PORTAL IMPULSADO POR LAS EMPRESAS RESPONSABLES:

- Advertisement -
NoticiasRSEMiradas pensantes ¡Es la conciencia, inconsciente!

Miradas pensantes ¡Es la conciencia, inconsciente!

La actual crisis del sistema capitalista no es sólo una crisis económica, es una crisis de formación y desarrollo de la conciencia humana a escala mundial.

Los desencadenantes: un puñado de poderosos ejecutivos codiciosos, consentidos -como diría Joaquín Estefanía- por sus «amiguetes» del Estado, que lejos de penalizarlos legalmente, o al menos cuestionarlos, los están subvencionando.

De fondo, todos nosotros como consumidores, directivos, proveedores, empleados, consultores, docentes, políticos o comunicadores dormidos.

Como dice un proverbio griego, abandonamos nuestras almas más de cien veces; no, más de mil veces al día. Es decir, somos unos desalmados.

El reto es situar en serio a la persona y su conciencia en el centro de la escena.

El lema ya no es el pronunciado por Clinton para referirse a la clave del bienestar social: «¡Es la economía, imbécil!» La proclama ahora es: «¡Es la conciencia, inconsciente!»
Ser consciente es darse cuenta tanto de lo que ocurre, como de lo que nos ocurre, mientras que tener conciencia es hacerse cargo, tener en cuenta.

Las dos están muy relacionadas, por lo que se puede proponer la palabra con(s)ciencia para englobarlas, que genere una clave para la evolución de las empresas: la dirección por con(s)ciencia.

Últimamente, se está proponiendo que el capitalismo salvaje evolucione a «sostenible» para procurar su supervivencia.

Sin embargo, está emergiendo con fuerza otra propuesta: el oxímoron o aparente paradoja de un «capitalismo sensible» o consciente.

Las actuales iniciativas de Responsabilidad Social buscando la buena reputación de la empresa son útiles, pero todavía muy superficiales con respecto al papel histórico de transformación social que, como decía Duran Farell, han de desempeñar los altos directivos.

Al dirigir por con(s)ciencia se supera desde una perspectiva humanista (la persona como fin) las creencias y valores del actual capitalismo eficientista, que contempla a la persona y a la naturaleza como simples recursos a optimizar o maximizar.

Y, por supuesto, va más allá del tradicional capitalismo salvaje o sociopático, que considera a la persona como recurso a explotar a costa de lo que sea.

Además, significa dirigir eficientemente desde un estado de presencia, conociendo nuestro ser y estando en paz con él.

Esto no es ninguna inocencia utópica u orientalista.

Lo contrario es dirigir de forma ausente, enajenada, estresada, agresiva, temerosa y atemorizante.

Este es el camino que están explorando personas como Mario Conde, a quien la adversidad parece que le está abriendo nuevas vías de poder vital.

Esta nueva forma de dirigir empresas con más generosidad, menos miedo y menos ego se ha de nutrir desde la conexión con la dimensión espiritual, la cual se facilita mediante el contacto profundo con la naturaleza y el arte, pero también mediante la práctica cotidiana de meditación o centramiento personal.

Y todavía es más importante la vivencia de experiencias de injusticia, pobreza o adversidad.

Una de las principales expresiones de este nuevo desarrollo directivo ha de consistir en el impulso y gestión de la construcción de comunidades conscientes entre todas las personas que conforman los grupos de interés de la empresa.

Se trata de construir un nuevo mapa de propietarios conscientes, directivos conscientes, proveedores conscientes, consumidores conscientes, consultores conscientes… y políticos conscientes. Sin olvidar, cómo no, la importancia de periodistas y otros comunicadores.

Las escuelas de negocios, las universidades y las empresas de consultoría de todo el planeta tienen ante sí un interesante reto formativo.
Fuente: ABC.es

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

PLATIQUEMOS EN REDES SOCIALES

Lo más reciente

DEBES LEER

TE PUEDE INTERESAR