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Cómo las empresas ganan confianza al reconocer sus errores

En el mundo corporativo, reconocer los errores sigue siendo un acto poco común. Muchas organizaciones optan por el silencio o la negación, temiendo dañar su reputación. Sin embargo, las empresas ganan confianza cuando deciden asumir la responsabilidad de sus fallos, transformando un posible daño en una oportunidad para fortalecer la relación con sus grupos de interés. Admitir errores no es una muestra de debilidad, sino de madurez institucional y transparencia.

En el ámbito de la sostenibilidad, el error es parte natural del proceso de aprendizaje. Las empresas que trabajan por ser más sostenibles enfrentan retos constantes: desde la medición de sus impactos hasta la implementación de políticas éticas y ambientales. Reconocer los desaciertos permite ajustar estrategias, mejorar resultados y mostrar que el compromiso con el cambio es genuino. Por eso, las empresas ganan confianza cuando comunican con honestidad lo que no salió bien y lo que están haciendo para corregirlo.

A diferencia de la antigua visión corporativa basada en la perfección y la imagen impecable, hoy las audiencias valoran la autenticidad. En un contexto donde la transparencia es un valor cada vez más exigido, aceptar los errores puede ser más poderoso que esconderlos. Este tipo de prácticas fortalecen la reputación, generan credibilidad y, sobre todo, abren la puerta a un diálogo más honesto con la sociedad y los consumidores.

4 maneras en que las empresas ganan confianza al comunicar sus errores

1. Demostrando coherencia entre discurso y acción

Cuando una empresa reconoce públicamente un error, demuestra que sus valores no son solo palabras en un reporte. Esa coherencia entre lo que dice y lo que hace tiene un peso enorme en la construcción de reputación. Aceptar un fallo y tomar medidas correctivas refuerza la autenticidad del discurso corporativo, mostrando que hay un compromiso real con la mejora continua.

Esta práctica es particularmente relevante en sostenibilidad, donde las expectativas sobre ética y responsabilidad son altas. Las empresas ganan confianza al evidenciar que sus decisiones son consistentes incluso en momentos difíciles. Reconocer errores también puede inspirar a otras organizaciones a actuar con mayor integridad y a comprender que la perfección no es el objetivo, sino el progreso.

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2. Fortaleciendo la relación con los grupos de interés

Los consumidores, colaboradores e inversionistas valoran la transparencia. Cuando una empresa comunica con honestidad sus desafíos y aprendizajes, genera empatía y credibilidad. En lugar de dañar la relación, la honestidad fortalece los lazos y promueve un sentido de comunidad y confianza mutua.

Las empresas ganan confianza al abrir canales de comunicación con sus stakeholders, invitándolos a formar parte del proceso de mejora. Este diálogo honesto permite que las soluciones se construyan de manera colaborativa y que el compromiso con la sostenibilidad sea compartido. Reconocer los errores, por tanto, se convierte en una herramienta de participación y corresponsabilidad social.

3. Reforzando la cultura de mejora y aprendizaje

Reconocer un error dentro de una organización fomenta una cultura interna donde aprender es más importante que castigar. Esta mentalidad impulsa la innovación, el pensamiento crítico y la disposición a experimentar nuevas soluciones. Al admitir fallos, las empresas demuestran que los errores pueden ser motores de evolución y no obstáculos.

Las empresas ganan confianza también desde dentro, cuando su personal siente que puede aprender sin miedo al señalamiento. En contextos corporativos donde la sostenibilidad requiere creatividad y adaptación, admitir fallas abre espacio a la mejora constante. El aprendizaje organizacional se fortalece cuando el error se ve como parte del crecimiento, no como una amenaza.

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4. Generando transparencia en sus informes y comunicación

La rendición de cuentas es una de las piedras angulares de la sostenibilidad. Las empresas que incluyen en sus reportes los errores, retrasos o dificultades que enfrentaron transmiten una imagen más humana y creíble. Este tipo de comunicación no solo evita críticas futuras, sino que anticipa posibles riesgos reputacionales.

Las empresas ganan confianza al incluir indicadores de desempeño que reflejan tanto los avances como los desafíos. Mostrar un panorama completo —no solo los logros— es una señal de madurez institucional. En la era de la información, las audiencias detectan fácilmente los discursos maquillados; por eso, la transparencia genuina sigue siendo la estrategia más efectiva.

El valor reputacional de reconocer los errores

Diversos estudios sobre confianza corporativa demuestran que las marcas percibidas como “honestas y transparentes” tienen más de fidelidad entre sus consumidores. En el ámbito de la responsabilidad social, esto se traduce en aliados más comprometidos, inversionistas más informados y clientes más leales. Cuando una empresa admite un fallo y lo convierte en una oportunidad de mejora, su reputación se fortalece.

La sostenibilidad no se trata de ser perfectos, sino de ser auténticos y consistentes. Las empresas que comunican sus errores con responsabilidad envían un mensaje poderoso: el cambio real requiere valentía, autocrítica y disposición al diálogo. En un entorno donde los consumidores valoran la honestidad por encima de la imagen, las empresas ganan confianza precisamente cuando dejan de ocultar sus vulnerabilidades.

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La honestidad como estrategia de crecimiento

Reconocer los errores es un acto de valentía empresarial que transforma la percepción pública. En la era de la información, donde todo se analiza y comparte, las organizaciones no pueden sostener una imagen de perfección sin caer en la desconfianza. Al aceptar sus fallos, las empresas ganan confianza porque muestran compromiso, transparencia y capacidad de evolución.

Lejos de ser una amenaza, admitir errores es una oportunidad para conectar con la sociedad desde la autenticidad. En el futuro, las compañías más respetadas no serán las que aparenten no equivocarse, sino las que sepan comunicar sus imperfecciones con ética y responsabilidad. La confianza, después de todo, se construye más con verdad que con perfección.

7 beneficios de implementar políticas de igualdad de género en el trabajo

Durante las últimas décadas, las empresas han comprendido que promover la equidad no solo es un tema ético, sino también estratégico. Implementar políticas de igualdad de género impulsa la productividad, mejora el clima laboral y fortalece la reputación corporativa. Sin embargo, aún existen organizaciones que ven este tema como una obligación legal y no como una ventaja competitiva.

Las brechas de género persisten en múltiples niveles: desde los salarios hasta las oportunidades de liderazgo. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, se necesitarán más de 130 años para cerrar completamente la brecha de género a nivel global si no se actúa con decisión. Por eso, las empresas deben adoptar políticas integrales que garanticen igualdad de oportunidades y eliminen sesgos estructurales.

En el entorno actual, la sostenibilidad y la diversidad están entrelazadas. Ninguna estrategia de responsabilidad social es completa sin abordar la equidad entre hombres y mujeres. Incorporar políticas de igualdad de género no solo mejora la cultura organizacional, sino que también potencia la innovación, la retención del talento y el impacto social positivo.

7 beneficios de implementar políticas de igualdad de género en el trabajo

1. Aumenta la productividad y la innovación

Diversos estudios han demostrado que los equipos diversos son más creativos y eficientes. Cuando las mujeres participan en la toma de decisiones, las empresas logran resultados más equilibrados y soluciones más innovadoras. La diversidad de perspectivas fomenta un pensamiento más crítico y una resolución de problemas más eficaz.

Las políticas de igualdad de género crean entornos donde las ideas de todos los colaboradores son escuchadas y valoradas. Esto mejora la colaboración, la adaptabilidad y la competitividad. De acuerdo con McKinsey, las empresas con mayor diversidad de género en sus equipos directivos son un 25 % más propensas a tener un rendimiento financiero superior al promedio.

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2. Mejora el clima laboral

Un entorno laboral equitativo reduce tensiones, conflictos y desigualdades. Cuando las personas sienten que su trabajo es valorado por igual, aumenta el sentido de pertenencia y compromiso con la empresa. La igualdad, además, promueve una cultura de respeto que repercute en todas las áreas de la organización.

Las políticas de igualdad de género ayudan a construir espacios más justos, donde las oportunidades no dependen del género, sino del talento y la capacidad. Esta equidad repercute directamente en la satisfacción laboral y en la reducción de la rotación de personal. Una empresa que cuida la equidad cuida también su capital humano.

3. Fortalece la reputación corporativa

Las empresas que promueven la equidad son vistas como más responsables y éticas ante la sociedad. En un mercado donde los consumidores valoran la coherencia entre los valores y las acciones, la reputación se convierte en un activo estratégico. Además, los inversionistas y socios prefieren colaborar con compañías comprometidas con la inclusión.

Aplicar políticas de igualdad de género comunica un mensaje claro: la organización actúa con responsabilidad social y visión de futuro. Estas políticas generan confianza y atraen tanto a clientes como a talento diverso. A largo plazo, la reputación positiva se traduce en mayor competitividad y sostenibilidad empresarial.

4. Potencia el liderazgo femenino

Promover la igualdad no es solo contratar más mujeres, sino ofrecerles oportunidades reales de desarrollo. Las empresas que impulsan programas de mentoría, ascenso y liderazgo femenino logran una mayor representación en sus niveles directivos. Este equilibrio aporta estabilidad y mejora la toma de decisiones.

Las políticas de igualdad de género permiten detectar y eliminar barreras invisibles que frenan el crecimiento profesional de las mujeres. Al abrir estos espacios, las organizaciones no solo corrigen desigualdades históricas, sino que enriquecen sus equipos con perspectivas diversas y estilos de liderazgo más empáticos e inclusivos.

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5. Aumenta la atracción y retención de talento

Las nuevas generaciones valoran profundamente la equidad y la diversidad. Los jóvenes prefieren trabajar en empresas donde se respeten los derechos laborales y se garantice un trato justo. Esto convierte a la igualdad de género en un factor clave de atracción de talento.

Las políticas de igualdad de género mejoran la retención, reducen la fuga de talento y fortalecen la lealtad hacia la marca empleadora. Cuando las personas sienten que pueden crecer profesionalmente sin discriminación, su motivación y compromiso aumentan. Las empresas inclusivas son, por definición, más humanas y sostenibles.

6. Mejora el cumplimiento normativo y reduce riesgos

Adoptar políticas de equidad no solo es una buena práctica, también es un requisito legal en muchos países. Las empresas que implementan mecanismos de prevención de acoso, igualdad salarial y conciliación laboral- familiar reducen riesgos legales y reputacionales.

Las políticas de igualdad de género garantizan que la organización opere bajo principios éticos y de justicia social. Además, permiten anticiparse a posibles sanciones o conflictos laborales. Cumplir con la legislación es importante, pero ir más allá de ella —integrando la igualdad como parte del ADN empresarial— es lo que marca la diferencia.


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7. Impulsa el desarrollo sostenible

La igualdad de género está directamente vinculada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, particularmente con el ODS 5. Promover la equidad en el trabajo tiene un efecto multiplicador en la economía, la educación y la reducción de la pobreza.

Al aplicar políticas de igualdad de género, las empresas contribuyen a un cambio estructural que trasciende sus propias operaciones. Invertir en igualdad es invertir en progreso social. A nivel global, se estima que cerrar las brechas de género podría incrementar el PIB un 20% , según el Banco Mundial.

Más allá de la equidad: una cuestión de sostenibilidad corporativa

Implementar políticas de equidad no solo beneficia a las personas, sino también a la sostenibilidad del negocio. La igualdad fortalece la gobernanza, fomenta la innovación social y refuerza la resiliencia organizacional. Cuando una empresa integra la equidad de género en su estrategia, se convierte en un agente de cambio que impulsa un futuro más justo y equilibrado.

Además, las políticas de igualdad de género alinean a las organizaciones con los estándares internacionales de derechos humanos y sostenibilidad, como los Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. En un contexto global donde la transparencia y la rendición de cuentas son esenciales, las empresas con prácticas inclusivas están mejor preparadas para enfrentar los desafíos del siglo XXI.

Igualdad, el camino hacia empresas más humanas

La igualdad de género no es solo una meta social, sino una estrategia inteligente de desarrollo organizacional. Las empresas que aplican políticas de igualdad de género fortalecen su reputación, atraen talento diverso y contribuyen al bienestar colectivo. Más allá de una obligación, es una oportunidad de construir entornos más justos, creativos y sostenibles.

El futuro empresarial pertenece a las organizaciones que entienden que el progreso se alcanza con inclusión. Fomentar la equidad no solo cambia las cifras, cambia las culturas. Porque cuando hombres y mujeres tienen las mismas oportunidades, las empresas y las sociedades enteras avanzan.

Musk afirma que el robot Optimus podría erradicar la pobreza en el mundo

Durante una conferencia con analistas y medios, Elon Musk aseguró que el robot Optimus y la conducción autónoma marcarán el inicio de una nueva era: una en la que la pobreza podría desaparecer y todos tendrían acceso a “la mejor sanidad”. De acuerdo con información de Forbes, el CEO de Tesla describió este avance como parte de una “abundancia sostenible”, señalando que la compañía está en un punto de inflexión en su incorporación de inteligencia artificial (IA) en el mundo real.

