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Descarbonización para pymes: ¿Por qué el sector de alimentos no pueden ignorarla?

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Del campo a la mesa, el cambio climático amenaza con alterar profundamente la forma en que producimos, distribuimos y consumimos alimentos. Sequías más prolongadas, fenómenos meteorológicos extremos y la escasez de recursos naturales incrementan los costos de operación y ponen en riesgo la seguridad alimentaria global. En este contexto, la descarbonización para pymes se vuelve un tema urgente, especialmente en el sector de alimentos y bebidas, que depende de cadenas de suministro cada vez más frágiles.

Las pequeñas y medianas empresas son un motor económico mundial: representan el 90 % de los negocios y generan siete de cada diez empleos en mercados emergentes. Sin embargo, también son altamente vulnerables ante los efectos climáticos y las exigencias regulatorias. Lejos de ser solo una carga, la acción climática ofrece oportunidades para fortalecer su resiliencia, innovar y ser parte activa de la construcción de un sistema alimentario sostenible.

Descarbonización para pymes: una necesidad impostergable

De acuerdo con un artículo de edie, la agricultura es responsable de hasta el 37 % de las emisiones globales, pero no es el único eslabón crítico. Procesamiento, envasado, transporte y distribución también generan una huella de carbono considerable. En todas estas etapas, las pymes desempeñan un rol protagónico que no puede quedar fuera de la transición climática.

Para el sector de alimentos y bebidas, la descarbonización para pymes significa no solo mitigar riesgos financieros y reputacionales, sino también acceder a nuevas oportunidades de competitividad. Un negocio que reduzca emisiones puede optimizar costos, responder a consumidores más conscientes y garantizar su permanencia en cadenas de suministro que ahora exigen sostenibilidad como estándar.

Descarbonización para pymes

Innovación y liderazgo en acción

Existen casos que demuestran cómo decisiones simples pueden generar impactos positivos. Ejemplo de ello es la Bodega Familiar Clif redujo el peso de sus botellas de vino y logró disminuir en un 40 % la huella de carbono por unidad, mientras reducía costos de transporte. Este tipo de ajustes ejemplifican que las pymes pueden liderar con creatividad.

Por su parte, la cooperativa Suma Wholefoods recortó en casi 50.000 litros su consumo de combustible gracias a la optimización de rutas y capacitación en conducción eficiente. A su vez, Toast Ale encontró en el pan sobrante una fuente para producir cerveza, evitando emisiones y mostrando que la descarbonización también es un catalizador de innovación y modelos de negocio circulares.

Descarbonización para pymes: cerrar la brecha de conocimiento

Uno de los principales retos es la falta de recursos técnicos y financieros. Según encuestas recientes, el 41 % de las pymes admite necesitar herramientas específicas para implementar estrategias efectivas de acción climática. Sin el conocimiento adecuado, la transición hacia cadenas de valor bajas en carbono se vuelve inalcanzable.

Para atender esta necesidad, surgen iniciativas como el Espacio para el Sector de Alimentos y Bebidas del Centro Climático para PYMES, apoyado por Walmart. Allí, los negocios encuentran listas de verificación, capacitaciones y metodologías prácticas para medir emisiones y reducir consumos energéticos. Este acompañamiento resulta clave para que las pymes puedan dar el salto hacia una sostenibilidad real.

Descarbonización para pymes

Colaboración en la cadena de valor

El desafío de la descarbonización no recae únicamente en las pymes, sino en toda la cadena de suministro. Para compañías globales como Heineken, reducir sus emisiones de Alcance 3 depende en gran medida del desempeño ambiental de sus proveedores. Por ello, apoyar a las pequeñas empresas en este proceso es más una estrategia de resiliencia que un gesto de responsabilidad.

Al impulsar a las pymes a adoptar energía renovable, optimizar sus procesos o fijar metas con base científica, las grandes empresas fortalecen su propia competitividad. La acción conjunta permite que el sector de alimentos y bebidas combine la escala de los grandes jugadores con la agilidad de los pequeños, construyendo un ecosistema más robusto frente a la crisis climática.

La descarbonización para pymes en el sector de alimentos y bebidas ya no es opcional, sino una condición para garantizar la seguridad alimentaria, la competitividad y la resiliencia empresarial. Cada decisión cuenta: desde un cambio en el empaque hasta la transformación de procesos logísticos, las pymes pueden convertirse en verdaderos agentes de cambio.

El futuro del sistema alimentario dependerá de la capacidad de sus actores para actuar de manera conjunta. Las empresas grandes tienen la responsabilidad de acompañar, mientras que las pymes deben abrazar la innovación como camino hacia la sostenibilidad. Solo así será posible enfrentar el cambio climático con soluciones que generen beneficios ambientales, sociales y económicos para todos.

Grupo Bimbo, Grupo Modelo y BBVA son las tres empresas con mayor reputación en México

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Este 24 de septiembre ha tenido lugar la presentación de la 13ª edición del ranking Merco Empresas México, en el que se reconoce cuáles son las empresas con mayor reputación del país. Un evento que se ha celebrado en el Salón Gaudí de Grupo Foresta en Ciudad de México y que ha estado dirigido por Itzel Torres, directora general de Merco México; Antonio Lechón, director corporativo de Merco; y como invitado especial, Miguel Pallares, periodista y fundador de Ideas de Negocios TV.

En esta ocasión, Grupo Bimbo (1º), Grupo Modelo (2º) y BBVA (3º) son las tres empresas que lideran el ranking, mientras que Nestlé (4º), Google (5º), Mercado Libre (6º), Pepsico (7º), Walmart de México y Centroamérica (8º), Liverpool (9º) y Cinépolis (10º) completan los diez primeros puestos del ranking general.

Merco Empresas México es una evaluación global de la reputación de las empresas, considerando la opinión de los diferentes targets, y analizándolo comparativamente con todas las grandes compañías.

Top 10 empresas con mayor reputación en México 2025

Top 10 empresas más responsable ESG de México en 2024

Principales conclusiones 13ª edición Merco Empresas México

  • Los consumidores también han evaluado a las empresas según su nivel de ética y responsabilidad para saber si se trata de una compañía con buena reputación y si es una empresa en la que se puede confiar. Bajo estas variables de análisis, las mejores empresas para la población general son Nike (1º), Adidas (2º), Netflix (3º), Farmacias Similares (4º), Samsung (5º), Google (6º), Grupo Danone (7º), Amazon (8º), Liverpool (9º) y Grupo Bimbo (10º).
  • De la misma forma, se ha elaborado un ranking con los mejores equipos de comunicación. El top 5 lo lidera Google (1º), seguido por Grupo Bimbo (2º), Grupo Televisa (3º), Grupo Modelo (4º) y por último BBVA (5º).
  • Respecto a la valoración de los expertos, se les ha preguntado según sus diferentes criterios, por las tres empresas con mejor reputación. Dentro de los expertos en el ámbito económico, los analistas financieros eligen Comex (1º), Nissan (2º) y The Walt Disney (3º). Los periodistas de información económica se decantan por Femsa (1º), Ford Motor Company (2º), y el Tecnológico de Monterrey (3º). Finalmente, los catedráticos del área de empresa consideran que son Nike (1º), Netflix (2º) y Apple (3º).
  • Por otro lado, entre los expertos en el ámbito social, las ONGs prefieren Farmacias Similares (1º), seguido por el Tecnológico de Monterrey (2º), y Alpura (3º). En cuanto a los Sindicatos, apuestan por Femsa (1º), Telmex (2º) y Nike (3º). Por último, las Asociaciones de Consumidores se decantan por Pemex (1º), Telmex (2º) y Grupo La Comer (3º).
  • Entre el resto de los grupos de expertos, los miembros del ‘Gobierno’ destacan a Grupo Modelo (1º), Cemex (2º) y Volkswagen (3º). Mientras que los Social Media Managers optan por Netflix (1º), Nike (2º) y Mercado Libre (3º).
  • También se ha elaborado un ranking sobre las empresas con mejor reputación en el ámbito digital en colaboración con Nethodology. El top10 de Merco Digital lo encabezan Amazon (1º), Walmart de México y Centroamérica (2º), Samsung (3º), Cinépolis (4º), Mercado Libre (5º), Grupo Xcaret (6º), BBVA (7º), Cemex (8º), Coppel (9º) y por último Toyota (10º).

Top 100 empresas con mayor reputación en México 2025

Merco Empresas México
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Emma Watson elige inclusión: se separa de Rowling por defender derechos trans

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Emma Watson ha tomado una postura firme a favor de la inclusión, marcando distancia con J.K. Rowling tras años de colaboración en la saga de Harry Potter. La actriz británica, conocida por su compromiso con causas sociales y derechos humanos, ha dejado claro que su defensa de los derechos trans no está reñida con el respeto hacia la autora. En un mundo donde las figuras públicas pueden polarizar la opinión, Watson busca tender puentes, sin dejar de posicionarse con convicción.

Su mensaje va más allá de un conflicto personal: refleja la importancia de abrir diálogos respetuosos sobre la diversidad y la igualdad. Durante su participación en el podcast de Jay Shetty, Watson habló de manera conciliadora sobre la disputa con Rowling, destacando la necesidad de comprensión mutua y de un espacio donde los derechos de las personas trans sean reconocidos.

Emma Watson defiende derechos trans y lo hace con claridad, demostrando que la inclusión puede coexistir con la empatía.

Emma Watson defiende derechos trans: un acto de valentía social

La actriz no dudó en expresar su desacuerdo con las críticas de Rowling hacia los derechos de las personas trans. Desde 2020, Watson ha sostenido públicamente que “las personas trans son quienes dicen ser y merecen vivir sus vidas sin que las cuestionen constantemente”. Este posicionamiento fue clave para consolidar su reputación como defensora de la inclusión.

La decisión de tomar distancia de Rowling refleja un compromiso ético: priorizar la justicia social y los derechos humanos por encima de la comodidad profesional. No se trata solo de una postura individual, sino de un ejemplo que inspira a empresas y líderes a ser coherentes en sus valores.

Emma Watson defiende derechos trans con la convicción de que cada acción importa, mostrando que el activismo no es incompatible con la reconciliación personal. Su enfoque conciliador permite comprender que las diferencias no tienen por qué derivar en odio o exclusión.

Este acto resalta la importancia de la responsabilidad social individual, recordando que la visibilidad y el posicionamiento de figuras públicas puede generar un cambio real en la percepción social.

Dialogar y construir puentes en lugar de muros

Watson lamentó que no se permitiera un diálogo abierto con Rowling sobre este tema tan sensible. Su mensaje enfatiza que el entendimiento mutuo y la escucha son fundamentales para avanzar en derechos sociales. La ausencia de un canal de comunicación ha complicado la relación, pero no ha disminuido la importancia de la causa.

Al mantener un tono conciliador, Watson ejemplifica cómo el activismo responsable se puede ejercer sin recurrir a la confrontación destructiva. Esto refuerza la idea de que los debates sobre derechos humanos deben centrarse en la educación y el respeto, no en la polarización.

Su experiencia evidencia que incluso en entornos mediáticos y altamente competitivos, es posible mantener la integridad ética. Emma Watson defiende derechos trans y, al mismo tiempo, promueve la empatía como herramienta de cambio social.

El enfoque en la comunicación respetuosa y en el diálogo demuestra que la responsabilidad social no es solo corporativa, sino también individual y cultural.

Más allá de Harry Potter: un aprendizaje de vida

Watson reflexiona sobre sus años en la saga, destacando que el ambiente laboral de Hollywood le enseñó mucho sobre expectativas y relaciones humanas. Reconoce que llegar a espacios donde prima la competitividad fue un choque con la cultura de colaboración que vivió en el set de Harry Potter.

Estos aprendizajes influyen en su activismo: entender que la exclusión y la discriminación no solo ocurren en la sociedad, sino también en entornos laborales. Su enfoque muestra cómo la defensa de derechos sociales también implica reflexionar sobre estructuras internas y dinámicas de poder.

Emma Watson defiende derechos trans con una perspectiva integral, conectando su activismo con experiencias personales y profesionales. Este enfoque refuerza la idea de que la responsabilidad social se practica desde múltiples frentes.

Su historia inspira a profesionales y líderes a cuestionar patrones establecidos y a fomentar ambientes inclusivos, donde la diversidad sea valorada y protegida.

Educación y crecimiento personal como motor de cambio

Actualmente, Watson cursa un posgrado en escritura creativa en la Universidad de Oxford, lo que refleja su compromiso con el desarrollo intelectual y social. La actriz reconoce que el arte y la educación son herramientas para influir en la sociedad y promover valores inclusivos.

Al priorizar su formación y creatividad, envía un mensaje claro: la defensa de derechos y la responsabilidad social requieren preparación y conocimiento. Su enfoque combina acción con reflexión, un modelo a seguir para activistas y líderes corporativos.

Este camino demuestra que la responsabilidad social no es solo reacción ante injusticias, sino también construcción proactiva de soluciones y espacios seguros.

Emma Watson defiende derechos trans y fomenta una cultura de aprendizaje continuo, dejando claro que el activismo sostenible va de la mano con la educación y la conciencia social.

La postura de Emma Watson frente a la disputa con Rowling no solo marca un precedente mediático, sino un ejemplo de responsabilidad social personal. Su compromiso con los derechos de las personas trans se mantiene firme, pero con un enfoque conciliador que busca la comprensión mutua y la empatía. La actriz demuestra que es posible ser coherente con los valores propios sin cerrar puertas al respeto y al diálogo.

