En México, según cifras del CONEVAL, 46.3% de la población se encuentra en situación de pobreza. Ésta es hasta siete veces más severa en el campo que en la ciudad, y erradicarla dependerá en gran medida de las acciones que se tomen en regiones ambientales frágiles para el manejo de los recursos naturales, sobre todo, el agua.
El vínculo existente entre pobreza y degradación del medio ambiente es más obvio cuando hablamos del acceso y saneamiento al agua, que además de ser un problema multidimensional, representa una oportunidad para mejorar las condiciones de vida y el bienestar de las personas que viven en estas condiciones.
Su solución requiere acciones que, si son bien diseñadas, pueden generar la transformación de comunidades enteras y del propio país.
Una buena infraestructura hidráulica necesita disponibilidad del liquido en ríos, lagos y el subsuelo, para esto no basta si el Estado no establece una red de agua potable controlada y eficiente, que garantice una higiene adecuada entre la población y contribuya a evitar enfermedades gastraintestinales, como el cólera, e infecciosas, como la malaria, que afectan seriamente a las familias pobres, por el gasto adicional que implica su atención médica.
Para combatir la pobreza, es importante destacar que ésta no se refiere únicamente a la falta de dinero, sino también a la ausencia de oportunidades y la carencia de agua, electricidad, alimentos, transporte y educación. De tal manera que para erradicarla, hay que reducir los riesgos en la salud con acceso a agua limpia y saneamiento, principalmente para los niños, mujeres y ancianos, que son la población más vulnerable; minimizar los riesgos ambientales, económicos y políticos, para permitir el acceso a las oportunidades académicas laborales, y sobre todo, generar prosperidad, aun sin crecimiento económico, a través de la creación de oportunidades locales, fortaleciendo redes y estableciendo negocios sustentables que además favorezcan el empoderamiento a nivel regional.
RESOLVER UN PROBLEMA COMPLEJO
Satisfacer la demanda de agua limpia significa más que mejorar el lugar donde vive la gente; es darle la oportunidad de realizar actividades productivas desde su hogar, como fondas, estéticas, huertos domésticos, elaboración de ladrillos, alfarería o cría de animales, que representan una fuente de alimentos e ingresos.
Fuente: Revista Equilibrio No. 59
Publicada: Julio de 2013