Aunque los resultados financieros recientes mostraron una caída del 37 % en los beneficios del fabricante, Musk redobló su apuesta tecnológica, afirmando que Tesla es “el líder en el campo de la IA aplicada” y que “nadie puede hacer lo que podemos hacer en el mundo real”. Sin embargo, sus afirmaciones sobre cómo el robot Optimus acabaría con la pobreza global quedaron sin detalles concretos, lo que ha generado tanto expectativa como escepticismo.

De la movilidad al humanismo digital

Elon Musk presentó el robot Optimus no solo como un hito de ingeniería, sino como un agente de cambio social y afirmó: 

“Creemos que con Optimus y la conducción autónoma se puede crear un mundo sin pobreza”.

Según Musk, la visión de Tesla se expande más allá de los autos eléctricos hacia una revolución humanista impulsada por la automatización inteligente.

Este planteamiento propone que la robótica avanzada podría liberar a la humanidad del trabajo manual y crear un entorno donde los recursos básicos —como la alimentación, la vivienda y la atención médica— sean accesibles para todos. Para Musk, el robot Optimus no solo simboliza eficiencia, sino también equidad.

“Optimus será un increíble cirujano, por ejemplo”, adelantó, sugiriendo un futuro donde los robots realicen tareas críticas con precisión médica.

No obstante, esta promesa de “abundancia sostenible” ha despertado debate entre expertos en responsabilidad social y ética tecnológica. El interrogante no es si los robots pueden hacerlo, sino cómo garantizar que su desarrollo y distribución reduzcan las desigualdades existentes en lugar de ampliarlas.

Entre la promesa y el riesgo del robot Optimus

El propio Musk reconoció que “llevar Optimus al mercado es una tarea increíblemente difícil”. El mayor desafío técnico, explicó, radica en dotarlo de manos “tan diestras y capaces como las humanas”. Tesla planea presentar la versión V3 del robot Optimus en 2026, que, según Musk, “no parecerá un robot, sino una persona en un traje de robot”.

Sin embargo, analistas del sector advierten que el entusiasmo de Musk contrasta con la falta de información sobre el impacto social y laboral de una automatización masiva. Si los robots reemplazan tareas humanas, ¿qué ocurrirá con millones de empleos dependientes de la manufactura o los servicios básicos?

Expertos en sostenibilidad tecnológica como Kate Crawford, de la Universidad del Sur de California, subrayan que “la automatización sin políticas redistributivas sólidas no erradica la pobreza, la concentra”. En este sentido, el robot Optimus podría ser tanto un símbolo de progreso como una advertencia sobre el uso ético de la inteligencia artificial.

Tecnología en un contexto de desconfianza

Las afirmaciones de Musk llegan en un momento en que Tesla enfrenta tensiones legales y reputacionales. La compañía se encuentra bajo una demanda colectiva presentada por accionistas que la acusan de fraude por presuntamente falsear los datos de los robotaxis. Musk evitó responder preguntas sobre estos temas durante la teleconferencia, lo que incrementó la percepción de opacidad.

Esta situación plantea una contradicción entre el discurso utópico del empresario y la realidad corporativa. Mientras Tesla busca posicionarse como líder en innovación responsable, los cuestionamientos sobre transparencia, cumplimiento normativo y seguridad tecnológica persisten.

Expertos como el economista David Autor, del MIT, señalan que las declaraciones grandilocuentes deben ir acompañadas de estándares que garanticen un proceder ético :

“No basta con prometer un futuro sin pobreza si no se detallan mecanismos éticos y sostenibles para alcanzarlo”. 

De la automatización a la inclusión social

Si bien la automatización avanzada podría transformar la productividad global, el reto principal sigue siendo cómo distribuir sus beneficios. Organismos internacionales como la OIT advierten que la robótica industrial y de servicios requiere estrategias claras de reentrenamiento laboral y marcos de protección social robustos.

El discurso de Musk sobre el robot Optimus abre la puerta a una conversación urgente sobre el papel de las empresas tecnológicas en la justicia social. ¿Podría Tesla integrar criterios ESG que garanticen que su innovación contribuya efectivamente a reducir la pobreza estructural?

En un escenario ideal, la IA y los robots humanoides no reemplazarían a los trabajadores, sino que los liberarían de tareas riesgosas, permitiendo un enfoque más humano en la atención, la creatividad y la educación. Sin embargo, la falta de políticas públicas y alianzas con el sector social deja esta posibilidad en el terreno de la especulación.

¿Utopía o nuevo paradigma de desarrollo?

Las palabras de Elon Musk sobre el robot Optimus invitan a reflexionar sobre la delgada línea entre la innovación visionaria y la retórica corporativa. Si la promesa de “abundancia sostenible” se cumple, Tesla podría redefinir el concepto de progreso económico y bienestar social en el siglo XXI.

Pero el desafío radica en transformar la ambición tecnológica en un compromiso social tangible. Sin una estrategia ética global que vincule la automatización con la reducción de desigualdades, el robot Optimus corre el riesgo de ser más un emblema de privilegio tecnológico que una herramienta real para erradicar la pobreza.

Scotiabank y Claudia Sheinbaum dialogan sobre desarrollo sustentable y competitividad regional

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El encuentro subraya la importancia del sector financiero en la integración económica de Norteamérica bajo un enfoque de sostenibilidad y prosperidad compartida.

En un momento en que México busca consolidarse como centro estratégico para la inversión y la competitividad de América del Norte, Scott Thomson, presidente y CEO global de Scotiabank, sostuvo una reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en Palacio Nacional.

Durante el encuentro se abordaron los avances del Plan México, una iniciativa del Gobierno Federal orientada a fortalecer el corredor comercial trilateral entre Canadá, Estados Unidos y México, atrayendo inversión responsable y promoviendo un crecimiento económico sustentable.

Finanzas sostenibles para una región más inclusiva

Scotiabank reafirmó su compromiso de acompañar el desarrollo de la región a través de soluciones financieras con criterios ESG, orientadas a:

  • Impulsar la inclusión financiera, especialmente de pequeñas y medianas empresas.
  • Fortalecer las cadenas de valor sostenibles que contribuyan a la competitividad regional.
  • Financiar la transición energética y proyectos que aceleren la reducción de emisiones.

En palabras de su CEO global, Scott Thomson, “el futuro económico de Norteamérica debe construirse sobre bases sostenibles, con instituciones financieras que integren criterios ESG en su operación, inversión y relación con las comunidades”.

Scotiabank Sheinbaum

El rol de la banca en la sostenibilidad regional

El diálogo contó con la participación de Edgar Amador, Secretario de Hacienda y Crédito Público; María del Carmen Bonilla, Subsecretaria de Hacienda y Crédito Público; y los líderes de Scotiabank Francisco Aristeguieta y Pablo Elek, quienes destacaron que la integración económica debe ir acompañada de una agenda ambiental y social robusta, capaz de generar bienestar compartido y crecimiento a largo plazo.

Este tipo de encuentros confirman una tendencia cada vez más clara: las decisiones de política económica y la agenda ESG comienzan a converger. En este contexto, la presencia del CEO de Scotiabank, el banco canadiense con mayor presencia internacional, subraya el rol estratégico de Canadá en la integración económica de Norteamérica y la necesidad de que los grandes corporativos, como representantes clave de la inversión trilateral, desempeñen un papel fundamental no solo en la inyección de capital, sino también en la transición hacia modelos económicos más responsables y resilientes.

3 maneras en que Volkswagen de México impulsa la reducción de emisiones como parte de su compromiso ambiental

La industria automotriz atraviesa un momento clave para el futuro de la producción. La necesidad de reducir el impacto ambiental ha llevado a los fabricantes a redefinir sus procesos y adoptar soluciones más sustentables. En este panorama, México juega un papel clave como hub de producción regional y global para Volkswagen, donde el reto no solo está en innovar, sino en hacerlo de manera sostenible.

En 2024, el sector en el país avanzó en su recuperación, con un crecimiento del 5.6% en producción y un incremento del 9.8% en ventas internas a nivel nacional, de acuerdo con datos publicados por el INEGI. Sin embargo, uno de los principales desafíos es la descarbonización. En este escenario, Volkswagen de México ha implementado estrategias para la reducción de emisiones como parte de su compromiso ambiental.

El país se posiciona como un pilar estratégico, donde nuestra capacidad manufacturera y talento humano nos han permitido liderar la transformación hacia escenarios más sustentables. Por ello, en Volkswagen de México trabajamos con una visión clara en el presente y de cara al futuro: cada inversión, cada innovación y cada decisión debe estar alineada con la reducción de emisiones y el desarrollo de soluciones más limpias para la movilidad del futuro, pues nuestro objetivo es ser una empresa con balance de carbono neutral en todas las fases para el año 2050, con objetivos parciales”, comentó Holger Nestler, Presidente & CEO de Volkswagen de México.

Con esto en mente, Nestler comparte las formas en que la armadora alemana impulsa la reducción de emisiones en la producción automotriz a nivel nacional:

1. Proyectos de conservación ecológica

Reducir las emisiones no solo implica cambiar la forma en que se fabrican los vehículos, sino también proteger y restaurar el entorno natural afuera. Por ello, Volkswagen de México ha desarrollado iniciativas de conservación en diferentes ecosistemas del país, con un enfoque integral en la reforestación y la protección de la biodiversidad.

Por más de 15 años, la compañía ha trabajado en la conservación de más de 4,000 hectáreas en proyectos de conservación ecológica en Áreas Naturales Protegidas de los estados de Puebla y Guanajuato, donde operan sus plantas de producción de vehículos y de motores. Proyectos como el de Izta-Popo, Bambú, Selva Baja y Cuenca de la Esperanza y Cuenca de la Soledad han permitido la siembra de más de 400,000 árboles y la inclusión de especies endémicas, lo que ayuda a capturar CO₂ y restaurar zonas clave.

2. Producción sostenible: innovación para reducir emisiones

La manufactura de vehículos representa una de las principales fuentes de emisiones en la industria automotriz. Para reducir su impacto, la armadora alemana ha implementado procesos más eficientes y tecnologías limpias en sus plantas de producción. Un ejemplo es la nueva nave de pintura en la planta de Puebla, la primera del Grupo Volkswagen en el mundo con una operación 100% eléctrica, inaugurada en enero de 2025 y que a la fecha ha alcanzado su primer hito: la producción de hasta 1,200 carrocerías por día.

Esta nueva nave, que elimina el uso de gas natural, logra la reducción de 29,000 toneladas de CO₂ al año. Además, incorpora sistemas de alta eficiencia que disminuyen el consumo energético en un 22% por vehículo producido. 

3. Proveeduría y cadena de suministro

El impacto ambiental de un vehículo no solo depende de su producción, sino también de los insumos y materiales utilizados. Por este motivo, Volkswagen de México trabaja en estrecha colaboración con su red de proveedores para establecer estándares de sostenibilidad en toda la cadena de suministro, a nivel local, regional y global.

Actualmente, el 79% de los proveedores de la compañía cuenta con una calificación positiva en sostenibilidad mediante un programa que establece estándares claros para derechos humanos, condiciones laborales, salud y seguridad, medio ambiente y ética comercial entre los socios. Además, incluye herramientas de autoevaluación, auditorías específicas y capacitaciones para reforzar el cumplimiento en estas áreas.

La reducción de emisiones en la industria automotriz no es un esfuerzo aislado, sino un proceso continuo que requiere compromiso y colaboración. La transformación del sector en México avanza con iniciativas que buscan un equilibrio entre innovación y responsabilidad ambiental. En esta evolución, el enfoque no solo debe estar en el destino, sino en el camino hacia una movilidad más sustentable”, concluye Holger Nestler.

Taylor Swift desata una ola de donaciones con una simple camiseta

A veces basta un gesto mínimo para transformar el destino de una causa ambiental. Así ocurrió cuando la playera de nutrias de Taylor Swift, usada por la cantautora durante la fiesta de lanzamiento de su nuevo álbum The Life of a Showgirl, logró lo impensable. La prenda, diseñada hace más de tres décadas por el Acuario de la Bahía de Monterey, se volvió viral entre sus fanáticos y provocó un fenómeno de recaudación sin precedentes.

En apenas 48 horas, el acuario recaudó más de 2 millones de dólares destinados a la conservación de nutrias marinas. Lo que comenzó como una simple elección de vestuario se convirtió en una ola global de apoyo a la vida marina, impulsada por el poder mediático de una figura que, sin proponérselo, volvió a demostrar la influencia positiva que puede tener una celebridad cuando elige con conciencia.

El origen de la playera de nutrias de Taylor Swift

La playera de nutrias de Taylor Swift mostraba a dos de estos ejemplares flotando sobre su espalda, una imagen icónica que en los noventa ayudó al acuario californiano a promover su programa de conservación. Swift la usó durante un evento de lanzamiento, lo que desató una fiebre instantánea entre los Swifties que comenzaron a buscarla en línea y contactar directamente al acuario.