Su historia invita a reflexionar sobre cómo las decisiones individuales pueden influir en el bienestar colectivo. Emma Watson defiende derechos trans y, al mismo tiempo, construye un relato de inclusión que sirve de inspiración para empresas, líderes y ciudadanos comprometidos con la justicia social. La combinación de activismo, educación y comunicación ética representa un modelo de responsabilidad social moderna, que trasciende la fama y se centra en el impacto positivo real.

10 formas de reducir la violencia de género desde las empresas

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La violencia de género sigue siendo una de las problemáticas más profundas en nuestra sociedad, y las empresas tienen un papel crucial en su prevención. Más allá de cumplir con normas legales, las organizaciones pueden convertirse en agentes de cambio, transformando sus culturas y prácticas laborales para generar espacios seguros e inclusivos.

Reducir la violencia de género desde las empresas no solo protege a las colaboradoras y colaboradores, sino que también fortalece la reputación corporativa y fomenta la productividad. Cada acción estratégica y consciente puede ser un paso hacia un entorno laboral donde la equidad, el respeto y la seguridad sean la norma, no la excepción.

10 formas de reducir la violencia de género desde las empresas

1. Implementar políticas claras contra la violencia de género

Una política interna explícita establece el marco para prevenir y actuar ante situaciones de violencia de género. Estas políticas deben incluir definiciones claras, canales de denuncia confidenciales y protocolos de actuación inmediatos para proteger a las víctimas.

Comunicar estas políticas de manera constante asegura que todos los miembros de la empresa conozcan sus derechos y responsabilidades. Además, integrar estas políticas con la cultura organizacional refuerza la idea de que la violencia de género no será tolerada bajo ninguna circunstancia.

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2. Capacitación constante para todo el personal

Capacitar al personal en temas de equidad de género, prevención de acoso y violencia permite sensibilizar y generar conciencia. La formación debe ser práctica, continua y adaptada a cada nivel de la organización.

Los talleres y cursos deben incluir ejemplos concretos de situaciones laborales, mostrando cómo actuar ante posibles incidentes. Así, se fortalece la capacidad de los equipos para identificar, denunciar y prevenir comportamientos violentos o discriminatorios.

3. Crear canales seguros de denuncia

Disponer de canales de denuncia confidenciales y accesibles es fundamental para reducir la violencia de género desde las empresas. Estos espacios permiten que las víctimas puedan reportar situaciones de riesgo sin temor a represalias.

Además, es importante garantizar que todas las denuncias sean investigadas con rapidez y transparencia. La existencia de mecanismos confiables fortalece la confianza de las personas en la organización y demuestra un compromiso real con la equidad.

4. Fomentar la igualdad salarial y de oportunidades

La desigualdad de género puede ser un factor que perpetúa la violencia en el entorno laboral. Implementar políticas de igualdad salarial y asegurar que las oportunidades de desarrollo profesional estén abiertas a todos reduce las tensiones y desigualdades que generan conflictos.

La equidad no solo es un derecho, sino un motor de cultura inclusiva. Las empresas que la promueven fortalecen su liderazgo responsable y muestran un compromiso tangible con la reducción de la violencia de género desde las empresas.

reducir la violencia de género desde las empresas

5. Promover una cultura de respeto y diversidad

Fomentar valores de respeto, inclusión y diversidad crea un clima laboral donde la violencia de género tiene menos probabilidades de ocurrir. Esto implica acciones visibles y prácticas, desde el lenguaje inclusivo hasta la visibilización de logros de mujeres y grupos vulnerables.

Organizar campañas internas, foros de discusión y actividades participativas refuerza estos valores. La cultura corporativa se convierte así en un catalizador de cambio, donde la prevención de la violencia no es solo un mandato legal, sino un principio ético compartido.

6. Apoyar la conciliación laboral y personal

Las presiones laborales y domésticas pueden aumentar la vulnerabilidad a situaciones de violencia. Ofrecer esquemas de flexibilidad, teletrabajo y apoyo a cuidadores contribuye a un equilibrio que reduce riesgos y tensiones en la vida de las colaboradoras.

Este enfoque demuestra que la empresa se preocupa por la seguridad y bienestar integral de sus equipos. La conciliación laboral también fortalece la lealtad y compromiso del personal, consolidando un entorno más seguro e igualitario.

7. Contar con liderazgo comprometido

El compromiso visible de la alta dirección es clave para reducir la violencia de género desde las empresas. Los líderes deben actuar como modelos, promoviendo prácticas de equidad, apoyando denuncias y participando activamente en iniciativas de prevención.

Un liderazgo coherente y comprometido envía un mensaje claro a toda la organización: la violencia de género no se tolera, y la equidad es un valor central. Esto impulsa la adopción de comportamientos responsables a todos los niveles de la empresa.

reducir la violencia de género desde las empresas

8. Realizar auditorías y seguimiento

Medir el impacto de las acciones implementadas permite identificar brechas y oportunidades de mejora. Las auditorías internas sobre acoso, desigualdad salarial y cultura organizacional aportan datos clave para la toma de decisiones.

El seguimiento periódico asegura que las políticas y programas sean efectivos y se ajusten a la realidad de la empresa. Así, la prevención de la violencia de género se convierte en un proceso dinámico y basado en resultados.

9. Integrar proveedores y aliados en la agenda de equidad

Reducir la violencia de género desde las empresas implica también involucrar a socios comerciales y proveedores. Establecer criterios de equidad y responsabilidad social en la cadena de valor amplifica el impacto positivo.

Exigir compromisos y buenas prácticas a terceros fortalece la reputación de la empresa y asegura que los valores de equidad y respeto se extiendan más allá de sus propios equipos.

10. Apoyar redes de colaboración y mentoría

Promover redes de apoyo internas y mentorías específicas para mujeres y personas vulnerables fortalece su seguridad y desarrollo profesional. Estas iniciativas permiten compartir experiencias, adquirir herramientas y construir resiliencia.

Fomentar estos espacios de colaboración demuestra un compromiso integral con la equidad y contribuye a un entorno laboral seguro. La prevención de la violencia de género se convierte así en un esfuerzo colectivo y sostenible.

Reducir la violencia de género desde las empresas es un compromiso estratégico que va más allá de la responsabilidad legal: es un imperativo ético y social. Implementar políticas claras, capacitar al personal, promover la equidad y crear una cultura inclusiva son pasos esenciales para generar un impacto real.

Las organizaciones que lideran con conciencia y acción contribuyen no solo al bienestar de sus colaboradores, sino también al fortalecimiento de la sociedad. Cada iniciativa, desde la denuncia segura hasta el liderazgo comprometido, representa un avance tangible hacia entornos laborales más justos, seguros y respetuosos.

¿Por qué los programas de salud mental en las empresas no están funcionando?

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La salud mental de los colaboradores se ha convertido en un tema prioritario en muchas organizaciones; sin embargo, los resultados no siempre reflejan ese interés. Aunque los programas de salud mental en las empresas se multiplican, su efectividad sigue siendo cuestionable. La realidad muestra que la mayoría de estos programas carece de un diagnóstico inicial que considere las necesidades reales de los trabajadores. Sin datos claros, las acciones adoptadas pueden resultar desconectadas de lo que los empleados realmente requieren.

De acuerdo con El Economista, el panorama es más preocupante cuando se observa que menos de la mitad de las empresas en México realiza evaluaciones periódicas sobre la salud mental de sus equipos. Esto provoca que incluso los programas existentes estén diseñados sin evidencia concreta, convirtiéndose en iniciativas aisladas más que en estrategias integrales. La intención está presente, pero la ejecución no siempre logra impactar de manera significativa.

Falta de evaluación: el primer obstáculo

Un estudio reciente de Mercer Marsh Beneficios (MMB) revela que el 45% de las empresas en México no ha realizado ningún estudio en los últimos dos años para medir la salud mental de sus empleados. Sin información precisa, es difícil diseñar programas efectivos que atiendan los riesgos psicosociales presentes en la organización.

Incluso entre las empresas que sí realizan mediciones, solo el 41% desarrolla planes de acción basados en los hallazgos, y apenas el 39% realiza seguimiento de estas acciones. Esto evidencia que contar con datos no es suficiente; se requiere traducirlos en estrategias concretas y sostenibles.

programas de salud mental en las empresas

Programas aislados, impacto limitado

Aunque el 63% de las organizaciones tiene algún tipo de programa de salud mental, la mayoría son esfuerzos aislados. Entre las iniciativas más comunes destacan campañas educativas, programas de apoyo al empleado y telemedicina. Sin embargo, son pocas las empresas que abordan de manera integral el burnout o el estrés laboral.

El 45% de las compañías no tiene acciones para gestionar el estrés, y de aquellas que sí lo hacen, muchas solo comunican la existencia del problema sin brindar herramientas prácticas para mitigarlo. Esto genera una desconexión entre lo que se ofrece y las necesidades reales de los colaboradores.

Motivaciones legales vs. bienestar real

Una de las razones por las que los programas de salud mental en las empresas no funcionan es que, en muchos casos, son impulsados más por obligaciones legales que por un compromiso genuino con los empleados. Según MMB, el 72% de las empresas reconoce que las políticas de riesgo psicosocial responden principalmente a requerimientos regulatorios.

En contraste, solo el 52% de las organizaciones prioriza el compromiso directivo con la salud y bienestar, y apenas el 40% busca mejorar el clima laboral. La intención de cuidar al personal, aunque presente, queda relegada frente a presiones externas.

programas de salud mental en las empresas

El reto de transformar la intención en acción

Para que los programas de salud mental sean verdaderamente efectivos, las empresas deben integrar evaluaciones periódicas, planes de acción basados en datos y seguimiento constante. Esto permitirá diseñar estrategias ajustadas a la realidad de los empleados y maximizar su impacto.

Además, es crucial que la motivación vaya más allá de cumplir con la ley. Abordar de manera genuina la salud mental contribuye a mejorar la productividad, reducir el ausentismo y fortalecer la cultura organizacional. La clave está en pasar de programas aislados a una gestión integral y sostenible.

Los programas de salud mental en las empresas tienen potencial, pero su diseño actual limita sus resultados. La ausencia de diagnósticos, la implementación de acciones aisladas y la motivación legal predominante explican por qué muchos de estos esfuerzos no alcanzan el impacto deseado.

Transformar la salud mental en un eje estratégico requiere compromiso, medición, acción y seguimiento. Solo así las empresas podrán generar entornos laborales más saludables y resilientes, donde los colaboradores no solo se sientan apoyados, sino que puedan desarrollarse plenamente.

La alarmante desaparición de colmenas en México: 300 mil en una década

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La desaparición de colmenas en México se ha convertido en un fenómeno que preocupa tanto a científicos como a agricultores y líderes comunitarios. Durante los últimos diez años, más de 301,000 colonias han desaparecido, según estimaciones de la Alianza Maya por las Abejas, sin que exista un registro oficial consolidado. La mortandad masiva afecta no solo la producción agrícola, sino también la biodiversidad y la cultura de comunidades que dependen de la apicultura.

Los eventos recientes en Campeche, Colima y Yucatán muestran la gravedad de la situación. Solo en 2023, más de 3,300 colmenas murieron en Hopelchén por intoxicación con fipronil, mientras que en Tecomán, Colima, se perdieron 968 colmenas en un solo episodio. En las comunidades mayas, algunos apiarios desaparecieron por completo tras fumigaciones agrícolas. La combinación de plaguicidas, pérdida de hábitat y cambio climático deja a las abejas en riesgo crítico.

Plaguicidas y hábitat: los grandes responsables de la desaparición de colmenas en México

Según El Economista, investigaciones recientes han detectado hasta nueve agroquímicos distintos en abejas muertas, muchos de ellos neurotóxicos. El fipronil y los neonicotinoides, como el imidacloprid y el thiamethoxam, destacan como los principales culpables. Estas sustancias están prohibidas en la Unión Europea, pero se aplican ampliamente en México en cultivos de soya, maíz y cítricos.

A esto se suma la deforestación acelerada, especialmente en la península de Yucatán, y fenómenos climáticos extremos que afectan la floración y el ciclo de los polinizadores. Sequías prolongadas y huracanes más intensos dificultan la supervivencia de las abejas, acelerando la desaparición de colmenas en México y dejando un impacto irreversible en los ecosistemas locales.

colmenas en México

El valor económico y cultural de las abejas

Más del 85% de los cultivos mexicanos dependen de polinizadores. Según la Secretaría de Agricultura (Sader), el servicio que brindan las abejas equivale a 79,441 millones de pesos anuales, casi una quinta parte de la producción agrícola del país. Sin ellas, la seguridad alimentaria y la rentabilidad de los cultivos se ven seriamente comprometidas.

Además, en comunidades mayas, la apicultura y la meliponicultura son herencias culturales y espirituales. La desaparición de colmenas en México no solo amenaza la economía, sino también la identidad y el sustento de estas comunidades, que han cultivado la relación con las abejas durante generaciones.

Colima marca el rumbo: cárcel a quienes maten abejas

Colima se convirtió en pionera al aprobar la Ley de Agroecología, tipificando como delito la muerte masiva de abejas. La reforma al artículo 196 del Código Penal establece penas de dos a ocho años de prisión para quienes ocasionen mortandades con agroquímicos.

