PORTAL IMPULSADO POR LAS EMPRESAS RESPONSABLES:

- Advertisement -
NoticiasAmbientalGracias al cambio climático

Gracias al cambio climático

México tendrá que asumir un mandato preciso y verificable de abatir la deforestación neta, tal vez a cero.
No es una provocación: el cambio climático traerá grandes beneficios a México. Por una parte, como se ha insistido en esta columna, obligará a reformas estructurales en el sector energético, y en el ámbito fiscal.

Por la otra, nos forzará a resolver en serio y de una vez por todas uno de los peores estigmas del subdesarrollo -la deforestación- y a revertir sus conocidas y dramáticas secuelas en cuanto a biodiversidad, hidrología, recursos naturales y servicios ambientales.
Tendremos que hacer lo que hasta ahora, por ingenuidad, indiferencia o incompetencia, hemos eludido.

Copenhague no fue un fracaso; entre otras razones, porque insertó explícitamente en el acuerdo final el tema de la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD), que representa casi la quinta parte de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en el mundo. México tendrá que asumir un mandato preciso y verificable de abatir la deforestación neta, tal vez a cero, durante la próxima década; algo que ningún gobierno en este país, ni ninguna entidad a cargo de la política forestal se ha planteado.

En algún sentido es una pena que esto sea producto de la imposición internacional y no de una decisión propia de política pública, pero no lo lamentemos, no estamos para tanta dignidad; menos aun cuando las cosas ya se han puesto en marcha.

En efecto, la Comisión Nacional Forestal ha tenido que desarrollar -conjuntamente con otras entidades- la propuesta de México sobre Habilitación y Preparación para REDD (Readiness Preparation Proposal), que es en apariencia un ejercicio críptico y burocrático. Pero sólo en apariencia.

Una vez que inicie su implementación en los próximos años y como parte de los compromisos de México para el régimen post 2012 del Protocolo de Kyoto, representará una transformación radical en la visión y en el control territorial por parte del Estado, ni más ni menos. Significa cambiar de fondo procesos agrarios, repensar la cultura campesina e insertar nuevos códigos de legalidad en el campo mexicano. ¿Cómo?
REDD implicará:

1) Un diagnóstico formal sobre las dinámicas territoriales y políticas y las instituciones formales e informales que explican la deforestación y la degradación.

2) Escenarios precisos de referencia en materia de uso del suelo, deforestación y emisiones.
3) Modelos econométricos de riesgo y proyección a partir de correlaciones espaciales.

4) Capacidades inéditas de monitoreo basadas en sofisticados sistemas satelitales de percepción remota (imágenes, clasificación y algoritmos) e integradas con esquemas de verificación y reporte de acceso público vía Internet.

5) Definición clara de derechos de propiedad en el campo.

6) Cálculo de costos de oportunidad para REDD.

7) Sistemas contractuales a largo plazo para el pago a los propietarios rurales por deforestación evitada y captura de carbono.

8) Realineación de las políticas de subsidio de Sagarpa.

9) Financiamiento estable y suficiente, público y privado.

10) Vigilancia efectiva para el cumplimiento de los contratos en las propiedades colectivas -será necesario crear una fuerza especializada en la Policía Federal.

11) Multiplicación de nuevas Áreas Naturales Protegidas y corredores biológicos; y desde luego:

12) Construcción de las capacidades institucionales y políticas requeridas.

Casi nada. Enhorabuena por el cambio climático.

El Economista, Empresas y Negocios, pág. 27
Puede leer la nota completa dando Click sobre la imagen para ampliar

gracias

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

PLATIQUEMOS EN REDES SOCIALES

Lo más reciente

DEBES LEER

TE PUEDE INTERESAR