Por Edgar López
Esta mañana, al ver noticias como esta —el Museo Nacional de Antropología cerrado por falta de condiciones administrativas— me quedo pensando en todo lo que hay detrás. Paradójicamente, este mismo museo acaba de recibir el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025, uno de los máximos reconocimientos internacionales.
Más allá de interpretaciones políticas o de gestión pública, lo que me genera es el de reconocer la oportunidad de fortalecer los intereses públicos con una participación más activa de la sociedad y la iniciativa privada.
Y es que hace un par de días, moderando un panel en los ImpactDays de Promotora Social México (PSM), escuché a Ricardo Bucio Mújica plantear que la sociedad y las empresas debemos asumir un rol más decidido en la protección de los intereses públicos. Hoy esa reflexión me hace sentido.
¿Por qué no pensar que museos como el de Antropología puedan convertirse en proyectos de impacto positivo para empresas y personas que buscan invertir con propósito? No es algo desconocido: basta ver el caso del MIDE, Museo Interactivo de Economía, donde la colaboración privada ha logrado promover la educación financiera, mientras fortalece atributos de compromiso social y reputación responsable.
Incluso, yendo más allá, siguiendo otros orígenes y motivaciones, veamos los esquemas de estímulos fiscales que han demostrado su capacidad para detonar proyectos de impacto. Programas como EFICINE (para el cine), EFIDT (para innovación tecnológica), o el mismo EFIDEPORTE —hoy suspendido, aunque logros recientes como los de Isaac del Toro en ciclismo o Andrés Azcárraga en salto ecuestre podrían impulsar su reactivación—, han permitido canalizar recursos privados hacia causas públicas de alto valor social.
También es momento de desempolvar una palabra que parece olvidada: filantropía. Porque más allá de los incentivos, el compromiso con causas como la preservación cultural debería ser genuino y sostenido.
El Premio Princesa de Asturias es un honor enorme para el Museo Nacional de Antropología. Pero más que un motivo de orgullo o celebración, debería ser un llamado a la acción: no hay mejor homenaje que asegurar su vitalidad y su futuro.
Un gran premio en un momento crítico. Una oportunidad que no deberíamos dejar pasar.


Edgar López Pimentel, es actualmente Director en Expok, ejerciendo su liderazgo día a día con pasión por la responsabilidad social y el desarrollo sustentable. Su labor ha contribuido significativamente al posicionamiento de empresas líderes en materia de responsabilidad social.
Su formación académica, enriquecida por programas de Alta Dirección de Empresas en el IPADE e IE Business School, así como una maestría en Responsabilidad Social Empresarial en la Universidad Anáhuac Norte, respaldan su liderazgo.