El diputado local Alfredo Álvarez Ramírez destaca la importancia de esta medida: “Si ellas desaparecen, desaparecemos nosotros. Son un aviso de que algo está pasando con el ambiente y estamos a tiempo de corregirlo”. La ley se construyó con dos años de foros y consultas ciudadanas, logrando reducir la mortandad en Colima en un 50% en el último año.

colmenas en México

Un problema global, una oportunidad local

La crisis mexicana refleja una tendencia internacional. La ONU estima que el 35% de los polinizadores del planeta está en riesgo de extinción. En Brasil, se documentó la muerte de 500 millones de abejas en solo tres meses tras flexibilizarse el uso de agrotóxicos.

Colima busca convertirse en ejemplo, ofreciendo talleres de cadena de custodia y herramientas legales a apicultores y fiscales para sancionar a los responsables. “No se trata solo de una ley en papel, sino de que tenga efectos reales”, asegura Álvarez Ramírez, subrayando que proteger a las abejas es garantizar el futuro de la producción agrícola y la biodiversidad.

México se encuentra en un punto crítico: la desaparición de colmenas en México amenaza la seguridad alimentaria, la economía y la cultura de sus comunidades.

El ejemplo de Colima demuestra que es posible revertir esta tendencia con legislación, educación y responsabilidad compartida. Proteger a las abejas es proteger la vida, la identidad cultural y la sostenibilidad de los ecosistemas, recordándonos que el equilibrio entre humanidad y naturaleza nunca fue tan frágil ni tan urgente.

Expertos descartan a Trump como candidato fuerte al Nobel de la Paz

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La posibilidad de que Donald Trump reciba el Premio Nobel de la Paz se ha convertido en tema de debate, pero los especialistas coinciden: sus probabilidades son mínimas. Su insistencia por ser galardonado contrasta con un historial que, según los expertos, ha desestabilizado el orden mundial y complicado los esfuerzos por la paz. La codicia por el premio parece superar sus acciones concretas para fomentar la cooperación internacional.

De acuerdo con Forbes, el Comité Noruego del Nobel mantiene su independencia frente a presiones externas, priorizando el impacto real de las acciones de los candidatos. Mientras Trump busca protagonismo mediático, organismos humanitarios y de cooperación internacional avanzan en contextos cada vez más complejos, muchas veces afectados por políticas de recorte de ayuda estadounidenses. La elección final se anunciará el 10 de octubre y todo apunta a que el premio recaerá en instituciones o grupos que verdaderamente promuevan la paz.

Razones por las que Trump como candidato al Nobel de la Paz es improbable

Según historiadores y especialistas, la postura de Trump sobre conflictos internacionales dificulta su candidatura. Su apoyo a Israel durante la guerra de Gaza y los intentos de acercamiento con Vladímir Putin son vistos como estrategias polémicas y contradictorias con los principios del premio. El testamento de Alfred Nobel establece que debe otorgarse a quien “haya hecho más o mejor para promover la camaradería entre las naciones”, algo que, según expertos, Trump no ha logrado.

Nina Graeger, directora del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo, señala que sus decisiones, como retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París y la OMS, además de iniciar guerras comerciales, muestran un perfil contrario al de un líder pacífico. Estas acciones, sumadas a la falta de esfuerzos tangibles por resolver conflictos, colocan a Trump como un candidato poco viable.

https://twitter.com/UltimaHoraCR/status/1971326258228433124

Galardonados improbables que sí lo lograron

La historia del Nobel de la Paz muestra que algunos premiados sorprendieron al mundo, como Barack Obama, o Henry Kissinger, cuyos pasados eran controversiales. Sin embargo, estos reconocimientos se justificaron por el compromiso de los galardonados de corregir errores o fomentar procesos de reconciliación. F.W. de Klerk, por ejemplo, compartió el premio con Nelson Mandela tras contribuir a desmantelar el apartheid.

Henrik Syse, exmiembro del Comité Noruego del Nobel, explica que el premio ha sido otorgado incluso a figuras con historiales complicados, siempre que sus acciones finalmente promovieran la paz y la cooperación internacional. Trump, en contraste, no ha mostrado señales claras de enmendar o reconciliar conflictos actuales.

https://twitter.com/ABC/status/1711323367062528346

La presión como estrategia contraproducente

Trump ha utilizado su plataforma presidencial para argumentar su idoneidad al Nobel de la Paz, pero los expertos advierten que este tipo de cabildeo suele ser contraproducente. Asle Toje, vicepresidente del Comité Noruego del Nobel, aclara que la presión externa no solo es inútil, sino que genera un efecto negativo en la deliberación interna del comité.

La independencia del proceso es clave. Los miembros trabajan en salas cerradas y consideran que la atención mediática no debe influir en la decisión. Según Joergen Watne Frydnes, líder actual del comité, todos los políticos buscan el premio, pero los ideales que lo sustentan se valoran por encima de la notoriedad pública.

Quiénes podrían recibir el premio en su lugar

Frente a la improbabilidad de que Trump gane, el comité podría destacar a organizaciones humanitarias como ACNUR, UNICEF o Médicos Sin Fronteras, que operan en entornos complejos y con impacto real en la paz. También podrían ser reconocidos mediadores locales, instituciones de la ONU o defensores de la libertad de prensa, dada la crisis que enfrentan los periodistas en conflictos actuales.

https://twitter.com/eACNUR/status/1970810880506909056

Karim Haggag, director del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, considera que cualquier grupo que trabaje de manera efectiva por la paz merece el reconocimiento. Esto refleja la esencia del premio: priorizar acciones concretas sobre la fama o influencia política.

Trump como candidato al Nobel de la Paz parece más un deseo personal que una opción real.

Su historial y decisiones recientes muestran un patrón de políticas que, lejos de fomentar la cooperación internacional, generan tensiones y obstáculos.

El Comité Noruego mantiene su independencia y continúa evaluando quién contribuye de manera tangible a la paz. Este año, el galardón probablemente reconocerá a quienes realmente trabajan en contextos difíciles por proteger vidas y fomentar la solidaridad, recordando que el Nobel de la Paz celebra acciones, no aspiraciones personales.

Más de 15 mil personas, en su mayoría estudiantes de primaria, se suman al movimiento verde de las Eco Jornadas LTH 2025 en Nuevo León

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Como parte de las Eco Jornadas LTH, iniciativa de educación ambiental que impulsa la conciencia ecológica y la acción comunitaria en favor de los ecosistemas más vulnerables de México, este mes de agosto se llevaron a cabo sesiones en Monterrey, donde alrededor de 15 mil personas se dieron cita en el Parque Fundidora, uno de los pulmones verdes más importantes del norte del país.

A lo largo del año, las Eco Jornadas LTH se realizan en más de 20 ciudades de la República Mexicana, llevando su mensaje de educación ambiental a distintos rincones del país. Mérida, Chiapas, Veracruz, León, Puebla y Aguascalientes son solo algunos de los lugares donde miles de familias, niñas, niños y jóvenes participan en actividades diseñadas para despertar conciencia ecológica y promover el cuidado del planeta.

En lo que va del año, las jornadas ecológicas se han impartido a alrededor de 190 mil niñas y niños, impactando de manera indirecta también a sus familias y amigos. Y en Nuevo León se ha impactado a más de 35 mil personas de manera directa.

Las sesiones en el Parque Fundidora consisten en pláticas educativas que son impartidas por Preservamb, Asociación Civil sin fines de lucro, dedicada a la educación ambiental, la sostenibilidad y la cultura. Estas charlas promueven el cuidado de las plantas y el medio ambiente en general, así como algunas prácticas sostenibles para generar un cambio de conciencia ambiental en la vida cotidiana.

Además, como parte de la experiencia en las Eco Jornadas, a los asistentes se les entrega una maceta con semillas de alguna planta, reforzando con ello la importancia de sembrar vida desde casa. Las macetas, además de ser biodegradables, en lugar de tierra común para plantas, contienen polvillo de coco, un eco sustrato 100% orgánico que evita la extracción de suelo de los cerros y aporta múltiples beneficios al desarrollo de las plantas: mejora la retención de humedad y la aireación del suelo, lo que hace que las semillas entregadas pueden germinar en apenas cinco días, favoreciendo un crecimiento vigoroso en huertos, jardines o macetas.

Desde hace 14 años, las Eco Jornadas LTH se han consolidado como uno de los programas de educación ambiental más importantes de México. Solo en 2024 lograron impactar a más de 187,500 niños en diferentes ciudades y festivales, como la Cumbre Tajín en Papantla, Veracruz, y el Festival de Papirolas en Guadalajara, Jalisco. Desde su puesta en marcha, estas jornadas han beneficiado a más de 1 millón 190 mil niñas, niños y jóvenes, alcanzando de manera indirecta a más de 4 millones de mexicanos.

Con iniciativas como esta, la marca reafirma su compromiso con la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente, llevando su mensaje a cada rincón del país para ampliar su impacto y consolidar a LTH® como una marca referente en educación ambiental y sostenibilidad. El objetivo es fomentar la conciencia ecológica desde temprana edad e inspirar a las familias a convertirse en agentes de cambio. Cada semilla entregada simboliza esperanza para el planeta y para las nuevas generaciones.

Brambles renueva su ambición regenerativa con el lanzamiento del Programa de Sustentabilidad 2030

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Brambles dio a conocer su Informe de Sustentabilidad 2025, en el que comparte los principales avances y logros alcanzados durante el año fiscal que concluyó el 30 de junio de 2025.

Este informe marca el cierre del Programa de Sustentabilidad 2025 y confirma que el modelo de negocio circular de la compañía ha generado un impacto positivo y medible en el planeta, en las comunidades y en el propio negocio, tanto en el FY25 como a lo largo de los últimos cinco años.

La mayoría de los objetivos planteados fueron alcanzados, mientras que aquellos que quedaron pendientes aportaron aprendizajes clave para fortalecer la siguiente etapa. Con base en estos resultados, Brambles presenta el Programa de Sustentabilidad 2030, con el que renueva su compromiso de impulsar un modelo regenerativo que genere valor sostenible a escala global.

Logros destacados del Informe de Sustentabilidad 2025:

  • Superación del objetivo de reforestación, en el que logró que por cada árbol utilizado se promoviera el crecimiento de dos, con 3 millones de árboles adicionales cultivados, además de los 2.6 millones reemplazados mediante programas certificados de silvicultura sustentable en FY25.
  • Reducción del 17.2 % en emisiones de gases de efecto invernadero (alcances 1, 2 y 3) respecto al año base FY20, manteniendo el uso de electricidad 100 % renovable desde FY21.
  • Incremento en colaboraciones con clientes, alcanzando 637 empresas participantes (frente a 273 en FY20), y 2,599 iniciativas de colaboración (vs. 1,392 en FY21).
  • Mejoras en seguridad laboral, con una reducción en la tasa de incidentes (BIFR1) por sexto año consecutivo, y un avance en la representación femenina con un 38.8 % de los puestos gerenciales ocupados por mujeres (frente a 31.3 % en FY20).
  • Apoyo a comunidades locales, con contribuciones de 10.3 millones de dólares, incluyendo donaciones financieras, en especie y voluntariado corporativo. Desde 2020, estas acciones han permitido entregar alimentos a 94 millones de personas a través de bancos de alimentos.

Paralelamente, Brambles presentó su Programa de Sustentabilidad 2030, con el que reafirma su visión regenerativa y coloca a la naturaleza en el centro de su estrategia. Este nuevo plan prioriza la generación de resultados positivos para el medioambiente y busca ampliar el impacto de la compañía más allá de sus propias operaciones, aprovechando su posición estratégica dentro de las redes logísticas globales.

Brambles

Entre los principales objetivos del programa se encuentran:

  • Regenerar dos hectáreas de tierra por cada una utilizada para satisfacer sus necesidades de madera, migrando de métricas centradas en árboles a un enfoque más integral basado en la naturaleza.
  • Cumplir con objetivos climáticos validados con base científica para 2030, incluyendo una reducción del 42 % en emisiones de alcance 1 y 2, y 17 % en alcance 3, avanzando hacia su meta de emisiones netas cero en 2040.
  • Impulsar la circularidad, destinando el 80 % de los residuos de productos a soluciones de impacto positivo2, y sustituyendo el 80 % del plástico virgen en nuevos productos por materiales circulares.
  • Activar colaboraciones sustentables con 1,000 socios de su red de suministro global, superando las alcanzadas hasta 2025.

Al presentar el programa, Graham Chipchase, CEO de Brambles, externó: “La siguiente fase de nuestra estrategia de sustentabilidad refleja un espíritu evolutivo, que construye sobre los ejes regenerativos del Programa 2025, pero con una ambición aún mayor, respondiendo a las expectativas cambiantes de nuestros grupos de interés”.

Brambles sigue siendo pionera en la adopción del marco Taskforce on Nature-related Financial Disclosures (TNFD), que detalla en su reporte FY25 las dependencias, impactos, riesgos y oportunidades relacionados con la naturaleza. Además, se mantiene por delante de los requerimientos regulatorios con una actualización climática integral en su Informe Anual 2025, que detalla sus estrategias de transición y adaptación ante el cambio climático.

