Un grupo de mujeres jóvenes de aspecto descuidado y aletargado sufre en silencio dentro de la caja de un enorme camión que avanza por algún lugar del mundo que ya no reconoce. Apenas soportan los gritos y agresiones físicas del hombre que las acompaña con el único fin de proteger los intereses de quienes se benefician de venderlas como esclavas sexuales.
Con miradas de angustia las chicas parecen pedir ayuda a las personas que caminan por las calles de Atlanta y las miran a través de la caja transparente del camión que las transporta. Para ellas no se trata de un infierno verdadero, sino de representar una realidad que aqueja a millones de personas en el mundo, al tiempo que brindan una voz a las mujeres y niños que han sido arrancados de sus comunidades y familias casi siempre con violencia para ser llevados a regiones lejanas donde los obligan a prostituirse.
Lo anterior forma parte de una activación de End It Movement para transparentar literalmente el grave problema del tráfico sexual, una de las formas más comunes y terribles de la esclavitud moderna y un fenómeno que de acuerdo con la organización se incrementa considerablemente durante los eventos deportivos internacionales en las ciudades que participan como sede.
Sorprendidas y horrorizadas más de sesenta mil personas dieron una mirada al mundo del trafico sexual el pasado mes de febrero, sin embargo el alcance de este mensaje ya es mucho mayor. El video que registra esta acción en YouTube ha sido reproducido más de un millón de veces, y la versión subtitulada en español por el portal Upsocl cuenta ya con casi doscientas mil visitas.
Aún así, a las puertas la Copa Mundial de Brasil 2014, es posible que el impacto más importante de esta activación se encuentre en el cuestionamiento sobre el incremento que esta actividad llegará a tener durante el evento en un país con alto índice de turismo sexual; y si las medidas gubernamentales serán suficientes para frenar el problema.
