Ayer, en la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, se abordaron diversos temas de interés nacional, destacando en particular el futuro de Pemex y la política energética del país. Sin embargo, dentro del discurso oficial y las respuestas a los medios de comunicación, se pueden extraer señales relevantes sobre el posicionamiento del naciente gobierno en materia de responsabilidad social corporativa (RSC) y sustentabilidad.
Sustentabilidad en Pemex: discurso versus objetivos concretos
La retórica gubernamental sigue colocando a la soberanía energética como eje prioritario. Durante la presentación del Plan de Trabajo del Sector Hidrocarburos 2024-2030, se hicieron referencias a una «producción sustentable», la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la mitigación de la quema de gas.
Según lo expresado en la conferencia, Pemex buscará una mayor eficiencia en el aprovechamiento de los recursos naturales y reducirá progresivamente su dependencia del gas y el petróleo en línea con compromisos internacionales. Sin embargo, no se establecieron objetivos concretos de descarbonización ni fechas específicas para su cumplimiento.
El compromiso con la transición energética y las prácticas de economía circular fueron mencionados, aunque con menos énfasis que otros aspectos del sector hidrocarburos. El director de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, destacó la importancia de la autosuficiencia en refinación, producción de fertilizantes y petroquímica, pero solo de manera marginal hizo referencia a la incorporación de energías limpias.
El modelo energético que impulsa la nueva administración mantiene un espacio para la inversión privada, aunque bajo una intervención más regulada del Estado. Este punto será clave para el sector empresarial, ya que podría influir en la manera en que las compañías de energía estructuran sus proyectos en México.
RSC y combate a la corrupción: un mensaje de supervisión más estricta
En cuanto a la agenda de responsabilidad social y combate a la corrupción, Sheinbaum reiteró su compromiso con la transparencia en los contratos públicos y la supervisión de empresas estatales. En varias ocasiones, mencionó que su administración se enfocará en garantizar que las inversiones públicas y privadas cumplan con criterios de legalidad y ética empresarial, lo que podría anticipar un mayor escrutinio sobre compañías con operaciones en México.
Este enfoque se suma a declaraciones previas sobre fortalecer el papel de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Secretaría de la Función Pública en la prevención de prácticas irregulares en concesiones y licitaciones. La presión hacia las empresas en temas de cumplimiento y transparencia se incrementará, especialmente en sectores con alta participación gubernamental como la energía, infraestructura y salud.
Desde la redacción opinamos que…
Desde la perspectiva de la RSC y la sustentabilidad, el gobierno de Sheinbaum parece seguir la línea de fortalecer el papel del Estado en sectores estratégicos, pero sin un énfasis claro en el cumplimiento de metas ambientales ambiciosas. Hasta ahora, la agenda de sustentabilidad corporativa no ha sido mencionada explícitamente dentro de sus planes de gobierno, lo que deja abierta la interrogante sobre si se establecerán incentivos o regulaciones más estrictas en esta materia.
Las empresas con operaciones en México deberán interpretar estos mensajes y ajustar sus estrategias en consecuencia. Identificar, escuchar, entender y atender las señales sustentables de la Presidencia será clave para alinear la agenda de sustentabilidad con las prioridades gubernamentales.
* Con información obtenida de la Versión estenográfica. Conferencia de prensa de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo del 12 de febrero de 2025