Liz MacDonald, directora de estrategia de contenido del Acuario de Monterey, relató que el teléfono “no dejaba de sonar” hasta que decidieron relanzar la prenda en una campaña especial. En un gesto simbólico, la meta de recaudación fue de 1.3 millones de dólares, cifra que hacía alusión al número favorito de la cantante: el 13.

El entusiasmo de los fans superó toda expectativa. En menos de ocho horas, la campaña había alcanzado su objetivo, con ventas que promediaban 100,000 dólares cada 15 minutos. Quienes donaron al menos 65.13 dólares recibieron una camiseta conmemorativa y la satisfacción de contribuir a la conservación de una especie vulnerable.

Según información de NBC News, para el viernes por la tarde, el monto recaudado ya superaba los 2 millones de dólares, marcando uno de los casos más impactantes de filantropía espontánea inspirada por una figura del entretenimiento global.

Un misterio y una historia con sentido ambiental

Aún no está claro cómo Swift consiguió una camiseta que dejó de producirse hace más de 30 años, cuando ella tenía apenas tres. Aunque se sabe que visitó Carmel junto a su prometido, Travis Kelce, el acuario no tiene constancia de que la pareja haya pasado por su tienda. Pero lo cierto es que su aparición pública con la prenda fue suficiente para reavivar la causa.

En el podcast New Heights, donde anunció su nuevo álbum, Swift y Kelce bromearon sobre su amor por las nutrias y los videos que ella suele enviarle. Esa conexión emocional pudo haber sido el origen de la elección de la camiseta, o quizá un guiño a la nutria Opal, nombrada por votación de los fans del acuario y relacionada con la piedra de nacimiento de Kelce.

Lo importante, sin embargo, es el resultado: una ola de conciencia ambiental impulsada por un símbolo cultural. El fenómeno demostró que la combinación entre narrativa personal, autenticidad y propósito puede ser una herramienta poderosa de cambio.

Para el Acuario de Monterey, esta experiencia representó no solo una recaudación récord, sino una oportunidad de conectar con nuevas generaciones interesadas en causas ecológicas y en el impacto tangible de sus aportaciones.

Moda, sostenibilidad y responsabilidad

El impacto de la playera de nutrias de Taylor Swift no solo se limitó a la recaudación económica. La empresa Liberty Graphics, encargada de imprimir las camisetas, decidió producirlas con algodón 100% orgánico y tinta a base de agua, priorizando materiales sostenibles y empaques libres de plástico. Esta coherencia fortaleció el mensaje: cuidar de las nutrias también significa cuidar del planeta.

Matt Enos, gerente de la compañía, explicó que normalmente producen 1,500 camisetas al día, pero que, ante la avalancha de pedidos, la mayoría de sus recursos se destinarían a cumplir con la demanda swiftie. “No imaginamos algo tan grande, pero es un problema bastante bueno”, comentó con entusiasmo.

El ejemplo deja ver cómo la sostenibilidad puede integrarse incluso en los procesos productivos asociados al entretenimiento. Cada camiseta vendida fue un recordatorio de que las decisiones éticas en la moda —por pequeñas que parezcan— pueden amplificar un mensaje de cuidado ambiental.

Así, la industria textil, frecuentemente señalada por su impacto ecológico, encontró en esta historia una narrativa positiva sobre cómo los valores de responsabilidad social pueden alinearse con la cultura pop.

El poder del foco mediático

La viralización de la playera de nutrias de Taylor Swift pone sobre la mesa el papel de las figuras públicas en la promoción de causas ambientales. Cuando una celebridad como Swift utiliza su plataforma para visibilizar un tema, su alcance trasciende fronteras, inspirando conductas colectivas que pueden generar transformaciones reales.

Este tipo de gestos recuerdan que los líderes mediáticos tienen una influencia inmensa sobre las percepciones sociales. Lo mismo puede ocurrir en sentido contrario, cuando figuras como Donald Trump usan su visibilidad para negar el cambio climático o fomentar la polarización. En ambos casos, la enseñanza es clara: cada acción comunica, y cada símbolo puede mover masas.

Por ello, los especialistas en responsabilidad social y comunicación corporativa deberían observar estos fenómenos con atención. La manera en que las figuras públicas y las marcas canalizan su poder simbólico puede marcar la diferencia entre promover la empatía o el desinterés.

Taylor Swift, sin proponérselo, recordó al mundo que la empatía también puede ser tendencia, y que la filantropía emocional tiene un enorme potencial transformador en la era digital.

Cuando la influencia se traduce en acción

La historia de la playera de nutrias de Taylor Swift es una lección de cómo la influencia cultural puede ser una herramienta de impacto social y ambiental. Más allá del fenómeno mediático, lo que destaca es la rapidez con la que una comunidad global se movilizó por una causa gracias a un símbolo compartido.

En tiempos donde la responsabilidad social exige creatividad y coherencia, esta historia invita a las celebridades, marcas y líderes a reflexionar sobre el poder de sus acciones. Cada decisión, cada gesto visible, puede contribuir a un cambio positivo o perpetuar la indiferencia. En el caso de Swift, una simple camiseta bastó para recordarnos que la moda, la fama y la filantropía pueden —cuando se alinean— cambiar el curso de una causa justa.

¿Qué es la sostenibilidad invisible y cómo genera impacto?

En los últimos años, la sostenibilidad ha pasado de ser un concepto periférico a un elemento central en la estrategia empresarial y social. Cada vez más organizaciones buscan equilibrar resultados económicos con impacto social y ambiental, reconociendo que la responsabilidad no solo se mide en cifras visibles, sino también en procesos y decisiones que no siempre están a la vista del público.

El interés por nuevas formas de impacto refleja un cambio profundo en cómo entendemos la relación entre negocios, comunidades y el planeta. Hoy, las acciones más significativas no siempre se perciben a simple vista, pero transforman sistemas completos, desde cadenas de suministro hasta hábitos de consumo, generando cambios que se multiplican con el tiempo.

¿Qué es la sostenibilidad invisible?

La sostenibilidad invisible es aquella que se implementa en procesos internos, estrategias de gestión y decisiones operativas que no se evidencian de inmediato, pero que tienen un efecto profundo y duradero en la sociedad y el medio ambiente. Su valor radica en generar cambios sostenibles sin depender de la visibilidad pública inmediata.

A diferencia de iniciativas que buscan notoriedad mediática, la sostenibilidad invisible se centra en la eficiencia, la reducción de impactos y la creación de valor a largo plazo. Puede incluir desde la optimización de recursos hasta prácticas laborales éticas que mejoran la calidad de vida de los colaboradores.

Su importancia radica en que, al integrarse de manera natural en la operación diaria de una empresa u organización, estos esfuerzos se vuelven parte del ADN institucional. La sostenibilidad invisible permite generar resultados medibles y duraderos que refuerzan la reputación y la resiliencia organizacional sin necesidad de campañas visibles.

qué es la sostenibilidad invisible

8 ejemplos de sostenibilidad invisible y cómo genera un impacto

1. Optimización energética en oficinas

Implementar sistemas de iluminación inteligente, sensores de movimiento y climatización eficiente permite reducir el consumo de electricidad de manera significativa. Estos ajustes se realizan de forma silenciosa y no interfieren con la operación diaria de los colaboradores.

El impacto de esta acción va más allá de la reducción de costos: disminuye la huella de carbono corporativa y contribuye a los objetivos de sostenibilidad de la empresa, demostrando que las mejoras internas pueden generar efectos tangibles en el medio ambiente.

2. Gestión responsable de proveedores

Seleccionar y mantener relaciones con proveedores que cumplan estándares éticos y ambientales garantiza que los insumos provengan de cadenas sostenibles. Esta práctica, aunque no sea visible para clientes o público general, fortalece toda la estructura de producción y distribución de la organización.

El impacto es indirecto pero profundo: reduce riesgos sociales y ambientales, asegura responsabilidad corporativa a lo largo de la cadena de valor y promueve prácticas sostenibles que se multiplican más allá de la empresa misma.

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3. Programas internos de bienestar laboral

Desarrollar iniciativas de ergonomía, salud mental, alimentación balanceada y prevención de riesgos protege a los colaboradores y mejora su calidad de vida. Estas acciones no siempre se publicitan, pero generan un efecto positivo en la productividad y la retención de talento.

La sostenibilidad invisible en el entorno laboral refuerza la cultura organizacional, fomenta compromiso y motivación, y contribuye a crear equipos más resilientes y preparados para enfrentar desafíos, demostrando que cuidar a las personas es también un acto sostenible.

4. Reciclaje y economía circular

Implementar programas internos de reciclaje, reutilización de materiales y manejo eficiente de residuos reduce el impacto ambiental de la empresa sin que estas acciones sean visibles externamente. Estas prácticas fomentan hábitos responsables entre los colaboradores y optimizan recursos.

El efecto de estas acciones se refleja en la disminución de desechos enviados a rellenos sanitarios y la prolongación del ciclo de vida de los materiales. Aunque no sean notorios, generan un impacto real y medible que fortalece la sostenibilidad corporativa.

5. Electrificación y eficiencia en flotas internas

Sustituir vehículos de combustión por eléctricos o híbridos dentro de la empresa reduce las emisiones directas de gases de efecto invernadero. Esta transformación suele realizarse sin visibilidad externa, pero impacta de manera significativa en la huella ambiental de la organización.

El efecto acumulativo es notable: disminuye la contaminación del aire, optimiza los costos de mantenimiento y refuerza el compromiso corporativo con la sostenibilidad, mostrando que cambios internos estratégicos pueden generar beneficios ambientales concretos.

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6. Educación y capacitación interna en sostenibilidad

Capacitar al personal en prácticas responsables de consumo de energía, manejo de residuos y decisiones éticas garantiza que cada empleado pueda aplicar la sostenibilidad en su trabajo diario. Estas formaciones suelen ser invisibles para el público, pero crean un impacto multiplicador dentro de la organización.

El conocimiento adquirido se traduce en hábitos sostenibles que se reflejan en procesos, productos y servicios, fortaleciendo la cultura corporativa y asegurando que la sostenibilidad sea una práctica integrada y no solo un mensaje externo.

7. Monitoreo de emisiones y eficiencia operativa

Implementar sistemas de seguimiento y análisis de consumo de energía, agua y materiales permite identificar oportunidades de mejora continua en la operación interna. Estas acciones son generalmente internas y poco visibles, pero son esenciales para la estrategia ambiental de la empresa.

El impacto se traduce en reducción de la huella ecológica, optimización de recursos y fortalecimiento de la capacidad de la organización para cumplir con estándares ambientales, demostrando que la sostenibilidad invisible produce resultados medibles y sostenibles.

8. Innovación silenciosa en productos y procesos

Incorporar criterios de sostenibilidad en el diseño de productos y procesos mejora su eficiencia, reduce impactos ambientales y prolonga su ciclo de vida. Aunque estas innovaciones no sean evidentes para los clientes, fortalecen la competitividad y la reputación corporativa.

El impacto de esta práctica es estratégico: permite a la empresa generar valor a largo plazo, cumplir objetivos de sostenibilidad y crear productos más responsables, demostrando que los cambios internos pueden tener repercusiones significativas sin necesidad de visibilidad externa.

qué es la sostenibilidad invisible

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La sostenibilidad invisible no se limita a empresas; organizaciones públicas y sin fines de lucro también aplican estos principios. Por ejemplo, optimizar procesos internos en hospitales o escuelas puede generar impactos en salud y educación que se perciben a largo plazo.

Otro aspecto clave es que estas acciones fomentan confianza y resiliencia. Las organizaciones que integran la sostenibilidad de manera silenciosa son más capaces de adaptarse a cambios regulatorios y de mercado, lo que se traduce en estabilidad y reputación sostenida.

Finalmente, medir el impacto de estas prácticas es esencial. Aunque no se vean en campañas externas, herramientas de evaluación y reportes internos permiten cuantificar resultados y mejorar estrategias, reforzando el valor de la sostenibilidad invisible como un pilar estratégico.

Cambios invisibles, efectos reales

La sostenibilidad invisible demuestra que no siempre se necesita visibilidad para generar un impacto profundo y duradero. Al integrarse en procesos, decisiones y cultura organizacional, estas acciones contribuyen a resultados sociales, ambientales y económicos significativos.

Comprender qué es la sostenibilidad invisible permite a empresas y organizaciones repensar sus estrategias y priorizar acciones que transformen su entorno sin depender de la notoriedad mediática. La verdadera sostenibilidad, muchas veces, ocurre en silencio, pero su efecto se siente a largo plazo.

Desastres climáticos de 2025 ya rompen récords en costos económicos

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La primera mitad de 2025 ha marcado un nuevo punto de inflexión en la historia climática de Estados Unidos. De acuerdo con información de The Guardian, el grupo sin fines de lucro Climate Central, ha dado a conocer que los desastres climáticos de 2025 ya han causado más de 101 mil millones de dólares en pérdidas, convirtiendo este periodo en el más costoso registrado. Incendios forestales, tormentas e inundaciones han golpeado a comunidades enteras, poniendo de relieve la creciente vulnerabilidad del país frente a la crisis ambiental.

