La transición hacia una economía baja en carbono es uno de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo. México al firmar el acuerdo de París en 2016 se comprometió a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y una de sus estrategias claves es la descarbonización industrial, lo cual involucra de manera significativa al sector privado.
En este contexto, HEINEKEN México ha colocado también la descarbonización como un eje de su estrategia ambiental, estableciendo objetivos claros, cero emisiones netas en Alcances 1 y 2 para 2030 y en toda la cadena de valor para 2040. La compañía ha mapeado todas las etapas del proceso de elaboración de su cerveza, desde la agricultura y la producción, hasta el envasado, transporte y refrigeración para identificar dónde reducir emisiones (conocida como: Del campo al bar).
En agricultura, por ejemplo, de 2021 a la fecha, se ha impulsado el fortalecimiento de las capacidades de los agricultores, promoviendo la adopción de buenas prácticas ambientales, sociales, económicas y de gestión. Actualmente 90 de sus productores cuenta con la certificación Farm Sustainability Assessment por la SAI (Sustainable Agriculture Initiative) lo que se ha traducido en la implementación de fertilizantes de alta tecnología, que se traducen en una menor huella de carbono en más 30 mil hectáreas.
Conscientes de que la descarbonización es un trabajo colaborativo, la compañía también decidió enfocar la edición 2024 de su programa HEINEKEN Green Challenge en este eje. El programa nació con el objetivo de identificar, acelerar y acompañar startups mexicanas con proyectos que buscan resolver desafíos ambientales. Desde 2018, y en alianza con incMTY, se han recibido más de 4,000 proyectos y han acelerado a más de 120 startups, fomentando un ecosistema de innovación con impacto social y ambiental tangible.
Esta edición marcó un hito con la incorporación del esquema venture client, que permite probar las soluciones directamente en las operaciones de la compañía. La startup seleccionada, Bioram, ha desarrollado procesos biotecnológicos que transforman subproductos orgánicos en soluciones capaces de reducir emisiones, regenerar suelos y fomentar la economía circular en la agroindustria. La prueba piloto está siendo albergada en HEINEKEN México lo que abre nuevas oportunidades para validar tecnologías, generar datos de impacto real y acelerar la colaboración entre industria y emprendimiento.
“Impulsar un mundo mejor significa asumir nuestra responsabilidad y actuar en consecuencia. Cada decisión que tomamos refleja nuestro interés por el bienestar de las comunidades y el planeta”, señaló Inti Pérez, directora de Sustentabilidad y Responsabilidad Social Corporativa de HEINEKEN México.
La colaboración entre empresas, startups y gobiernos se vuelve cada vez más crucial. La implementación de tecnologías limpias y esquemas colaborativos no solo reduce emisiones, sino que también genera aprendizajes, eficiencia operativa y nuevas oportunidades de negocio para todos los actores involucrados en pro de crear un futuro más consciente.
En un entorno donde muchas compañías reducen su exposición pública en temas ESG, Grupo Coppel presentó su Informe de Sostenibilidad 2024 y reafirmó su compromiso con la inclusión, la energía limpia y la integridad corporativa.
Mientras buena parte del sector empresarial modera su discurso sobre sostenibilidad o limita sus compromisos al corto plazo, Grupo Coppel decidió hacer lo contrario: levantar el perfil, compartir datos verificables y abrir la conversación sobre lo que significa operar con propósito en un contexto incierto.
El grupo presentó su Informe de Sostenibilidad 2024, un documento que reúne avances en inclusión financiera, transición energética, desarrollo del talento y gobernanza.
Durante la sesión participaron Carolina Garayzar, Chief of Staff to the Chairman y Head of ESG Financial Services en BanCoppel; Christian Morfín Ortiz, gerente nacional de Sostenibilidad de Grupo Coppel; Rocío Abud, directora de Fundación Coppel y Responsabilidad Social Corporativa; y Francisco Rodríguez Daniel, director de Comunicación Corporativa.
En conjunto, transmitieron un mensaje claro: la sostenibilidad no es una tendencia, sino una forma de hacer mejor las cosas todos los días.
Inclusión financiera y educación: pilares de desarrollo
Uno de los mensajes más relevantes vino de la mano de Carolina Garayzar, quien explicó que la verdadera inclusión no se limita a ofrecer crédito, sino a educar y acompañar financieramente a las personas.
En 2024, 690 mil personas accedieron por primera vez a un producto o servicio financiero formal, y la meta del grupo para los próximos cinco años es sumar tres millones de nuevos usuarios al sistema financiero.
El compromiso con la educación también se refleja internamente: 20 mil becas académicas beneficiaron a colaboradores y familiares, cubriendo el 50% de las colegiaturas desde nivel preescolar hasta posgrado.
Además, más de mil colaboradores concluyeron estudios en la Universidad Corporativa Coppel, y el grupo impartió 2.5 millones de horas de capacitación, equivalente a un promedio de 20 horas por persona.
Transición energética y eficiencia operativa
En materia ambiental, Coppel fortaleció su estrategia de energía limpia:
710 inmuebles —el 40% de sus tiendas y centros de distribución— ya cuentan con paneles solares, un crecimiento del 16% respecto al año anterior.
Su flota de vehículos eléctricos e híbridos aumentó 35%, alcanzando 530 unidades.
El 99% de las tiendas opera con iluminación LED, y una de cada tres utiliza sistemas Inverter, que reducen hasta 40% el consumo energético.
Estas acciones permitieron evitar la emisión de más de 51 mil toneladas de CO₂e, equivalentes a cinco veces el arbolado del Bosque de Chapultepec.
El grupo también recuperó 21,800 toneladas de residuos reciclables, lo que representa el 80% del material aprovechable generado en su operación, y anunció su meta de que para 2030 casi el 30% de su consumo energético provenga de fuentes limpias.
Fundación Coppel: movilidad social y alianzas con impacto
A través de Fundación Coppel, el grupo benefició a más de cinco millones de personas en 2024, en alianza con 232 organizaciones.
La inversión social, que superó los 550 millones de pesos, se enfocó en cuatro ejes: educación y liderazgo, cultura y espacio público, desarrollo económico y social, y atención a emergencias.
Abud destacó que este enfoque responde a una visión de largo plazo: “Queremos ser un buen vecino. Y ser un buen vecino significa contemplar todo: las personas, el entorno y las oportunidades que generamos cada día.”
Entre los programas ambientales más emblemáticos, mencionó la estrategia territorial en el Golfo de California, que impulsa comunidades costeras para conservar ecosistemas marinos y proteger especies como el cóndor de California.
Gobernanza e integridad corporativa
Aunque es una empresa privada, Coppel opera con estructuras de gobernanza comparables a las de una empresa pública. En 2024, más de 4,900 proveedores fueron evaluados bajo criterios de sostenibilidad, derechos humanos y ética.
El grupo fortaleció además sus mecanismos internos de cumplimiento, transparencia e inclusión.
Estos esfuerzos se reflejaron en su reconocimiento como la empresa con mayor integridad corporativa en México, al obtener el primer lugar en el ranking IC500, además de figurar entre las empresas más éticas del país (Ranking E+E 2024).
Finanzas sostenibles: crédito sindicado con propósito
Uno de los anuncios más destacados fue la renovación del crédito sindicado sostenible por 51 mil millones de pesos, uno de los mayores en América Latina.
Christian Morfín Ortiz explicó que este instrumento vincula incentivos financieros con metas ambientales, como el uso de energía renovable en la operación y la ampliación de la flotilla eléctrica e híbrida.
Si el grupo cumple con sus compromisos, obtiene una reducción en la tasa de interés, un modelo que refuerza la tendencia global de alinear el financiamiento con resultados ESG verificables.
Transparencia y diálogo: un nuevo tono institucional
Durante el encuentro, Francisco Rodríguez Daniel, director de Comunicación Corporativa, subrayó que esta presentación responde a una convicción genuina de transparencia y apertura hacia la sociedad.
Explicó que el grupo busca abrir un espacio de diálogo que trascienda el informe anual y contribuya a fortalecer la conversación sobre sostenibilidad empresarial en México.
El mensaje marcó el cierre de un evento que no solo compartió cifras, sino un cambio de tono: el de una empresa mexicana que decide abrir su conversación de sostenibilidad cuando muchos prefieren mantenerla en silencio.
Un informe tangible en tiempos digitales
Como dato curioso, el Informe de Sostenibilidad 2024 se entregó en formato físico a los asistentes. Una práctica poco común en estos tiempos, pero útil para aprovechar la amplitud de información, gráficas y referencias que integra el documento.
Una invitación, también, a leer con calma y profundidad los avances de una empresa que busca conjugar propósito, impacto y rentabilidad.
¿Estamos ante el fin de una era? ¿La búsqueda de diversidad, equidad e inclusión (DEI) puede haber sido tan intensa que provocó su propio agotamiento? Lo ocurrido con American Eagle y su campaña con Sydney Sweeney, podría ser un signo de el fin de DEI… pero no tan pronto, vamos a hablarlo porque es un caso que merece una mirada más allá del chisme de las redes sociales.
La campaña de American Eagle y Sidney Sweeney
Cuando la controvertida campaña de la sensual actriz invadió todos los canales publicitarios, generó una polémica enorme, despertando fuertes debates en redes sociales.
No obstante el vendaval, Jay Schottenstein, CEO de American Eagle Outfitters, no reculó. Su mensaje al personal fue claro: manténganse firmes.
A los ejecutivos les pidió mantener la calma y ordenó a los empleados no hacer comentarios sobre los anuncios. Puso a un pequeño equipo a monitorear redes sociales y contrató una empresa para encuestar clientes.
La compañía no retiró ningún anuncio. Times Square siguió exhibiendo los enormes anuncios en sus gigantescas pantallas, las vallas en todas las ciudades siguieron derrochando atractivo y los canales digitales continuaron con su pauta inicial.
El fin de DEI
¿Y cómo no hacerlo, si Schottenstein había aprobado personalmente la campaña? Los anuncios mostraban a Sweeney vestida sugerentemente con prendas de mezclilla.
«Los genes se transmiten de padres a hijos, determinando rasgos como el color del cabello o de ojos», decía Sweeney. «Mis jeans son azules». La frase jugaba con el doble sentido ya que «jeans» (pantalones) y «genes» (genes), son pronunciados idénticamente en inglés.
Muchos calificaron el mensaje de racista. Otros, de sexista. Hasta el presidente Trump salió a opinar señalando: «Sydney Sweeney tiene el anuncio ‘MÁS CALIENTE’ que existe».
La emisión era riesgosa, especialmente por el momento social que se vive en Norteamérica.
Expertos en marketing predijeron que el alboroto dañaría las ventas y la reputación de American Eagle, como había ocurrido con otras marcas que habían incurrido en campañas similares.
Sin embargo, el resultado fue contrario: las ventas mejoraron tras la campaña. El crecimiento se tornó positivo en agosto y los anuncios atrajeron casi un millón de clientes nuevos entre julio y septiembre.
¿Se está agotando el discurso DEI?
¿Es este el fin de DEI? ¿Fue demasiado intenso el esfuerzo por crear empresas y sociedades más equilibradas? ¿Era inevitable este backlash?
No tan rápido. Si bien el backlash es extremadamente fuerte La narrativa DEI ha sido, durante la última década, uno de los pilares del branding con propósito. Las marcas que la abrazaron encontraron no solo relevancia social, sino también preferencia de mercado. El propósito se volvió diferencial.
Pero como todo discurso dominante, el DEI también corre el riesgo del desgaste. No porque sea menos necesario, sino porque muchas marcas lo han reducido a una etiqueta, y cuando el propósito se convierte en adorno, el público lo detecta.
Marketing LGBT
En ese sentido, sería incorrecto decir que la campaña de American Eagle es un signo inequívoco de el fin del DEI; sin embargo es una señal clara de que estamos entrando en una nueva fase, donde la autenticidad será más valiosa que la corrección.
DEI no se trata de decir compañere… no se trata de poner a un actor de color en un rol cuya descripción literaria fuera esencialmente distinta. Estas acciones ocasionalmente podrían funcionar pero no son la esencia de DEI, que implica crear entornos más incluyentes, diversos y equitativos.
DEI está en los menús braile de Starbucks, en el anuncio de Dove alabando el cabello de las niñas afroamericanas, en las campañas contra el acoso de L’Oréal y en las empresas que se comprometen con los derechos humanos más allá de las campañas de colores.
De modo que más autenticidad y menos apariencia… más conexión y menos corrección.
Creo en el impacto transformador de las marcas en nuestra sociedad y nuestro mundo. Como estratega digital con alta experiencia en contenidos y RSE, me dedico a guiar y empoderar a las marcas para desarrollar acciones y contenidos que inspiren, conecten y generen resultados.
Soy Director de Marketing y Media en Expok, desde donde gestiono la estrategia digital de la empresa. Edito uno de los blogs de estrategia de contenido y marketing digital más reconocido de México: LuisMaram.com, y he disfrutado enormidades al impartir más de un centenar de conferencias en México y más allá de sus fronteras.