El liderazgo de Brambles en temas de sustentabilidad ha sido nuevamente reconocido a nivel mundial. En 2025, fue clasificada como la 3ª empresa más sustentable del mundo por la revista TIME por segundo año consecutivo. También ocupó el 4º lugar global en el ranking de Corporate Knights, y el 2º lugar dentro de su categoría industrial en el índice Dow Jones Best-in-Class World 2025.

¿Qué frena el tratado mundial sobre el plástico?

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Las expectativas estaban en lo más alto: después de meses de negociaciones, la comunidad internacional confiaba en alcanzar un acuerdo sólido que marcara un antes y un después en la lucha contra la contaminación plástica. Sin embargo, una vez más, las discusiones terminaron sin avances concretos. Lo que parecía ser la antesala de un cambio histórico se convirtió en un escenario de frustración, largas noches sin descanso y un texto diluido que no cumplió con lo esperado.

De acuerdo con eco-business, delegados exhaustos, activistas preocupados y expertos indignados fueron testigos de cómo el tratado mundial sobre el plástico se estancaba, atrapado en un proceso que parece diseñado para fracasar. Las sesiones, que se extendieron hasta la madrugada, dejaron en claro que los intereses económicos de unos pocos países continúan imponiéndose sobre el bien común. Ante esta situación, la pregunta es inevitable: ¿qué está frenando realmente el avance hacia un acuerdo global?

El consenso como obstáculo

El consenso, principio que en teoría busca unidad, se ha convertido en un muro que impide el progreso. Aunque más de 130 países apoyaron propuestas ambiciosas, una minoría ha bloqueado cualquier medida efectiva. Este pequeño grupo ha logrado diluir el texto, dejando de lado el mandato original de la Asamblea de la ONU, lo que ha generado frustración entre quienes impulsan un tratado integral.

El problema es estructural: un solo país en desacuerdo puede paralizar todo el proceso, anulando los esfuerzos de la mayoría. Como señaló un delegado africano, el consenso no siempre garantiza democracia; en ocasiones, la mata. Y en este caso, ha significado detener medidas urgentes para frenar la producción de plásticos problemáticos y sustancias químicas de alto riesgo.

La experiencia de otros tratados internacionales demuestra que el consenso absoluto rara vez funciona. Pretender que el futuro del planeta dependa de la unanimidad resulta insostenible. Dejar atrás este mecanismo no es un capricho, sino una condición necesaria para que el tratado mundial sobre el plástico avance.

tratado mundial sobre el plástico

Superar este obstáculo implica replantear las reglas de negociación y priorizar el bienestar global sobre los intereses de unos cuantos. Solo así se podrá construir un acuerdo eficaz, justo y duradero.

La falta de voces independientes

Otro freno clave es la exclusión de observadores en el proceso. Organizaciones civiles, recicladores, pueblos indígenas y comunidades directamente afectadas por la contaminación plástica no tienen voz en la mesa de negociación. Lo mismo ocurre con académicos y expertos, quienes podrían aportar evidencia científica para respaldar decisiones más sólidas.

Permitir su intervención no sería una innovación radical: acuerdos como el Convenio de Estocolmo ya lo han hecho con éxito. La diferencia está en que las voces independientes suelen exponer contradicciones incómodas, especialmente cuando ciertos países defienden posiciones contrarias a la ciencia o los derechos humanos.

La resistencia a abrir espacios a los observadores refleja el temor de algunos Estados a perder control narrativo. Sin embargo, excluir estas perspectivas solo profundiza el divorcio entre las negociaciones y la realidad que viven millones de personas.

Incluir a los observadores permitiría enriquecer el debate, equilibrar intereses y construir un tratado mundial sobre el plástico basado en datos, justicia y experiencia práctica.

El peso de los intereses nacionales

Detrás de cada bloqueo se esconden intereses económicos, políticos y energéticos. Algunos países continúan defendiendo su dependencia de la industria plástica, incluso si esto contradice la ciencia o las recomendaciones de salud pública. La apertura de nuevas plantas de producción, en paralelo a las negociaciones, evidencia la contradicción entre discurso y práctica.

La dinámica se repite: los delegados llegan con posturas rígidas que representan más a los sectores industriales que a sus comunidades. Esto crea un círculo vicioso en el que las negociaciones se convierten en una lucha de poder más que en un ejercicio de cooperación global.

La realidad es que mientras los Estados prioricen beneficios a corto plazo sobre la sostenibilidad, el tratado seguirá atascado. El costo de este estancamiento no se mide en cifras abstractas, sino en océanos contaminados, comunidades afectadas y generaciones futuras expuestas a un planeta enfermo.

Romper esta lógica exige un cambio profundo en la forma en que se entienden los “intereses nacionales”: ya no pueden separarse del interés colectivo. La contaminación plástica no reconoce fronteras y solo puede enfrentarse desde una visión compartida.

Soluciones frente al estancamiento

Pese al desencanto, no todo está perdido. El apoyo creciente de más de 100 países a un acuerdo fuerte demuestra que la voluntad existe. Lo que falta es transformar esa energía en acciones concretas, alejándose del inmovilismo que caracteriza al actual proceso.

Las recomendaciones más sólidas están sobre la mesa: abandonar el consenso absoluto y permitir la participación activa de observadores. Ambas medidas ya han probado ser efectivas en otros tratados multilaterales y podrían rescatar estas negociaciones de su parálisis.

Adoptar un enfoque basado en evidencia científica, derechos humanos y justicia ambiental es el camino para superar las resistencias. No se trata de inventar soluciones nuevas, sino de aplicar lo que ya ha funcionado en otros contextos.

El mundo no puede darse el lujo de seguir perdiendo tiempo. Cada retraso en el tratado mundial sobre el plástico representa toneladas adicionales de residuos que llegan a mares, ríos y comunidades. La urgencia es real y la ventana de acción se reduce.

Un futuro que aún es posible

El fracaso de las últimas rondas de negociación no significa que la meta esté fuera de alcance. Al contrario, el impulso colectivo y la presión de la sociedad civil mantienen viva la posibilidad de un tratado robusto. La clave está en no normalizar el estancamiento y exigir mecanismos más justos y efectivos.

Construir un futuro libre de contaminación plástica requiere valentía política, cooperación real y apertura a nuevas voces. Si los países logran poner en el centro el bienestar del planeta y no los intereses particulares, aún es posible que el tratado mundial sobre el plástico se convierta en la herramienta que marque el inicio de una nueva era ambiental.

1,600 millones de personas en riesgo por la quema de combustibles fósiles

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La crisis climática dejó de ser un problema a futuro: sus impactos ya se sienten en la salud de millones de personas en todo el mundo. Un reciente estudio de Climate Trace revela que la quema de combustibles fósiles no solo es responsable del calentamiento global, sino también de la exposición de al menos 1,600 millones de habitantes a contaminantes tóxicos que comprometen su bienestar diario.

La evidencia muestra que los efectos de esta contaminación no se limitan al cambio en las temperaturas globales, sino que penetran en los pulmones, los barrios y las ciudades. Mientras líderes mundiales se reúnen para hablar de sostenibilidad, comunidades enteras conviven con aire cargado de partículas letales, invisibles pero persistentes, que ponen en jaque el derecho básico a respirar.

El lado oculto de la quema de combustibles fósiles

Según un artículo de The Guardian, el dióxido de carbono, principal gas liberado por la quema de combustibles fósiles, no es tóxico por sí mismo, pero actúa como catalizador del calentamiento global. Lo más alarmante es que el carbón, el petróleo y el gas, al ser utilizados en energía e industrias, desprenden partículas finas como el PM2.5, altamente dañinas para la salud humana.

Estas partículas microscópicas, al ser inhaladas, se alojan en los pulmones y el sistema circulatorio, provocando enfermedades cardiovasculares, cáncer y problemas respiratorios crónicos. Su impacto se multiplica en zonas urbanas densamente pobladas, donde la exposición constante se convierte en una amenaza silenciosa pero devastadora.

La investigación de Climate Trace mapea las zonas de mayor riesgo, revelando que las emisiones se concentran alrededor de instalaciones industriales y centrales eléctricas. Esto explica por qué millones de personas, sin importar su ubicación geográfica, enfrentan consecuencias similares en términos de salud pública.

La quema constante de estos recursos fósiles no solo erosiona el planeta, también perpetúa una crisis sanitaria global que hasta ahora no ha recibido la misma atención que el cambio climático.

Ciudades atrapadas en el aire tóxico

El análisis identifica a 900 millones de personas que viven cerca de “superemisores”: plantas de energía, refinerías, minas y puertos que liberan dosis desproporcionadas de aire contaminado. Ciudades como Karachi, Guangzhou, Seúl y Nueva York destacan como epicentros de este fenómeno, mostrando cómo la industrialización sin control repercute en la vida diaria.

En estos lugares, el aire contaminado no distingue entre clases sociales. Tanto trabajadores como estudiantes, niños y adultos mayores, respiran la misma mezcla de partículas peligrosas. El impacto es global, pero la carga se siente más fuerte en quienes habitan en los alrededores inmediatos de las fuentes emisoras.

La herramienta de Climate Trace, basada en satélites y sensores, permite visualizar estas nubes tóxicas con precisión nunca antes vista. Este nivel de detalle hace imposible negar la relación entre contaminación y crisis climática.

Al Gore, cofundador de la coalición, subraya que esta conexión ya cobra 8.7 millones de vidas cada año. La urgencia es clara: identificar comunidades en riesgo no basta; es necesario actuar con políticas firmes que limiten estas emisiones.

Políticas, retrocesos y contradicciones

En Estados Unidos, el debate sobre la contaminación se ha visto atravesado por la política. Mientras algunos expertos ven en la alerta sanitaria un contrapeso a los retrocesos impulsados por la administración Trump, las señales oficiales son ambiguas.

El expresidente desmanteló programas climáticos federales y calificó la ciencia climática como una “estafa”. Aunque asesores como Ed Russo reconocen la necesidad de combatir la contaminación, el discurso oficial carece de planes concretos para frenar la crisis.

Los ambientalistas advierten que, mientras se debilitan instituciones como la Agencia de Protección Ambiental, las comunidades quedan más expuestas a la contaminación del aire y del agua. Esto contradice cualquier intención de protección efectiva.

El caso estadounidense refleja una paradoja global: se reconoce el problema, pero no se destinan los recursos ni la voluntad política suficientes para resolverlo.

Responsabilidad compartida y camino a seguir

La quema de combustibles fósiles no es un desafío exclusivo de los países industrializados. Cada nación que depende de estas fuentes energéticas contribuye al deterioro ambiental y de la salud. La diferencia radica en el nivel de responsabilidad y en la capacidad de respuesta frente a la crisis.

La Asamblea General de la ONU y cumbres como la Cop30 en Brasil son espacios cruciales para replantear estrategias conjuntas. Sin embargo, sin compromisos vinculantes y acciones verificables, las declaraciones de intención se convierten en promesas vacías.

Herramientas como el mapa de Climate Trace abren una ventana para que la sociedad civil, las empresas y los gobiernos exijan rendición de cuentas. La transparencia en datos puede convertirse en un catalizador de cambios políticos y sociales urgentes.

En este contexto, la responsabilidad social corporativa adquiere un papel central: las empresas no pueden limitarse a reducir su huella, deben liderar la transición hacia modelos sostenibles que prioricen la salud y la vida.

Del diagnóstico a la acción

El vínculo entre salud pública, cambio climático y quema de combustibles fósiles es ya innegable. La cifra de 1,600 millones de personas expuestas a contaminantes tóxicos no puede pasar desapercibida en la agenda internacional. Lo que está en juego no es solo el planeta, sino la calidad de vida y la supervivencia de comunidades enteras.

Ante este escenario, la respuesta debe ser inmediata y colectiva. Reducir las emisiones, fortalecer regulaciones y apostar por energías limpias no es solo una estrategia ambiental, sino un acto de justicia social y de defensa de la vida. El reto es grande, pero el costo de la inacción es infinitamente mayor.

ONU y líderes mundiales redoblan la lucha climática, pese a Trump

En un momento crítico para el planeta, los líderes mundiales se reunieron en Nueva York para reforzar los compromisos contra el cambio climático. Ante la creciente presión de científicos, activistas y ciudadanos, la ONU impulsó una cumbre especial donde 120 países y la Unión Europea anunciaron nuevos objetivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Este esfuerzo busca mantener viva la esperanza de limitar el aumento de la temperatura global, a pesar de los obstáculos políticos.

De acuerdo con Th Guardian, el contexto no podría ser más desafiante: un día antes, Donald Trump calificó la crisis climática como “la mayor estafa jamás perpetrada en el mundo”, generando un debate intenso en la comunidad internacional. Aun así, los países comprometidos con la transición energética y la sostenibilidad buscan acelerar la acción climática, demostrando que los esfuerzos contra la lucha climática continúan a pesar de la oposición y las dificultades políticas.

Nuevos objetivos globales en medio de la controversia

La cumbre de la ONU reveló compromisos históricos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Entre los anuncios más relevantes, China se comprometió a recortar entre un 7 % y un 10 % sus emisiones desde sus niveles máximos para 2035, consolidándose como un actor clave en los esfuerzos contra la lucha climática.