Los incendios de Los Ángeles, que destruyeron 16 mil edificios y dejaron unas 400 muertes indirectas, encabezan la lista de catástrofes. Con daños valorados en 61 mil millones de dólares, se posicionan como uno de los eventos más costosos en la historia reciente. Este escenario confirma lo que los científicos advierten desde hace décadas: el costo humano y económico de la inacción climática está aumentando a un ritmo alarmante.

Los incendios y tormentas que definieron los desastres climáticos de 2025

De los 14 desastres climáticos de 2025 registrados hasta junio, cada uno superó los mil millones de dólares en daños. Las pérdidas abarcan desde la destrucción de viviendas y negocios hasta carreteras e infraestructura crítica. En conjunto, estos eventos superan todos los registros previos desde que comenzaron a documentarse en 1980, reflejando la gravedad de los fenómenos meteorológicos exacerbados por el cambio climático.

Los incendios de Los Ángeles destacan no solo por su magnitud, sino también por el contexto urbano en el que se desarrollaron, arrasando zonas densamente pobladas. A ellos se sumaron tormentas severas que impactaron el centro y sur del país, dejando tras de sí comunidades devastadas y servicios públicos colapsados.

El aumento en la intensidad y frecuencia de estos eventos no es casualidad. Climate Central señaló que “desde 2017, la situación ha cambiado por completo”, destacando cómo la crisis climática alimenta fenómenos más violentos y costosos.

Aun con la ausencia de huracanes de gran escala este año, los costos alcanzados muestran la magnitud del desafío que enfrentan los gobiernos y las empresas en materia de adaptación y resiliencia climática.

https://twitter.com/ClimateCentral/status/1981002864047825321

Datos borrados por la administración de Trump y la urgencia de medir la crisis

Durante décadas, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) fue la fuente principal de datos sobre desastres climáticos de miles de millones de dólares. Sin embargo, la administración de Donald Trump eliminó este conjunto de información en mayo, alegando “prioridades cambiantes y mandatos legales”. Este vacío de datos dejó sin herramientas a investigadores, gobiernos locales y al sector privado para evaluar riesgos.

Ante este escenario, Climate Central decidió retomar la recopilación y actualización de los registros, con la colaboración de Adam Smith, quien dirigió el proyecto de desastres durante 20 años en la NOAA, quien destacó la importancia de estos datos y la necesidad de rescatarlos como barómetro de la crisis climática y herramienta de planificación: 

“Este conjunto de datos es demasiado importante como para no actualizarlo”.

El esfuerzo de la organización busca reconstruir la infraestructura de información que permita entender el verdadero impacto económico del cambio climático. En las últimas cuatro décadas, el costo de los desastres se ha disparado: de 299 mil millones de dólares entre 1985 y 1995, a 1.4 billones solo en la última década.

Esta tendencia no solo refleja daños materiales, sino también el precio de la desinformación y la falta de continuidad en políticas públicas orientadas a la prevención y mitigación.

desastres climáticos de 2025

Una respuesta federal debilitada

La gestión de los desastres climáticos de 2025 se ha visto agravada por una respuesta federal debilitada. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) enfrenta recortes de personal y presupuestos restringidos, mientras la administración Trump insiste en que los estados deben asumir los costos de los grandes desastres. Esta decisión ha generado preocupación entre expertos en gestión de emergencias.

Samantha Montano, de la Academia Marítima de Massachusetts, advirtió que FEMA se ha convertido en una agencia “disfuncional e ineficaz”, incapaz de responder con rapidez a crisis de gran magnitud. Las reformas implementadas tras el huracán Katrina han sido revertidas, dejando un vacío operativo que amenaza la seguridad de millones de personas.

A ello se suma la politización de los fondos de emergencia, con denuncias de retención de recursos a estados gobernados por demócratas. Un juez federal incluso dictaminó recientemente que FEMA no podía detener las subvenciones por motivos políticos.

La combinación de crisis climática, debilitamiento institucional y polarización política genera un escenario de riesgo sistémico. En palabras de Montano: 

Hemos tenido suerte de no sufrir un desastre aún mayor este año, pero estamos en la mira del próximo gran evento”.

El costo de la inacción y la necesidad de resiliencia

Los desastres climáticos de 2025 dejan una lección ineludible para los líderes públicos y privados: el costo de la inacción supera con creces el de la prevención. A medida que las temperaturas globales aumentan y la infraestructura envejece, el riesgo de pérdidas multimillonarias crece. Las empresas y gobiernos que no integren la adaptación climática en sus estrategias corren el peligro de ver comprometida su estabilidad económica y reputacional.

Climate Central advierte que la falta de inversión en resiliencia urbana, manejo forestal y gestión hídrica amplifica los efectos de cada evento extremo. En un contexto donde el cambio climático ya no es una amenaza futura, sino una realidad cotidiana, planificar para la crisis es una obligación moral y económica.

desastres climáticos de 2025

La reconstrucción de sistemas de información como el de NOAA es vital para anticipar riesgos y diseñar políticas efectivas. Pero también lo es la colaboración del sector privado, que debe asumir un papel activo en la mitigación de emisiones y en la preparación ante desastres.

Solo a través de una acción coordinada y basada en evidencia será posible reducir los impactos financieros y humanos de esta nueva era de crisis climáticas.

Reconstruir el futuro ante el colapso climático

Los desastres climáticos de 2025 son una advertencia contundente del precio que se paga por la negación y la desinformación. Con más de 100 mil millones de dólares en pérdidas en apenas seis meses, Estados Unidos enfrenta una factura histórica que expone las grietas de su sistema de respuesta y la urgencia de una transición hacia políticas de prevención efectivas.

Para los especialistas en responsabilidad social, este panorama subraya la necesidad de una visión integral del riesgo climático. No se trata solo de medir pérdidas, sino de anticiparlas y mitigarlas. Revertir la inercia institucional, fortalecer los datos y reconstruir la confianza pública serán pasos esenciales para un futuro más resiliente. Porque en esta crisis, el verdadero costo no se mide solo en dólares, sino en la capacidad de adaptación de una sociedad entera.

El mundo quemó más carbón que nunca en 2024

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La quema de carbón en 2024 alcanzó niveles récord, poniendo en riesgo los esfuerzos globales por limitar el calentamiento a 1,5 °C sobre los niveles preindustriales. A pesar del avance de las energías renovables, la demanda energética mundial obligó a un aumento general en el uso del carbón, según el informe Estado de la Acción Climática, dirigido por el World Resources Institute..

Expertos advierten que la lentitud en la transición energética amenaza directamente los objetivos del Acuerdo de París. Clea Schumer, investigadora asociada del World Resources Institute, señaló que:

“Los esfuerzos para eliminar gradualmente el carbón están muy lejos de lo previsto”. 

La combinación de políticas nacionales divergentes, crecimiento económico y dependencia de combustibles fósiles retrasa la posibilidad de un futuro bajo en carbono, a pesar del crecimiento de la energía solar y eólica.

La expansión de la quema de carbón en 2024

El año pasado, la producción y el consumo de carbón alcanzaron cifras históricas, incluso en países que han prometido reducir su uso. De acuerdo con información de The Guardian, La India superó los 1.000 millones de toneladas de producción, mientras que en Estados Unidos se mantiene un fuerte respaldo al carbón y otros combustibles fósiles. Estos movimientos desafían la meta global de descarbonización.

Aunque la proporción de carbón en la generación eléctrica ha disminuido, el aumento total de la demanda energética hizo que la quema de carbón en 2024 siguiera creciendo. Esto refleja una contradicción central: el mundo avanza hacia la energía limpia, pero simultáneamente aumenta su dependencia de los combustibles más contaminantes.

Clea Schumer advirtió que “no limitaremos el calentamiento a 1,5 °C si el uso del carbón sigue batiendo récords”. La evidencia muestra que, incluso con políticas de transición, los esfuerzos actuales son insuficientes para la escala del desafío climático.

El problema no se limita a la energía eléctrica: el sector industrial y la calefacción de edificios contribuyen significativamente a las emisiones de carbono. Sin mejoras rápidas en eficiencia energética, la quema de carbón continuará afectando la trayectoria global de reducción de emisiones.

Energías renovables y transición energética

A pesar del aumento del carbón, la generación de energía renovable ha crecido de manera exponencial. La energía solar es hoy la fuente de más rápido crecimiento en la historia, y el mercado eléctrico global está mostrando signos de transición hacia opciones más limpias.

Sophie Boehm, investigadora asociada del WRI, destacó que “la transición en general es mucho mayor que cualquier país en particular, y el impulso está cobrando fuerza en los mercados emergentes”. Sin embargo, las tasas de crecimiento de solar y eólica deben duplicarse para cumplir las metas de reducción de emisiones de esta década.

El aumento de energías limpias no compensa el récord en la quema de carbón en 2024. Esto significa que, aunque hay avances tecnológicos, el mundo aún depende de combustibles fósiles de manera crítica.

La combinación de energías renovables y electrificación de transporte muestra un camino viable, pero insuficiente, para limitar el calentamiento global. La transición requiere políticas más agresivas, incentivos y cooperación internacional.

Impacto de la deforestación y sumideros de carbono

Los sumideros de carbono, como bosques y humedales, desempeñan un papel crucial en mitigar el calentamiento global. Sin embargo, en 2024 se perdieron más de 8 millones de hectáreas de bosque a nivel mundial. Esta cifra, aunque inferior al máximo histórico de 2017, sigue siendo alarmante para los objetivos climáticos.

La deforestación limita la capacidad del planeta para absorber carbono, agravando los efectos de la quema de carbón en 2024. La protección efectiva de estos ecosistemas es esencial para mantener el equilibrio climático y reducir la presión sobre la transición energética.

El informe señala que el mundo necesita actuar nueve veces más rápido de lo que los gobiernos están gestionando para detener la deforestación. Las políticas actuales, aunque positivas, no logran frenar la pérdida de ecosistemas críticos.

El desafío combinado de mantener bosques y reducir la dependencia del carbón subraya la urgencia de acciones integrales. La quema de carbón en 2024 y la degradación ambiental muestran que los compromisos globales aún no se traducen en resultados concretos.

Perspectivas y políticas nacionales

Los compromisos internacionales, como los presentados en el Acuerdo de París, requieren que cada país diseñe planes nacionales de reducción de emisiones. Sin embargo, ya se anticipa que estas “contribuciones determinadas a nivel nacional” serán insuficientes para cumplir el objetivo de 1,5 °C.

Países como India y Estados Unidos priorizan el carbón y la energía fósil, mientras China y la UE avanzan con renovables. Esta disparidad genera un riesgo significativo: la quema de carbón en 2024 podría seguir aumentando si no hay coordinación global efectiva.

La COP30 de la ONU, próxima a celebrarse en Brasil, se centrará en cómo acelerar los planes de reducción de emisiones y alinear políticas nacionales con los objetivos climáticos. Sin acciones inmediatas, los récords de carbón podrían perpetuarse.

Los especialistas coinciden en que solo una combinación de transición energética, protección de ecosistemas y políticas internacionales estrictas permitirá acercarse a las metas climáticas. El tiempo para actuar se agota, y la quema de carbón en 2024 es un llamado de alerta urgente.

La lucha contra el cambio climático estancada…

El récord histórico de la quema de carbón en 2024 revela la magnitud del desafío climático global. A pesar del crecimiento de energías renovables y de la electrificación del transporte, la dependencia de los combustibles fósiles continúa retrasando los objetivos del Acuerdo de París y comprometiendo la posibilidad de limitar el calentamiento global.

La acción coordinada a nivel global, combinada con políticas nacionales efectivas y protección de sumideros de carbono, es más urgente que nunca. La quema de carbón en 2024 es un indicador claro de que, sin cambios rápidos y profundos, los compromisos climáticos seguirán siendo insuficientes, afectando no solo al planeta, sino a la estabilidad económica y social de millones de personas.

Cámara de Diputados y Amazon Celebran Feria de Pequeñas y Medianas Empresas

La Cámara de Diputados y Amazon México realizaron hoy una feria de pequeñas y medianas empresas mexicanas (pymes), que incluyó conferencias y entrenamientos para apoyar la competitividad de las y los emprendedores en México e impulsar su digitalización. Los legisladores tuvieron la oportunidad de conocer las historias y productos de vendedores en Amazon.com.mx provenientes de los estados de Hidalgo, Guanajuato, Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, y San Luis Potosí, quienes destacaron la importancia del comercio electrónico para llegar a más clientes en México y en el exterior.