El cambio climático es uno de los desafíos más complejos y urgentes de nuestro tiempo, y hablar de él requiere claridad, precisión y responsabilidad. Sin embargo, incluso entre expertos y comunicadores, existen fallas recurrentes que dificultan que el público comprenda la magnitud del problema o se comprometa a actuar.
Más allá de cifras y datos técnicos, la manera en que presentamos la crisis climática influye directamente en las decisiones de empresas, gobiernos y ciudadanos. Reconocer los errores que cometemos al hablar de cambio climático es el primer paso para mejorar la comunicación y generar impacto real. Al abordar de forma estratégica y consciente estos errores, podemos crear un discurso más efectivo que motive cambios concretos y promueva la sostenibilidad, por ello, te presentamos, a continuación, algunos de los fallos más comunes que se comenten al hablar del cambio climático.
Los 12 errores que cometemos al hablar de cambio climático
1. Creer que solo los científicos pueden hablar del tema
Muchas personas asumen que solo los expertos en climatología pueden comunicar sobre el cambio climático, lo que limita la diversidad de voces y reduce el alcance del mensaje. Esta percepción genera una barrera para líderes empresariales, educadores y comunicadores que podrían traducir la información técnica a un lenguaje más cercano al público general.
Sin embargo, involucrar distintos actores es fundamental para aumentar la conciencia y la acción. Los errores que cometemos al hablar de cambio climático incluyen subestimar la capacidad de otros sectores para influir en la opinión pública y motivar decisiones sostenibles en la vida cotidiana.
2. Usar datos complejos sin contexto
Presentar cifras y estadísticas sin explicarlas o contextualizarlas puede confundir, desmotivar o incluso generar escepticismo. Decir que “la temperatura global aumentará 2°C” carece de impacto si no se vincula con efectos concretos en la salud, la economía o la seguridad alimentaria.
Uno de los errores que cometemos al hablar de cambio climático es asumir que los datos por sí solos motivan acción. La comunicación efectiva requiere traducir la información científica en ejemplos tangibles que conecten con la vida diaria y permitan comprender la urgencia de actuar.
3. Enfocarse solo en el desastre
Si bien los efectos del cambio climático son graves, centrar el discurso exclusivamente en catástrofes provoca miedo, ansiedad y sensación de impotencia. Esto puede generar parálisis en la acción, haciendo que el público se sienta incapaz de contribuir a soluciones.
El equilibrio entre riesgos y soluciones es clave. Mostrar casos de éxito, iniciativas locales o avances en mitigación y adaptación permite que la audiencia vea que la acción es posible, reduciendo la sensación de desesperanza y fortaleciendo la motivación para comprometerse.
4. Ignorar la conexión con la economía y la sociedad
Presentar el cambio climático como un fenómeno aislado desvinculado de la vida cotidiana es otro error frecuente. La crisis climática impacta directamente en empleo, producción de alimentos, migración y estabilidad económica, por lo que no reconocer estas conexiones limita la comprensión del problema.
Explicar cómo los efectos climáticos afectan decisiones financieras, políticas o empresariales permite que más personas comprendan la relevancia de sus acciones. Este descuido es uno de los errores que cometemos al hablar de cambio climático, ya que invisibiliza la interdependencia entre medio ambiente y sociedad.
5. Subestimar la urgencia
Decir que “todavía tenemos tiempo para actuar” puede transmitir falsa seguridad y reducir la presión para implementar políticas efectivas. La ciencia indica que los próximos años son críticos para limitar el calentamiento global y evitar impactos irreversibles.
Este error ralentiza la toma de decisiones y la movilización de recursos. Comunicar con claridad la urgencia, sin recurrir al alarmismo, permite que tanto individuos como organizaciones prioricen acciones inmediatas alineadas con estrategias de largo plazo.
6. No diferenciar entre adaptación y mitigación
Confundir adaptación y mitigación es un error frecuente en la comunicación climática. La mitigación busca reducir las emisiones futuras, mientras que la adaptación implica gestionar los impactos inevitables del cambio climático en comunidades y ecosistemas.
No explicar esta diferencia limita la comprensión de las estrategias necesarias y puede generar frustración si las acciones no producen resultados inmediatos. Reconocer esta distinción es esencial para que los mensajes sean claros y efectivos, y para que los públicos comprendan que ambas acciones son complementarias y necesarias.
7. Ignorar la diversidad de impactos
El cambio climático no afecta a todas las regiones o poblaciones por igual. Ignorar las diferencias en vulnerabilidad puede dar la impresión de que es un problema distante o abstracto, desconectado de la vida de muchas personas.
Destacar cómo ciertas comunidades enfrentan riesgos mayores, como sequías, inundaciones o pérdida de recursos naturales, permite diseñar soluciones más justas y equitativas. Este descuido es otro de los errores que cometemos al hablar de cambio climático, ya que invisibiliza la dimensión de justicia climática.
8. Sobreoptimismo tecnológico
Creer que la tecnología resolverá todos los problemas climáticos sin cambios de comportamiento, políticas efectivas o ajustes estructurales es un error recurrente. Esta visión puede inducir a la inacción y generar falsas expectativas sobre soluciones milagrosas.
Si bien la innovación es crucial, debe combinarse con regulaciones, educación y hábitos sostenibles. No considerar esta interacción es uno de los errores que cometemos al hablar de cambio climático, ya que minimiza la responsabilidad compartida y el esfuerzo integral que requiere la crisis climática.
9. No hablar de compromisos individuales
Focalizar la comunicación únicamente en gobiernos o grandes empresas desvía la atención de las acciones que cada persona puede tomar en su vida cotidiana. Cambios en transporte, alimentación o consumo energético son esenciales para lograr objetivos globales.
Resaltar la importancia de la acción individual refuerza la corresponsabilidad. Ignorar este aspecto limita la movilización ciudadana y es uno de los errores que cometemos al hablar de cambio climático, porque reduce la percepción de influencia personal sobre los resultados.
10. Frases vagas o ambiguas
Mensajes genéricos como “debemos cuidar el planeta” son inspiradores pero carecen de especificidad. No indican qué medidas concretas se requieren ni cómo se puede medir el progreso en sostenibilidad.
El uso de un lenguaje claro y con objetivos medibles aumenta la credibilidad del mensaje y permite que empresas, gobiernos y ciudadanos comprendan cómo sus acciones impactan directamente en la mitigación de la crisis climática.
11. No vincularlo a beneficios concretos
Hablar solo de riesgos climáticos omite mencionar los beneficios tangibles que surgen de la acción sostenible, como eficiencia energética, ahorro económico, innovación empresarial y bienestar social.
Incluir estos aspectos motiva más que el miedo o la culpa. Este error reduce la capacidad de persuasión de los mensajes, y es otro de los errores que cometemos al hablar de cambio climático, ya que no conecta las soluciones con ventajas concretas para la sociedad y la economía.
12. Ignorar la necesidad de educación continua
El cambio climático es un tema complejo y en constante evolución. No actualizar la información, simplificarla excesivamente o transmitir conceptos incorrectos puede generar confusión y desinformación.
Promover educación continua y fuentes confiables fortalece la comprensión del público y evita que se reproduzcan los errores que cometemos al hablar de cambio climático, garantizando que la comunicación sea precisa, relevante y capaz de motivar acción sostenida.
Más allá de los errores: la importancia de un discurso efectivo
La comunicación sobre cambio climático influye en la adopción de políticas públicas, estrategias empresariales y decisiones individuales. Comprender los errores comunes permite diseñar campañas más eficaces y mensajes que conecten con distintas audiencias.
Además, la comunicación clara y contextualizada ayuda a superar la fatiga informativa, generando compromiso real en lugar de desinterés. Los expertos coinciden en que un buen discurso puede transformar percepciones y movilizar recursos hacia soluciones sostenibles.
Educación y acción: cerrando la brecha entre conocimiento y práctica
La información científica debe traducirse en educación accesible y decisiones prácticas. Esto implica enseñar cómo reducir emisiones, proteger ecosistemas y apoyar la innovación sostenible desde distintos niveles, desde hogares hasta corporaciones.
Al cerrar la brecha entre conocimiento y acción, los comunicadores fortalecen la resiliencia de sociedades y empresas frente a la crisis climática. La educación continua es la herramienta más efectiva para evitar repetir los errores que cometemos al hablar de cambio climático y para fomentar un cambio real y duradero.
Aprender de los errores para comunicar mejor
Reconocer y analizar los errores que cometemos al hablar de cambio climático permite mejorar la comunicación y aumentar el impacto de nuestras acciones. Desde la claridad en los datos hasta la integración de soluciones concretas, cada ajuste en el discurso fortalece la conciencia y la responsabilidad.
Un enfoque estratégico y consciente, que combine información precisa, soluciones prácticas y educación continua, garantiza que la comunicación sobre cambio climático no solo informe, sino que movilice. Aprender de estos errores es esencial para construir un futuro más sostenible y responsable.
En el entorno empresarial actual, caracterizado por la incertidumbre económica y el escrutinio creciente de los inversores, los líderes en sostenibilidad enfrentan la tensión de obtener resultados inmediatos sin comprometer los compromisos climáticos y sociales a largo plazo. Esta paradoja exige habilidades de planificación estratégica y visión holística, donde cada decisión de corto plazo se alinee con los objetivos futuros.
En este contexto, ejecutivos como Suzanne Fallender, vicepresidenta de Impacto Global y Sostenibilidad de Prologis, han demuestrado que los líderes sostenibles pueden integrar la sostenibilidad en el ADN empresarial, construir alianzas internas inesperadas y establecer prioridades que permitan avanzar con consistencia y resiliencia. Te presentamos algunas de las prácticas que, según Fallender, son indispensables para lograr esta integración de manera efectiva.
La presión del corto plazo frente a la visión de futuro
Para los líderes sostenibles, la presión por resultados inmediatos no es nueva, pero la intensidad y la incertidumbre actuales son inéditas. Los informes de rendimiento, las exigencias de inversores y la volatilidad económica pueden desviar la atención de los objetivos de largo plazo, generando riesgos si se priorizan soluciones rápidas.
Fallender advierte que recortar esfuerzos sostenibles a corto plazo puede derivar en mayores costos futuros. Por ello, recomienda evaluar siempre el riesgo de no actuar ahora, integrando la sostenibilidad como parte de la toma de decisiones estratégicas y no como un añadido opcional.
Esta visión demuestra que los compromisos de sostenibilidad deben ser resistentes a los ajustes presupuestarios o cambios en la dirección corporativa. Los líderes sostenibles logran equilibrar ambos horizontes manteniendo un enfoque que protege los objetivos de largo plazo sin descuidar la urgencia presente.
En un contexto donde la presión inmediata es constante, la clave está en planificar riesgos, medir impactos y alinear incentivos internos con resultados sostenibles, de modo que cada acción contribuye a la visión futura.
Integrar la sostenibilidad en el ADN empresarial
La integración de la sostenibilidad en los sistemas centrales de la empresa es fundamental para que los compromisos climáticos y sociales se mantengan incluso ante presiones externas. En Prologis, los objetivos de cero emisiones netas se incorporan en los memorandos de inversión y en la remuneración ejecutiva, lo que garantiza que estas metas no puedan ser ignoradas.
Para los líderes sostenibles, esto significa dejar de tratar la sostenibilidad como un extra y convertirla en un criterio igual de relevante que marketing, operaciones o finanzas. Al estar integrada, se protege frente a cambios de prioridades y se asegura que cada decisión de corto plazo esté alineada con la estrategia global.
Además, la integración permite generar indicadores claros y medibles, facilitando la comunicación con inversores y partes interesadas sobre el progreso en sostenibilidad. La consistencia en la implementación fortalece la credibilidad de la organización y fomenta un compromiso genuino de todos los equipos.
Este enfoque demuestra que la sostenibilidad efectiva requiere sistematización y planificación, no improvisación; los líderes sostenibles son quienes logran que la acción inmediata refuerce la visión de largo plazo.
Construir aliados estratégicos
Un hallazgo clave de la experiencia de Fallender es que los defensores de la sostenibilidad a menudo provienen de áreas inesperadas, como finanzas o TI. Al demostrar el valor de las iniciativas sostenibles para distintos departamentos, los líderes logran fortalecer su posición y movilizar recursos críticos.
Involucrar a todas las funciones permite que la sostenibilidad se convierta en un objetivo transversal, donde cada decisión cotidiana respalde los compromisos globales de la empresa. Esto también fomenta innovación y colaboración, esenciales para mantener la acción a corto plazo sin sacrificar la visión futura.
Además, la combinación de voces internas y externas —inversores, clientes y socios estratégicos— refuerza la importancia de las metas sostenibles y genera legitimidad ante la presión de resultados inmediatos.
Los líderes sostenibles entienden que las alianzas internas y externas son herramientas esenciales para mantener el equilibrio entre urgencia y estrategia, asegurando que los compromisos no se diluyan frente a la presión diaria.
