La presencia de mujeres en posiciones de Alta Dirección ha sido un tema recurrente de discusión en los últimos años, sin embargo, los retos de las mujeres en la Alta Dirección siguen siendo diversos y complejos. A pesar de los avances en términos de equidad de género y la inclusión de mujeres en cargos directivos, persisten barreras como la discriminación, los sesgos inconscientes y la desigualdad de oportunidades. Este panorama refleja que las mujeres enfrentan una lucha constante no solo para acceder a estas posiciones, sino también para mantenerse en ellas, de acuerdo con El Economista.
El estudio de KPMG sobre “Mujeres de la Alta Dirección en México y Centroamérica 2025” evidencia que, aunque ha habido avances en la reducción de la percepción de discriminación, las dificultades continúan siendo una constante para muchas de ellas. Además, factores como el agotamiento (burnout), la falta de políticas de apoyo y la escasa participación en iniciativas clave representan otros desafíos significativos para las mujeres que logran acceder a altos cargos directivos. A continuación, exploramos algunos de los principales obstáculos que enfrentan las mujeres en su camino hacia y dentro de la Alta Dirección.
1. La discriminación: un obstáculo persistente para las mujeres en la Alta Dirección
Uno de los principales retos de las mujeres en la Alta Dirección sigue siendo la discriminación para promociones. De acuerdo con el estudio de KPMG, el 44% de las mujeres entrevistadas identifican los estereotipos y los sesgos inconscientes como barreras significativas en su ascenso dentro de las organizaciones. Aunque esta cifra representa una disminución respecto al 62% reportado en 2024, sigue siendo alarmante que casi la mitad de las mujeres enfrenten estos obstáculos.
Los sesgos inconscientes, las microagresiones y la falta de visibilidad para las mujeres continúan siendo problemáticas, especialmente cuando se consideran decisiones clave sobre ascensos o asignación de responsabilidades. A pesar de que más organizaciones están adoptando políticas de inclusión, la realidad para muchas mujeres sigue siendo un entorno de desigualdad, donde sus capacidades y logros no son reconocidos de igual forma que los de sus compañeros varones.

El informe también señala que la lucha contra estos estereotipos requiere un cambio cultural dentro de las organizaciones. La participación activa de los hombres y una mayor educación sobre la importancia de la igualdad de género son factores esenciales para transformar este panorama y garantizar que las mujeres tengan las mismas oportunidades para ascender a la Alta Dirección.
2. Desigualdad de oportunidades: un reto estructural que persiste
Otro de los retos de las mujeres en la Alta Dirección, ampliamente identificado en el estudio de KPMG, es la desigualdad de oportunidades para participar en iniciativas de alto impacto. El 38% de las mujeres encuestadas mencionan esta barrera como uno de los principales obstáculos para su desarrollo profesional. A menudo, las mujeres son excluidas de proyectos clave, como la transformación digital o la ciberseguridad, que son vistos como esenciales para el crecimiento de la organización y, a su vez, para la visibilidad y el avance en sus carreras.
Este desajuste en las oportunidades afecta de manera directa su capacidad para contribuir en las decisiones estratégicas de la empresa, limitando su potencial y afectando el desarrollo de sus habilidades. Además, la falta de visibilidad y la escasa representación femenina en estas iniciativas puede llevar a que las mujeres sean vistas como menos capacitadas o idóneas para asumir roles de mayor responsabilidad.
Para superar esta barrera, es crucial que las organizaciones implementen políticas que promuevan la participación equitativa en estos proyectos de alto impacto, permitiendo a las mujeres desarrollar sus competencias en áreas clave y demostrando el valor que aportan a la dirección estratégica de la empresa.

3. Burnout y agotamiento: un desafío que afecta a las mujeres directivas
El burnout o agotamiento es otro de los grandes retos de las mujeres en la Alta Dirección. El estudio de KPMG revela que el 36% de las mujeres directivas experimentan agotamiento, lo cual refleja una preocupación creciente sobre la sostenibilidad de sus carreras. Las demandas laborales, la presión por rendir al máximo y la responsabilidad de mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional contribuyen a este agotamiento físico y emocional.
Este fenómeno no solo afecta el bienestar de las mujeres, sino que también impacta en su desempeño laboral y en su capacidad para mantenerse en cargos de alta responsabilidad. Las altas expectativas, tanto internas como externas, pueden llevar a una sobrecarga, agravada por la falta de políticas de apoyo que favorezcan el equilibrio entre la vida laboral y familiar.
Es esencial que las empresas reconozcan el impacto del burnout en las mujeres y desarrollen estrategias para mitigar este fenómeno, como ofrecer programas de bienestar, flexibilidad laboral y un ambiente de trabajo que valore la salud mental y emocional de las trabajadoras.

4. La falta de políticas de género: un obstáculo para el progreso
Un desafío crucial identificado por el 24% de las mujeres entrevistadas por KPMG es la falta de políticas de género adecuadas para momentos clave, como la maternidad o la paternidad. La ausencia de una estructura de apoyo en estas etapas de la vida, que permita a las mujeres gestionar tanto sus responsabilidades profesionales como familiares, continúa siendo una barrera significativa en su camino hacia y dentro de la Alta Dirección.
Esta falta de políticas de género también se traduce en la ausencia de protocolos claros para la igualdad de oportunidades, lo que genera un entorno poco inclusivo donde las mujeres tienen que enfrentar múltiples desafíos sin el apoyo necesario para equilibrar su vida laboral y personal.
El diseño e implementación de políticas con perspectiva de género, que reconozcan las diferentes necesidades y circunstancias de las mujeres en momentos clave, no solo sería una medida justa, sino también estratégica para las organizaciones que buscan aprovechar el talento femenino en toda su potencialidad.

Superando los retos de las mujeres en la Alta Dirección
Los retos de las mujeres en la Alta Dirección siguen siendo múltiples y complejos, pero no insuperables. Si bien es cierto que la discriminación, la desigualdad de oportunidades y el burnout son desafíos persistentes, las organizaciones tienen la oportunidad de implementar políticas inclusivas que favorezcan la igualdad de género y el bienestar de las mujeres en sus trayectorias profesionales. Para lograrlo, es fundamental un compromiso continuo por parte de todos los actores involucrados, desde los líderes empresariales hasta los propios equipos de trabajo.
Al hacerlo, no solo se estará contribuyendo a un entorno laboral más equitativo, sino que también se fomentará un desarrollo organizacional más inclusivo y diverso, que aproveche las habilidades, experiencias y perspectivas únicas que las mujeres aportan a la Alta Dirección. Solo así se podrán superar los obstáculos y garantizar un futuro más equitativo para las mujeres en el ámbito directivo.