“En el panorama digital actual, el comercio electrónico se ha convertido en una vía esencial para que los emprendedores mexicanos escalen sus operaciones, lleguen a nuevos clientes y compitan de manera efectiva a nivel mundial. Esta feria de pequeñas y medianas con Amazon representa más que un esfuerzo entre los sectores público y privado: es una puerta de entrada para que las empresas mexicanas digitalicen sus negocios, accedan a geografías globales a través de las ventas en línea y continuamente aprendan, se adapten y crezcan”, dijo Merilyn Gómez Pozos, Presidenta de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados.

Durante el evento, la Asociación de Bancos de México realizó una conferencia sobre créditos y ciberseguridad, y el equipo de Amazon México llevó a cabo un entrenamiento dirigido a emprendedores para ayudarlos a aprender cómo vender a clientes en línea en México y exportar, aprovechar las herramientas de Amazon para hacer crecer sus negocios, y facilitar las operaciones mediante programas como Logística de Amazon (Fulfillment by Amazon) o Amazon Easy Ship.

Amazon feria pymes

Entre los pequeños emprendimientos que venden en Amazon.com.mx y compartieron sus historias estuvieron: Mirlo Blanco (joyería y cerámica), Alejandro Cortes Shops (exhibidor de madera de autos), Chulo de Bonito (productos de artesanos), By Mexico (accesorios con personajes mexicanos), Ferso Industrias (cuidado personal y de limpieza para el hogar), Casa Tavinho (aromatizantes de ambiente), The Yellow Clip (agenda, planificadores, libretas y más), Mae Baby (ropa de embarazo y lactancia) y Mexskeletons (decoración y artesanía).  

“Decidí emprender un camino para revalorar la artesanía, ya que más que un producto bello, cada pieza es la expresión de una comunidad que se dignifica a través del trabajo de sus artesanos. El emprendimiento y la artesanía son motores de empleo, memoria cultural y desarrollo regional. Empresas como Amazon son aliados estratégicos que multiplican oportunidades, y con el respaldo del sector público podemos amplificar ese impacto a todos los niveles”, señaló Alejandra Zepeda, fundadora de Chulo de Bonito.

feria de PyMEs

Renata Arvizu, Directora del Marketplace de Amazon México, destacó que el 99% de los 27 mil empresas mexicanas vendiendo a través de la Amazon.com.mx son pymes y señaló la importancia de seguir empoderando a las y los emprendedores a través de comercio electrónico: “Nueve de cada diez pedidos que son realizados de productos de estas pymes en nuestra tienda van a un estado diferente al origen del vendedor, y más de 3 mil empresas están exportando gracias a nuestro programa de Ventas Globales, las cuales vieron crecer sus ventas en más de 12% respecto al año anterior. Esto es un claro ejemplo de cómo el comercio electrónico ayuda a las pymes a ampliar sus horizontes, llegar a nuevas geografías, y encontrar nuevas oportunidades de negocio”.

De acuerdo al reciente informe económico sobre el impacto de Amazon en las pymes mexicanas de 2024, las empresas mexicanas venden más de 5 millones de productos en Amazon.com.mx, generando 52 mil empleos y más de 19,4 mil millones de pesos aportados al PIB. El año pasado las pymes mexicanas en la tienda de Amazon México lograron un incremento del 28% en ventas nacionales, y el crecimiento promedio de las pymes nacionales que venden en Amazon México en 3 años es del 92%.

Del marketplace al Congreso: el nuevo poder de Mercado Libre y Amazon

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En las plataformas digitales todo parece diseñado para fluir: buscar, comparar, hacer clic, recibir.

Pero en la política y la regulación, los procesos no son tan rápidos ni tan previsibles.

Quizá por eso, esta semana Mercado Libre y Amazon llevaron algo de esa lógica al Congreso mexicano: cada una, a su manera, trató de que las reglas del sistema también funcionen.

El 14 de octubre, Mercado Libre difundió un comunicado advirtiendo que las nuevas tasas de retención de ISR e IVA incluidas en el Paquete Económico 2026 podrían poner en riesgo a más de un millón de PyMEs que venden en su plataforma.

La empresa convocó una mesa redonda y articuló un mensaje claro: sin PyMEs no hay ecosistema digital, y sin ecosistema no hay negocio.

A simple vista, podría parecer un gesto solidario; en realidad, es una defensa estratégica del modelo que sostiene su operación.

Mercado Libre actúa como un interlocutor político, buscando influir en decisiones fiscales bajo una narrativa social.

Una forma distinta —más dura, pero igual de legítima— de ejercer responsabilidad: la que se ejerce con datos, argumentos y poder.

El propio David Geisen, Country Manager de Mercado Libre México, reforzó el mensaje desde su cuenta de LinkedIn: el paquete económico, dijo, “es un golpe directo a millones de PyMEs” y representa “un retroceso masivo en la formalidad, el empleo y la competitividad del país”.

La publicación, ampliamente replicada, mostró que la compañía trasladó la conversación al terreno público, convirtiendo su postura económica en una causa política.

Mercado Libre y Amazon

Dos días después, Amazon México ocupó el mismo escenario, pero con otro tono.

En coordinación con la Cámara de Diputados y la Asociación de Bancos de México, celebró una feria de PyMEs dedicada a la digitalización y a la inclusión productiva.

Nada de advertencias ni reclamos: Amazon eligió la cooperación institucional.

Mientras una plataforma presiona, la otra acompaña.

Una marca límites; la otra tiende puentes.

Distintas estrategias, un mismo trasfondo: proteger las condiciones del ecosistema digital que asegura su rentabilidad y legitimidad.

En ausencia de cámaras empresariales fuertes, las grandes tecnológicas se han convertido en los nuevos interlocutores del poder público.

Ya no esperan a que las decisiones lleguen; las gestionan, las negocian y, cuando es necesario, las disputan.

feria de PyMEs

Difícilmente veremos este tipo de acciones reflejadas en los informes de responsabilidad social o en los capítulos de gobernanza de los reportes ESG.

No se trata de donativos, de voluntariado ni de inversión social.

Esta es responsabilidad de otra categoría, ejercida no por el área de sostenibilidad, sino por los equipos de asuntos públicos, relaciones gubernamentales y presidencias corporativas.

Una responsabilidad dura, donde el propósito se mide en márgenes, regulaciones y estabilidad operativa.

En estos tiempos, resulta notorio que las corporaciones están saliendo del letargo.

Algunas para presionar, otras para cooperar.

Pero todas con un objetivo común: que el “carrito” de la economía siga avanzando, incluso cuando el terreno —político y fiscal— se vuelve cuesta arriba.

Porque en el mundo digital, la sostenibilidad no solo se busca en el mercado… también se tramita en el Congreso.

¿Cuánto cuesta la inacción social para tu marca?

Para muchas empresas, no actuar de manera socialmente responsable puede parecer una estrategia neutral: “si no hacemos nada, no pasa nada”. Sin embargo, la realidad es que la inacción social tiene impactos profundos que trascienden lo económico. Ignorar la responsabilidad social puede afectar la reputación, la confianza de los consumidores y la sostenibilidad del negocio.

En un contexto donde los consumidores, inversionistas y colaboradores esperan que las marcas tengan un propósito claro, la falta de acción puede interpretarse como indiferencia. Esta percepción puede erosionar relaciones valiosas, reducir la lealtad del cliente y afectar la atracción de talento, generando un efecto acumulativo que compromete el futuro de la empresa.

Asimismo, la inacción social también tiene implicaciones regulatorias y legales. La presión de los grupos de interés y de los organismos internacionales hace que la falta de compromiso no sea simplemente un riesgo ético, sino también un riesgo estratégico y financiero. Entender el costo de la inacción social se vuelve, por tanto, fundamental para cualquier organización que busque prosperar en el siglo XXI.

5 costos de la inacción social para las empresas

1. Pérdida de confianza y reputación

Cuando una empresa ignora su responsabilidad social, los consumidores y la opinión pública pueden percibirla como desconectada o indiferente. Esto no solo afecta la percepción de marca, sino que también se traduce en pérdida de clientes y disminución de ventas. Los casos recientes en los que marcas han sido señaladas por prácticas poco éticas muestran que la reputación, una vez dañada, es difícil y costosa de recuperar.

La falta de acción también impacta a los inversionistas, quienes evalúan cada vez más los criterios ESG antes de comprometer capital. Una reputación cuestionable puede traducirse en menor acceso a financiamiento y mayores costos de inversión, afectando directamente la competitividad de la empresa.

costo de la inacción social

2. Desmotivación y fuga de talento

El capital humano es uno de los activos más valiosos de cualquier organización. Empleados que buscan trabajar en empresas con propósito pueden sentirse desmotivados si perciben que su empleador no actúa responsablemente. La inacción social puede llevar a una alta rotación de personal, pérdida de productividad y dificultad para atraer talento calificado, especialmente entre generaciones que priorizan valores éticos y sostenibilidad.

Estudios muestran que el compromiso de los empleados se correlaciona directamente con la percepción de que la empresa contribuye positivamente a la sociedad. Ignorar esta expectativa puede generar un ambiente laboral tóxico y costos significativos relacionados con la capacitación y contratación de nuevo personal.

3. Riesgos legales y regulatorios

No cumplir con estándares de responsabilidad social o ignorar cuestiones críticas como derechos humanos, igualdad de género o sostenibilidad ambiental puede derivar en sanciones legales. Las regulaciones en materia de ESG se están volviendo más estrictas a nivel global, y la inacción social puede exponer a las empresas a multas, demandas o restricciones comerciales.

Además, los gobiernos y organismos internacionales pueden imponer políticas que penalicen prácticas irresponsables. Esto convierte la falta de acción no solo en un riesgo reputacional, sino en un riesgo económico tangible que impacta directamente la operación y rentabilidad del negocio.

costo de la inacción social

4. Pérdida de oportunidades de mercado

Empresas que no innovan en sostenibilidad y responsabilidad social pierden la oportunidad de acceder a mercados emergentes y consumidores conscientes. La demanda por productos y servicios que generan un impacto positivo está en crecimiento, y la inacción social puede traducirse en la pérdida de segmentos de mercado estratégicos y diferenciadores.

La falta de acción también limita la participación en alianzas, licitaciones o proyectos colaborativos que priorizan criterios ESG. Esto reduce el potencial de crecimiento y la capacidad de posicionamiento frente a competidores más proactivos.

5. Impacto en la resiliencia y sostenibilidad a largo plazo

Ignorar la responsabilidad social disminuye la capacidad de la empresa para anticiparse a riesgos sociales, ambientales y económicos. La falta de preparación frente a crisis reputacionales, desastres naturales o cambios regulatorios incrementa la vulnerabilidad del negocio.

El costo de la inacción social se traduce, en este caso, en menor resiliencia organizacional y mayores gastos imprevistos. Empresas que actúan proactivamente, en cambio, logran construir estrategias más sólidas y sostenibles, reduciendo riesgos y asegurando la continuidad de sus operaciones en el largo plazo.

Más allá de los costos: por qué actuar es estratégico

La responsabilidad social no es solo un tema ético, sino un elemento estratégico que influye en la percepción de la marca, la fidelidad de los clientes y la eficiencia operativa. Marcas que integran políticas ESG robustas en su estrategia corporativa logran mejorar su posicionamiento, atraer inversionistas conscientes y fortalecer relaciones con stakeholders clave.

Actuar socialmente no significa gastar más; implica priorizar acciones que generen impacto tangible y medible, desde programas de inclusión laboral hasta iniciativas ambientales. La adopción de prácticas responsables fortalece la legitimidad de la empresa y su capacidad para anticiparse a cambios regulatorios y sociales.

costo de la inacción social

La evidencia indica que empresas con compromiso social activo experimentan mayor resiliencia financiera y reputacional. Por tanto, comprender y gestionar el costo de la inacción social permite convertir la responsabilidad en ventaja competitiva, transformando riesgos potenciales en oportunidades de crecimiento.

Invertir en responsabilidad social, invertir en futuro

El costo de la inacción social va más allá de las pérdidas económicas: afecta la reputación, la confianza de los consumidores, la lealtad de los empleados y la resiliencia organizacional. Ignorar la responsabilidad social puede ser la diferencia entre la supervivencia y el estancamiento en un mercado cada vez más exigente y consciente.

Para las empresas, actuar con propósito y estrategia no es un lujo, sino una necesidad. Integrar políticas sociales y ambientales sólidas permite fortalecer la marca, captar nuevos mercados, minimizar riesgos y asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo. Comprender el impacto de la inacción es, en definitiva, comprender el valor real de la responsabilidad social.

El nuevo “Big Brother” fiscal rastreará tus gastos en Netflix, Amazon, Uber y Tinder; ¿responsable?

A partir de abril de 2026, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) podrá acceder en tiempo real y de manera permanente a la información de plataformas digitales como Netflix, Amazon, Uber, Didi, Tinder y Bumble. Según información de El Economista, esta medida ha sido denominada por expertos y usuarios como el “Big Brother” fiscal, por la amplitud del monitoreo que permitirá sobre los hábitos de consumo y actividad digital de los ciudadanos.