Ritmo sostenible y resiliencia organizacional
El enfoque de Fallender destaca la importancia de mantener un ritmo sostenible. La paciencia y la persistencia son fundamentales: un cambio duradero requiere tiempo, ajustes periódicos y espacios de reflexión para evaluar estrategias plurianuales.
Los líderes que priorizan el ritmo sostenible crean entornos donde los equipos pueden enfocarse, detenerse para recalibrar y mantenerse alineados con los objetivos de largo plazo. Esto evita la sobrecarga y protege la calidad de las decisiones estratégicas.
La resiliencia del equipo y la propia del líder se convierten en factores determinantes. Equipos preparados y líderes con claridad de propósito pueden navegar la incertidumbre sin comprometer las metas de sostenibilidad.
De esta manera, los líderes sostenibles combinan acción inmediata con visión futura, asegurando que cada paso contribuye a objetivos estratégicos, al tiempo que se mantiene la integridad de las metas climáticas y sociales.
Acción inmediata con visión de largo plazo
El liderazgo en sostenibilidad no consiste en elegir entre resultados inmediatos o compromisos a largo plazo, sino en armonizarlos. Integración, alianzas estratégicas y ritmo sostenible son elementos esenciales para que los líderes sostenibles mantengan el equilibrio entre urgencia y visión futura.
En un contexto empresarial cada vez más complejo, los ejecutivos exitosos logran que la sostenibilidad forme parte del ADN corporativo, protegiendo los objetivos de largo plazo mientras responden a las demandas actuales. Aprender de estas prácticas permite que las organizaciones generen impacto real, construyan confianza y desarrollen resiliencia frente a los desafíos de hoy y del mañana.
Nuevos análisis de consumo del Consejo de Administración Marina (MSC) destacan un dilema crucial para los consumidores: si bien la sostenibilidad es importante, la asequibilidad sigue siendo la principal preocupación al comprar alimentos. Según este estudio, en Estados Unidos, solo uno de cada cinco adultos considera con frecuencia el impacto ambiental de sus elecciones alimentarias, mientras que un tercio lo hace ocasionalmente, lo que refleja una brecha entre intención y práctica.
Un artículo publicado en Sustainable Brands expone que factores como el aumento del coste de la vida, la inflación y la presión sobre los presupuestos familiares han convertido el precio en un factor decisivo. Sin embargo, la encuesta realizada por MSC muestra que los consumidores, especialmente los menores de 54 años, continúan buscando opciones sostenibles cuando es posible. Este escenario evidencia que asequibilidad y sostenibilidad no siempre se excluyen mutuamente, sino que pueden integrarse en decisiones informadas y responsables.
El dilema entre precio y responsabilidad ambiental
La tensión entre asequibilidad y sostenibilidad es evidente en la elección de alimentos. Muchos consumidores priorizan productos más baratos, pero al mismo tiempo, buscan opciones respetuosas con el planeta, especialmente proteínas como pescado y pollo, percibidas como más sostenibles.
La encuesta del MSC revela que solo un 8 % de los encuestados cree que las empresas deberían centrarse únicamente en el precio, ignorando la sostenibilidad. Esto sugiere que la responsabilidad ambiental sigue siendo un valor importante, incluso en contextos de presión económica.
Sin embargo, la falta de información sobre qué alimentos son realmente sostenibles dificulta la toma de decisiones. Una parte significativa de los consumidores no sabe identificar proteínas sostenibles, lo que limita su capacidad de equilibrar costo y impacto ambiental.
En este sentido, asequibilidad y sostenibilidad deben considerarse de manera conjunta: no basta con ofrecer productos baratos o sostenibles por separado, sino soluciones que integren ambos criterios de manera transparente y educativa.
Gráfico elaborado por MSC
Productos del mar como ejemplo de sostenibilidad asequible
Los productos del mar sostenibles constituyen un caso paradigmático de cómo la sostenibilidad puede ser asequible. La pesca silvestre, especialmente la certificada por MSC, tiene una baja huella de carbono y utiliza menos recursos en comparación con la producción de proteínas animales terrestres.
Opciones como mariscos enlatados, congelados o en bolsa son económicas y accesibles en una amplia gama de tiendas, lo que permite que los consumidores tomen decisiones responsables sin comprometer su presupuesto.
El desarrollo de ecoetiquetas y certificaciones verificadas por terceros facilita la identificación de productos sostenibles, ayudando a los compradores a equilibrar sus prioridades entre precio y impacto ambiental.
Así, los mariscos sostenibles demuestran que asequibilidad y sostenibilidad no son objetivos opuestos, sino que pueden coexistir cuando existe información clara y producción responsable.
🌎🐟 16% der weltweiten Fangmenge kommt aus MSC-Fischereien. Bis 2030 soll es mindestens 1/3 des Wildfangs sein ⬆️ Und doch leistet jede einzelne zertifizierte #Fischerei einen wichtigen Beitrag zum Erhalt von Fischbeständen und marinen #Ökosystem|en💙 👉 https://t.co/5EM9opKjaGpic.twitter.com/PLcu21ZvXm
— Marine Stewardship Council in DACH (@MSC_Fisch) January 23, 2024
La percepción del consumidor y el papel de las marcas
A pesar del aumento de los costos de alimentos, los consumidores continúan valorando la sostenibilidad, pero necesitan orientación para identificar productos confiables. Esto representa una oportunidad para que las marcas integren estrategias de precio y comunicación sobre sostenibilidad.
El público exige transparencia, disponibilidad de opciones asequibles y educación sobre prácticas responsables. Marcas que logren combinar estas dimensiones no solo satisfacen necesidades de presupuesto, sino que generan confianza y lealtad.
La encuesta del MSC destaca que los compradores necesitan ayuda para reconocer qué productos son sostenibles y, al mismo tiempo, accesibles, reforzando la necesidad de estrategias de mercadeo y etiquetado claras.
En este contexto, asequibilidad y sostenibilidad son factores complementarios para construir un sistema alimentario más responsable y alineado con los valores del consumidor moderno.
Hacia un modelo de sostenibilidad alcanzable
La idea de que la sostenibilidad debe ser costosa es un mito que limita la adopción de prácticas responsables. Opciones como mariscos sostenibles, proteínas vegetales y productos certificados demuestran que es posible ofrecer alternativas respetuosas con el medio ambiente a precios accesibles.
El desafío reside en educar a los consumidores y diseñar estrategias de precio que reduzcan la brecha entre aspiración y acción. Esto no solo beneficia al planeta, sino que permite a los hogares tomar decisiones viables económicamente.
Al hacer que la sostenibilidad sea tangible y accesible, se fomenta un consumo consciente y se fortalece la relación entre marcas y compradores. La integración de asequibilidad y sostenibilidad en el diseño de productos y comunicación corporativa es clave para lograr impacto real.
Finalmente, el equilibrio entre precio y responsabilidad ambiental es un imperativo para la innovación en la industria alimentaria y para la promoción de hábitos de consumo responsables.
El equilibrio necesario entre costo y sostenibilidad
La encuesta del MSC evidencia que la sostenibilidad por sí sola no garantiza la adopción por parte de los consumidores si no se combina con opciones asequibles. Marcas y minoristas tienen la oportunidad de cerrar esta brecha ofreciendo productos responsables que también se ajusten al presupuesto familiar.
Integrar asequibilidad y sostenibilidad requiere información clara, certificaciones confiables y estrategias de precio efectivas. Solo así se puede garantizar que los consumidores tomen decisiones que beneficien al planeta sin comprometer su economía, construyendo un sistema alimentario más justo y consciente.
Böcker, una empresa alemana familiar, ha pasado inesperadamente al centro de atención mundial al darse a conocer que las grúas del robo del Louvre utilizadas por los delincuentes para acceder al museo, sustraer piezas napoleónicas valoradas en unos 88 millones de euros y escapar en cuestión de minutos, fueron fabricadas por dicha compañía.
Lejos de desmarcarse del suceso, la empresa decidió aprovechar la coyuntura y convertir la atención mediática en una oportunidad de marketing. Con ironía y rapidez, lanzó una campaña publicitaria que ha generado tanto admiración como polémica entre el público y los expertos en ética empresarial.
En lugar de adoptar una postura prudente o de distanciamiento, la firma —con sede en Werne, Alemania— decidió crear una estrategia basada en el humor y la viralidad bajo el el lema“Cuando necesitas moverte rápido”, acompañado del mensaje “whisper-quiet” (silenciosa como un susurro), en clara alusión al robo. La iniciativa, difundida en redes sociales, no tardó en volverse viral y alcanzar cifras récord de interacción, colocando a Böcker y a sus grúas en el foco del debate público.
The Böcker Agilo transports your treasures weighing up to 400kg at 42m/min – quiet as a whisper." Video has emerged of alleged thieves escaping on the mechanical ladder after stealing €88m worth of France's crown jewels on Sunday. The company's said they used "a touch of Humour pic.twitter.com/KBkZuGpJrE
El origen de la campaña surgió casi de forma espontánea. Julia Scharwatz, directora de marketing, y su esposo Alexander Böcker, director general de la empresa, contaron que estaban leyendo las noticias cuando vieron una imagen de su elevador Agilo siendo utilizado por los delincuentes. “Nos quedamos en shock al ver uno de nuestros equipos involucrado”, relató Scharwatz. Al confirmar que nadie había resultado herido, el equipo comenzó a bromear con posibles eslóganes y, animados por empleados y clientes, lanzaron la campaña al día siguiente.
La imagen principal de la campaña muestra el modelo Agilo —la misma grúa del robo de Louvre utilizada por los ladrones— con la frase “Hasta 400 kilos de tesoros a 42 metros por minuto”, una descripción técnica convertida en ironía publicitaria. El tono humorístico, sin embargo, no fue bien recibido por todos. Si bien muchas reacciones celebraron la creatividad del equipo de marketing (“merecen un aumento de sueldo”, comentaba un usuario), otras críticas señalaron la falta de sensibilidad ante un delito que conmocionó a Francia. En cuestión de horas, la publicación pasó de los habituales 20.000 alcances a más de 1,7 millones en Instagram.
¿Creatividad o falta de ética corporativa?
El caso de las grúas del robo de Louvre plantea un dilema profundo sobre los límites de la creatividad publicitaria. Si bien es cierto que el ingenio y la capacidad de reacción rápida son cualidades valiosas en el marketing contemporáneo, también lo es que toda comunicación corporativa debe alinearse con principios éticos y de responsabilidad social. Transformar un delito en una oportunidad de promoción comercial puede interpretarse como una trivialización del daño causado, aunque no haya víctimas directas.
La estrategia de Böcker pone en entredicho el compromiso ético de la empresa, pues la acción parece priorizar la viralidad por encima del respeto a los valores de integridad y sensibilidad cultural. ¿Debe una empresa capitalizar la notoriedad derivada de un acto criminal? ¿Es legítimo convertir una asociación negativa en contenido humorístico? Estas preguntas invitan a reflexionar sobre cómo el afán por la visibilidad digital puede erosionar la credibilidad de una marca y su reputación ante los diferentes grupos de interés.
Publicidad y responsabilidad: un equilibrio necesario
La publicidad tiene el poder de moldear percepciones y valores sociales. Por ello, el caso de Böcker evidencia la necesidad de fomentar campañas más conscientes, donde la creatividad no se imponga sobre la ética. En un contexto donde los consumidores valoran cada vez más la autenticidad y la responsabilidad, una estrategia basada en un robo puede generar una percepción de cinismo o indiferencia ante el daño.
En segundo lugar, es importante considerar el impacto reputacional. Aunque la viralidad ofrece beneficios inmediatos en términos de exposición, también puede acarrear consecuencias negativas a largo plazo. Las marcas que apuestan por mensajes controvertidos corren el riesgo de alienar a ciertos públicos o de perder la confianza de clientes que esperan coherencia entre el discurso y la acción.
Además, las grúas del robo de Louvre han pasado de ser un símbolo de ingeniería eficiente a un objeto asociado con la delincuencia. Este tipo de asociaciones, aunque parezcan anecdóticas, pueden afectar la imagen de una compañía ante socios, inversionistas y empleados. La relación con los stakeholders podría verse comprometida si perciben que la empresa antepone el humor o el oportunismo a la responsabilidad.
Finalmente, este caso demuestra la delgada línea entre la publicidad ingeniosa y la insensibilidad social. En tiempos donde las marcas son evaluadas no sólo por sus productos, sino por sus valores, resulta crucial preguntarse si cualquier tendencia viral justifica el riesgo ético. La publicidad puede ser poderosa, pero también debe ser consciente y responsable.
El precio de una viralidad sin valores
El caso de Böcker y las grúas del robo de Louvre deja una lección clara: la viralidad no siempre equivale a reputación positiva. Aunque la campaña logró posicionar a la empresa en la conversación global, también despertó críticas legítimas sobre el uso ético de los acontecimientos y la coherencia entre humor y responsabilidad.
En una era donde las audiencias exigen transparencia, sensibilidad y compromiso social, las empresas deben reflexionar sobre los límites de la creatividad comercial. Convertir un delito en un eslogan puede resultar ingenioso, pero también riesgoso. Al final, la verdadera cima se alcanza no solo con innovación técnica, sino con integridad.