António Guterres, secretario general de la ONU, enfatizó la urgencia de implementar recortes más rápidos y profundos. Subrayó que los nuevos planes de los países podrían marcar un antes y un después en la transición hacia energías más limpias. La presión sobre los países rezagados es cada vez mayor, ya que el tiempo para cumplir los límites de temperatura acordados en París se agota.

esfuerzos contra la lucha climática

Los expertos coinciden en que, aunque los compromisos son alentadores, la diferencia entre palabras y acciones sigue siendo un riesgo. Sin un seguimiento estricto, los nuevos objetivos podrían quedarse cortos frente a las necesidades reales del planeta.

A pesar de la retórica de algunos líderes, la comunidad internacional muestra unidad en su determinación. La evidencia científica y los compromisos legales demandan acción inmediata, y la economía global comienza a reconocer los beneficios de una transición energética limpia y sostenible.

Resistencia y críticas desde Estados Unidos

El discurso de Donald Trump ante la ONU puso en evidencia la creciente tensión entre políticas climáticas y negacionismo. Al calificar la crisis climática como un “engaño” y desacreditar las energías renovables, Trump desafió los esfuerzos contra la lucha climática a nivel global.

La reacción fue inmediata: activistas y líderes ambientales condenaron sus declaraciones, recordando que Estados Unidos es el mayor emisor histórico de carbono. Para muchos, la negación climática de Trump representa un obstáculo grave, pero no insuperable, en la lucha contra la emergencia climática.

Organizaciones internacionales subrayan que la acción climática debe mantenerse al margen de intereses políticos individuales. La inversión global en energías renovables, que el año pasado alcanzó 2 billones de dólares, muestra que el mundo avanza hacia economías más sostenibles, independientemente de los discursos de negación.

Mientras tanto, otros países y líderes continúan promoviendo políticas de energías limpias, destacando la importancia de la cooperación global y de mantener los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París.

China y el liderazgo en energías limpias

En contraste con Estados Unidos, China emerge como un líder indiscutible en energías renovables. Xi Jinping anunció que el país instalará seis veces más capacidad solar y eólica para 2035 que en 2020, reforzando su papel central en los esfuerzos contra la lucha climática.

El compromiso chino representa no solo una reducción de emisiones, sino también una oportunidad económica global. La inversión en tecnologías limpias genera empleo, innovación y desarrollo sostenible, demostrando que la transición energética es viable y beneficiosa.

Expertos como Al Gore consideran que el liderazgo de China podría equilibrar la ausencia de acción estadounidense y acelerar la adopción de energías limpias en el resto del mundo. La pregunta crucial sigue siendo si estos esfuerzos serán suficientes para evitar los puntos de inflexión más críticos del cambio climático.

Aunque persisten riesgos, la determinación de China y otros países comprometidos inspira confianza en que la comunidad global puede superar la resistencia de algunos líderes y avanzar en la agenda climática.

La urgencia de la COP30 y los desafíos por delante

Las próximas negociaciones de la COP30 en Brasil son fundamentales para consolidar los compromisos recientes. Se espera que los países presenten planes concretos para cumplir los objetivos de reducción de emisiones y evitar un aumento de temperatura superior a 1,5 °C.

Sin embargo, la logística y los desafíos locales podrían limitar la participación y la efectividad de la cumbre. Las Islas Marshall y otros países vulnerables han advertido que los compromisos actuales aún son insuficientes y que la acción inmediata es crucial.

La coordinación global será clave: los gobiernos deberán enfrentar las limitaciones financieras, políticas y técnicas que podrían retrasar la implementación de políticas climáticas efectivas. Sin una acción colectiva y urgente, los impactos del cambio climático seguirán creciendo.

Pese a estas dificultades, la comunidad internacional mantiene la esperanza de que la COP30 marque un paso decisivo en la lucha contra la crisis climática, consolidando la cooperación entre naciones y asegurando que los esfuerzos contra la lucha climática no pierdan fuerza.

Mantener la mirada en el futuro

El panorama global es complejo, pero los compromisos recientes muestran que los esfuerzos contra la lucha climática no se detendrán frente a la oposición política. La ciencia, la economía y la sociedad demandan acción inmediata, y la cooperación internacional se vuelve más crucial que nunca.

Si los líderes cumplen con sus compromisos y los países avanzan en la transición hacia energías limpias, existe la posibilidad de evitar los peores escenarios climáticos. El momento exige responsabilidad, innovación y determinación: la historia juzgará a quienes actuaron a tiempo y a quienes decidieron ignorar la crisis.

Estos son los líderes que están cambiando vidas a través de fundaciones empresariales en México

Las fundaciones empresariales en México se han convertido en motores de cambio social, incluso en comunidades que antes quedaban fuera del radar de los programas de gobierno. No obstante, detrás de estas iniciativas están hombres y mujeres cuya visión trasciende el ámbito corporativo: líderes que diseñan proyectos estratégicos para impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y hacer un mundo donde la equidad y la justicia social pueda ser una realidad. 

El impacto de su trabajo se observa en la educación de miles de niños, el acceso a la salud, el combate a la pobreza y la atención a comunidades vulnerables, pues a través de su liderazgo estratégico, logran que los recursos de las empresas se traduzcan en acciones de gran alcance, generando un efecto multiplicador en las regiones donde operan. Estos líderes de fundaciones empresariales en México no solo impulsan programas, sino que construyen puentes para transformar realidades.

Por ello, este artículo busca poner rostro y nombre a algunas de las mentes detrás de acciones que están cambiando vidas. Cada uno de ellos inspira con su compromiso, su capacidad de gestión y su enfoque en resultados medibles. Conocer sus historias es también una invitación para que más empresas y directivos se sumen a esta cruzada por el bienestar social y la construcción de un México más sostenible.

¡Estos son los líderes de fundaciones empresariales en México que están transformando vidas!

Juan Manuel Rosas – Director de Fundación Gigante

Juan Manuel Rosas, Director de Fundación Gigante y Director de Responsabilidad Social de Grupo Gigante, es reconocido como uno de los líderes más influyentes en el sector de la responsabilidad social empresarial en México. Durante más de 20 años ha guiado a la fundación para consolidarla como un referente de impacto social, estructurando su labor en tres pilares fundamentales: educación, salud y ayuda en desastres naturales. Bajo su dirección, la fundación ha beneficiado a miles de familias mexicanas, ofreciendo apoyos escolares, programas de capacitación, brigadas médicas, alimentos, ayuda directa en situaciones de emergencia y mucho más.

Su liderazgo ha hecho posible que Fundación Gigante se convierta en un impulsor destacado de los ODS de educación de calidad, salud y bienestar, y reducción de desigualdades. Además, Rosas ha impulsado alianzas estratégicas con instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil para potenciar el alcance de cada iniciativa y garantizar que el apoyo llegue a las comunidades que más lo necesitan. Esta visión integral ha permitido que los programas de la fundación tengan resultados medibles y sostenibles en el tiempo.

La trayectoria de Juan Manuel Rosas ha sido reconocida en múltiples ocasiones, destacando su nombramiento como Presidente de la Junta de Asistencia Privada del Estado de México (JAPEM), desde donde ha promovido el desarrollo social del estado de forma altruista. Además, es Líder de Responsabilidad de BMW Foundation desde 2019, lo que refuerza su compromiso con la responsabilidad social a nivel global. Su trabajo demuestra que un liderazgo estratégico, ético y orientado a resultados puede generar un cambio real y sentar las bases para un México más justo y solidario.

líderes de fundaciones empresariales en México

Ivonne Madrid – Directora de Fundación Alsea

Ivonne Madrid, Directora de Fundación Alsea y Subdirectora de Responsabilidad Social de Alsea, ha logrado profesionalizar la estrategia de responsabilidad social de la compañía. Bajo su liderazgo, la fundación ha centrado sus esfuerzos en combatir la pobreza alimentaria mediante alianzas con bancos de alimentos y programas de recuperación de comida para reducir el desperdicio.

Entre sus logros se encuentran la obtención del Distintivo ESR, el ingreso de Alsea al Dow Jones Sustainability Index MILA y la integración de un modelo de gestión vigente desde 2011. Además, impulsó la campaña “Va por mi Cuenta”, que a través de productos con causa ha brindado millones de comidas a personas en pobreza alimentaria.

Ivonne es un claro ejemplo de cómo el liderazgo femenino está redefiniendo el papel de las empresas en la sociedad. Sus proyectos contribuyen a los ODS relacionados con hambre cero, producción y consumo responsables y acción por el clima, consolidándola como una de las líderes de fundaciones empresariales en México más influyentes en el sector.

líderes de fundaciones empresariales en México

Rocío Abud Mirabent – Directora de Fundación Coppel y Responsabilidad Social de Grupo Coppel

Rocío Abud Mirabent dirige Fundación Coppel y el área de Responsabilidad Social de Grupo Coppel, enfocando su liderazgo en cerrar brechas de desigualdad y promover la movilidad social ascendente en México. Ha impulsado programas que capacitan a pequeños emprendedores, fortalecen sus negocios y fomentan el desarrollo económico local.

Iniciativas como Coppel Emprende han impactado a miles de microempresarios, ofreciéndoles herramientas para profesionalizar sus negocios y mejorar sus ingresos. Además, el programa Líderes Coppel busca potenciar el talento de jóvenes mexicanos para convertirlos en agentes de cambio en sus comunidades.

Su liderazgo integra educación, ética empresarial y desarrollo económico, posicionándola como una de las líderes de fundaciones empresariales en México más comprometidas con los ODS de reducción de desigualdades y trabajo decente, fortaleciendo así el tejido social del país.

Ramón Ramírez Guzmán – Director de Relaciones Públicas y Fundación Cinépolis

Ramón Ramírez Guzmán, Director de Relaciones Públicas y Fundación Cinépolis, ha sido una pieza fundamental en el fortalecimiento de la reputación corporativa de la empresa y el desarrollo de programas sociales innovadores. Ha liderado proyectos como “Del Amor Nace la Vista”, que ha devuelto la visión a miles de personas en situación vulnerable.

Además, ha impulsado el acceso a la cultura y la educación a través del cine, llevando funciones gratuitas a comunidades marginadas y a Personas Privadas de la Libertad (PPL). Gracias a su gestión, Fundación Cinépolis ha logrado posicionarse como referente de RSE en la industria del entretenimiento.

Su trabajo está alineado con los ODS relacionados con salud, educación y reducción de desigualdades, mostrando que el entretenimiento puede convertirse en un motor de inclusión social y en un vehículo para el bienestar de miles de familias mexicanas.

Nalleli García – Directora de Sustentabilidad y Fundación MetLife México

Nalleli García, Directora de Sustentabilidad y Fundación MetLife México, ha enfocado los esfuerzos de la fundación en mejorar la salud financiera y el empoderamiento económico de mujeres, jóvenes y pequeños negocios. Su visión promueve comunidades resilientes a través de educación financiera y salud preventiva.

Bajo su dirección, se han desarrollado programas de capacitación y emprendimiento que ayudan a las personas a recuperarse de crisis económicas y a ser autosuficientes. Además, ha impulsado proyectos medioambientales y de respuesta a emergencias para atender las prioridades del país.

Nalleli es un ejemplo de cómo los líderes de fundaciones empresariales en México pueden generar un impacto social duradero, reduciendo desigualdades y construyendo comunidades más fuertes mediante alianzas estratégicas y programas bien estructurados.

Liderazgos que inspiran y transforman

El trabajo de estos líderes demuestra que la responsabilidad social empresarial es mucho más que una obligación corporativa; es una oportunidad para generar cambios profundos en la sociedad. Gracias a su compromiso y visión, las fundaciones que encabezan están impulsando programas que mejoran la calidad de vida de miles de personas.

Sus proyectos están alineados con la Agenda 2030, por lo que promueven un desarrollo sostenible que beneficia tanto a las comunidades como a las empresas que representan. Desde la alimentación hasta la educación y la inclusión social, su liderazgo estratégico es una palanca de transformación.

Sin duda, estos líderes de fundaciones empresariales en México inspiran a la acción y a que más empresas adopten un papel activo en la construcción de un país más justo en beneficio de  todos.

¿Qué es el dark shipping y por qué debería preocuparnos?

En el mundo del transporte marítimo, existe un fenómeno poco conocido que está creciendo de manera alarmante: el dark shipping. Esta práctica involucra barcos que operan en zonas grises desde el punto de vista legal, transportando petróleo y otros bienes en condiciones que evaden la supervisión internacional. Su expansión plantea riesgos no solo para la economía global, sino también para la seguridad de miles de marineros y para la protección del medio ambiente.

A diferencia de la flota convencional, estos barcos fantasma funcionan en la sombra, ocultando su ubicación, identidad y carga. Mientras el comercio mundial depende de normas claras y de la rendición de cuentas, la flota oscura se mueve entre grietas legales, aprovechando la falta de regulación para continuar operaciones que, en muchos casos, rozan lo ilícito. Comprender qué es el dark shipping es clave para cualquier especialista en responsabilidad social que busque mitigar sus impactos.

Qué es el dark shipping y cómo opera la flota oscura

De acuerdo con Eco-Business, el dark shipping, también conocido como flota oscura, se caracteriza por la deliberada ocultación de datos críticos sobre los barcos. Estos buques apagan sus transpondedores AIS, usan documentos falsos y disfrazan su propiedad mediante complejas estructuras corporativas. Muchos de ellos enarbolan banderas de conveniencia de países con poca supervisión, y su mantenimiento deficiente aumenta el riesgo de accidentes.