El objetivo declarado por el gobierno es mejorar la eficiencia recaudatoria y garantizar mayor equidad en el cobro de impuestos. Sin embargo, la iniciativa ha generado preocupación en expertos en privacidad y derechos digitales, quienes consideran que este acceso masivo podría vulnerar libertades fundamentales y abrir un precedente inédito en la regulación de plataformas online en México.

¿Cómo funcionará el “Big Brother” fiscal?

El “Big Brother” fiscal funcionará mediante el acceso directo y en línea a los registros de las plataformas digitales, según el dictamen aprobado por la Cámara de Diputados. Esto incluye servicios de streaming, comercio electrónico, apps de movilidad y sitios de citas. La autoridad podrá revisar información de manera permanente, aunque únicamente para verificar el cumplimiento de obligaciones fiscales.

El artículo 30-B del Código Fiscal de la Federación establece que los prestadores de servicios digitales deberán permitir este acceso en tiempo real. En caso de incumplimiento, la plataforma podría enfrentar bloqueos temporales, lo que afectaría también a los usuarios que dependen de dichos servicios.

El SAT será responsable de definir las características técnicas y operativas del acceso a los registros. Esto implica que los sistemas de cómputo de las plataformas deberán adaptarse para garantizar que la información relevante sea transmitida al fisco de manera constante y verificable.

Esta medida pretende cerrar lagunas en la recaudación de impuestos derivadas de la economía digital, evitando que el comercio en línea o los servicios de suscripción queden fuera de la supervisión fiscal.

“Big Brother” fiscal

Implicaciones para los usuarios

Para los consumidores, el “Big Brother” fiscal representa un cambio radical en la privacidad digital. Francisco Chávez, creador de contenido tecnológico, advierte que “ya no podremos hacer nada tranquilamente, porque no sabremos si por comprar un Lego en Amazon, pedir un café por Uber o bajar una película de Netflix, seremos revisados”.

El acceso permanente a los hábitos de consumo podría incentivar la búsqueda de alternativas en mercados informales o incluso ilegales para proteger la privacidad. La percepción de vigilancia constante también puede generar desconfianza hacia la economía digital y limitar la participación en plataformas legítimas.

El mecanismo de bloqueo de servicios, aunque temporal, es considerado por expertos como una medida extrema similar al cierre de un medio de comunicación, lo que pone en tensión derechos como la libertad de expresión y la privacidad de los usuarios.

Organizaciones como la Red en Defensa de los Derechos Digitales advierten que la medida es desproporcionada, ya que permite un monitoreo total sin control judicial, afectando garantías fundamentales y abriendo la puerta a un escrutinio excesivo del comportamiento de los ciudadanos en línea.

“Big Brother” fiscal

Reacciones del sector digital

El “Big Brother” fiscal ha generado críticas por parte de 15 asociaciones de la industria digital en México, incluyendo la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti) y la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO). Estas organizaciones consideran la iniciativa innecesaria, desproporcionada e inconstitucional.

Según su comunicado conjunto, permitir un acceso sin límites a información sensible compromete la privacidad, los datos personales y el debido proceso. Además, advierten que el bloqueo administrativo de plataformas equivale a una forma de censura que afectaría la confianza en la economía digital.

El sector tecnológico destaca que este esquema no tiene precedentes en México y que podría impactar negativamente en la inversión y en la adopción de servicios digitales, generando incertidumbre jurídica y limitando la innovación en el mercado digital.

La medida ha abierto un debate sobre el equilibrio entre eficiencia recaudatoria y derechos ciudadanos, donde los expertos coinciden en la necesidad de mecanismos de control, auditorías y salvaguardas judiciales para proteger a los usuarios.

“Big Brother” fiscal

Plazos y próximos pasos legislativos

La reforma al artículo 30-B y otros cambios en la Ley de Ingresos de la Federación 2026 deberán ser analizados y aprobados por el Senado próximamente. Hasta ahora, no se esperan modificaciones sustanciales, lo que indica que la entrada en vigor en abril de 2026 será inminente.

Los prestadores de servicios digitales tendrán que adecuar sus sistemas para permitir el acceso en tiempo real y garantizar que la información esté disponible para el SAT, mientras que los usuarios deberán estar conscientes de que sus hábitos de consumo estarán sujetos a monitoreo constante.

Expertos recomiendan a los ciudadanos y empresas familiarizarse con los cambios legales y considerar medidas para proteger la privacidad dentro del marco legal, evitando sanciones y bloqueos de servicios.

La implementación de esta medida marca un hito en la regulación fiscal digital, y servirá como precedente para futuras acciones de supervisión tecnológica en México y potencialmente en la región latinoamericana.

“Big Brother” fiscal

¿Responsable o excesivo?

El “Big Brother” fiscal plantea un dilema entre la eficiencia recaudatoria y la protección de derechos fundamentales. Si bien el SAT busca garantizar equidad en el cobro de impuestos, el acceso permanente a información sensible de los usuarios genera preocupación sobre privacidad, libertad de expresión y confianza en la economía digital.

La medida requerirá de una supervisión responsable, transparencia y posiblemente ajustes regulatorios para equilibrar la recaudación con la protección de los ciudadanos. A partir de abril de 2026, el debate estará en curso: ¿será esta iniciativa un avance en la fiscalización digital o un exceso de control sobre la vida privada de los usuarios?

IA en ESG: la nueva aliada y el nuevo reto de la sostenibilidad corporativa

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Mientras los desarrolladores y operadores de centros de datos buscan reducir el consumo energético, la atención se desplaza hacia las empresas que planean adoptar la inteligencia artificial (IA) como herramienta estratégica. Pero ¿qué preguntas éticas, sociales y ambientales deberían formularse antes de dar este paso? Según un artículo de edie, líderes de sostenibilidad y expertos tecnológicos coinciden en que la IA en ESG puede ser tanto una oportunidad transformadora como un desafío complejo para la sostenibilidad corporativa.

Ian Ellison, exdirector de sostenibilidad de Jaguar Land Rover y actual ejecutivo del Cambridge Institute for Sustainability Leadership (CISL), subraya que las organizaciones deben cuestionar la procedencia de los datos, los sesgos de los algoritmos y el impacto energético de cada herramienta. En sus palabras: “Hacer preguntas sobre la energía, la huella de carbono, los posibles sesgos y la propiedad intelectual son consideraciones esenciales”.

IA en ESG: eficiencia con responsabilidad

Para Ellison, la IA en ESG representa una forma de acelerar la toma de decisiones sostenibles sin sacrificar el rigor analítico. La automatización de la recopilación y el análisis de datos permite a los líderes enfocarse en el propósito y la estrategia, reduciendo los tiempos de investigación. “Estamos en modo de recuperación —afirma Ellison—; reducir la fase laboriosa del análisis es una oportunidad para recuperar el terreno perdido”.

Una encuesta de Salesforce aplicada en 2024 a 452 profesionales de sostenibilidad reveló que, aunque el 40 % teme que la IA obstaculice el progreso, el 58 % considera que sus beneficios superan los riesgos al abordar la crisis climática. Este contraste refleja el dilema ético y práctico de las empresas: innovar o contenerse frente a la incertidumbre tecnológica.

El potencial de la IA en ESG se extiende desde el mapeo de riesgos climáticos hasta la optimización del uso de recursos. Sin embargo, su huella ambiental —especialmente en consumo energético— obliga a las compañías a adoptar un enfoque consciente y medido. Implementar IA sin alinearla con los objetivos de sostenibilidad puede traducirse en contradicciones reputacionales y ambientales.

Dexter Galvin, exdirector comercial de CDP, coincide en que la IA puede impulsar la acción sostenible siempre que exista supervisión humana. “No se trata de reemplazar el juicio humano, sino de multiplicar su alcance”, puntualiza.

IA en ESG

Ética y sesgos: los dilemas invisibles

Uno de los principales retos de la IA en ESG radica en los sesgos inherentes a los algoritmos. Dado que los sistemas de IA aprenden de datos preexistentes, pueden reproducir desigualdades o juicios erróneos si no se someten a auditorías éticas. Tanto Ellison como Galvin advierten que las empresas deben establecer mecanismos de revisión continua y rendición de cuentas.

En este sentido, la gobernanza tecnológica se convierte en una extensión del principio de transparencia en ESG. Las auditorías periódicas, la trazabilidad de los datos y la participación de equipos multidisciplinarios son prácticas que fortalecen la ética de la IA.

La implementación responsable también requiere definir quién asume la responsabilidad ante los impactos negativos. Desde sesgos en la contratación hasta decisiones automatizadas que afectan comunidades, las implicaciones de una IA sin control ético pueden socavar los valores que las empresas promueven en sus informes de sostenibilidad. Ellison insiste:

“El rol humano no desaparece, se desplaza al principio y al final del proceso: guiando, supervisando y decidiendo”.

La IA puede ofrecer precisión, pero la ética sigue siendo una competencia exclusivamente humana.

IA en ESG

El impacto laboral: transformación y transición justa

El avance de la IA plantea un impacto inevitable en la fuerza laboral. El Instituto de Investigación de Políticas Públicas (IPPR) advierte que hasta el 70 % de las tareas en ciertos puestos podrían transformarse o automatizarse. Goldman Sachs estima que hasta el 46 % de las funciones administrativas podrían sustituirse, afectando especialmente a los sectores jurídico, de ingeniería y arquitectura.

Si bien los empleos de sostenibilidad pueden parecer menos vulnerables, la automatización desafía los compromisos empresariales con una Transición Justa. La adopción acelerada de IA podría generar tensiones entre la eficiencia tecnológica y la responsabilidad social corporativa. Carl Ennis, director ejecutivo de Siemens UK, destaca que la clave es invertir en la mejora de habilidades.

“Las empresas que adoptan IA están en una posición privilegiada para liderar la innovación en eficiencia energética, pero deben hacerlo formando a su fuerza laboral”.

Ellison complementa esta visión señalando que la IA no debe eliminar empleos, sino redefinirlos. La formación continua, el aprendizaje adaptativo y la inclusión tecnológica serán los nuevos pilares de la sostenibilidad laboral.

IA y sostenibilidad: la oportunidad del liderazgo responsable

La IA en ESG puede convertirse en el motor que acelere la acción climática y social si se utiliza bajo un marco ético claro. Gracias a su capacidad para procesar grandes volúmenes de información, la IA puede identificar patrones en emisiones, evaluar riesgos de cadena de suministro o anticipar vulnerabilidades sociales con mayor precisión.

Sin embargo, su huella energética sigue siendo una preocupación creciente. Los centros de datos que soportan estas tecnologías consumen millones de kilovatios-hora anuales, lo que obliga a las empresas a considerar energías renovables y estrategias de eficiencia para mitigar su impacto.

IA en ESG

El futuro de la sostenibilidad corporativa dependerá de cómo las compañías logren equilibrar la innovación con la responsabilidad. Implementar IA sin considerar su impacto ambiental o ético podría erosionar la confianza de los stakeholders.

La inteligencia artificial puede ser, como señala Ellison, una herramienta de cambio sistémico: una oportunidad para rediseñar las estructuras empresariales hacia modelos más ágiles, justos y sostenibles.

Innovación con propósito

El auge de la IA en ESG plantea una disyuntiva inevitable: ¿será esta tecnología la aliada definitiva de la sostenibilidad o su talón de Aquiles? Todo dependerá de cómo las empresas integren la ética, la transparencia y el aprendizaje continuo en sus estrategias.

En un entorno donde la velocidad tecnológica supera la capacidad de regulación, el liderazgo sostenible requiere actuar con visión y prudencia. La IA puede transformar la sostenibilidad, pero solo si se gobierna con propósito humano, compromiso ambiental y un profundo sentido de responsabilidad social.

¿La desigualdad enferma?: Investigadores alertan sobre su efecto en la salud

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Vivir en una sociedad marcada por la desigualdad no solo afecta las oportunidades educativas o económicas: también puede alterar el desarrollo cerebral infantil, según un estudio reciente publicado en Nature Mental Health. Investigadores del King’s College de Londres, la Universidad de Harvard y la Universidad de York analizaron datos de más de 10,000 jóvenes en Estados Unidos y hallaron vínculos directos entre los niveles de desigualdad social y cambios estructurales en el cerebro de los niños.

El hallazgo es pionero, pues, revela que los efectos no dependen de la riqueza individual, sino del entorno social. En los estados con mayor desigualdad —como Nueva York, California o Florida—, los niños mostraron una superficie cerebral reducida y conexiones neuronales alteradas, lo que sugiere que la desigualdad social puede literalmente moldear la mente humana desde la infancia.

La desigualdad puede alterar el desarrollo cerebral infantil

Los científicos encontraron que alterar el desarrollo cerebral infantil no está determinado solo por la pobreza, sino también por la disparidad económica entre ricos y pobres dentro de una misma comunidad. “Tanto los niños de familias adineradas como los de familias con bajos ingresos mostraron un desarrollo neurológico alterado”, explicó la Dra. Divyangana Rakesh, del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres.

