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Medio Ambiente: seguridad global

Existe en México, Cuba y en otros países no afectados directamente, la noción de que el problema del derrame de crudo en el Golfo de México, debido a la explosión el 20 de abril de éste año de la plataforma de extracción Deepwater Horizon perteneciente a la empresa British Petroleum (BP), y sus consecuencias en el medio ambiente, se han olvidado.

El periodista y escritor Anthony DePalma, especializado en investigación de temas relacionados con el medio ambiente no coincide con esta idea.

DePalma, quien también fungió como jefe de la oficina del periódico The New York Times en México y Canadá y quien tiene más de 22 años escribiendo acerca de temas relacionados con ecología, afirma que basándose en los resultados de sus pesquisas no puede estar de acuerdo totalmente con esta tesis.

Puntualiza que las personas directamente involucradas en el derrame del crudo siguen trabajando para establecer las causas y sobre todo haciéndose cargo de retribuir a quienes fueron directamente afectados en sus trabajos y vieron trastocada su vida cotidiana por este evento que atrajo la atención de la opinión pública a nivel mundial.

La empresa petrolera ha establecido un fondo de 20 billones de dólares y hasta la fecha ha recibido 450 mil demandas de dueños de restaurantes, dueños de barcos y pescadores.

En su libro más reciente City of Dust. Illness, Arrogance, and 9/11, el periodista y escritor expone el resultado de años de investigación acerca de los efectos del polvo tóxico que se formó al momento del colapso de las Torres Gemelas de Nueva York por los ataques terroristas en dicha ciudad, así como en Pensylvania y Virgina.

DePalma hace un paralelismo entre los afectados por este evento y los damnificados por el derrame del crudo en las aguas del Golfo de México.

En Nueva York se estableció un fondo de ocho billones de dólares para indemnizar a los rescatistas y a todas aquellas personas afectadas por estar en contacto con el polvo tóxico en el que se encontraron más de 150 elementos distintos.

Por ley se dieron dos años para hacerlas demandas, años después cientos de personas pugnan porque se reabra el caso pues aseveran padecer enfermedades resultado de respirar todos los contaminantes liberados por el desplome de los edificios que albergan el World Trade Center.

“Muchas otras personas están pidiendo que se les indemnice –explica el periodista y escritor- sin embargo, después de tantos años es difícil probar que efectivamente sus enfermedades son resultado de exposición al polvo y a otros materiales peligrosos que respiraron durante el rescate de víctimas y limpieza del ground zero.

Yabunda: “lo mismo puede suceder en el caso de la fuga de petróleo causada por la explosión e incendio de la plataforma administrada por BP.

La empresa ha otorgado un fondo para resarcir monetariamente los daños causados a la salud o a la fuente de empleo de los afectados, pero tendrán que hacerse las reclamaciones en el lapso indicado legalmente para que estas procedan”.

De las especulaciones a los datos fuertes
Los medios de comunicación informaron de las causas del accidente en la plataforma Deepwater Horizon reproduciendo toda clase de versiones, algunas totalmente contradictorias entre sí.

Este ruido informativo sólo confundió al público que escuchaba cifras estratosféricas de los miles de barriles de petróleo que estaban siendo liberados sin control. Ante la imposibilidad de corroborar los datos, el auditorio televisivo sólo vio durante días la misma imagen de la cámara submarina que de este modo los hacía mudos testigos de la herida sangrante de crudo en el fondo del mar.

Por su parte el secretario del Interior Kenneth L. Salazar pidió a la National Academy of Engineering (NAE), que junto con The National Research Council (NRC) formaran un Comité para examinar las causas de la explosión, fuego, y derrame de crudo ocurrido el 20 de abril y que identificaran las medidas para prevenir incidentes similares en el futuro.

Entre los miembros de dicho Comité estaban incluidos algunos de los miembros de la NAE así como calificados practicantes de otras disciplinas similares y académicos, quienes aportaron su amplia experiencia en geofísica, ingeniería del petróleo, sistemas marinos, investigación de accidentes, sistemas de seguridad, análisis de riesgos, factor humano y comportamiento organizacional.