Cuando Saulo Jennings, un chef brasileño reconocido por su trabajo con ingredientes sostenibles de la Amazonía, recibió la noticia de que cocinaría para el heredero del trono británico, imaginó de inmediato un menú centrado en la joya de su cocina: el pirarucú, un pez de río de gran tamaño. La ocasión parecía ideal para mostrar la riqueza culinaria amazónica ante líderes mundiales en Río de Janeiro durante la ceremonia del Premio Earthshot, fundado en 2020 por el Príncipe William, entonces Duque de Cambridge, quien ahora funge como presidente del mismo.
Sin embargo, las expectativas del chef se toparon con un obstáculo: la organización del premio solicitó un menú 100 por ciento vegano. Esta exigencia desató una controversia por el menú del Premio Earthshot que no solo cuestiona la coherencia entre el discurso ambientalista de los organizadores y sus decisiones gastronómicas, sino también abre el debate sobre sostenibilidad regional y consumo responsable de recursos naturales.
La controversia por el menú del Premio Earthshot: disputa entre tradición y veganismo
Según información del New York Times, Jennings se sintió inicialmente confundido: estaba dispuesto a incluir opciones veganas, pero no a renunciar completamente a los productos locales que definen su cocina:
“Es como pedirle a Iron Maiden que toque jazz”, comentó, reflejando la frustración de un chef cuya identidad profesional se basa en respetar las técnicas culinarias tradicionales.
El conflicto expuso un choque cultural entre las expectativas de un evento internacional y las prácticas locales sostenibles. Mientras que los organizadores buscaban proyectar un mensaje de sostenibilidad, la prohibición de utilizar especies amazónicas gestionadas de manera responsable generó críticas en Brasil.
🚨BRASIL: O chef paraense Saulo Jennings recusou o convite para cozinhar para o príncipe William, no Rio de Janeiro, após ser informado de que o cardápio deveria ser 100% vegano.
Em entrevista ao O Globo, Saulo afirmou que a exigência desrespeita a culinária amazônica, que ele… pic.twitter.com/5vXn8zsvkf
El chef intentó adaptarse creando un menú vegano con yuca, hoja de jambú y nueces de Brasil, pero para entonces las negociaciones con el museo anfitrión del evento ya habían fracasado. La exclusión de Jennings como proveedor generó mayor atención mediática a la controversia por el menú del Premio Earthshot.
Finalmente, la polémica evidenció que imponer un enfoque vegano sin considerar la sostenibilidad regional puede resultar contradictorio y afectar la credibilidad del mensaje ambiental que promueve el premio.
Sostenibilidad en la Amazonía: pesca responsable versus veganismo
El pirarucú, pez prehistórico que puede llegar a 200 kilos, estuvo cerca de la extinción debido a la pesca furtiva, pero hoy es parte de proyectos comunitarios que promueven la sobrepesca controlada y la sostenibilidad de los recursos. Jennings defiende que este tipo de prácticas tradicionales constituyen un modelo real de sostenibilidad.
Su carrera ha sido un ejemplo de cómo la gastronomía puede combinar tradición, cuidado ambiental y desarrollo local. Los pescados y nueces obtenidos de manera responsable permiten un consumo consciente de las riquezas naturales amazónicas, alineándose con los principios de sostenibilidad que promueve el Premio Earthshot.
La negativa a incluir pescado sostenible en el menú muestra la tensión entre la percepción de la sostenibilidad desde una perspectiva global y las soluciones locales efectivas, lo que alimentó la controversia por menú del Premio Earthshot.
Este debate sugiere que un enfoque más flexible, que reconozca las prácticas responsables de cada región, podría fortalecer la coherencia del discurso ambientalista frente a la acción concreta.
La exigencia de un menú vegano refleja un desafío recurrente en eventos internacionales: la discrepancia entre la narrativa y la práctica. El Premio Earthshot busca premiar el ambientalismo y promover la sostenibilidad, pero al imponer restricciones sin considerar la gastronomía local, arriesga diluir su mensaje.
El chef Jennings señala que consumir lo que los bosques y ríos proporcionan, alternando entre pescado, nueces y açaí, es un ejemplo tangible de consumo responsable. Esta práctica demuestra que la sostenibilidad no se reduce a eliminar todos los productos animales, sino a gestionar los recursos de manera ética y sostenible.
La situación genera interrogantes sobre cómo los líderes de eventos globales pueden equilibrar su mensaje ambiental con el respeto a las tradiciones locales y la promoción de economías regionales. La controversia por menú del Premio Earthshot pone en evidencia que las buenas intenciones deben acompañarse de acciones coherentes.
Finalmente, la controversia invita a repensar la planificación de eventos sostenibles, considerando no solo la apariencia ética, sino la efectividad real de las decisiones tomadas.
La reacción del público brasileño, donde la historia del menú fue ampliamente difundida, refleja la sensibilidad social ante la representación de la cultura local. Muchos percibieron la imposición del menú vegano como un desaire hacia la tradición amazónica, lo que afectó la percepción del evento y de sus organizadores.
El debate también apunta a la responsabilidad de los consumidores y organizadores en reconocer que la sostenibilidad tiene múltiples formas de implementarse, incluyendo la pesca controlada y el uso de recursos locales. Esto no solo protege la biodiversidad, sino que también impulsa la economía regional.
La controversia alimenta un diálogo más amplio sobre cómo las decisiones de consumo en eventos internacionales pueden ser consistentes con los principios que promueven, evitando contradicciones entre discurso y acción.
Al analizar este conflicto, queda claro que un enfoque integral y respetuoso con las prácticas locales podría haber prevenido la controversia por menú del Premio Earthshot y reforzado el mensaje de sostenibilidad de manera más auténtica.
Lecciones sobre sostenibilidad
La disputa entre Saulo Jennings y los organizadores del Premio Earthshot ilustra la complejidad de alinear un mensaje ambiental global con prácticas locales sostenibles. Forzar un menú vegano sin considerar la pesca responsable y los recursos amazónicos generó un conflicto que trascendió lo culinario, tocando temas de coherencia, respeto cultural y consumo responsable.
El caso evidencia que la verdadera sostenibilidad no es solo simbólica, sino tangible: requiere reconocer la diversidad de soluciones locales, adaptarlas al contexto y asegurarse de que las acciones reflejen el discurso ambiental. Aprender de esta controversia por menú del Premio Earthshot puede fortalecer la credibilidad de futuros eventos y demostrar que la sostenibilidad efectiva combina tradición, ética y visión global.
Una jueza federal confirmó, a través de una suspensión definitiva, lo que Uber ha sostenido durante más de una década: es ilegal detener a los conductores que realizan viajes a través de la plataforma de Uber cuando se encuentran dejando o recogiendo usuarios en los aeropuertos de México.
Con esta medida, los conductores que estén realizando viajes usando la app de Uber, en los más de 70 aeropuertos del país, no podrán ser detenidos por autoridades en la zona federal de los aeropuertos en lo que se resuelve el juicio de amparo.
Uber confía en que esta suspensión quede asentada en una resolución final, tomando en cuenta el contexto en el cual se encuentran los aeropuertos del país en este momento: el próximo año se celebrará el Mundial de Futbol en México, y es de suma importancia que mostremos nuestra mejor cara a los millones de turistas que recibiremos durante la justa deportiva más importante del planeta.
Uber insta a las autoridades federales a cumplir con esta suspensión definitiva, y pide al Congreso de la Unión que legisle sobre el tema para mejorar el ecosistema turístico nacional e internacional, reafirmando que las plataformas deben tener acceso a los aeropuertos federales para eficientar la movilidad en esos espacios, que son la carta de presentación de México hacia el mundo.
Un tribunal civil de París declaró que TotalEnergies incurrió en prácticas comerciales engañosas al presentar compromisos climáticos que no reflejan con precisión sus operaciones reales. La sentencia, que ordena a la petrolera retirar de su sitio web las declaraciones sobre su supuesto camino hacia la neutralidad de carbono, constituye un fallo histórico. Por primera vez, las leyes francesas de lavado de imagen verde se aplican a una empresa de combustibles fósiles.
El caso, impulsado por Greenpeace Francia, Amigos de la Tierra y Notre Affaire à Tous, representa un punto de inflexión para la rendición de cuentas corporativa en Europa. La decisión llega mientras la empresa anuncia planes para aumentar su producción de gas, lo que contrasta con su discurso sobre transición energética y sostenibilidad.
TotalEnergies es acusada de greenwashing: el fallo que sacude al sector energético
El tribunal concluyó que la compañía francesa engañó a los consumidores al promocionar una supuesta alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Entre las afirmaciones consideradas engañosas se encuentran las que sostenían que TotalEnergies “coloca el desarrollo sostenible en el centro de su estrategia” y “contribuye al bienestar de las poblaciones”.
La empresa tiene ahora un mes para retirar dichas declaraciones o enfrentarse a una multa de 10.000 euros por día. Además, deberá publicar el fallo judicial en su página principal y pagar compensaciones económicas a las ONG demandantes. Justine Ripoll, directora de campañas de Notre Affaire à Tous, declaró:
“La justicia francesa finalmente está abordando la impunidad del lavado de imagen verde de los combustibles fósiles”,
Esta sentencia no solo confirma que TotalEnergies es acusada de greenwashing, sino que envía una advertencia clara al resto de la industria: las promesas ambientales vacías pueden derivar en sanciones legales. La resolución francesa se suma a precedentes similares en los Países Bajos y Alemania, donde aerolíneas fueron sancionadas por declaraciones ambientales imprecisas.
De la sostenibilidad al negocio del gas
TotalEnergies defendió su posición afirmando que “reconoce la sentencia” pero destacó que la mayoría de las demandas fueron desestimadas. Según la empresa, el fallo solo afecta las declaraciones generales del sitio web corporativo, no sus campañas de consumo en Francia.
Sin embargo, la contradicción entre sus compromisos climáticos y su estrategia energética persiste. Mientras asegura buscar 100 gigavatios de capacidad renovable para 2030, la compañía ha hecho del gas fósil la piedra angular de su modelo de crecimiento, presentándolo como “energía de transición”. Expertos consideran que este enfoque contradice las recomendaciones del IPCC y la Agencia Internacional de la Energía, que advierten que nuevos proyectos de gas y petróleo son incompatibles con el límite de 1.5 °C de calentamiento global.
El abogado ambiental Jonathan White, de ClientEarth, enfatizó que la sentencia “envía una clara advertencia a otras grandes petroleras: afirmar ser parte de la transición mientras se respaldan nuevos proyectos fósiles tiene un coste legal comprobado”.
Greenwashing y reputación: el costo de una narrativa inconsistente
El caso por el que TotalEnergies es acusado de greenwashing plantea un dilema para las empresas que buscan posicionarse como sostenibles sin modificar sustancialmente su modelo de negocio. En un entorno donde la transparencia climática se vuelve exigencia y no aspiración, la desinformación ambiental se convierte en un riesgo reputacional y jurídico de alto impacto.
Los jueces franceses no solo sancionaron los mensajes sobre neutralidad de carbono, sino también la falta de coherencia entre el discurso corporativo y las acciones reales. Si bien algunas declaraciones sobre gas y biocombustibles fueron consideradas informativas, el fallo deja claro que los límites del marketing ambiental son cada vez más estrechos.
Para las empresas del sector energético, el caso marca el inicio de una nueva era de escrutinio. La responsabilidad ya no se mide por compromisos voluntarios, sino por su verificabilidad científica.
Implicaciones para la responsabilidad social empresarial
El fallo contra TotalEnergies refuerza la tendencia global hacia la responsabilidad legal por greenwashing, en la que las organizaciones civiles y los tribunales exigen evidencia medible de las afirmaciones ambientales. Los especialistas en RSE señalan que la comunicación corporativa debe alinearse con indicadores ESG verificables y con planes de reducción de emisiones auditables.
En el contexto europeo, este tipo de litigios podría extenderse a otras industrias de alto impacto, como la aviación o la moda, que también han enfrentado cuestionamientos por mensajes engañosos de sostenibilidad. En palabras de Ripoll:
“la desinformación climática no puede seguir siendo una estrategia comercial”.
Para los líderes empresariales, el caso TotalEnergies es una advertencia: el greenwashing no solo erosiona la confianza del consumidor, sino que puede traducirse en sanciones económicas y pérdida de legitimidad ante los inversionistas.
La era del escrutinio verde
El fallo que confirma que TotalEnergies es acusada de greenwashing marca un precedente histórico para la justicia climática y la responsabilidad empresarial. Más allá de la multa, el impacto simbólico es profundo: demuestra que la sociedad civil y los tribunales pueden exigir coherencia entre el discurso ambiental y las operaciones reales.
En un contexto donde los compromisos de sostenibilidad son parte central de la estrategia corporativa, esta sentencia redefine el estándar de lo que significa ser una empresa “verde”. Las palabras ya no bastan; el verdadero liderazgo se medirá por acciones verificables, inversiones limpias y transparencia total.
