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6 prácticas irresponsables que no debes permitir en tu carrera

Estres vía Shutterstock
Estres vía Shutterstock

Cuando hablamos con familiares y amigos sobre el trabajo y los distintos problemas que se presentan en la vida laboral podemos darnos cuenta de que los ambientes laborales tóxicos pueden ser más comunes de lo que todos creemos; las malas prácticas de liderazgo, los jefes abusivos, compañeros insoportables y otros fenómenos poco responsables invaden con frecuencia los centros de trabajo y se convierten poco a poco en asesinos de la creatividad, represores de la productividad y promotores del síndrome de Burnout y otras enfermedades.

Desde luego, estos fenómenos llegan con frecuencia a dañar la satisfacción laboral de quienes colaboran al interior de las empresas, afectan su desempeño y con frecuencia los hacen abandonar a las organizaciones en que se encuentran para buscar nuevos horizontes; por desgracia se trata de problemas tan comunes que pronto llegan a parecer normales, y cuando lo hacen podemos encontrarnos en serios problemas.

A lo largo de su propia carrera, la coach Kathy Caprino ha experimentado prácticas poco éticas en carne propia dentro de diversas organizaciones, pero también observa detenidamente su presencia en la vida de decenas de profesionales que llegan a ella buscando orientación sobre los retos que enfrentan en su vida profesional.

A pesar de que cada vez más trabajadores parecen estar en búsqueda de empleos con propósito; de acuerdo con esta experta muchos de ellos se obligan a sí mismos a comprometer su integridad a cambio de un cheque de pago, de mantener un puesto de trabajo o asegurar un ascenso, ya que esto les otorga una sensación de éxito, seguridad o estabilidad financiera. Desafortunadamente se trata de una decisión que a largo plazo también genera desilusión, depresión y diversas enfermedades.

Para ayudarnos a identificar algunas de las prácticas irresponsables más comunes y que jamás debemos permitir a lo largo de nuestra carrera, la experta enlistó recientemente algunas de ellas en su columna de Forbes ¿agregarías alguna? ¡Conócelas!

1. Ignorar el acoso

De acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres sólo dos de cada diez casos de acoso sexual en México terminan con el despido del perpetrador, mientras que seis de cada diez víctimas prefieren renunciar a su empleo antes de denunciar lo que esta sucediendo.

Si bien se trata de un problema asociado típicamente con la inequidad de género, el acoso u hostigamiento sexual es mucho más frecuente de lo que creemos, las víctimas pueden ser hombres o mujeres dentro de cualquier industria y la atención de las empresas a este problema es fundamental para reducir las incidencias.

Abrir canales de comunicación adecuados y fomentar la denuncia son algunas de las acciones que las organizaciones deben emprender para combatir este problema, sin embargo también es fundamental desmitificar este fenómeno para que los colaboradores puedan identificarlo eviten normalizarlo.

2. Dar prioridad al dinero

El dinero, el poder y la relación que los seres humanos mantienen con estos dos amigos inseparables es un tema que ha sido objeto de decenas de libros y películas a lo largo de la historia; decenas de personas luchan cada día por mantener un equilibrio saludable entre sus pasiones, sus valores y su búsqueda de la riqueza, pero muchas de ellas se quedan en el intento.

El dinero, desde luego juega un papel fundamental en el desempeño de nuestras actividades profesionales y es el elemento que nos permite no sólo cumplir con nuestros compromisos financieros sino conocer, de forma tangible el valor de nuestro trabajo diario; sin embargo, en el proceso de buscar la riqueza o la estabilidad económica muchas personas olvidan el verdadero objetivo de su esfuerzo y el resto de los elementos que conforman la ecuación para encontrar la satisfacción laboral, como el propósito, el equilibrio vida-trabajo y el salario emocional.

3. Olvidarte de tus valores

Asegúrate de que la organización en que te encuentras esté alineada con tus valores personales y que tus actividades no transgredan tus creencias más profundas; ninguna organización puede ser perfecta, pero seguramente te sentirás más cómodo en una que haya integrado la responsabilidad social a su estrategia de negocio, que se conduzca de manera ética y en la que sientas que puedes confiar.

Así que si sientes que estás en el lugar incorrecto o que tu trabajo atenta de alguna forma con tus valores personales no dudes en buscar nuevos horizontes. Recuerda que sin importar lo que otros esperen de ti, lo más importante es que te sientas motivado y encuentres el propósito en tu trabajo.

Elige una lista de las cualidades que consideras más importantes en tí y apégate a ella, pueden ser cosas como honestidad, lealtad, respeto y trabajo en equipo o puedes incluir creencias personales e incluso religiosas; la idea es que te sientas cómodo con ella y te comprometas a no sacrificarlas en ningún momento de tu carrera.

4. Reducir tu nivel de integridad

Así como no debes olvidarte de tus valores, es muy importante que jamás te sientas obligado a actuar de una forma que consideres poco ética con el fin de conservar un empleo o conservar a un cliente importante.

En su columna de Forbes, Caprino cuenta que ha sido testigo de cómo muchas personas parecen despertar de un sueño profundo sólo para darse cuenta de que han comprometido sus valores más básicos con el fin de salir adelante en su trabajo o mantener empleos que odian. «Les hace más daño darse cuenta de que se han alejado de lo que son y de lo que más aman», asegura.

Uno de los dilemas más complicados que las personas pueden experimentar en su carrera profesional es cuando un superior solicita una tarea que no se ajusta a sus valores personales, resulta poco ética o incluso puede acarrear problemas legales.

Cuando te enfrentas a esta importante toma de decisiones es fundamental considerar cuidadosamente tus opciones y evaluarlas con objetividad sin perder nunca de vista tus objetivos personales y profesionales.

5. Dejar de considerar tu salud

Al día de hoy, cada vez más empresas han entendido que los trabajadores más felices y saludables son también los más productivos para sus organizaciones, por lo que se han preocupado por implementar iniciativas que no sólo estimulen su nivel de satisfacción, sino que les ayuden a proteger su salud física y mental. Sin embargo, los profesionistas deben también alinearse con este objetivo y emprender esfuerzos conjuntos para obtener los mejores resultados posibles.

Dar prioridad a tu salud física, tener una dieta balanceada y procurar descansar adecuadamente puede parecer un lujo algunas veces, pero no lo es. Tu cuerpo es el activo más valioso que tienes para el desarrollo de tus actividades profesionales y cuidarlo es fundamental para ayudarte a alcanzar tu máximo potencial, así que no debes olvidarte de consentirlo; evita exigirle más de lo que puede dar.

6. Abandonar tu propósito

Así como la responsabilidad social ha dejado de ser una ventaja diferencial para las organizaciones y se ha convertido en un elemento esperado por los consumidores, la pasión por la tarea a realizar es ya un elemento que se espera de todo profesionista y para tenerla, debes primero encontrar el propósito en lo que haces.

El propósito dará sentido a tus labores diarias, integrará tus valores, deseos y motivaciones más profundas y los orientará al cumplimiento de una misión a fin de generar un impacto en la comunidad en que te desarrollas e incluso hacer historia.

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