La violencia social es consecuencia de un contexto de inequidad en el país que se caracteriza por la falta de garantías de los derechos humanos, sobre todo los de la infancia, advirtió Saúl Sánchez Jiménez, coordinador de Asuntos Jurídicos de Save The Children México.
Señaló que el incremento de este fenómeno afecta a los menores, quienes, además de ser víctimas, en ocasiones son testigos de crímenes de alto impacto. La violencia, dijo, está permeando en las familias, y en los niños particularmente.
“Si los menores observan cuando están levantando a otra persona cerca de su escuela, presencian una balacera o ven a un muerto en su colonia, esto es un caldo de cultivo para que esa violencia social se reproduzca en los contextos donde los niños se desarrollan. Los niños aprenden con el ejemplo y ese es el ejemplo que lamentablemente están viendo, normalizando y naturalizando. Esto es inaceptable.”
Abundó que la violencia contra la infancia, así como su ocurrencia en el hogar y escuela ha sido invisibilizada por años, es un problema de la sociedad y el Estado está obligado a diseñar políticas públicas para resarcir el daño al tejido social.
“Desde la perspectiva de Save The Children, estas políticas deben ir encaminadas a implementar de manera efectiva las garantías de los menores que están en la Convención de los Derechos de los Niños –de la que México es miembro– y que obliga a los países que la ratificaron a protegerlos de la violencia”.
Por separado, Álvaro Marchesi, secretario general de la Organización de los Estados Iberoamericanos, dijo que la inseguridad en países como México repercute en algunos sectores de alumnos, quienes tienen temor de ir a la escuela, porque no tienen un clima de tranquilidad para estudiar. A veces los alumnos se incorporan a pandillas y dejan la escuela. No no engañemos: la violencia es la expresión de una sociedad muy desigual que no da oportunidades.
Respecto del acoso escolar respondió que surge porque la sociedad es violenta, haga usted lo que haga la sociedad resuelve muchos de sus problemas con la violencia.
Fuente: La Jornada