Esta opacidad los hace prácticamente invisibles en los mapas de navegación convencionales, pero tecnologías avanzadas como imágenes satelitales, radares nocturnos y sistemas de inteligencia artificial permiten detectarlos. Los algoritmos identifican patrones inusuales, como transferencias de carga entre barcos o rutas que no tienen sentido comercial, ofreciendo a los reguladores la posibilidad de intervenir en operaciones potencialmente ilícitas.

Para las empresas que recurren a la flota oscura, el incentivo principal es la falta de control y la posibilidad de operar fuera de la ley. Ya sea evadiendo sanciones internacionales, ocultando contrabando o realizando actividades peligrosas, estos barcos encuentran en la clandestinidad un refugio para continuar sus negocios.

Qué es el dark shipping

El dark shipping no es una práctica marginal: hoy representa más del 17 % del tráfico petrolero global. Su creciente presencia en rutas internacionales convierte a esta flota en un actor que no puede ser ignorado ni por los gobiernos ni por las empresas comprometidas con la responsabilidad social.

Por qué los barcos se oscurecen y sus motivaciones ocultas

Las razones detrás del dark shipping son variadas, pero suelen girar en torno a la evasión de la ley y la obtención de beneficios económicos ilícitos. Algunos buques facilitan contrabando, pesca ilegal o vertidos en el mar, mientras que otros buscan evadir tasas portuarias y sanciones internacionales.

El ejemplo más evidente se encuentra en Irán y Rusia, donde la necesidad de exportar petróleo pese a las sanciones ha impulsado a estos países a depender de la flota oscura. Documentación falsa y transferencias discretas entre barcos permiten que el crudo alcance mercados internacionales sin ser detectado, poniendo en evidencia los vacíos legales que la práctica explota.

En el Golfo Pérsico, los barcos fondean estratégicamente en áreas neutrales y manipulan su documentación para aparentar que la carga proviene de fuentes legales, una operación que combina astucia logística y engaño deliberado.

Para los reguladores y observadores internacionales, estas prácticas representan un reto constante. Detectar y sancionar el dark shipping requiere no solo tecnología avanzada, sino también cooperación global, transparencia en los registros navales y mecanismos de control más estrictos.

Riesgos humanos y ambientales del dark shipping

El dark shipping no solo afecta la economía y el comercio; pone en grave riesgo a los trabajadores y al entorno natural. Los buques oscuros, a menudo mal mantenidos, transportan petróleo y materiales peligrosos sin los seguros ni protocolos de seguridad adecuados, lo que aumenta la probabilidad de derrames y accidentes.

Un ejemplo trágico es el petrolero Pablo, que en 2023 derramó combustible frente a la costa de Indonesia, afectando más de 14 km² de mar y dejando tres marineros desaparecidos. Este caso evidencia cómo la falta de regulación y visibilidad de la flota oscura tiene consecuencias humanas y ambientales directas.

Los riesgos se extienden al ámbito laboral: los tripulantes de estos barcos pueden enfrentar condiciones de trabajo forzoso, salarios retenidos y abandono en alta mar. En 2024, más de 3.000 marinos quedaron varados en 230 buques, muchos vinculados a operaciones de dark shipping.

Estas prácticas representan un desafío crítico para la responsabilidad social corporativa y la gobernanza marítima. Cualquier estrategia orientada a sostenibilidad debe incluir la identificación y mitigación de riesgos relacionados con estas flotas clandestinas.

Acciones posibles y herramientas de detección

Afortunadamente, existen herramientas para combatir el dark shipping. Tecnologías satelitales, inteligencia artificial y sistemas de seguimiento avanzados permiten rastrear barcos que apagan sus transpondedores, detectando patrones inusuales y posibles violaciones a sanciones internacionales.

La cooperación internacional es esencial: la transparencia en la propiedad de los buques, la regulación de banderas de conveniencia y el fortalecimiento de los protocolos de seguridad marítima pueden reducir la proliferación de la flota oscura.

Las empresas responsables también tienen un papel: auditar sus cadenas de suministro y garantizar que el transporte de recursos estratégicos no dependa de operadores clandestinos ayuda a prevenir riesgos legales, ambientales y reputacionales.

Si bien la lucha contra el dark shipping no es sencilla, la combinación de tecnología, regulación y responsabilidad corporativa ofrece un camino para mitigar los impactos negativos de estas operaciones clandestinas.

Hacia un comercio marítimo más transparente

Comprender qué es el dark shipping es un paso crucial para proteger a los marineros, el medio ambiente y la estabilidad del comercio global. La opacidad de esta flota fantasma representa un desafío complejo que exige colaboración entre gobiernos, empresas y organizaciones internacionales.

Solo mediante la combinación de tecnologías de rastreo, regulación estricta y prácticas responsables de las empresas se puede aspirar a un transporte marítimo más seguro y sostenible. El dark shipping no es solo un problema legal: es una alerta sobre la importancia de la transparencia y la ética en la economía global.

Países ricos podrían liberar 6.6 billones al año para enfrentar el cambio climático

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Mientras los líderes mundiales se reúnen esta semana en Nueva York para la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Semana del Clima, la presión sobre los países ricos del Norte Global nunca ha sido tan alta. Los gobiernos enfrentan críticas por no cumplir con sus compromisos de financiamiento climático, mientras millones de personas sufren las consecuencias del cambio climático, desde tormentas devastadoras hasta la inseguridad alimentaria.

Un reciente informe de Oil Change International, titulado Podemos pagarlo, revela que los países ricos podrían liberar hasta 6.6 billones de dólares al año para financiar acciones climáticas, si se aplicaran medidas como eliminar subsidios a los combustibles fósiles, obligar a los grandes contaminadores a pagar y reformar las normas financieras internacionales. Este hallazgo expone que, lejos de carecer de recursos, los gobiernos del Norte Global poseen reservas enormes y desaprovechadas que podrían cambiar el rumbo de la crisis climática.

Un tesoro oculto: recursos no utilizados

Durante años, los países ricos han argumentado que los recursos para enfrentar el cambio climático son insuficientes. Sin embargo, el informe demuestra que existen múltiples mecanismos para movilizar fondos públicos masivos. Entre ellos se incluyen la eliminación de subsidios a combustibles fósiles, la imposición de impuestos a grandes corporaciones contaminantes y la reforma de normas financieras que perpetúan la desigualdad global.

Estas acciones no solo generarían recursos, sino que también corregirían la injusticia histórica de que los responsables del daño climático acumulen riqueza mientras los más vulnerables pagan el precio. La acumulación de 40 billones de dólares por multimillonarios y directores de empresas de combustibles fósiles en la última década es un claro ejemplo de cómo se perpetúa la desigualdad.

Además, liberar estos fondos permitiría financiar energías renovables, vivienda asequible, salud universal y medidas de adaptación a desastres climáticos, creando un impacto social positivo directo. La evidencia demuestra que la acción climática no está limitada por recursos, sino por decisiones políticas y voluntad de implementar reformas efectivas.

El tesoro oculto en los países ricos evidencia que la promesa de una transición justa y financiada no es solo un ideal: es alcanzable si se aplican políticas responsables y coherentes con el compromiso global.

Países ricos frente al cambio climático: quién contamina paga

El principio de “quien contamina paga” es central para desbloquear fondos públicos que hoy están concentrados en los bolsillos de los más ricos. Según el informe, solo mediante este enfoque se podrían liberar billones de dólares cada año. Cancelar deudas injustas, aumentar impuestos a los superricos y terminar con la financiación a combustibles fósiles son pasos claros para materializar esta agenda.

El contraste es evidente: mientras millones enfrentan la escasez de alimentos y la vulnerabilidad climática, los grandes contaminadores acumulan riqueza. Transformar esta dinámica no solo es justo, sino estratégicamente necesario para financiar la acción climática a nivel global.

Además, la reforma de normas financieras internacionales permitiría a los países del Sur Global acceder a estos fondos y no depender de la discrecionalidad de los países ricos. Esto refuerza la necesidad de una gobernanza más democrática y coordinada a través de la ONU.

países ricos frente al cambio climático

Al poner en práctica estas políticas, los países ricos no solo cumplirían con su responsabilidad histórica, sino que también fortalecerían la resiliencia de comunidades vulnerables y acelerarían la transición hacia energías limpias.

La brecha entre compromisos y realidad

Aunque en la COP28 los gobiernos prometieron una transición justa y financiada, la realidad muestra un camino aún desviado. La financiación insuficiente, la inercia política y la dependencia de combustibles fósiles siguen siendo obstáculos críticos.

Los datos revelan que los compromisos actuales no corresponden con la magnitud del desafío. Las familias afectadas por desastres climáticos y la crisis alimentaria requieren soluciones inmediatas que hoy no se están financiando adecuadamente.

En este contexto, los países ricos frente al cambio climático tienen una oportunidad histórica para corregir el rumbo. Redirigir recursos existentes y garantizar una tributación justa son pasos clave para cerrar la brecha entre promesas y acciones.

La transición energética y la resiliencia social dependen de decisiones políticas audaces que prioricen la justicia climática sobre los intereses corporativos y financieros de pocos.

Soluciones posibles: liberar los billones necesarios

El informe Podemos pagarlo no solo expone la capacidad de los países ricos de financiar la acción climática, sino que también propone pasos concretos. Eliminar subsidios a combustibles fósiles, imponer mayores impuestos a los multimillonarios y cancelar deudas injustas son medidas viables que liberarían recursos masivos.

Además, la implementación de normas financieras más justas permitiría a todos los países participar equitativamente en la acción climática, fortaleciendo la cooperación global y reduciendo la dependencia del Norte Global.

La agenda de “quien contamina paga” también tendría un impacto directo en la reducción de emisiones y la promoción de energías limpias, generando beneficios ambientales y sociales simultáneamente.

Por último, estas acciones transformarían la narrativa política, demostrando que la crisis climática puede enfrentarse con recursos existentes y decisiones responsables, eliminando la excusa de la falta de dinero.

Un futuro posible si los ricos cumplen su parte

La acción climática global ya no depende de la disponibilidad de recursos, sino de la voluntad política de los países ricos frente al cambio climático. Liberar 6.6 billones de dólares al año es factible mediante reformas financieras y fiscales que prioricen la justicia climática y social.

El momento de actuar es ahora. Redireccionar los recursos concentrados en manos de los más ricos hacia soluciones efectivas no solo es un imperativo moral, sino una estrategia para garantizar un futuro sostenible para todos. La pregunta es: ¿los líderes mundiales estarán a la altura del desafío?

Mantener a tus mascotas sanas es responsabilidad social

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La salud de las mascotas ha dejado de ser un asunto personal para convertirse en uno más de la responsabilidad social individual y colectiva. Hoy en día, el bienestar social no se limita a los individuos; cuidar a los animales domésticos impacta positivamente tanto en la vida del animal como en la salud pública, la convivencia ciudadana y la construcción de comunidades más resilientes y empáticas..

Las mascotas, sobre todo los perros y gatos, forman parte de nuestro tejido social. Se han transformado en compañeros de vida, portadores de vínculos emocionales fuertes y un elemento fundamental de la rutina diaria de millones de hogares. En este contexto, su salud y bienestar han pasado de ser simplemente una demostración personal de afecto a ser una manifestación tangible del respeto por la vida, el ecosistema y la comunidad.

Una cuestión de salud pública

Un argumento sólido para tener en cuenta la salud de los animales como una responsabilidad social tiene que ver con prevenir enfermedades zoonóticas; es decir, aquellas que pueden propagarse de animales a humanos. Si un individuo cuida de su mascota de forma apropiada, garantizando que sea vacunada y desparasitada, y que asista con regularidad al veterinario, no solo protege a la mascota, sino que además ayuda a proteger a otros seres humanos y animales en su entorno.

Asimismo, la esterilización es un método para controlar el crecimiento demográfico y también se incluye en una estrategia de salud pública. La multiplicación de animales callejeros puede resultar en problemas de higiene, seguridad y propagación de enfermedades, además del sufrimiento superfluo para los mismos animales.

Bienestar animal y justicia social

El nivel de compasión, justicia y progreso de una sociedad se evidencia en cómo trata a sus animales. La tenencia responsable significa garantizar una vida digna, que incluya no solo lo básico como el alimento y el techo, sino también la atención veterinaria, el ejercicio físico, la estimulación de la mente, la socialización y el cariño.

Una mascota sana y bien cuidada es el resultado de un compromiso que excede lo funcional. Es una señal de respeto hacia la vida no humana y un ejercicio de empatía activa. Por ejemplo, en los niños, la convivencia con animales fomenta valores fundamentales como el respeto, la solidaridad y la responsabilidad.

Cuidar mascotas en casa: un ejemplo claro de responsabilidad social

¿Quieres ver cómo se traduce el cuidado responsable en gestos del día a día? Fíjate en nuestras mascotas domésticas, tanto perros como gatos.

Estos animales tienen la ventaja de estar seguros en el hogar: sin tráfico, peleas con otros animales ni enfermedades del exterior. Sin embargo, también enfrentan sus propios desafíos. Al fin y al cabo, muchos de ellos viven cómodamente, sin necesidad de moverse demasiado y con la comida siempre al alcance.

El problema es que, por naturaleza, la mayoría de nuestras mascotas están diseñadas para una vida más activa. Antes, nuestros perros y gatos corrían, cazaban y exploraban. Hoy, muchos pasan el día entre el sofá y el comedero. Si, además, comen sin control, el sobrepeso puede acumularse sin que nos demos cuenta a tiempo.