Los investigadores midieron la desigualdad a través de la distribución de ingresos en distintos estados y usaron resonancias magnéticas para estudiar la corteza cerebral, región asociada con la memoria, la atención y la regulación emocional. Los resultados mostraron una disminución en la superficie cortical y alteraciones en la conectividad cerebral de los niños que crecían en entornos más desiguales.

alterar el desarrollo cerebral infantil

Este tipo de hallazgos refuerza la idea de que el contexto social influye en la biología humana. Según el profesor Vikram Patel, de Harvard:

[el estudio] se suma a la creciente literatura que demuestra cómo los factores sociales pueden influir en el bienestar a través de vías que incluyen cambios estructurales en el cerebro”.

En términos de responsabilidad social, este estudio representa una llamada de atención para gobiernos, empresas y fundaciones. Las políticas orientadas a reducir la desigualdad económica no solo promueven justicia social, sino que podrían proteger el desarrollo neurológico de las próximas generaciones.

Impacto en la salud mental y el bienestar infantil

El estudio también observó que los niños que viven en zonas con mayores niveles de desigualdad presentan peor salud mental. Los investigadores aplicaron cuestionarios sobre depresión y ansiedad a menores de entre 10 y 11 años, seis y 18 meses después de las resonancias magnéticas, y detectaron que los síntomas eran más severos entre quienes residían en entornos desiguales.

Estos resultados sugieren que alterar el desarrollo cerebral infantil puede tener consecuencias de largo plazo en el bienestar emocional. Los cambios en la estructura del cerebro, especialmente en regiones relacionadas con la regulación de las emociones, podrían aumentar la vulnerabilidad a padecimientos como la ansiedad o la depresión. La profesora Kate Pickett, coautora del estudio y académica de la Universidad de York señala que:

Reducir la desigualdad no es solo una cuestión económica: es un imperativo de salud pública…la desigualdad crea un entorno social tóxico que literalmente moldea cómo se desarrollan las mentes jóvenes”

alterar el desarrollo cerebral infantil

Este enfoque respalda el principio de que la salud mental infantil debe considerarse un indicador de equidad social. En contextos de desigualdad estructural, las políticas de inclusión y bienestar no son complementarias: son esenciales para un desarrollo integral.

Desigualdad global y riesgo de replicación del fenómeno

Aunque el estudio se centró en Estados Unidos, sus autores advierten que los efectos podrían reproducirse en otras sociedades con brechas socioeconómicas marcadas. Regiones del Reino Unido como Londres —caracterizadas por contrastes extremos entre riqueza y pobreza— podrían experimentar patrones similares.

“Nos interesa ver cómo se comparan estos hallazgos a nivel mundial”, comentó la Dra. Rakesh. Este enfoque internacional abre la puerta a futuras investigaciones que evalúen si la desigualdad estructural puede alterar el desarrollo cerebral infantil en otros contextos culturales y económicos.

El impacto de la desigualdad no se limita al acceso a recursos materiales: también afecta la forma en que el cerebro percibe y responde al entorno. Las condiciones de estrés crónico, la falta de cohesión social y las limitadas oportunidades de interacción positiva son factores que podrían estar detrás de las alteraciones detectadas.

Para las organizaciones que promueven la responsabilidad social, este tipo de evidencia científica plantea nuevos desafíos. Combatir la desigualdad no solo es una cuestión de justicia económica, sino una inversión en el bienestar cognitivo y emocional de las futuras generaciones.

alterar el desarrollo cerebral infantil

Evidencia neurocientífica y políticas públicas

La investigación publicada en Nature Mental Health contó con el respaldo de la Fundación para la Investigación del Cerebro y la Conducta, el Consejo de Investigación Médica del Reino Unido (UKRI) y el Instituto Nacional de Salud Mental. El rigor de su metodología —que incluyó neuroimágenes, análisis estadístico y seguimiento longitudinal— refuerza la validez de los resultados.

Los autores concluyen que las políticas públicas deben considerar los efectos neurobiológicos de la desigualdad. Si alterar el desarrollo cerebral infantil es una consecuencia directa de las disparidades sociales, reducir la desigualdad podría tener beneficios medibles en la salud mental poblacional.

En este sentido, promover entornos más igualitarios podría traducirse en mejoras en la capacidad cognitiva, la regulación emocional y la resiliencia de los niños. Las empresas y gobiernos que integran la sostenibilidad social como parte de su estrategia ESG tienen un papel clave en este proceso.

Este estudio invita a repensar las inversiones sociales más allá de la filantropía. La igualdad, según evidencia científica, también es un factor de desarrollo humano y de salud cerebral colectiva.

alterar el desarrollo cerebral infantil

Un llamado a la equidad social en favor de la salud pública

Los resultados de esta investigación evidencian que la desigualdad no solo se mide en términos económicos, sino también en consecuencias neurológicas y emocionales. Si los entornos desiguales pueden alterar el desarrollo cerebral infantil, las políticas públicas y empresariales deben asumir la equidad como prioridad estratégica.

Como señala la profesora Kate Pickett, “la desigualdad crea un entorno social tóxico”. Superar este desafío requiere un compromiso multisectorial que involucre a los líderes empresariales, las instituciones educativas y los gobiernos. Invertir en igualdad, según la ciencia, es invertir en cerebros más sanos, sociedades más estables y futuros más justos.

Inversores globales urgen a detener la pérdida de bosques antes de 2030

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Una coalición de inversores globales que representa más de 3 billones de dólares en activos ha lanzado un llamado urgente a los gobiernos para detener la pérdida de bosques y la degradación de los ecosistemas antes de 2030. Según información del portal ESG News, la iniciativa, formalizada a través de la Declaración de Belém para Inversores sobre las Selvas Tropicales, busca advertir sobre los riesgos financieros materiales que la continua deforestación implica para los mercados globales.

Según la coalición, respaldada por 30 importantes inversores institucionales como Pictet Group y DNB Asset Management, “sin sistemas naturales estables, la economía global se vuelve inestable”.

 El llamado se produce antes de la próxima conferencia climática de la ONU en Brasil, donde los bosques amazónicos serán uno de los temas prioritarios de la agenda internacional.

Los riesgos económicos y ambientales de la deforestación

El ritmo de pérdida forestal global sigue siendo alarmante. En 2024, se estima que se perdieron 8.1 millones de hectáreas de bosques, una superficie equivalente al tamaño de Inglaterra, principalmente debido a la expansión agrícola y a incendios forestales. Esta continua degradación socava servicios ecosistémicos críticos como la regulación climática, la seguridad alimentaria y la disponibilidad de agua.

Jan Erik Saugestad, director ejecutivo de Storebrand Asset Management, advierte que:

“La deforestación socava los sistemas naturales de los que dependen los mercados globales, desde la regulación del clima hasta la seguridad alimentaria y del agua”. 

detener la pérdida de bosques

Los inversores consideran que este fenómeno ya constituye un riesgo financiero material, comparable con la inestabilidad provocada por el cambio climático.

La coalición insta a los gobiernos a fortalecer las cadenas de suministro libres de deforestación, mejorar la gobernanza del uso de la tierra y ofrecer incentivos financieros para la conservación. Se trata de alinear la protección ambiental con la estabilidad económica global, asegurando que los mercados internos y externos reconozcan la biodiversidad como un activo crítico.

Además, integrar estas medidas en políticas corporativas y marcos regulatorios permite a las instituciones financieras incluir el riesgo de deforestación en sus análisis de carteras y procesos de diligencia debida, promoviendo una transición hacia inversiones sostenibles y responsables.

Obstáculos políticos y retrasos regulatorios

A pesar de la urgencia, la implementación de políticas efectivas enfrenta retrasos y resistencia. La Unión Europea, por ejemplo, pospuso un año la aplicación de su normativa antideforestación debido a la oposición de socios comerciales como Brasil, Indonesia y Estados Unidos. Esto ha generado incertidumbre en los mercados y retrasos en la protección de los bosques tropicales.

En Estados Unidos, los cambios en la política ambiental han creado un entorno volátil. Ingrid Tungen, directora de Mercados Libres de Deforestación en Rainforest Foundation Norway, señala que:

 “Las políticas de escepticismo climático dificultan que los inversores consideren el clima y la biodiversidad en un mercado tan volátil”.

Estos desafíos políticos hacen que el llamado a detener la pérdida de bosques sea aún más crítico. Los retrasos y la falta de acción coordinada aumentan los riesgos económicos y ecológicos, afectando tanto a la naturaleza como a los portafolios financieros globales.

Para los inversores, la presión política y las demoras regulatorias subrayan la necesidad de alianzas internacionales sólidas y de mecanismos de cumplimiento robustos que incentiven la conservación de manera efectiva y medible.

La deforestación como riesgo financiero

Más allá de la ética ambiental, los inversores consideran que la pérdida de bosques representa un riesgo económico tangible. La Declaración de Belém identifica la protección forestal, la transparencia de datos y los incentivos para la agricultura sostenible como medidas esenciales para mitigar estos riesgos.

Ingrid Tungen afirma que ignorar esta crisis no solo amenaza la biodiversidad, sino que impacta directamente en la estabilidad de los mercados y las ganancias de las empresas:

“Todos los inversores reconocen el enorme riesgo que supone no actuar frente a la deforestación”.

Los gestores de activos están incorporando la pérdida de biodiversidad en sus marcos de diligencia debida, tratándola como un riesgo sistémico comparable al cambio climático. Esto incluye la evaluación de precios de materias primas, disponibilidad de agua y resiliencia de las cadenas de suministro.

Con esta perspectiva, la inversión responsable se convierte en una herramienta de prevención financiera y ecológica, donde la acción temprana es clave para garantizar que los bosques y los ecosistemas asociados sigan siendo activos estratégicos y sostenibles.

detener la pérdida de bosques

Un punto de inflexión antes de la COP de Brasil

La COP de Brasil, donde se encuentra más del 60 % de la selva amazónica, será un escenario clave para evaluar la acción política y empresarial en torno a la deforestación. La coalición de inversores espera que su llamado sirva para presionar a gobiernos y empresas a detener la pérdida de bosques de manera urgente.

Si se atiende la Declaración de Belém, los mercados de capital podrían alinearse con la conservación de las selvas tropicales, convirtiéndose en un ejemplo de cómo la inversión responsable puede proteger la naturaleza y garantizar la estabilidad financiera global.

La urgencia del llamado se refleja en los datos: millones de hectáreas continúan desapareciendo cada año, y el costo de la inacción se vuelve cada vez más tangible. Para los inversores, actuar ahora es tanto una obligación moral como un imperativo económico.

Garantizar cadenas de suministro sostenibles, reforzar la gobernanza del uso de la tierra e implementar incentivos claros son pasos fundamentales para que los bosques del mundo sigan desempeñando su papel vital en la regulación climática, la biodiversidad y la resiliencia económica.

Actuar ahora para asegurar el futuro

La movilización de inversores globales subraya que la protección de los bosques no es solo un asunto ambiental, sino una prioridad económica. Detener la pérdida de bosques antes de 2030 es esencial para mitigar riesgos financieros y preservar los servicios ecosistémicos de los que dependen millones de personas y empresas en todo el mundo.

Con el respaldo de más de 3 billones de dólares en activos, esta coalición busca transformar la presión del mercado en acción tangible. La COP de Brasil será la oportunidad para consolidar compromisos, fortalecer políticas y asegurar que la inversión global apoye la conservación de los bosques tropicales antes de que sea demasiado tarde.

¿Cómo las fundaciones empresariales están transformando comunidades en México?

Ayudar a quienes más lo necesitan no se trata solo de donar insumos que resuelvan necesidades inmediatas. También implica crear apoyos que empoderen tanto a las personas como a las comunidades, al brindarles capacidades y desarrollar infraestructura que les permita resolver por sí mismas, y de manera permanente, las carencias o problemáticas a las que se enfrentan. En el corazón de estas acciones está la convicción de dignificar vidas y abrir caminos hacia un futuro más justo y sostenible.

Esto es algo que las fundaciones empresariales han entendido muy bien. Por ello, muchas de ellas han apostado por desarrollar y liderar programas efectivos de desarrollo comunitario que no solo atienden necesidades temporales, sino que ofrecen herramientas reales de transformación. A través de cursos, capacitación para el trabajo, impulso al emprendimiento o construcción de infraestructura local, estas fundaciones se han convertido en aliadas estratégicas para el progreso de individuos y comunidades en situación vulnerable.