La última versión del generador de videos de OpenAI, Sora 2, provocó preocupación entre artistas y creativos de Hollywood al demostrar que podía replicar la imagen de figuras públicas sin su consentimiento, a pesar de las políticas de la empresa para evitarlo. La situación puso en evidencia los riesgos de seguridad y ética que conllevan estas tecnologías de inteligencia artificial.
El actor Bryan Cranston, conocido mundialmente por su papel en Breaking Bad, fue uno de los primeros en denunciar estas vulneraciones ante su sindicato SAG-AFTRA, lo que generó una colaboración con OpenAI y agencias de talentos para reforzar la protección de la voz y la imagen de los artistas. Este caso subraya la creciente tensión entre la innovación tecnológica y la necesidad de regulaciones claras para evitar abusos.
Cranston alza la voz: el llamado a reforzar la seguridad
Durante las primeras semanas del lanzamiento, videos de Cranston y otras celebridades, incluyendo personajes fallecidos como Michael Jackson, comenzaron a circular en Sora 2. La aplicación, aunque contaba con políticas de “cameo” para replicar la imagen de personas solo con consentimiento, no logró impedir la creación de material no autorizado.
Cranston expresó su preocupación a SAG-AFTRA, alertando sobre los riesgos de apropiación indebida de identidad y explotación de imagen sin autorización. El sindicato respondió colaborando con OpenAI para garantizar que la seguridad de Sora 2 fuera reforzada y prevenir nuevos abusos.
El CEO de OpenAI, Sam Altman, señaló que la compañía se compromete a proteger a los artistas intérpretes o ejecutantes, asegurando que su voz e imagen no se utilicen sin consentimiento. Además, se implementaron bloqueos automáticos para contenidos que violen derechos de terceros.
La intervención de Cranston demuestra cómo la presión de figuras públicas puede acelerar la mejora de protocolos de seguridad en plataformas de IA, estableciendo un precedente para futuras aplicaciones y la responsabilidad corporativa en el desarrollo tecnológico.
SAG-AFTRA, OpenAI, Bryan Cranston, United Talent Agency, Creative Artists Agency and the Association of Talent Agents are collaborating to ensure voice and likeness protections in Sora 2. pic.twitter.com/XPinJLNbJo
Deepfakes y derechos de autor: un terreno resbaladizo
Antes del ajuste, Sora 2 permitió generar videos con personajes protegidos por derechos de autor, como Ronald McDonald, Bob Esponja o Pikachu, provocando quejas de agencias de talentos y empresas de entretenimiento. La facilidad para crear material sin permiso generó alarma sobre la violación de propiedad intelectual.
OpenAI reaccionó incorporando filtros que bloquean automáticamente solicitudes que puedan infringir derechos de imagen o de autor. Estos cambios buscan garantizar que la seguridad de Sora 2 impida la creación de contenido engañoso o no autorizado.
Los críticos advierten que, pese a estos ajustes, la tecnología aún podría facilitar falsificaciones de identidad y uso indebido de imágenes en línea. La IA genera contenido convincente que, sin controles, puede afectar la reputación y privacidad de personas reales.
Además, se han planteado debates sobre la necesidad de legislación específica, como la Ley NO FAKES, destinada a responsabilizar a empresas y usuarios que producen deepfakes no autorizados, protegiendo tanto a vivos como a figuras fallecidas.
Breaking Bad 🤝 Bob Esponja
Sorprende la calidad de las animaciones junto a las voces que logra sacar Sora. Por otro lado, sorprende también el poco miedo a las demandas que parece tener OpenAI respecto a la propiedad intelectual.pic.twitter.com/kJLqYxyxZQ
El incidente con Bryan Cranston muestra cómo el entretenimiento y la innovación tecnológica pueden colisionar. Mientras algunos artistas adoptan en tono humorístico la creación de deepfakes propios, otros se ven expuestos a riesgos serios de difamación o explotación de imagen.
El caso de Sora 2 pone en evidencia la urgencia de establecer protocolos claros para el uso de IA en la industria audiovisual. OpenAI reforzó sus políticas internas, pero la velocidad de la innovación tecnológica exige vigilancia constante.
Expertos en ética y tecnología señalan que la creación de videos falsos sin autorización puede derivar en problemas legales complejos, desde la difamación hasta el fraude, afectando tanto a individuos como a corporaciones.
Con el ajuste de OpenAI, se intenta equilibrar la creatividad con la protección de derechos, aunque la pregunta persiste: ¿puede la tecnología avanzar sin vulnerar la privacidad y la reputación de las personas?
Sora 2 y la responsabilidad social: un precedente necesario
La respuesta de OpenAI tras la alerta de Cranston marca un precedente en responsabilidad social corporativa para la industria tecnológica. La empresa ha reforzado la seguridad de Sora 2 para proteger a artistas y figuras públicas de la apropiación indebida de su imagen y voz.
SAG-AFTRA y agencias de talentos elogian estas medidas, aunque advierten que la vigilancia constante y regulaciones más estrictas son esenciales para prevenir abusos futuros. La colaboración entre artistas, sindicatos y desarrolladores de IA se muestra crucial para garantizar que la innovación no dañe derechos individuales.
El caso también subraya la necesidad de educación y protocolos claros para usuarios de estas plataformas, a fin de minimizar riesgos de robo de identidad, difamación o falsificación de pruebas.
Finalmente, este episodio evidencia que la ética tecnológica y la seguridad digital deben avanzar al mismo ritmo que la inteligencia artificial para proteger a la sociedad en general.
Seguridad, ética y regulación en la era de la IA
La intervención de Bryan Cranston y la colaboración con OpenAI demuestran que la presión social y profesional puede impulsar mejoras significativas en la seguridad de Sora 2. Proteger la imagen, voz y reputación de personas reales se ha convertido en una prioridad ética y legal para las empresas de IA.
Sin embargo, este caso también revela los desafíos persistentes: la necesidad de regulación, supervisión activa y educación para usuarios y desarrolladores. Solo así será posible aprovechar las ventajas de la inteligencia artificial sin comprometer los derechos y la integridad de las personas.
Panipat, en el norte de la India, se ha consolidado como la “capital mundial de los desechos textiles”, pues, de acuerdo con información de The Guardian, recibe cargamentos de ropa usada procedentes de Europa, Norteamérica y Asia. Allí, miles de trabajadores reciclan estos residuos, hilando y tejiendo fibras para crear productos destinados a mercados internacionales. Sin embargo, esta industria ha generado un costo humano y ambiental alarmante, afectando a los trabajadores y a las comunidades circundantes.
El aire cargado de microfibras y productos químicos, junto con la exposición constante al polvo y la pelusa, ha provocado un aumento de enfermedades respiratorias, cutáneas, cardiovasculares y hasta cáncer. A menudo, las personas que trabajan en estas condiciones lo hacen con los hijos presentes, debido a la falta de guarderías, todo lo cual expone una severa crisis de responsabilidad social en la industria del reciclaje textil.
Por si fuera poco, esta situación no afecta sólo a quienes trabajan en las recicladoras, pues encuestas recientes han señalado que el 93 % de los hogares cercanos a las fábricas reportaron problemas de salud graves en los últimos cinco años.
Entre pelusas y peligros: la vida dentro de las fábricas
El ambiente dentro de las fábricas es sofocante y peligroso. Neerma Devi, trabajadora de 27 años, relata cómo corta cuellos y costuras rodeada de pelusas que cubren todo a su alrededor. A pesar de cubrirse con un dupatta, experimenta opresión en el pecho y picazón en la piel, mientras sus hijos permanecen cerca por la falta de guarderías. Esta situación refleja un problema sistémico de protección laboral insuficiente en Panipat.
Las fábricas carecen de ventilación adecuada y equipo de protección eficiente. Según Kailash Kumar, esposo de Devi, “no hay mascarillas ni cobertores”, y los médicos advierten sobre los riesgos a largo plazo de respirar este aire diariamente. El padre de Devi, que trabajó en la misma industria, padece EPOC avanzada, un caso que expone las consecuencias acumulativas de décadas de exposición en estos sitios.
Además, las jornadas son extensas y mal remuneradas. La mayoría de los trabajadores laboran seis días a la semana, manejando toneladas de ropa usada sin pausas ni medidas preventivas. Las microfibras generadas durante el corte y hilado se inhalan constantemente, aumentando la probabilidad de enfermedades crónicas. Expertos, como Ina Bharguna, directora de Reverse Resources, enfatizan que:
“todos los tipos de materiales, desde pantalones deportivos de poliéster hasta camisetas de algodón, se trituran para formar hilo de mala calidad, nunca libre de microplásticos”.
Esta exposición continua agrava los riesgos para la salud respiratoria y cutánea de los empleados.
Pulmones en riesgo: microfibras y enfermedades invisibles
Estudios de la Universidad Tecnológica de Sídney muestran que la inhalación de nanoplásticos y microplásticos puede penetrar profundamente en las vías respiratorias, causando asma, fibrosis y EPOC. En Panipat, estas enfermedades son comunes entre quienes han pasado años trabajando en las fábricas. Un médico del gobierno afirma que la exposición constante a fibras y productos químicos deja a los pacientes más vulnerables a infecciones y enfermedades crónicas.
Los casos de cáncer, infecciones cutáneas y complicaciones cardiovasculares están aumentando, especialmente entre trabajadores y familias que viven cerca de las plantas.
Ramesh Chawdhary, del departamento de trabajo de Haryana, confirma que las condiciones laborales son “insoportables” y que los propietarios priorizan la producción sobre la seguridad.
Los hijos de los trabajadores también están expuestos. Al no existir guarderías, los niños permanecen en las fábricas, respirando el mismo aire contaminado que sus padres. Esto eleva la probabilidad de afecciones respiratorias y alergias desde edades tempranas.
La falta de diagnóstico adecuado agrava la situación. Muchos trabajadores nunca reciben atención especializada, y las enfermedades se detectan cuando ya son crónicas, dificultando cualquier tratamiento efectivo y aumentando la carga sanitaria en la región.
Fuente: @the_hindu
Contaminación ambiental por desechos textiles
El problema no se limita a la salud laboral. Las plantas de blanqueo y teñido vierten el 80 % de sus aguas residuales directamente al medio ambiente. En Panipat, más de 80 puntos de vertido desembocan en el Drenaje n.º 2, que llega al río Yamuna, elevando niveles de contaminantes y reduciendo el oxígeno, lo que hace inhabitable la vida acuática.
Los análisis muestran contaminación de aguas subterráneascon metales pesados como cadmio, níquel y plomo. Artej Singh, residente local, asegura que el agua se ha convertido en “nuestra peor maldición” y que muchas enfermedades, incluso casos de cáncer, podrían estar vinculadas a estos vertidos.
Las plantas ilegales operan con impunidad, a pesar de las órdenes judiciales de cierre. Según Varun Gulati, ambientalista, los cierres son temporales y muchas unidades reaparecen bajo otro nombre, lo que refleja la debilidad en la aplicación de las regulaciones ambientales.
Nitin Arora, presidente de la Asociación de Tintoreros de Panipat, minimiza la contaminación, asegurando que las regulaciones son estrictas. Sin embargo, la evidencia científica y los testimonios de residentes y trabajadores contradicen estas afirmaciones, mostrando un daño ambiental y sanitario sostenido.
Economía a costa de la vida: el precio social del reciclaje
El reciclaje de desechos textiles es un motor económico para Panipat, con alrededor de 20.000 unidades industriales y 300.000 trabajadores involucrados. Sin embargo, los beneficios económicos se obtienen a costa de la salud humana y la sostenibilidad ambiental. La industria mantiene a familias enteras atrapadas en ciclos de exposición peligrosa y enfermedades crónicas.
Las multas por contaminación son mínimas y rara vez se cobran en su totalidad. Según Gulati, de 5.000 millones de rupias en sanciones calculadas, solo se recuperaron 3.700 millones, lo que evidencia la ineficiencia del sistema regulatorio.
A nivel social, la exposición de los niños y la falta de infraestructura básica, como guarderías y sistemas de agua potable, perpetúan un ciclo de vulnerabilidad. Las enfermedades no transmisibles y los problemas respiratorios se han convertido en parte de la vida cotidiana de las comunidades cercanas.
La percepción de los trabajadores refleja resignación: “Nos asusta pensar que podríamos acabar como mi suegro. Pero por ahora, esta es la única manera de sobrevivir”, afirma Devi. La industria depende de la mano de obra barata, mientras que la responsabilidad social empresarial sigue siendo prácticamente inexistente.
Desechos textiles y derechos humanos
La explotación de desechos textiles en Panipat revela un conflicto crítico entre economía, salud y medio ambiente. La ciudad recicla millones de toneladas de ropa cada año, pero los costos humanos y ecológicos son incalculables. Enfermedades respiratorias, cáncer y contaminación ambiental son el precio oculto de la moda rápida y del comercio global.