La obesidad en mascotas no es solo un tema estético; es un problema de salud serio. Aumenta el riesgo de diabetes, lesiona sus articulaciones y puede acortarles la vida. Y lo peor es que a menudo lo ignoramos, pensando que están “gorditos y lindos”.

La prevención en estos casos empieza por un cambio en la dieta y en la comprensión del cuidado. Alimentarlos no se trata de saciarlos, sino de nutrirlos adecuadamente. Por eso, es clave elegir comida para mascotas formulada específicamente para sus necesidades, con un control de calorías pero ricos en proteínas de alta calidad, fibra para el tránsito intestinal y nutrientes funcionales como ácidos grasos omega-3 y 6, que fortalecen el sistema inmune y cuidan el pelaje. Para aquellos un poco más quisquillosos o gourmets con su dieta, una buena forma de nutrirlos y estimular su interés es por medio de aderezos para croquetas bajos en calorías.

Marcas como Maka, que forma parte de PROAN, están demostrando que hay otra forma de hacer las cosas. No se trata solo de vender alimento para mascotas, sino de hacerlo con propósito. Y eso se nota en cada detalle.

Uno de los proyectos que más me ha llamado la atención es Chantli, un laboratorio de impacto social que crearon para probar sus productos no en condiciones de laboratorio frías, sino en gatos y perros rescatados. Gente de la calle, animales que han sufrido, que ahora tienen una segunda oportunidad —y de paso, ayudan a entender cómo les sienta la comida de verdad.

No es marketing. Es ciencia con corazón: miden la digestibilidad, observan cómo mejora el pelaje, la energía, la salud general. Y eso marca una diferencia enorme. Porque no solo venden un producto, sino que están generando bienestar real, tanto para los animales como para las comunidades que los cuidan.

Implicaciones de la responsabilidad social en la tenencia de mascotas

Cuidar de una mascota no es solo un acto de amor. Es una decisión con consecuencias. Y cada vez más, debería entenderse como una responsabilidad social —no solo con el animal, sino con la comunidad entera.

Querer a tu perro o a tu gato no alcanza. Hoy, querer no basta. Hoy, hay que informarse, comprometerse y actuar con sentido. Tener una mascota es más que darle cariño. Es tomar decisiones diarias que afectan su salud, su comportamiento y su calidad de vida.

Aquí te proporcionamos algunos detalles clave que, con el tiempo, marcan la diferencia:

  • Ir al veterinario no solo cuando hay problema

Es fácil esperar a que el animal se enferme. Pero lo más responsable es prevenir. Controles regulares, vacunas al día, desparasitaciones programadas… Son pasos pequeños que evitan dolores grandes después.

  • Darle de comer con cabeza

No todo lo que dice “premium” es bueno. Cada mascota tiene necesidades distintas: por edad, tamaño, raza, nivel de actividad… Y en el caso de los gatos de interior, elegir bien la comida puede marcar la diferencia entre un gato ágil y uno que apenas puede saltar al sofá por el peso.

  • Moverlos y estimularlos, no solo alimentarlos

Un cuerpo sano necesita movimiento. Y una mente sana, desafíos. Jugar, esconder la comida, cambiar juguetes, darles espacios para trepar o rascar… No es lujo. Es necesario. Sobre todo cuando viven dentro de casa.

  • Que siempre sepan cómo volver a casa

Una placa con nombre y teléfono. Un microchip. Una correa en espacios públicos. Suena obvio, pero cuántos animales se pierden por un descuido. Y muchas veces, nunca regresan.

  • Esterilizar no es opcional, es ético

No se trata de quitarles algo. Se trata de evitar camadas no deseadas, camadas que terminan en la calle, abandonadas, enfermas. Es una de las formas más efectivas de frenar el sufrimiento invisible que pasa a diario.

  • Respetar a los demás

Que tu perro no salte a extraños. Que tu gato no marque territorio en el jardín del vecino. Que no ladre toda la noche. Cuidar de tu mascota también significa cuidar de quienes te rodean. Porque vivimos en comunidad.

La comunidad también gana

Las mascotas bien cuidadas son agentes de cohesión social. Pasear al perro, por ejemplo, propicia encuentros entre vecinos, da pie a conversaciones y reducen el aislamiento social. Los animales facilitan las interacciones humanas fortaleciendo el tejido social.

Además, las acciones de cuidado y bienestar animal propician ambientes de convivencia y respeto por la vida, lo cual se traduce en entornos más pacíficos y colaborativos.

No es un lujo, es responsabilidad

Mantener a tus mascotas sanas no es un lujo ni una simple expresión de cariño: es una responsabilidad social que involucra salud pública, ética, bienestar y comunidad. Las decisiones que tomas en casa respecto al cuidado de tu perro o gato tienen un eco más amplio en el entorno en que vives.

Desde elegir una alimentación adecuada —como lo hace Maka con sus productos para mascotas— hasta cumplir con normas de tenencia responsable, cada acción cuenta. Si queremos sociedades más justas, saludables y empáticas, debemos comenzar también por cómo tratamos a quienes no tienen voz: nuestras mascotas.

Entrevista a Evangelina Gómez-Durañona, Directora Ejecutiva de CERES

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1. CERES cumple 20 años de trabajo en Ecuador. ¿Qué representa este hito para usted y para la organización?

Este aniversario representa mucho más que un número. Son 20 años de compromiso continuo, de aprendizaje colectivo, de articulación y de evolución. CERES nació como una pequeña red con apenas nueve miembros y hoy somos más de 120 organizaciones que creemos firmemente que la sostenibilidad y la responsabilidad social son el camino hacia un Ecuador más justo, ético y resiliente. Nos mueve un propósito en común, Hacer Realidad un Ecuador Sostenible. Nos llena de orgullo mirar atrás y ver el impacto logrado, pero también nos impulsa a mirar hacia adelante con aún más energía.

2. ¿Cuáles considera que han sido los principales logros de CERES en estas dos décadas?

Difícil poderlos resumir, pero sí puedo subrayar que hemos tenido muchos hitos importantes. Entre los más destacados está la implementación en Ecuador del Distintivo ESR®, en alianza con el CEMEFI, que hoy reconoce a empresas socialmente responsables. También la creación de la Escuela de la Sostenibilidad, un espacio formativo clave. Hemos generado más de 2.000 articulaciones, firmado más de 120 convenios de cooperación y capacitado a más de 25.000 personas. Todo esto refleja el esfuerzo colectivo por transformar la gestión empresarial en el país.

Además, con el propósito de acelerar la transición hacia un modelo de desarrollo más sostenible y equitativo en el Ecuador, hemos impulsado la creación de tres clústeres de sostenibilidad: Cambio Climático, Gestión de Riesgos ASG e Inclusión Social. Estos espacios de articulación multisectorial reúnen a representantes del sector privado, la sociedad civil, la academia y el sector público, con el objetivo de generar soluciones concretas, medibles y alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Cada clúster opera bajo una dinámica de colaboración activa, mediante hojas de ruta comunes, talleres técnicos, generación de datos y aportes a políticas públicas. Con esta acción buscamos consolidar una comunidad de acción capaz de incidir de forma real en los grandes desafíos del país, promoviendo un Ecuador más resiliente, inclusivo y responsable.

3. CERES ha trabajado con diversos sectores. ¿Cómo ha sido esa experiencia de articular empresas, ONGs, academia y sector público?

Es un desafío, pero también una de nuestras mayores fortalezas. La sostenibilidad no puede ser abordada desde un solo actor, necesitamos de esta articulación para maximizar el impacto y acelerar el camino hacia la sostenibilidad. Nuestra red es multisectorial, empresas, Ong´s, Academia, creemos en el poder del trabajo colaborativo. A través de más de 400 alianzas estratégicas hemos logrado conectar visiones, sumar capacidades y generar impacto real. Cada sector aporta, capacidades diferenciadas, y una mirada distinta, ambas necesarias para abordar los retos complejos que enfrentamos como sociedad.

4. Mencionó el Distintivo ESR®. ¿Qué representa este reconocimiento para las empresas ecuatorianas?

El Distintivo ESR® es un reconocimiento que valida el compromiso real de las empresas con la responsabilidad social y la sostenibilidad. No se trata de una certificación, sino de un proceso de mejora continua, una evaluación integral que mide el desempeño social, ambiental y de gobernanza. Desde su implementación, hace 5 años, ha motivado e inspirado a muchas organizaciones a ir más allá del cumplimiento legal y a integrar la sostenibilidad como parte central de su estrategia empresarial.

5. CERES también ha promovido iniciativas innovadoras en los últimos años. ¿Podría contarnos más sobre ellas?

Hemos impulsado el ecoetiquetado tipo 1 a través del proyecto EcoAdvance, promoviendo un consumo más consciente. También lanzamos la Plataforma Nacional de Economía Circular, para repensar los modelos de producción y consumo. Y con la creación de REDPRES, buscamos fomentar un periodismo más ético y responsable en torno a temas de sostenibilidad. Todo esto nace de la convicción de que la innovación y la responsabilidad deben ir de la mano.

6. ¿Cuál ha sido el papel de CERES en el posicionamiento del Ecuador en espacios internacionales de sostenibilidad?

Hemos llevado la voz del Ecuador a escenarios internacionales clave. Participamos en la Cumbre de la CELAC en la Unión Europea en 2015, fuimos coanfitriones del CSR Américas 2012, y formamos parte de redes como Forum Empresa, el Consejo Consultivo del BID en Ecuador y la Alliance for Integrity.  Hemos acompañado y fortalecido capacidades de empresas de Perú y Bolivia. Esto no solo visibiliza el trabajo local, sino que nos permite aprender de experiencias globales y traerlas al contexto ecuatoriano.

7. ¿Cómo se proyecta CERES hacia el futuro? ¿Qué viene después de estos 20 años?

Estamos convencidos de que el futuro nos exige aún más compromiso. Queremos seguir ampliando nuestra red, sumar nuevos aliados, profundizar el impacto de nuestras iniciativas y llevar la sostenibilidad a todos los rincones del país. Nos enfocaremos en generar acciones que contribuyan a un Ecuador más equitativo, resiliente y ambientalmente responsable. La sostenibilidad no es una moda, es el único camino hacia un futuro posible.

8. Finalmente, ¿qué mensaje le gustaría dar a las empresas y ciudadanos que aún no se han sumado a esta causa?

Que se unan. La sostenibilidad no es solo responsabilidad de unos pocos. Todos podemos aportar desde donde estamos. Cada acción cuenta, cada decisión suma. En CERES estamos convencidos de que el cambio es posible si lo hacemos juntos. Invitamos a empresas, Ong´s, Academia, Sector público, y a todos los ciudadanos a actuar de manera coherente con lo que el presente y el futuro nos plantea y nos demanda: construir un Ecuador Sostenible.

Sobre CERES

La Corporación Ecuatoriana para la Responsabilidad Social y Sostenibilidad (CERES) es una organización privada, sin fines de lucro, que articula a diversos actores para promover un desarrollo sostenible en Ecuador. Con 20 años de experiencia, se ha consolidado como un referente nacional e internacional en responsabilidad social empresarial.

Clima extremo y radicalización política: un camino financiado por multimillonarios

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En los últimos años, hemos visto cómo el deterioro climático y la polarización social han dejado de ser fenómenos aislados para entrelazarse en un ciclo peligroso. La reciente protesta de extrema derecha en el Reino Unido lo evidenció: no basta con confiar en la ciencia y el ambientalismo para construir un futuro sostenible, también es necesario reconocer cómo intereses políticos y económicos avivan el descontento social.

Este cruce entre crisis ambientales y narrativas radicales ha puesto en el centro a figuras multimillonarias con poder mediático y financiero. La pregunta ya no es solo cómo enfrentamos sequías, incendios o huracanes, sino también cómo desarticulamos las redes de desinformación y odio que se benefician del caos. El vínculo entre clima extremo y radicalización política es una alerta de que el cambio climático no solo se libra en los ecosistemas, sino también en la arena política y social.

Clima extremo y radicalización política: raíces en la crisis ambiental

De acuerdo con The Guardian, al observar la Amazonia brasileña, queda claro cómo décadas de calor y sequía convierten a los bosques en un polvorín. Los árboles, al cerrarse para conservar energía, pierden resiliencia y dejan al ecosistema más vulnerable a incendios devastadores. Esa misma lógica, trasladada a las sociedades, muestra cómo el aislamiento y la hostilidad hacia “el otro” surgen en contextos de estrés ambiental.

En este escenario, discursos que promueven cerrar fronteras o construir muros se fortalecen. Las tensiones sociales, al igual que las hojas que caen en la selva, debilitan la capacidad de los países para encontrar soluciones conjuntas. El clima extremo y la radicalización política son, en este sentido, dos caras de una misma moneda: la incapacidad de sostener la resiliencia colectiva.

Multimillonarios en la retaguardia de la desinformación

La influencia de líderes como Elon Musk no se limita a los negocios tecnológicos. Sus intervenciones públicas y el uso de su red social X han servido para amplificar discursos xenófobos y mensajes alarmistas. Desde financiar a activistas de extrema derecha hasta difundir videos de conflictos interraciales, la estrategia es clara: sembrar miedo y división.