Éste variado equipo de profesionales obtuvo su información de diversas fuentes, escuchó puntos de vista de representantes gubernamentales así como de organizaciones privadas, atendió a exposiciones conducidas por el Marine Board of Inquiry (MBI) e hizo visitas de campo, para completar su investigación.

Hasta el momento en que le Comité completó su deliberación para el reporte, no le había sido posible examinar el aditamento de seguridad cuya función es precisamente evitar estallidos en las plataformas de extracción de petróleo y que era parte del equipo de perforación de la Deepwater Horizon.

Los especialistas también recibieron tardíamente los datos técnicos de los trabajos de perforación.

Desde luego se produjeron diferentes teorías acerca de las posibles causas de la explosión de la plataforma, sin embargo la mayoría apuntaba hacia el cuestionamiento de la cimentación.

El grupo multidisciplinario también aclaraba en su informe preliminar que muy probablemente no se podrían encontrar con exactitud las causas del problema en el pozo petrolero ya que desafortunadamente los once testigos que podrían haber dicho qué es lo que sucedió en el momento del estallido y posterior colapso de la plataforma, habían fallecido en el siniestro, y la torre con importante información se había hundido.

Sin embargo, los especialistas aseveran haber encontrado suficientes pruebas para señalar algunos factores y posibles decisiones que contribuyeron a la explosión del pozo, entrenamiento y certificación de personal entre otros.

Entre las conclusiones preliminares se destaca que la evidencia apunta hacia la falta de suficiente control en la toma de decisiones para completar el abandono y las medidas de seguridad del pozo.

Las decisiones antes mencionadas no fueron identificadas o corregidas por los directivos de BP, los contratistas, o simplemente por descuido del Mineral Management Service (MMS) la antigua agencia del Departamento del Interior de Estados Unidos encargada de la administración de recursos naturales como el gas, el petróleo y otros recursos minerales al revisar procesos empleados para el funcionamiento de la plataforma.

Hasta el momento de darse a conocer el Informe Preliminar del Comité de expertos encargados de dilucidar las razones del incidente en la plataforma Deepwater Horizon, había puntos de vista antagónicos acerca del tipo y volumen de la cimentación y de la preparación del pozo para ser abandonado.

Asimismo existían distintas opiniones sobre el tiempo dado al cemento para fraguarse en el fondo marino.

La mayor preocupación de los especialistas se centraba en la falta de un sistema que pueda abarcar en el futuro la multiplicidad de factores que potencialmente pueden afectar la seguridad de un pozo petrolero.

Riegos latentes y temas de fondo
Anthony DePalma considera que la opinión mundial se está olvidando en general de las consecuencias ambientales del derrame de petróleo en las aguas del Golfo de México y lo ve como resultado de los problemas a nivel mundial.

Y ejemplifica: la crisis económica que aqueja a Grecia y a España –por mencionar casos extremos- la amenaza del terrorismo, los problemas del Congreso en Washington, el cuestionamiento de la administración de Barack Obama, entre muchos otros temas.

“Desde luego es de preocuparse por las posibles consecuencias en el medio ambiente y en la salud de las personas que están en contacto con las aguas contaminadas pero la gente está con la atención en problemas que afectan más a su vida cotidiana”.

DePalma cuenta cómo nació su preocupación y posterior interés por escribir historias relacionadas con el cuidado del medio ambiente.

La revelación de la importancia de mantener un equilibrio en la naturaleza le llegó en su tiempo de estudiante universitario, cuando practicaba deportes al aire libre, como excursionismo y su contacto directo con el medio ambiente lo hizo tener conciencia de la contaminación que las personas pueden causar por falta de información, y decidió que gran parte de su trabajo profesional lo dedicaría a tratar de crear conciencia ecológica.

“Hay químicos en todos lados y es necesario saber cómo manejarlos en la vida cotidiana, por ejemplo muchas veces la gente no sabe que los focos contiene mercurio y si se tiran en la basura común pueden contaminar la tierra.

“Lo mismo sucede con la medicina o con el aceite de motor de los carros cuando se tira en las cañerías y es difícil de purificar esa agua contaminada”.

Acerca de cuál pod4ría ser el dictamen final de la investigación sobre el derrame de petróleo de la plataforma de British Petroleum, DePalma dice que seguramente se encontrará que algunas o todas las subsidiarias que manejaban la plataforma “es muy claro que se desatendieron las regulaciones de seguridad”.