Abordar esta crisis requiere una acción coordinada de autoridades, empresas y organismos internacionales. La implementación efectiva de regulaciones, la protección de los trabajadores y la sostenibilidad ambiental no son opcionales, sino imperativos de responsabilidad social. Solo así se podrá equilibrar la industria del reciclaje textil con los derechos humanos y la salud pública.
El cierre de ONUSIDA a finales de 2026, anunciado en un documento reciente de la ONU, ha generado alarma en el ámbito internacional de la salud pública. La propuesta forma parte de un plan de reestructuración de la organización frente a una crisis de financiamiento que amenaza la continuidad de los programas de lucha contra el VIH/SIDA. La decisión, todavía en manos de los Estados miembros, implicaría integrar la experiencia de ONUSIDA en un sistema más amplio de la ONU, diluyendo el enfoque especializado de la agencia.
El momento elegido para esta medida resulta particularmente crítico, pues los recortes de la ayuda exterior de países clave, como Estados Unidos, han afectado gravemente a las agencias humanitarias. Según Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA, la rápida disminución de financiación “está costando vidas, seamos claros al respecto”. La posible desaparición de la agencia representa un riesgo directo para millones de personas, especialmente en regiones donde la epidemia sigue en aumento, y donde ONUSIDA ha sido clave para garantizar el acceso a medicamentos y servicios de prevención.
Los impactos humanos del cierre de ONUSIDA
El cierre de ONUSIDA tendría consecuencias devastadoras, especialmente en países de Europa Oriental y Asia Central, donde las nuevas infecciones por VIH han aumentado un 48 % y las muertes relacionadas con sida un 32 % en la última década, según datos de la Asociación Euroasiática para la Reducción de Daños. Poblaciones marginadas, como trabajadoras sexuales, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y personas que se inyectan drogas, serían las más afectadas.
Ganna Dovbakh, directora ejecutiva de la asociación, señala que ONUSIDA ha desempeñado un papel diplomático único, capaz de dialogar con ministros y proteger a poblaciones vulnerables. Sin la agencia, advierte, “existe un gran riesgo de que los países ignoren las necesidades de las personas que viven con el VIH”. La ausencia de esta coordinación podría revertir décadas de avances en prevención, tratamiento y monitoreo epidemiológico.
En África, el continente más afectado por el VIH, ONUSIDA proporciona datos esenciales que permiten identificar zonas de alta incidencia y diseñar intervenciones precisas. Actualmente, el 67 % de los 40,8 millones de personas con VIH viven en la región, y la falta de información detallada podría obstaculizar programas de eliminación de la transmisión de madre a hijo y otros esfuerzos de salud pública.
La retirada abrupta de ONUSIDA amenaza también la capacidad de responder a emergencias, como la suspensión de ayuda exterior. Angeli Achrekar, subdirectora ejecutiva de la rama programática de ONUSIDA, afirma que esta medida sería “un clavo en el ataúd de la respuesta al VIH”, especialmente cuando se reduce la financiación internacional.
Visibilidad, medición e investigación: los otros afectados
ONUSIDA no solo coordina programas de prevención y tratamiento; también recopila datos poblacionales de alta calidad esenciales para la toma de decisiones. Sin esta información, los gobiernos y científicos tendrían dificultades para identificar áreas prioritarias y medir el impacto de las intervenciones. Kenneth Ngure, presidente electo de la Sociedad Internacional del SIDA, destaca que “ONUSIDA muestra la epidemia para que todos la vean y actúen”.
El cierre afectaría directamente la implementación de innovaciones médicas recientes, como el lenacapavir, un medicamento inyectable de acción prolongada con eficacia cercana al 100 % para bloquear la transmisión viral. Sin los datos de ONUSIDA que guíen la distribución equitativa, la nueva terapia podría no llegar a las poblaciones de alto riesgo que más lo necesitan.
Asimismo, la agencia facilita comparaciones entre países y regiones, permitiendo evaluar qué estrategias funcionan y dónde se requiere intensificar los esfuerzos. Sin esta perspectiva global, los programas locales podrían fragmentarse y perder efectividad, especialmente en contextos donde el VIH se concentra en comunidades marginadas.
Nomathemba Chandiwana, médica y científica de la Fundación de Salud Desmond Tutu, advierte que la eliminación de ONUSIDA dificultaría cumplir objetivos de salud pública esenciales, como la eliminación de la transmisión de VIH de madre a hijo, y podría relegar la epidemia frente a otras prioridades políticas y sanitarias.
Respuesta de la ONU y medidas de mitigación
La ONU ha explicado que la propuesta busca racionalizar su estructura y reducir costos, incluyendo la reducción de la plantilla de ONUSIDA de 600 a 300 personas. Según documentos internos, la agencia podría integrarse en el sistema más amplio de la ONU en 2027, preservando parte de su experiencia.
Sin embargo, líderes de la salud pública critican la medida como apresurada y riesgosa. Achrekar señala que, con los recortes de financiación de Estados Unidos y otros donantes, “la respuesta al sida podría volver a estallar”. La preocupación se centra en que los servicios esenciales podrían interrumpirse antes de que se establezcan mecanismos de reemplazo.
La ONU también ha planteado iniciativas para proteger la continuidad de los programas, incluyendo la coordinación de donantes y la supervisión de la transición de fondos nacionales e internacionales. No obstante, expertos como Dovbakh advierten que estas medidas no reemplazan el papel de diplomacia, monitoreo y defensa de derechos que ONUSIDA ha desempeñado durante décadas.
Mitchell Warren, director ejecutivo de la Coalición para la Promoción de la Vacuna contra el SIDA, subraya la ironía de cerrar la agencia en un momento de avances científicos. “Tenemos oportunidades increíbles y deberíamos centrarnos más en ellas que en las organizaciones que nos esperan en los próximos años”, afirma, señalando que la ausencia de ONUSIDA podría limitar la implementación efectiva de estas innovaciones.
Riesgos globales de perder la agencia
El cierre de ONUSIDA representa un riesgo no solo para regiones específicas, sino para la coordinación global en la lucha contra el VIH. Sin un organismo centralizado, se corre el peligro de fragmentar esfuerzos, duplicar recursos y perder la capacidad de respuesta ante brotes repentinos.
En Asia Central, por ejemplo, Dovbakh advierte que el seguimiento del VIH en poblaciones criminalizadas podría volverse casi imposible, replicando situaciones similares a la de Rusia, donde la epidemia permanece concentrada en comunidades marginadas sin vigilancia efectiva.
La pérdida de datos precisos y la disminución de la financiación internacional también podrían desincentivar a las compañías farmacéuticas y donantes privados a invertir en tratamientos y vacunas para las poblaciones más vulnerables. Esto afectaría la equidad en el acceso a medicamentos esenciales, un objetivo crítico en la agenda de salud global.
Finalmente, Chandiwana recuerda que la consolidación de ONUSIDA en otras agencias podría diluir su efectividad:
“Si lo concentras todo en una gran organización, te darás cuenta de que, en realidad, se diluye lo que se puede hacer”.
El cierre de ONUSIDA no es una opción
La posible desaparición de ONUSIDA en 2026 plantea riesgos humanitarios, científicos y estratégicos de enorme magnitud. La agencia no solo coordina programas de prevención y tratamiento, sino que también protege a poblaciones vulnerables y proporciona datos críticos que permiten tomar decisiones informadas a nivel global. Su cierre significaría un retroceso peligroso en la lucha contra una epidemia que sigue afectando a millones de personas.
Garantizar la continuidad de ONUSIDA o, al menos, de sus funciones clave, es esencial para evitar pérdidas de vidas y retrocesos en los avances logrados durante décadas. La comunidad internacional, los Estados miembros de la ONU y los donantes deben reconocer que absorber o eliminar esta agencia no es un ahorro inocuo, sino un riesgo que podría tener consecuencias irreversibles en la salud pública mundial.
Las fundaciones empresariales se han consolidado como actores esenciales en la promoción de causas sociales y medioambientales, pues a través de sus programas impulsan transformaciones que promueven el desarrollo económico y humano, y contribuyen a crear sociedades más equitativas y sostenibles.
No obstante, es importante recalcar que para estos organismos la percepción pública, su credibilidad y la capacidad de atraer alianzas dependen de la transparencia con la que actúen. En la actualidad, tanto inversionistas como ciudadanos exigen responsabilidad y apertura de parte de este tipo de instituciones, por lo que la confianza se ha convertido en un activo intangible fundamental para asegurar operaciones sostenibles y garantizar la continuidad de los apoyos y colaboraciones.
En este contexto, resulta innegable la importancia de la transparencia en fundaciones empresariales, pues no solo permite rendir cuentas de manera eficaz, sino que también crea un círculo virtuoso de confianza, impacto y sostenibilidad que fortalece el propósito social y la operatividad de estos organismos.
La importancia de la transparencia en fundaciones empresariales
La importancia de la transparencia en fundaciones empresariales va más allá de una obligación ética: es una herramienta estratégica para construir credibilidad y asegurar la sostenibilidad de sus acciones. Las fundaciones que informan de manera clara sobre el origen y destino de sus recursos, así como sobre los resultados de sus programas, transmiten seguridad y compromiso hacia sus grupos de interés. Esto no solo aumenta su legitimidad, sino que consolida su papel como actores confiables dentro del ecosistema de la responsabilidad social.
Un ejercicio constante de transparencia y rendición de cuentas fortalece la relación con los beneficiarios, colaboradores y aliados. En una época en la que la sociedad demanda mayor apertura y coherencia entre el discurso y las acciones, las fundaciones deben asumir el liderazgo en la comunicación responsable de su gestión. Reportar sus logros, retos y aprendizajes permite a las organizaciones demostrar que sus esfuerzos generan un impacto real y medible, lo que a su vez estimula la colaboración con nuevas empresas y donantes.
Un ejemplo inspirador de cómo la transparencia puede convertirse en sinónimo de confianza es Fundación Gigante, el brazo social de Grupo Gigante y Grupo Presidente. Sus mecanismos de rendición de cuentas, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las directrices del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, han hecho de ella una organización percibida como responsable, abierta y comprometida con el bienestar colectivo. Gracias a esta visión, ha consolidado una sólida reputación tanto en México como en otros países de América Latina, donde sus acciones son sinónimo de impacto genuino y gestión ejemplar.
Fundación Gigante: un ejemplo de transparencia y buenas prácticas
La confianza y la buena reputación que Fundación Gigante ha construido no son producto del azar, sino del compromiso sostenido con una comunicación clara, verificable y basada en resultados. La organización garantiza la transparencia de sus operaciones y la rendición de cuentas hacia todos sus grupos de interés mediante políticas y mecanismos entre los que se encuentran:
Contar con una política de transparencia
Fundación Gigante y sus empresas matrices promueven una cultura institucional basada en la apertura y la honestidad. Su política de transparencia establece lineamientos claros para comunicar los avances y resultados de cada iniciativa, lo que permite a sus stakeholders conocer el destino de los recursos y los impactos generados. Este enfoque corrobora la importancia de la transparencia en fundaciones empresariales y cómo la claridad en la gestión es clave para generar confianza a largo plazo.
Creación de un código de ética e integridad
Grupo Gigante y Grupo Presidente cuentan con un Código de Ética e Integridad que orienta las acciones de todos sus colaboradores y aliados. Este documento, junto con la Política Anticorrupción, refleja el compromiso de cero tolerancia ante el soborno, la discriminación o cualquier práctica irregular. Además, promueve relaciones comerciales y sociales basadas en los más altos estándares éticos, asegurando que cada acción de la fundación se alinee con los principios de integridad y legalidad.
Informe anual de responsabilidad social
La fundación publica cada año su Informe de Responsabilidad Social, en el que detalla la inversión realizada, los programas implementados y el número de personas beneficiadas. Este ejercicio de transparencia permite evaluar el alcance de sus acciones y reforzar su credibilidad pública.
Uso de estándares internacionales de reporte
En coherencia con su compromiso global, Fundación Gigante adopta los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como eje rector de sus programas. Este estándar internacional de reporte le permite medir y comunicar sus avances con base en criterios reconocidos a nivel mundial, un aspecto que reafirma su compromiso con la transparencia en fundaciones empresariales y contribuye a posicionar a México como un referente en responsabilidad social corporativa.
Mecanismos de denuncia
La fundación y sus empresas matrices han establecido canales institucionales de denuncia para reportar posibles irregularidades o actos contrarios a su código de conducta. Estos mecanismos garantizan la confidencialidad y la atención oportuna de cada caso, fortaleciendo la confianza interna y la cultura de integridad. Esta práctica asegura que la ética corporativa no sea solo un principio, sino una realidad tangible que protege la credibilidad institucional.
Monitoreo y evaluación constante de impactos
Fundación Gigante mantiene un proceso permanente de monitoreo y evaluación de sus programas sociales y ambientales. Este seguimiento le permite ajustar estrategias, mejorar resultados y garantizar que sus acciones respondan a las necesidades reales de las comunidades. La evaluación continua no solo refuerza su eficiencia operativa, sino que también promueve la rendición de cuentas, todo lo cual reafirma su papel como una fundación transparente, responsable y confiable.