Este patrón también se observa en figuras como Donald Trump, cuyo negacionismo climático convive con políticas que refuerzan visiones apocalípticas y militarizadas del futuro. La paradoja es evidente: mientras minimizan la crisis ambiental, actúan como si se prepararan para un mundo cada vez más hostil e inestable.

El ecofascismo como riesgo emergente

En contextos de tensión climática, el odio contra migrantes y minorías se convierte en un catalizador político. Así nace el ecofascismo, un movimiento que busca culpar a los más vulnerables por la escasez de recursos. El Reino Unido y Estados Unidos son ejemplos de cómo estas narrativas se fortalecen con el financiamiento de sectores ultrarricos.

El clima extremo y la radicalización política avanzan de la mano porque ambos se nutren del miedo. La incapacidad de actuar colectivamente abre la puerta a que “soluciones autoritarias” ganen respaldo social, incluso cuando esas mismas propuestas profundizan las crisis que dicen combatir.

La policrisis: clima, desigualdad y poder concentrado

El verdadero trasfondo no es solo ambiental, sino estructural. La concentración de poder económico en unos pocos multimillonarios ha generado una policrisis donde el clima, la desigualdad y la política se entrelazan. Al financiar movimientos de odio, los ultrarricos desvían la atención de su responsabilidad en la emergencia climática.

Las críticas de líderes religiosos y organizaciones como Oxfam señalan la raíz del problema: no se trata de migrantes ni de ideologías aisladas, sino de un sistema donde quienes más contaminan son también quienes más influyen en la narrativa pública. Ese control erosiona la capacidad colectiva de responder de forma justa y sostenible.

Responsabilidad compartida frente al caos

La relación entre clima extremo y radicalización política es una advertencia de que la crisis climática no puede analizarse solo desde la perspectiva ambiental. Las luchas por un planeta habitable se entrelazan con la defensa de la democracia, la cohesión social y la equidad. Ignorar este vínculo es dejar el terreno libre a quienes lucran con el miedo.

La respuesta requiere tanto innovación tecnológica como voluntad política y compromiso ciudadano. Frenar la desinformación, exigir responsabilidades a los multimillonarios y fortalecer la cooperación internacional son pasos indispensables. Solo así podremos transformar este camino de división y violencia en una ruta hacia la resiliencia y la justicia climática.

Elon Musk impulsa la venta de software de conducción autónoma pese a fallas en seguridad

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Elon Musk ha convertido la conducción autónoma en una de sus principales banderas de negocio. Tesla no solo busca posicionarse como líder en innovación tecnológica, también como la empresa que llevará a la realidad el sueño de los robotaxis y de vehículos personales capaces de conducirse solos. En el centro de esta estrategia se encuentra el software de conducción autónoma, una herramienta que, según Musk, revolucionará la movilidad urbana y la seguridad vial.

Sin embargo, la narrativa de progreso tecnológico choca con un escenario plagado de dudas. Los errores reportados en pruebas recientes, la ausencia de regulación estricta y los accidentes relacionados con esta tecnología ponen en entredicho la verdadera capacidad del sistema. Para Musk, el éxito de esta apuesta tiene un incentivo personal: su millonario paquete salarial está atado a la expansión del uso del FSD (Full Self-Driving). Pero, ¿a qué costo para la sociedad y la seguridad vial?

Software de conducción autónoma: entre la innovación y el riesgo

De acuerdo con Forbes, el software de conducción autónoma de Tesla, rebautizado como “Conducción autónoma total (supervisada)”, ha mostrado fallas preocupantes en condiciones reales. Durante una prueba en Los Ángeles, el sistema ignoró señales de tránsito, no respetó límites de velocidad e incluso omitió detenerse en un cruce peatonal con personas presentes. Estos errores, lejos de ser menores, cuestionan si un producto en tal estado debería comercializarse.

Los críticos señalan que Tesla promociona el sistema como casi independiente, mientras que en sus informes a la NHTSA lo describe como una automatización parcial de Nivel 2, que requiere atención constante del conductor. Esta dualidad ha provocado demandas colectivas y sanciones en algunos estados, acusando a la empresa de prácticas engañosas.

La ausencia de una regulación clara facilita esta contradicción. Los sistemas de asistencia a la conducción no están sujetos a aprobación previa en EE.UU., lo que permite a Tesla comercializar funciones que, en la práctica, aún no garantizan seguridad. En un país donde ya se han registrado decenas de muertes vinculadas al FSD, la falta de supervisión resulta alarmante.

https://twitter.com/elonmusk/status/1906727530607808546

Frente a estos riesgos, surgen preguntas clave: ¿estamos ante una innovación que salvará vidas o frente a un experimento masivo con usuarios como conejillos de indias?

Incentivos económicos por encima de la seguridad

El paquete salarial de Musk incluye metas vinculadas a la puesta en circulación de un millón de robotaxis y la llegada a 10 millones de usuarios de FSD en la próxima década. Estas cifras no solo marcan la visión de negocio de Tesla, sino también la presión que recae sobre el propio Musk para impulsar el software de conducción autónoma a toda costa.

El problema radica en que la monetización parece estar por encima de la seguridad. La suscripción mensual de 99 dólares y el costo inicial de 8,000 dólares convierten al FSD en un producto altamente rentable, independientemente de sus deficiencias. Los accionistas celebran la promesa de crecimiento, pero la sociedad paga el precio de accidentes y fallas técnicas.

Además, los jurados estadounidenses ya han responsabilizado parcialmente a Tesla en accidentes fatales relacionados con Autopilot y FSD. Pese a ello, la compañía sigue expandiendo pilotos de robotaxis, sin detallar qué diferencias existen entre la versión para clientes y la usada en pruebas internas.

La apuesta financiera de Musk evidencia una tensión entre innovación y ética: ¿qué pesa más, los beneficios económicos o la vida de las personas en carretera?

Demandas y escrutinio legal en aumento

Tesla enfrenta un creciente escrutinio legal. En California, las autoridades han cuestionado los nombres “Autopilot” y “Full Self-Driving”, al considerarlos engañosos. Paralelamente, un jurado en Florida obligó a la compañía a pagar 243 millones de dólares por un accidente mortal en 2019, mientras que otras demandas colectivas apuntan a la publicidad exagerada de Musk.

La NHTSA, aunque investiga, no ha establecido normas definitivas para la tecnología de asistencia de Nivel 2. Este vacío permite que Tesla avance en la promoción de su producto, aun cuando persisten evidencias de que el sistema puede poner en riesgo a peatones y conductores.

https://twitter.com/elonmusk/status/1911772010193002581

Los críticos argumentan que Tesla está convirtiendo las calles en un laboratorio de pruebas sin el consentimiento informado de los usuarios. Incluso proyectos piloto en Austin han reportado incidentes en un mismo día, demostrando que el sistema aún dista de ser confiable.

En contraste, empresas como Waymo avanzan con un modelo más transparente: robotaxis totalmente autónomos, pero bajo estrictos controles y supervisión técnica, no comercializados como productos de consumo masivo aún inmaduros.

Software de conducción autónoma y responsabilidad social

El debate no es únicamente tecnológico; también es ético y social. El software de conducción autónoma representa la frontera de la movilidad inteligente, pero también un espejo de cómo las empresas gestionan su responsabilidad frente al riesgo público. Musk defiende la visión de una movilidad más segura y eficiente, pero los hechos demuestran que aún estamos lejos de ese escenario.

La pregunta es clara: ¿puede una compañía priorizar la expansión comercial de un producto con fallas reportadas mientras asume que las consecuencias se resolverán en tribunales? Para la comunidad de responsabilidad social, el caso Tesla es un recordatorio de que la innovación debe caminar de la mano de la transparencia, la regulación y el compromiso con la vida humana.

La innovación bajo cuestionamiento

El caso de Tesla refleja los dilemas que surgen cuando la innovación se adelanta a la regulación. Si bien el potencial del software autónomo es enorme, sus fallas actuales no pueden ser ignoradas. La falta de controles sólidos y la presión económica de Musk para cumplir con sus metas salariales ponen en riesgo no solo la reputación de Tesla, sino la confianza pública en la conducción autónoma.

El desafío es claro: avanzar hacia el futuro de la movilidad sin sacrificar la seguridad ni la ética. Las empresas que realmente quieran liderar este sector deberán demostrar que su compromiso con la sociedad está por encima de los intereses económicos inmediatos. Solo así la promesa de un transporte más seguro y responsable podrá convertirse en una realidad.

LATAM concentra la mayoría de asesinatos contra defensores ambientales

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El 2024 cerró con un dato alarmante: 146 defensores de la tierra y del medio ambiente fueron asesinados o desaparecieron en el mundo, según el último informe de Global Witness. Aunque la cifra representa una disminución respecto a los 196 casos registrados en 2023, el panorama está lejos de ser esperanzador. La organización advierte que la falta de denuncias y los obstáculos para verificar los casos hacen que la magnitud real del problema probablemente sea mucho mayor.

A ello se suma una tendencia preocupante: la diversificación de las tácticas para acallar a quienes alzan la voz en defensa del planeta. No solo hablamos de asesinatos contra defensores ambientales, sino también de criminalización, secuestros y persecución legal. En palabras de Rachel Cox, activista de Global Witness, los gobiernos “están utilizando sus sistemas legales como arma” y, al mismo tiempo, no exigen rendición de cuentas, generando un círculo vicioso de violencia e impunidad.

Latinoamérica: el epicentro de la violencia

De acuerdo con un artículo de TIME, el 82% de los casos documentados en 2024 ocurrieron en Latinoamérica, consolidando a la región como la más peligrosa para quienes defienden el medio ambiente. Colombia encabeza la lista con 48 asesinatos, un tercio del total mundial, seguido por México con 18 y Brasil con 12. Guatemala, por su parte, presentó un aumento drástico: pasó de cuatro casos en 2023 a 20 en 2024, un crecimiento que coincide con los cambios políticos tras la elección de Bernardo Arévalo.

El contexto latinoamericano revela un patrón: en países con transiciones políticas intensas o altos niveles de extractivismo, los ataques se disparan. La historia reciente lo confirma: tanto en Colombia como en Filipinas, los picos de violencia llegaron tras la llegada de presidentes autoritarios, como Iván Duque y Rodrigo Duterte. Este fenómeno refleja la vulnerabilidad de los defensores en contextos donde los intereses económicos y políticos pesan más que los derechos humanos.

Asesinatos contra defensores ambientales ligados a industrias extractivas

La defensa de la tierra se ha convertido en un frente de batalla contra poderosos intereses económicos. En 2023, al menos 29 asesinatos contra defensores ambientales estuvieron vinculados directamente a la minería y a las industrias extractivas, mientras que ocho se relacionaron con la tala de árboles y cuatro con la agroindustria. Más del 62% de los casos estuvieron asociados a disputas por tierras y procesos de reforma agraria.

Estos datos evidencian una realidad que se repite: quienes se enfrentan a proyectos extractivos, ya sea en minería, tala o agricultura intensiva, quedan expuestos a amenazas constantes. Sin mecanismos eficaces de protección ni voluntad política para frenar la violencia, el costo de defender el planeta se convierte, literalmente, en una sentencia de muerte.

El rol de gobiernos y empresas ante la crisis

Global Witness subraya que los asesinatos contra defensores ambientales no ocurren en el vacío. La permisividad de los Estados y la complicidad, directa o indirecta, de las empresas refuerzan este círculo de violencia. La ausencia de rendición de cuentas genera un mensaje devastador: quienes atacan a defensores lo hacen con mínimas consecuencias.

Laura Furones, autora principal del informe, lo expresó con claridad: “Hacer frente a la injusticia nunca debería ser una sentencia de muerte”. Para romper esta dinámica, gobiernos y compañías deben asumir su responsabilidad. Proteger a los defensores no es solo un acto de justicia social, sino una condición indispensable para garantizar la sostenibilidad del planeta y la legitimidad de los modelos de desarrollo.

asesinatos contra defensores ambientales

Más allá de las cifras: la urgencia de la acción

El informe de Global Witness, elaborado desde 2012, no solo contabiliza muertes y desapariciones: pone en evidencia cómo la violencia contra quienes defienden la tierra es una amenaza global con rostro local. Cada número es una vida arrebatada, una comunidad silenciada y un futuro en riesgo. La disminución de casos entre 2023 y 2024 no debe confundirse con progreso, sino con la opacidad de un problema que se esconde tras el miedo y la impunidad.

Frente a esta realidad, las empresas con compromisos en sostenibilidad y los gobiernos con discursos ambientales tienen una oportunidad ineludible: pasar de las declaraciones a la acción. Reconocer y proteger a quienes defienden el planeta es el primer paso para demostrar que los compromisos de responsabilidad social y climática no son una fachada, sino un camino real hacia la justicia y la equidad.

Proteger a quienes nos protegen

La violencia contra defensores ambientales no es un problema ajeno ni aislado; es el reflejo más crudo de las tensiones entre desarrollo económico, derechos humanos y sostenibilidad. Si la región latinoamericana concentra la mayoría de asesinatos, es también porque concentra las mayores disputas por tierra, recursos y poder.

Defender a quienes cuidan nuestro entorno es defender nuestra propia supervivencia. Como sociedad, como gobiernos y como empresas, tenemos la responsabilidad de garantizar que la defensa del planeta deje de ser un riesgo de vida y se convierta en un derecho plenamente protegido. La sostenibilidad no será posible mientras los guardianes del ambiente sigan cayendo en silencio.