El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, tiene bajo estudio un plan de estímulo económico que incluiría un fuerte gasto en proyectos que no dañen el ambiente, destinados a generar empleos y ahorrar energía.
“La energía limpia va a ser una base para reconstruir la economía estadounidense’’, dijo Bracken Hendricks, analista del organismo de tendencia demócrata Center for American Progress y asesor del equipo de transición presidencial.
Las opiniones sobre la magnitud del estímulo varían: el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dice que US$500.000 millones serían suficientes, mientras que el senador Dick Durbin, del estado de Illinois, el más cercano aliado de Obama en el Senado, y Charles Schumer, del estado de Nueva York, consideran que es necesaria una inyección de hasta US$700.000 millones.
(Redacción), Reforma, Negocios, p. 8