Transparencia que genera confianza y reputación
La transparencia se ha convertido en un requisito indispensable para las fundaciones empresariales que buscan ser agentes de cambio sostenibles y confiables. A través de políticas claras, reportes verificables y prácticas éticas, estas organizaciones fortalecen su legitimidad ante la sociedad y sus aliados.
Organizaciones como Fundación Gigante son un ejemplo de que la rendición de cuentas no es solo un deber moral, sino una estrategia inteligente para construir reputaciones sólidas, relaciones duraderas basadas en la confianza, y un crecimiento sostenible que les permita amplificar sus impactos.
En el marco de la presentación de su Informe de Sostenibilidad 2024, Grupo Coppel dio a conocer que durante el año pasado más de 690 mil personas accedieron por primera vez a un producto o servicio financiero, reforzando su compromiso con la inclusión financiera y la generación de oportunidades que impulsan el bienestar económico de las comunidades donde opera.
“Cada paso cuenta. En Grupo Coppel entendemos la sostenibilidad como la manera de hacer mejor las cosas todos los días”, señaló Susana Coppel, Directora de Sostenibilidad de Grupo Coppel y Presidenta de Fundación Coppel. “Buscamos generar oportunidades de desarrollo para las personas, crear valor compartido junto a nuestros proveedores y aliados, reducir el impacto ambiental y hacerlo siempre con las mejores prácticas empresariales”.
Avances en transición energética
En materia ambiental, la compañía reportó un total de 710 inmuebles —equivalentes al 40% de sus tiendas— que operan con paneles solares, lo que representa un crecimiento de 16% respecto al año anterior. Su flota de vehículos eléctricos e híbridos aumentó 35%, alcanzando 530 unidades. Hoy, el 99% de las tiendas cuenta con iluminación LED y una de cada tres utiliza sistemas de aire acondicionado con tecnología tipo Inverter, lo que reduce hasta 40% el consumo energético.
Estas medidas, que incluyen el uso creciente del ferrocarril para el transporte de mercancías en rutas primarias, permitieron evitar la emisión de más de 51 mil toneladas de CO₂e, equivalente a sembrar cinco veces el arbolado del Bosque de Chapultepec. Asimismo, se recuperaron 21,800 toneladas de residuos reciclables, lo que representa el 80% del material aprovechable generado en la operación.
Educación y desarrollo del talento
En el ámbito educativo y laboral, 20 mil colaboradores y familiares recibieron becas académicas que cubrieron el 50% de sus colegiaturas, desde nivel preescolar hasta universitario. A través de su Universidad Corporativa, más de mil colaboradores concluyeron sus estudios de educación media superior, superior y posgrado, mientras que se impartieron 2.5 millones de horas de formación, equivalentes a un promedio de 20 horas de capacitación por colaborador.
Impacto social
En 2024, Fundación Coppel benefició a más de 5 millones de personas, en alianza con 232 aliados estratégicos que impulsaron la movilidad social en cuatro ejes: educación y liderazgo; cultura y espacio público; desarrollo económico y social; y atención a emergencias.
Gobernanza
En materia de gobernanza, más de 4,900 proveedores fueron evaluados bajo criterios de sostenibilidad, derechos humanos y prácticas éticas. A nivel interno, se fortalecieron los mecanismos de cumplimiento, transparencia e inclusión, consolidando un ecosistema de negocios responsable y sostenible.
Gracias a estos avances, Coppel y BanCoppel alcanzaron el primer lugar en el ranking de Integridad Corporativa IC500, mientras que Coppel fue reconocida entre las empresas más éticas de México en el Ranking E+E 2024.
Estos resultados reflejan el compromiso de Grupo Coppel con la mejora continua, el desarrollo económico y social, y la generación de valor para sus colaboradores, clientes, proveedores y las comunidades donde opera.
A seis años de la entrada en vigor de la NOM-035-STPS-2018, las organizaciones en México enfrentan una pregunta clave: ¿han limitado su cumplimiento a procesos en papel, o han logrado implementar la norma con resultados tangibles para sus colaboradores?
En un entorno donde el 41% de los empleados a nivel mundial reporta altos niveles de estrés[1], Lockton México hace un llamado a que las empresas prioricen la salud integral de sus colaboradores no solo como un requisito normativo, sino como una estrategia de negocio.
“El bienestar ya no es un beneficio accesorio, es un multiplicador de resultados. Las organizaciones que invierten en prevención psicosocial, liderazgo saludable y beneficios flexibles no solo protegen a sus colaboradores, también fortalecen su productividad y sostenibilidad”, afirmó Tania Estrada, directora de servicio Internacional de People Solutions en Lockton México.
Estrés laboral: el costo de no actuar
La OMS estima que la depresión y la ansiedad generan pérdidas de hasta 1 billón de dólares anuales en productividad a nivel global[2]. En México, el panorama es crítico: 75% de los trabajadores reporta fatiga por estrés laboral[3], lo que le cuesta al país entre 5,000 y 40,000 millones de dólares cada año (OIT)[4].
La NOM-035 como palanca de transformación
Más allá de su carácter obligatorio, la NOM-035 puede convertirse en una herramienta estratégica para transformar la cultura laboral. Su aplicación exige diagnósticos psicosociales, políticas preventivas, capacitación y protocolos de atención que, bien implementados, pueden convertirse en una verdadera ventaja competitiva.
Entre las acciones más efectivas destacan:
Diagnósticos integrales para medir riesgos psicosociales, clima laboral y niveles de compromiso.
Arquitectura de beneficios que combine salud física, mental y programas de apoyo psicológico.
Liderazgo saludable, a través de capacitación y políticas de desconexión laboral.
Acompañamiento especializado
De acuerdo con Lockton México, contar con consultores expertos es fundamental para diseñar y escalar programas de bienestar corporativo alineados al negocio y a la NOM-035. A partir de diagnósticos integrales y del uso de herramientas analíticas, las empresas pueden proyectar riesgos de salud —incluidas enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión u oncológicos— y calcular el retorno de inversión en productividad y ausentismo, con resultados que pueden alcanzar hasta un 30% en grandes organizaciones.
El cumplimiento efectivo de la norma requiere protocolos claros, comunicación interna, sistemas de medición y auditorías continuas, siempre respaldados por proveedores especializados que garanticen un enfoque integral y sostenido.
“La clave está en acompañar a las empresas con estrategias sostenidas; el bienestar es hoy una apuesta de productividad y sostenibilidad”, concluyó Tania Estrada.
En el marco de las conversaciones globales rumbo a la COP30, EY, firma líder en servicios profesionales de auditoría, impuestos, consultoría, estrategia y transacciones, invitó a los principales medios de comunicación a un ejercicio de reflexión acerca de los principales retos en materia climática que enfrenta el mundo.
En este contexto geopolítico que presenta retos importantes en la conversación de sostenibilidad, se espera que los objetivos principales de la COP30 se centren en la revisión y la actualización de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) de los países participantes, en la reducción de emisiones y en movilizar financiamiento climático destinado a la adaptación y mitigación de los efectos del cambio ambiental.
Al respecto, Ruth Guevara, Climate Change and Sustainability Services Leader para EY Latinoamérica, refiere: “vivimos un punto de inflexión en el que la sostenibilidad ya no puede verse como una estrategia paralela al negocio. Las decisiones que tomemos en los próximos años determinarán la resiliencia de nuestras economías, empresas y comunidades”.
Se anticipa que dichos objetivos tendrán un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático, al promover una mayor ambición en las políticas y facilitar la cooperación internacional entre naciones.
Además, la COP30 abordará la pérdida de biodiversidad y fomentará la transición hacia economías sostenibles. Estas acciones son fundamentales para mitigar los efectos adversos del cambio climático y asegurar un futuro más resiliente para el planeta.
La conferencia se llevará a cabo en el corazón de la Amazonia, una región donde los impactos del cambio climático son particularmente agudos. La elección de este lugar subraya la urgencia de abordar los desafíos ambientales que enfrenta el sur del planeta. Al situar la conferencia en esta área crítica, se hace un llamado al mundo para que reconozca y responda a las realidades del cambio climático que afectan a estas comunidades y ecosistemas vulnerables.
En este contexto, la Firma presentó a diferentes medios de comunicación “EY Four Futures”, una experiencia inmersiva creada y facilitada por exertos en ciencia climática, con una interfase mejorada por Inteligencia Artificial. La experiencia nos lleva a conocer las implicaciones de nuestras prácticas actuales, al tiempo que escuchamos y conectamos emocionalmente con las personas que se verían afectadas en el futuro. El objetivo es empoderarnos para reflexionar y actuar sobre nuestro rol y el de nuestra organización, para alcanzar el equilibrio entre el florecimiento humano y planetario.
Es crucial que las organizaciones adopten una visión colaborativa y de largo plazo frente a la transición energética y climática, incorporando la sostenibilidad como una palanca de innovación y crecimiento. “El futuro no se predice, se diseña. Y las empresas de Latinoamérica tienen hoy la oportunidad de liderar un cambio estructural que combine prosperidad económica con regeneración ambiental”, concluyó Ruth Guevara.
Con motivo del Día Internacional de la Acción Climática, MARCO, agencia líder en comunicación y relaciones públicas, presenta su Informe Global del Consumidor 2025, que revela cómo las preocupaciones medioambientales están transformando las expectativas de los consumidores y la comunicación de las marcas en España, Portugal, Francia, Italia, Alemania, México y Brasil.
Basado en las respuestas de más de 4,500 personas, el estudio demuestra que la crisis climática ha dejado de ser solo un tema político o medioambiental: también se ha convertido en un asunto de comunicación.
La sostenibilidad impulsa las decisiones de compra en todo el mundo
La sostenibilidad se ha convertido en un factor determinante a la hora de elegir qué productos comprar. A nivel global, el 65% de los consumidores afirma que modificaría sus hábitos de consumo en función de las iniciativas medioambientales de una marca.
Mercados como México (76%), Brasil (74%) y Portugal (72%) lideran esta tendencia, mostrando cómo la acción medioambiental visible influye directamente en las decisiones de compra.
Sin embargo, aunque la intención de actuar de manera sostenible es clara, el precio sigue siendo un factor decisivo. A nivel global, el 56% de los consumidores está dispuesto a pagar más por productos elaborados con materiales reciclados o sostenibles, en tanto que en México es de 69%.
Greenwashing: la nueva línea divisoria de la comunicación
El informe pone de manifiesto un creciente escepticismo público hacia las afirmaciones de sostenibilidad. Uno de cada cuatro consumidores (25%) identifica la publicidad exagerada o engañosa como el principal signo de greenwashing. Incluso marcas tradicionalmente reconocidas por su compromiso ambiental, como IKEA o Unilever, enfrentan dudas generalizadas, mientras que Nestlé es vista globalmente como la marca más asociada al greenwashing.
Esta desconfianza creciente ha derivado en una exigencia global de mayor responsabilidad: el 83% de los encuestados considera que las sanciones por greenwashing deberían ser más severas. El apoyo es fuerte en México (90%), lo que muestra una demanda compartida de mayor transparencia y control en la comunicación corporativa.
“Como comunicadores, tenemos un papel crucial en la lucha contra el greenwashing”, afirma Emmanuelle Jacquety, responsable de ESG en MARCO.
“Nuestra responsabilidad va más allá del storytelling: se trata de garantizar que cada mensaje sea transparente, basado en datos y coherente con acciones reales. En un momento en que las regulaciones se endurecen y los consumidores son cada vez más exigentes, agencias como MARCO ayudan a las marcas a desenvolverse en esta complejidad y construir una comunicación sostenible auténtica y medible que genere verdadera confianza pública.”
Los gobiernos, bajo escrutinio por falta de avances
A medida que los consumidores exigen más a las marcas, también dirigen una mirada crítica a las autoridades públicas. Casi tres cuartas partes de los encuestados a nivel mundial (73%) creen que sus gobiernos no están haciendo lo suficiente para promover la sostenibilidad.
El descontento es ligeramente bajo en México (68%), comparado con Brasil (84%), Portugal (84 %) e Italia (80 %), donde la ciudadanía reclama políticas climáticas más firmes y visibles, lo que indica que, aunque la confianza es ligeramente superior, la percepción general sigue siendo que la acción política va por detrás de las expectativas sociales.
Y ¿què marcas son consideradas por los mexicanos como responsables de greenwashing?
México presenta los niveles más altos de greenwashing percibido con varias empresas —entre ellas Nestlé, Coca-Cola, Danone y Burger King— con puntuaciones superiores a 6,0, lo que indica una clara desconfianza en el marketing de sostenibilidad de algunas empresas multinacionales.
Esto refleja una fuerte conciencia y cautela por parte de los consumidores. El público mexicano no se deja convencer fácilmente por las afirmaciones sobre sostenibilidad y parece exigir autenticidad, responsabilidad y cambios visibles. Las marcas que operan en la región deben dar prioridad a la transparencia y a la comunicación basada en acciones para generar confianza.
Metodología
La encuesta se llevó a cabo entre mayo y junio de 2025 en siete países. Cubrió temas como cultura laboral, trabajo híbrido, consumo en redes sociales, sostenibilidad, relación con las marcas y estilo de liderazgo.