La pregunta que flota en el ambiente es ¿cómo puede optar BP por una decisión económica antes que priorizar por el cuidado del medio ambiente?

“Aquí estamos llegando al tema de fondo y es necesario preguntarnos: ¿Cuánto podemos esperar en la sociedad contemporánea de la capacidad de las leyes, las regulaciones y las políticas ambientales para mantenernos a salvo?

Cuando las personas que viven en una sociedad industrial esperan tener cien por ciento de seguridad no están siendo realistas porque en la manufactura de bienes y servicios se usan químicos y sustancias que pueden ser peligrosas para la salud y siempre hay un riesgo, pero tiene que ser aceptable.

Las compañías tienen la obligación de informar a la sociedad de los peligros a los que se exponen al estar en contacto con los químicos que utilizan en su trabajo, sin embargo las empresas pueden evadir este compromiso argumentando secreto profesional y la imposibilidad de revelar fórmulas que les dan ventaja económica sobre sus competidores.

Levantamiento de la prohibición de perforar
El 12 de octubre pasado, Barack Obama, presidente de Estados Unidos, levantó la prohibición de perforar en el fondo de las aguas del Golfo de México.

Para DePalama esto explica por la situación económica de Estados unidos y el reto del presidente por recuperar su liderazgo a nivel nacional.

“Con la economía a la baja y ante la posibilidad de recesión, cualquier medida que evite la creación de empleos va a ser vista como falla de la presente administración.

Sin embargo, hay que entender que se levantó la prohibición pero no se han otorgado los permisos a las compañías hasta que no comprueben que pueden garantizar absoluta seguridad.

El presidente de la Unión Americana actuó por presiones y su decisión atendió a todos sin satisfacer plenamente a nadie”.

El 15 de diciembre pasado el gobierno de Estados Unidos interpuso una demanda contra la compañía British Petroleum y ocho subsidiarias más por los daños causados por el derrame de crudo.

No se habló de la cifra final pero se adelantó que se será al menos por 21 billones de dólares.

Cumbres Ambientales y realidades inéditas
Al ser cuestionado sobre la viabilidad del cumplimiento de los compromisos por parte de los participantes en las Cumbres sobre Cambio Climático como la realizada recientemente en Cancún, Quintana Roo, el periodista y escritor afirma que es difícil que los países puedan cumplir con los acuerdos que aceptaron en el encuentro, ya que la situación económica mundial que privaba cuando se iniciaron este tipo de reuniones ha cambiado drásticamente.

Anthony DePalma opina que es necesaria adaptarse los conceptos a la vida contemporánea y asumir que cuando se habla de un medio ambiente limpio no significa impoluto.

Aunque podríamos pensar que agua limpia y medio ambiente limpio significa que contaminar es ilegal, no lo es.

Vivimos en un mundo en que la contaminación es legal, pero regulada.

Por su parte el semanario británico The Economist publicó a principio de diciembre que la acción global no va a detener los cambios climáticos.

En el artículo se puntualiza que la temperatura a nivel mundial ha subido en 0.7 centígrados y que los humanos tendremos que adaptar a los drásticos y acelerados cambios ambientales.

Por los estragos que causan las inundaciones y las sequías –sólo por mencionar algunos aspectos que han enunciado los especialistas en la materia –y la forma en que estos fenómenos trastocan la vida de todos es incuestionable que el medio ambiente se ha tornado en un tema de seguridad a nivel mundial, el cual ya no admite prórroga para ser incluido en la agenda de prioridades de todas las naciones.

Los expertos ahora aseguran que no se debe esperar a que los gobiernos internacionales tomen las grandes decisiones que funcionarían a largo plazo y sugieren empezar por la acción individual, trabajando por recuperar el equilibrio ambiental desde nuestros microcosmos y hacemos responsables cada uno de la parte que nos corresponde para no convertirnos en un número más de las cifras de damnificados que continuamente reportan los medios de comunicación.

Fuente: Excélsior, suplemento Código Topo, p. 57-61.
Reportero: Ángeles Vázquez.
Publicada: Enero 2011.

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