere un uso extenso del suelo de cultivo. Lo cual degrada la vegetación y afecta a los ecosistemas y la biodiversidad. Por ello se ha trabajado en encontrar alternativas a la carne, una de ellas es optar por ingerir solo productos de origen vegetal, pero se tendría que limitar al consumo local para disminuir las emisiones de GEI en las cadenas de suministros.

Una opción más novedosa es la carne cultivada a partir de células madre, pero su producción tiene varias desventajas. En primer lugar, el tejido tarda años en formarse y, en segundo lugar, el costo de elaboración sigue siendo demasiado alto, alcanzando los miles de dólares. No obstante, los investigadores creen que, con el tiempo, podrían usarse los residuos de la industria agrícola como materia prima para cultivar carne.

A pesar de que estos sistemas alimentarios alternativos podrían reducir las emisiones de GEI en la producción de comestibles, modificar la dieta de todas las personas es aún más complicado. Por ello se ha planteado transformar los métodos y técnicas ganaderas en vez de cambiar las formas de consumo. Así nace la ganadería regenerativa, ¿de qué se trata?

Comer carne es malo para el planeta

Ganadería regenerativa: Una solución desde la bioeconomía

La ganadería regenerativa fue propuesta por organizaciones como la FAO y ha sido implementada por varios grupos de ganaderos alrededor del mundo. Consiste en adaptar el manejo y la crianza de los animales para que la producción de carne sea sostenible y rentable.

¿Cómo se logra esto? Adoptar la ganadería regenerativa requiere que el proceso de producción se regule con los ciclos naturales de la zona, para que haya sinergia con el ecosistema. Además, la FAO propone que se pueden reducir las emisiones de GEI si hay mejoras en la productividad y el uso del suelo y se integra la ganadería a la bioeconomía circular.

De acuerdo con la FAO, se pueden reducir entre 20% y 30% las emisiones de GEI si se mejoran los métodos de crianza de animales en tres aspectos: Nutrición, Salud y Diversidad Genética.

Aunque la cantidad de emisiones netas de la ganadería representa un problema grave, el pastoreo tiene funciones fundamentales para la ecología, ya que mantienen la salud y la biodiversidad de los pastizales que almacenan 50% más carbono que los bosques. Además de ello contribuyen con:

  • Eliminación de biomasa que fomenta el rebrote.
  • Prevención de incendios forestales.
  • Regulación hídrica.
  • Conservación de la biodiversidad de pastizales y polinizadores.
  • Dispersión de semillas, materia orgánica y nutrientes.

Sin embargo, la ganadería regenerativa requiere de normas y reglamentos para hacer efectiva la integración de las especies domésticas con el entorno natural. Asimismo, se tienen que regular los requisitos sanitarios y técnicos para incluir los desechos alimentarios de otros sectores como pienso para el ganado. De esta forma, la producción ganadera podría volverse circular.

Ganadería regenerativa

Comer carne es un mal necesario

Aunque comer carne es malo para el planeta en la actualidad, también es necesario para que las personas en todo el mundo puedan tener seguridad alimentaria. Es decir, «acceso físico y económico a suficiente alimento, seguro y nutritivo, para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias, con el objeto de llevar una vida activa y sana».

De acuerdo con Thomasina Miers, conseguir alimentos de calidad no es asequible para toda la población, por lo que muchas personas optan por alimentos ultraprocesados con un alto contenido de proteínas, sal y grasa. Lo cual ha impactado negativamente en la salud y es un problema que no ha recibido la atención necesaria por parte los órganos de gobierno.

«Necesitamos una mejor financiación para la ciencia del suelo y para alimentar con alimentos adecuados a las personas con ingresos más bajos».

Thomasina Miers, cocinera, escritora y restauradora.

Aunque Miers está a favor de disminuir el consumo de carne, afirma que no se puede reemplazar la relación de los mundos animal y vegetal. Por lo que es necesario integrar a los humanos, el ganado, los polinizadores, los cultivos, la vegetación natural y los desintegradores como parte de un ciclo vital que debe ser equilibrado.

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