Ejemplos de este tipo de acciones existen muchos, pero algunos casos emblemáticos muestran de forma clara cómo la colaboración, la visión de largo plazo y el compromiso empresarial pueden transformar comunidades enteras. A continuación te presentamos cuatro programas efectivos de desarrollo comunitario que han sido implementados por fundaciones empresariales en México y cuyos resultados demuestran el poder de este tipo de colaboraciones que incentivan la autonomía y generan capacidades:

4 programas efectivos de desarrollo comunitario

1. Proyectos productivos de Fundación Gigante: emprendimiento rural que cambia vidas

En la región Chontal de Oaxaca, Fundación Gigante, en alianza con Fundación Obras Educativas, impulsa 19 proyectos productivos que van desde criaderos de ovinos, borregos, pollos y truchas, hasta tiendas, restaurantes y purificadoras de agua. Con ellos, se han beneficiado 89 familias —356 personas en total—, capacitadas para gestionar sus propios negocios y mejorar su calidad de vida. Estos esfuerzos incluyen también la promoción del ahorro entre los beneficiarios, incentivando así la reinversión del 30% de las utilidades generadas con el objetivo de fortalecer la autosuficiencia económica de las familias.

Además, la fundación ha desarrollado un proyecto para mejorar el acceso al agua potable de esta localidad mediante la capacitación de 65 familias en la construcción del Modelo de Uso Sustentable de Agua (MUSA), que incluye sistemas de captación, pozos, riego y baños ecológicos, un sistema que permite dignificar el modo de vida de los beneficiarios y brindarles herramientas y habilidades para lograr enfrentar la problemática de suministro de agua. 

Asimismo , Fundación Gigante apoyó la construcción de 30 huertos de traspatio que permitirán generar autonomía, seguridad alimentaria y desarrollo sostenible en la región, demostrando así cómo los programas efectivos de desarrollo comunitario pueden elevar la calidad de vida de las personas.

programas efectivos de desarrollo comunitario

2. Sistemas de captación de lluvia de Fundación PepsiCo: agua para la vida

En la Reserva de la Sierra Gorda de Querétaro, el 80% de las localidades enfrenta vulnerabilidad hídrica. Para responder a esta crisis, Fundación PepsiCo México y Global, en colaboración con el Grupo Ecológico Sierra Gorda y Nacional Monte de Piedad, implementaron un programa que busca mejorar el acceso al agua potable y fomentar una cultura del cuidado.

Este proyecto no solo instala sistemas de captación de lluvia, sino que también capacita a los habitantes para su mantenimiento, asegurando la sustentabilidad del modelo a largo plazo. Gracias a estos programas efectivos de desarrollo comunitario, las familias pueden reducir su dependencia de la compra de agua y garantizar su consumo durante las temporadas de sequía. Así, la iniciativa no solo ofrece una solución técnica, sino que fortalece la resiliencia y la gestión comunitaria del recurso más esencial: el agua.

3. Mujeres Maravillosas de Fundación Banorte: impulsando el talento femenino

Con el programa Mujeres Maravillosas, Fundación Banorte ha demostrado que la inclusión y el desarrollo económico pueden ir de la mano. En su primera edición, apoyó los proyectos y emprendimientos de 120 mujeres provenientes de distintas regiones del país, otorgando apoyos que van desde 30 mil hasta 100 mil pesos, con un monto total de 9.5 millones de pesos destinados a fortalecer sus negocios y formación personal.

Las participantes recibieron capacitación a través del diplomado Creciendo Juntas, además de mentorías que las acompañan en el desarrollo de sus proyectos. Entre las iniciativas apoyadas destacan la producción de fertilizantes orgánicos, panadería con masa de lenteja, fabricación de tabiques y cultivo de huevo orgánico. Este enfoque integral demuestra que los programas efectivos de desarrollo comunitario no solo generan oportunidades económicas, sino que promueven el liderazgo femenino, el trabajo colaborativo y la transformación social desde lo local.

programas efectivos de desarrollo comunitario

4. Escuelas con Agua de Fundación Coca-Cola: educación y bienestar hídrico

En México, más del 14% de las escuelas públicas carece de acceso al agua potable, una condición que afecta a más de 3.4 millones de estudiantes. Frente a esta problemática, Fundación Coca-Cola México creó el programa Escuelas con Agua, que instala Sistemas de Captación de Agua de Lluvia (SCALL) en planteles de todo el país. Cada sistema puede recolectar entre 500 mil y un millón de litros de agua al año, lo que permite mantener la operación escolar incluso en tiempos de escasez.

Desde su inicio en 2021, se han instalado más de 700 sistemas y se prevé ampliar su cobertura nacional. El proyecto incluye talleres educativos para maestros, alumnos y padres de familia, fomentando una cultura del uso responsable del agua. Así, la fundación combina infraestructura, tecnología e inclusión educativa para garantizar condiciones dignas y sostenibles. Es un ejemplo claro de cómo los programas efectivos de desarrollo comunitario pueden transformar no solo comunidades, sino también generaciones enteras.

Un cambio que perdura en el tiempo

Las fundaciones empresariales están demostrando que el impacto social de sus acciones se multiplica cuando se logra ir más allá de la resolución inmediata de necesidades mediante la creación de programas efectivos de desarrollo comunitario que promueven la autonomía, la educación y la sostenibilidad. 

programas efectivos de desarrollo comunitario

Estos programas no solo aportan infraestructura o recursos, sino que crean capacidades locales, impulsan la participación comunitaria y fortalecen el tejido social. De esta manera, se construyen entornos más equitativos donde las personas se convierten en agentes de su propio desarrollo, capaces de mejorar su calidad de vida y la de sus familias.

El trabajo de estas organizaciones está transformando comunidades vulnerables en espacios de progreso y esperanza donde al brindar las herramientas adecuadas, las personas pueden ser el motor que cambie su presente y les ayude a construir un futuro más digno, sostenible y lleno de oportunidades.

Grupak, finalista en la categoría Medio Ambiente del Premio ELIS 2025

Un papel cada vez más sostenible en la industria mexicana

Cada año, el Premio Empresas Líderes en Innovación Sustentable (ELIS) —impulsado por HSBC México en colaboración con EY— distingue a aquellas organizaciones que logran traducir los principios ASG en resultados concretos y medibles. En su edición 2025, el premio incluyó las categorías Ambiental, Social, Gobernanza y New Economy, además de la mención “Mujeres al Mundo”.

En este contexto, Grupak fue reconocido como finalista en la categoría Medio Ambiente, compartiendo espacio con compañías de amplia trayectoria en sostenibilidad como Bio Pappel.

El hecho es relevante: Grupak forma parte de una generación de empresas mexicanas que están transformando su modelo operativo hacia una gestión ambiental avanzada, enfocada en eficiencia energética, reducción de residuos y economía circular, pilares que marcan su estrategia de crecimiento sostenible.

Más allá del reconocimiento, la presencia de Grupak en esta categoría refleja una evolución visible: competir junto a Bio Pappel —referente histórico en materia de sustentabilidad— confirma que el grupo comienza a posicionarse en el mismo nivel de conversación, reduciendo la distancia y ganando legitimidad en el ámbito ambiental y reputacional.

Su compromiso con el entorno se traduce en iniciativas de reciclaje, gestión responsable de agua y energía, y el impulso a productos con contenido reciclado, en un ciclo que conecta innovación, eficiencia y propósito. En cada planta, las prácticas de mejora continua, los sistemas de trazabilidad y las inversiones en tecnología limpia apuntan a un mismo objetivo: hacer de la sostenibilidad un activo competitivo.

Más allá del reconocimiento

El Premio ELIS se ha consolidado como una plataforma que visibiliza cómo la sostenibilidad puede integrarse de forma transversal en las empresas mexicanas, sin importar su tamaño o sector. Para Grupak, su participación no solo representa un logro reputacional, sino también un punto de inflexión para acelerar su posicionamiento frente a los grandes referentes de la industria.

En un entorno donde la gestión ambiental dejó de ser opcional para convertirse en un eje estratégico, que Grupak y Bio Pappel coincidan en la misma categoría no es casualidad, sino un síntoma de cambio: la industria papelera mexicana se está transformando, y nuevos actores comienzan a demostrar que la competitividad del futuro también se medirá en sostenibilidad.

En esa transformación, Grupak avanza con una visión clara: entender que la innovación ambiental no solo fortalece su negocio, sino que también protege los recursos de los que depende.Como suele recordarlo su lema, “Protegemos tu producto, cuidamos tu futuro”, hoy esa frase trasciende el empaque: se convierte en una declaración sobre el papel que las empresas mexicanas pueden desempeñar en la construcción de un futuro más responsable.

Grupo Surman, única empresa automotriz finalista en la categoría Social del Premio ELIS 2025, reconocimiento que impulsa HSBC México

Cada vez son más las iniciativas que buscan reconocer a las empresas que han logrado integrar la sostenibilidad como un componente estratégico de negocio. Una de las más consistentes es el Premio Empresas Líderes en Innovación Sustentable (ELIS), impulsado por HSBC México en colaboración con EY, que este año celebró su cuarta edición.

El galardón distingue a organizaciones con presencia en México que han incorporado criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) con impacto medible. La edición 2025 incluyó las categorías Ambiental, Social, Gobernanza y New Economy, además de una mención especial “Mujeres al Mundo”.

En ese contexto, Grupo Surman fue reconocido como finalista en la categoría Social, siendo la única empresa de su tipo —del sector automotriz y de distribución— en alcanzar esta distinción.
El hecho no es menor: se trata de un grupo automotriz con más de 40 años de historia que ha logrado consolidar una estrategia formal de sostenibilidad y responsabilidad social, con metas claras al 2030 y una estructura que integra los ámbitos social, ambiental y de gobernanza.

Su estrategia parte del propósito de “Liderar el camino y conducir el futuro” y se traduce en un modelo que vincula el bienestar y desarrollo de las personas, la eficiencia ambiental y la ética empresarial con la competitividad del negocio. Desde ahí, Surman ha fortalecido sus prácticas internas, su relación con las comunidades y su compromiso con una movilidad cada vez más responsable.

Grupo Surman

La iniciativa de HSBC

Desde su creación, el Premio ELIS busca acelerar la transición hacia modelos empresariales sostenibles, reconociendo tanto a grandes corporativos como a empresas medianas que han sabido traducir sus compromisos en resultados.
Al hacerlo, el banco contribuye a visibilizar cómo la sostenibilidad puede generar valor compartido: económico, social y reputacional. La colaboración con EY garantiza además un proceso de evaluación riguroso, basado en evidencia y con la mirada de un jurado independiente.

Un reflejo de evolución

Que una empresa como Surman figure entre los finalistas en la categoría Social dice mucho del momento que atraviesa el ecosistema empresarial mexicano.
Significa que sectores tradicionalmente enfocados en la eficiencia y la operación —como el automotriz— están comenzando a incorporar una visión más amplia sobre su impacto, no solo ambiental sino también humano.

En su postulación, Surman presentó acciones enfocadas en bienestar laboral, inclusión y equidad, salud emocional, voluntariado corporativo y educación, todas ellas integradas en una hoja de ruta de sostenibilidad 2025–2030.
Más allá de las cifras o los programas específicos, lo relevante es que el grupo ha comenzado a institucionalizar su estrategia, articulando metas sociales que se conectan con el propósito de marca: “Lideramos el camino. Conducimos el futuro.”

Más allá del reconocimiento

Premios como el ELIS no sólo distinguen buenas prácticas: sirven para visibilizar la diversidad de caminos hacia la sostenibilidad.
En este caso, la participación de Grupo Surman recuerda que la generación de valor más allá del negocio no es exclusiva de un sector ni de una escala, sino una decisión consciente que implica liderazgo, coherencia y una lectura moderna del rol empresarial.

En un entorno donde la sostenibilidad se discute con mayor madurez y rigor, que una empresa automotriz figure entre los finalistas sociales es una señal alentadora: hay industrias que están entendiendo que conducir el futuro también significa hacerlo de manera responsable.

Entrega Fundación Lala primera parte de apoyo a familias afectadas por inundaciones

Fundación Lala hizo entrega de los primeros 20 mil litros de leche como parte del paquete inicial de apoyo a familias afectadas por las inundaciones en Veracruz, Puebla e Hidalgo. Este apoyo se hace en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) conforme al plan de ayuda humanitaria establecido por dicha Secretaría.

Adicionalmente, se entregará un segundo paquete de ayuda a través del Centro Nacional de Apoyo para Contingencias Epidemiológicas y Desastres A.C. (CENACED) que también está en coordinación con la SEDENA, y con ello sumar 45 mil litros de leche para colaborar en la atención a necesidades básicas de alimentación de las familias afectadas.

En momentos de adversidad, la solidaridad nos distingue en México. Desde Fundación Lala, reafirmamos el compromiso de Grupo Lala con las comunidades afectadas por las recientes tormentas, sumando esfuerzos con distintas asociaciones y autoridades para llevar un alimento nutritivo y esencial, como lo es la leche, a quienes lo necesitan con urgencia en esta situación”, comentó Edgar Salinas, director de Fundación Lala

Fundación Lala

Una vez superada la fase crítica y en alianza con la red BAMEX, (red de bancos de alimentos de México) Fundación Lala continuará colaborando con las acciones de solidaridad con las comunidades más afectadas.

En Fundación Lala estamos seguros de que cuando empresas, organizaciones y gobierno se unen, se genera un pacto positivo mucho más grande y efectivo en este tipo de emergencias, añadió Edgar Salinas.