PORTAL IMPULSADO POR LAS EMPRESAS RESPONSABLES:

- Advertisement -
NoticiasAmbientalUn ejemplo de racismo ambiental, ¿qué es y dónde se está dando?

Un ejemplo de racismo ambiental, ¿qué es y dónde se está dando?

Aunque es verdad que la contaminación se encuentra en casi todas partes, también lo es el hecho de que algunas comunidades y grupos están mayormente agobiadas por instalaciones industriales, como rellenos sanitarios, plantas de carbón y vertederos de residuos tóxicos.

La salud de los habitantes de estos lugares a menudo se ve comprometida por el racismo ambiental, una forma de referir las injusticias medioambientales, aplicadas a minorías étnicas altamente expuestas a contaminantes tóxicos, y a quienes se les niega el acceso a recursos naturales vitales como aire limpio, agua potable, e incluso alimentos, de acuerdo con un artículo científico de la Revista Mundo Financiero.

Un ejemplo de racismo ambiental

En la práctica, el racismo ambiental puede tomar muchas formas, desde lugares de trabajo con regulaciones de salud poco sólidas, hasta la ubicación de centrales eléctricas de carbón cerca de comunidades predominantemente no blancas.

Aunque muchas de las injusticias ambientales las enfrentan comunidades de bajos ingresos, la raza suele ser un indicador predominante en la proximidad de vivir esta vulnerabilidad. De acuerdo con The Guardian, un ejemplo de racismo ambiental es el caso de la compañía de Energía Drax Biomass, que es señalada de pagar millones de dólares a los reguladores de EE.UU. por reclamos de contaminación del aire contra tres de sus plantas de pellets, dos de ellas ubicadas en comunidades de bajos ingresos y con una mayoría de población negra.

El estudio realizado por Unearthed, la unidad de investigación de Greenpeace, acusa al gobierno de Reino Unido de financiar estas prácticas de racismo ambiental, al otorgar 2 millones de libras esterlinas al día en subsidios a la compañía energética.

personas-negras-viven-racismo-ambiental-

Cargos relacionados a la salud

Drax Biomass es catalogada como la «fuente más grande de energía renovable» del Reino Unido, opera tres sitios hidroeléctricos en Escocia, pero su actividad principal es una central eléctrica de leña cerca de Selby, North Yorkshire, una de las más grandes de Europa.

Para impulsar su gestión y acceder a un mercado global cada vez mayor de biomasa —un combustible vegetal que procede generalmente de residuos, bien sean estos forestales: leña, cortezas, astillas, restos de poda o masas forestales—, Drax administra una extensa cadena de suministro en América del Norte, con 13 sitios en los EE.UU. y Canadá que producen 1.5 millones de toneladas de pellets de madera comprimida al año.

Según la investigación, Drax realizó dos acuerdos de 1.6 millones de dólares cada uno con el Departamento de Calidad Ambiental de Luisiana (LDEQ, por sus siglas en inglés) para resolver reclamaciones contra dos de sus plantas de madera en el estado.

Los convenios se relacionaron con reclamos que se remontan a 2019 en la pequeña ciudad de Bastrop, en Luisiana y mayoritariamente negra, y una segunda planta en Urania. Drax fue imputado de exceder los límites de emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV) —una clase de contaminantes del aire relacionados con el cáncer, dificultades respiratorias y otros efectos sobre la salud—, metanol, formaldehído y acetaldehído.

Drax paga por contaminar sin reconocer su responsabilidad

Drax niega haber cometido alguna violación en sus plantas de Luisiana, luego de firmar los acuerdos sin aceptar responsabilidad. Pero no es la primera vez que el ejemplo de racismo de Drax se enfrenta a acusaciones similares.

En 2021, se supo que la compañía había sido multada con 2.5 millones de dólares por infracciones de contaminación del aire en el estado vecino de Mississippi. La sanción se emitió en 2020 después de que el Departamento de Calidad Ambiental de Mississippi (MDEQ, por sus siglas en inglés) descubriera que la planta de pellets, Amite BioEnergy, de Drax, situada junto a la comunidad de Gloster, había excedido los límites de emisión de COV desde 2016.

MDEQ descubrió que Amite BioEnergy había estado emitiendo un promedio de 795.58 toneladas de COV al año, más del triple de su límite permitido de 249 toneladas y casi cinco veces la estimación de las emisiones de la planta que Drax había dado inicialmente a los funcionarios.

Secuelas del ejemplo de racismo ambiental

Unearthed habló con las y los residentes de Gloster, una localidad también mayoritariamente afrodescendiente y con altos índices de pobreza, quienes dijeron que su salud había empeorado desde que Drax llegó a la ciudad en 2014.

«Comenzamos a enfermarnos después de que pusieron esa planta allí y no sabíamos de dónde venía. A veces me sangra la nariz y cuando hago gárgaras escupo sangre”.

Myrtis Woodward, residente de Gloster.

A pesar de las claras secuelas que han ocasionado las operaciones de la planta de «energía renovable», Drax ha afirmado que: “La seguridad de nuestra gente y los residentes de las comunidades en las que operamos sigue siendo nuestra principal prioridad y nos tomamos muy en serio nuestras responsabilidades ambientales. Hemos trabajado con la LDEQ e invertido en nuestras plantas de pellets para asegurar que cumplan con sus permisos ambientales».

Además de señalar que a través de sus operaciones en Louisiana y Mississippi se han impulsado más de 1,200 puestos de trabajo y aportan $175 millones a la economía de la región. Pero, este crecimiento se debe a que recibió £ 893 millones, alrededor de £ 2.4 millones por día, en subsidios de energía verde del gobierno del Reino Unido, según el análisis de Ember, un grupo de expertos sobre el clima.

¿Reino Unido está subsidiando el racismo ambiental?

Los pagos de Drax por reclamos relacionados con contaminación la han colocado bajo un escrutinio cada vez mayor, al señalarlos de estar «subsidiando el racismo ambiental, simple y llanamente. No hay dos formas de hacerlo”, tal como lo destacó Katherine Egland, directora de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP).

 “Quiero que el Reino Unido sepa que hay atrocidades contra los derechos humanos asociadas con el comercio de pellets de madera en los Estados Unidos. Y el Reino Unido es cómplice”.

Katherine Egland, directora de NAACP.

En este sentido, Egland ha enviado una invitación al gobierno de Reino Unido para que visiten EE.UU. y conozcan el ejemplo de racismo ambiental que están viviendo las comunidades donde operan las plantas de energía, con un ambiente insalubre y dañino para las personas. Por lo que este caso, de comprobarse, podría cimbrar a este gigante de la energía.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

PLATIQUEMOS EN REDES SOCIALES

Lo más reciente

DEBES LEER

TE PUEDE INTERESAR