Participaron un total de 4.598 personas en los principales mercados europeos y latinoamericanos: Francia, Alemania, Italia, Portugal, España, México y Brasil. La muestra se obtuvo mediante muestreo aleatorio, garantizando su representatividad en cada país. Los datos se recopilaron a través de una encuesta en línea.
El estudio analizó nuevos comportamientos del consumidor, anticipó las necesidades emergentes de clientes y empleados, e identificó tendencias de engagement de marca en distintos mercados. Esta información apoya el desarrollo empresarial y las estrategias de liderazgo de opinión, validando además los formatos más eficaces para la comunicación en redes sociales y la conexión con los públicos objetivo.
En el mundo corporativo, reconocer los errores sigue siendo un acto poco común. Muchas organizaciones optan por el silencio o la negación, temiendo dañar su reputación. Sin embargo, las empresas ganan confianza cuando deciden asumir la responsabilidad de sus fallos, transformando un posible daño en una oportunidad para fortalecer la relación con sus grupos de interés. Admitir errores no es una muestra de debilidad, sino de madurez institucional y transparencia.
En el ámbito de la sostenibilidad, el error es parte natural del proceso de aprendizaje. Las empresas que trabajan por ser más sostenibles enfrentan retos constantes: desde la medición de sus impactos hasta la implementación de políticas éticas y ambientales. Reconocer los desaciertos permite ajustar estrategias, mejorar resultados y mostrar que el compromiso con el cambio es genuino. Por eso, las empresas ganan confianza cuando comunican con honestidad lo que no salió bien y lo que están haciendo para corregirlo.
A diferencia de la antigua visión corporativa basada en la perfección y la imagen impecable, hoy las audiencias valoran la autenticidad. En un contexto donde la transparencia es un valor cada vez más exigido, aceptar los errores puede ser más poderoso que esconderlos. Este tipo de prácticas fortalecen la reputación, generan credibilidad y, sobre todo, abren la puerta a un diálogo más honesto con la sociedad y los consumidores.
4 maneras en que las empresas ganan confianza al comunicar sus errores
1. Demostrando coherencia entre discurso y acción
Cuando una empresa reconoce públicamente un error, demuestra que sus valores no son solo palabras en un reporte. Esa coherencia entre lo que dice y lo que hace tiene un peso enorme en la construcción de reputación. Aceptar un fallo y tomar medidas correctivas refuerza la autenticidad del discurso corporativo, mostrando que hay un compromiso real con la mejora continua.
Esta práctica es particularmente relevante en sostenibilidad, donde las expectativas sobre ética y responsabilidad son altas. Las empresas ganan confianza al evidenciar que sus decisiones son consistentes incluso en momentos difíciles. Reconocer errores también puede inspirar a otras organizaciones a actuar con mayor integridad y a comprender que la perfección no es el objetivo, sino el progreso.
2. Fortaleciendo la relación con los grupos de interés
Los consumidores, colaboradores e inversionistas valoran la transparencia. Cuando una empresa comunica con honestidad sus desafíos y aprendizajes, genera empatía y credibilidad. En lugar de dañar la relación, la honestidad fortalece los lazos y promueve un sentido de comunidad y confianza mutua.
Las empresas ganan confianza al abrir canales de comunicación con sus stakeholders, invitándolos a formar parte del proceso de mejora. Este diálogo honesto permite que las soluciones se construyan de manera colaborativa y que el compromiso con la sostenibilidad sea compartido. Reconocer los errores, por tanto, se convierte en una herramienta de participación y corresponsabilidad social.
3. Reforzando la cultura de mejora y aprendizaje
Reconocer un error dentro de una organización fomenta una cultura interna donde aprender es más importante que castigar. Esta mentalidad impulsa la innovación, el pensamiento crítico y la disposición a experimentar nuevas soluciones. Al admitir fallos, las empresas demuestran que los errores pueden ser motores de evolución y no obstáculos.
Las empresas ganan confianza también desde dentro, cuando su personal siente que puede aprender sin miedo al señalamiento. En contextos corporativos donde la sostenibilidad requiere creatividad y adaptación, admitir fallas abre espacio a la mejora constante. El aprendizaje organizacional se fortalece cuando el error se ve como parte del crecimiento, no como una amenaza.
4. Generando transparencia en sus informes y comunicación
La rendición de cuentas es una de las piedras angulares de la sostenibilidad. Las empresas que incluyen en sus reportes los errores, retrasos o dificultades que enfrentaron transmiten una imagen más humana y creíble. Este tipo de comunicación no solo evita críticas futuras, sino que anticipa posibles riesgos reputacionales.
Las empresas ganan confianza al incluir indicadores de desempeño que reflejan tanto los avances como los desafíos. Mostrar un panorama completo —no solo los logros— es una señal de madurez institucional. En la era de la información, las audiencias detectan fácilmente los discursos maquillados; por eso, la transparencia genuina sigue siendo la estrategia más efectiva.
El valor reputacional de reconocer los errores
Diversos estudios sobre confianza corporativa demuestran que las marcas percibidas como “honestas y transparentes” tienen más de fidelidad entre sus consumidores. En el ámbito de la responsabilidad social, esto se traduce en aliados más comprometidos, inversionistas más informados y clientes más leales. Cuando una empresa admite un fallo y lo convierte en una oportunidad de mejora, su reputación se fortalece.
La sostenibilidad no se trata de ser perfectos, sino de ser auténticos y consistentes. Las empresas que comunican sus errores con responsabilidad envían un mensaje poderoso: el cambio real requiere valentía, autocrítica y disposición al diálogo. En un entorno donde los consumidores valoran la honestidad por encima de la imagen, las empresas ganan confianza precisamente cuando dejan de ocultar sus vulnerabilidades.
La honestidad como estrategia de crecimiento
Reconocer los errores es un acto de valentía empresarial que transforma la percepción pública. En la era de la información, donde todo se analiza y comparte, las organizaciones no pueden sostener una imagen de perfección sin caer en la desconfianza. Al aceptar sus fallos, las empresas ganan confianza porque muestran compromiso, transparencia y capacidad de evolución.
Lejos de ser una amenaza, admitir errores es una oportunidad para conectar con la sociedad desde la autenticidad. En el futuro, las compañías más respetadas no serán las que aparenten no equivocarse, sino las que sepan comunicar sus imperfecciones con ética y responsabilidad. La confianza, después de todo, se construye más con verdad que con perfección.
Durante las últimas décadas, las empresas han comprendido que promover la equidad no solo es un tema ético, sino también estratégico. Implementar políticas de igualdad de género impulsa la productividad, mejora el clima laboral y fortalece la reputación corporativa. Sin embargo, aún existen organizaciones que ven este tema como una obligación legal y no como una ventaja competitiva.
Las brechas de género persisten en múltiples niveles: desde los salarios hasta las oportunidades de liderazgo. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, se necesitarán más de 130 años para cerrar completamente la brecha de género a nivel global si no se actúa con decisión. Por eso, las empresas deben adoptar políticas integrales que garanticen igualdad de oportunidades y eliminen sesgos estructurales.
En el entorno actual, la sostenibilidad y la diversidad están entrelazadas. Ninguna estrategia de responsabilidad social es completa sin abordar la equidad entre hombres y mujeres. Incorporar políticas de igualdad de género no solo mejora la cultura organizacional, sino que también potencia la innovación, la retención del talento y el impacto social positivo.
7 beneficios de implementar políticas de igualdad de género en el trabajo
1. Aumenta la productividad y la innovación
Diversos estudios han demostrado que los equipos diversos son más creativos y eficientes. Cuando las mujeres participan en la toma de decisiones, las empresas logran resultados más equilibrados y soluciones más innovadoras. La diversidad de perspectivas fomenta un pensamiento más crítico y una resolución de problemas más eficaz.
Las políticas de igualdad de género crean entornos donde las ideas de todos los colaboradores son escuchadas y valoradas. Esto mejora la colaboración, la adaptabilidad y la competitividad. De acuerdo con McKinsey, las empresas con mayor diversidad de género en sus equipos directivos son un 25 % más propensas a tener un rendimiento financiero superior al promedio.
2. Mejora el clima laboral
Un entorno laboral equitativo reduce tensiones, conflictos y desigualdades. Cuando las personas sienten que su trabajo es valorado por igual, aumenta el sentido de pertenencia y compromiso con la empresa. La igualdad, además, promueve una cultura de respeto que repercute en todas las áreas de la organización.
Las políticas de igualdad de género ayudan a construir espacios más justos, donde las oportunidades no dependen del género, sino del talento y la capacidad. Esta equidad repercute directamente en la satisfacción laboral y en la reducción de la rotación de personal. Una empresa que cuida la equidad cuida también su capital humano.
3. Fortalece la reputación corporativa
Las empresas que promueven la equidad son vistas como más responsables y éticas ante la sociedad. En un mercado donde los consumidores valoran la coherencia entre los valores y las acciones, la reputación se convierte en un activo estratégico. Además, los inversionistas y socios prefieren colaborar con compañías comprometidas con la inclusión.
Aplicar políticas de igualdad de género comunica un mensaje claro: la organización actúa con responsabilidad social y visión de futuro. Estas políticas generan confianza y atraen tanto a clientes como a talento diverso. A largo plazo, la reputación positiva se traduce en mayor competitividad y sostenibilidad empresarial.
4. Potencia el liderazgo femenino
Promover la igualdad no es solo contratar más mujeres, sino ofrecerles oportunidades reales de desarrollo. Las empresas que impulsan programas de mentoría, ascenso y liderazgo femenino logran una mayor representación en sus niveles directivos. Este equilibrio aporta estabilidad y mejora la toma de decisiones.
Las políticas de igualdad de género permiten detectar y eliminar barreras invisibles que frenan el crecimiento profesional de las mujeres. Al abrir estos espacios, las organizaciones no solo corrigen desigualdades históricas, sino que enriquecen sus equipos con perspectivas diversas y estilos de liderazgo más empáticos e inclusivos.
5. Aumenta la atracción y retención de talento
Las nuevas generaciones valoran profundamente la equidad y la diversidad. Los jóvenes prefieren trabajar en empresas donde se respeten los derechos laborales y se garantice un trato justo. Esto convierte a la igualdad de género en un factor clave de atracción de talento.
Las políticas de igualdad de género mejoran la retención, reducen la fuga de talento y fortalecen la lealtad hacia la marca empleadora. Cuando las personas sienten que pueden crecer profesionalmente sin discriminación, su motivación y compromiso aumentan. Las empresas inclusivas son, por definición, más humanas y sostenibles.
6. Mejora el cumplimiento normativo y reduce riesgos
Adoptar políticas de equidad no solo es una buena práctica, también es un requisito legal en muchos países. Las empresas que implementan mecanismos de prevención de acoso, igualdad salarial y conciliación laboral- familiar reducen riesgos legales y reputacionales.
Las políticas de igualdad de género garantizan que la organización opere bajo principios éticos y de justicia social. Además, permiten anticiparse a posibles sanciones o conflictos laborales. Cumplir con la legislación es importante, pero ir más allá de ella —integrando la igualdad como parte del ADN empresarial— es lo que marca la diferencia.
7. Impulsa el desarrollo sostenible
La igualdad de género está directamente vinculada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, particularmente con el ODS 5. Promover la equidad en el trabajo tiene un efecto multiplicador en la economía, la educación y la reducción de la pobreza.
Al aplicar políticas de igualdad de género, las empresas contribuyen a un cambio estructural que trasciende sus propias operaciones. Invertir en igualdad es invertir en progreso social. A nivel global, se estima que cerrar las brechas de género podría incrementar el PIB un 20% , según el Banco Mundial.
Más allá de la equidad: una cuestión de sostenibilidad corporativa
Implementar políticas de equidad no solo beneficia a las personas, sino también a la sostenibilidad del negocio. La igualdad fortalece la gobernanza, fomenta la innovación social y refuerza la resiliencia organizacional. Cuando una empresa integra la equidad de género en su estrategia, se convierte en un agente de cambio que impulsa un futuro más justo y equilibrado.
Además, las políticas de igualdad de género alinean a las organizaciones con los estándares internacionales de derechos humanos y sostenibilidad, como los Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. En un contexto global donde la transparencia y la rendición de cuentas son esenciales, las empresas con prácticas inclusivas están mejor preparadas para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
Igualdad, el camino hacia empresas más humanas
La igualdad de género no es solo una meta social, sino una estrategia inteligente de desarrollo organizacional. Las empresas que aplican políticas de igualdad de género fortalecen su reputación, atraen talento diverso y contribuyen al bienestar colectivo. Más allá de una obligación, es una oportunidad de construir entornos más justos, creativos y sostenibles.
El futuro empresarial pertenece a las organizaciones que entienden que el progreso se alcanza con inclusión. Fomentar la equidad no solo cambia las cifras, cambia las culturas. Porque cuando hombres y mujeres tienen las mismas oportunidades, las empresas y las sociedades enteras avanzan.