Todavía no llega el día en el que sea una obligación para cada empresa, gobierno y particular responsabilizarse por el impacto que causa en el medio ambiente. Sin embargo, algunos lo hacen por voluntad propia.
No les basta autonombrarse «ecológicos», demuestran sustentabilidad desde la primera piedra hasta la ventana más alta. HSBC y en particular su torre ubicada en Paseo de la Reforma, son un ejemplo pionero de congruencia en materia ambiental.
«La filosofía de HSBC a nivel mundial, en el sentido de sustentabilidad, es la de convertirse en agente de cambio del mundo actual con soluciones innovadoras.
No conformarnos solamente con dar la cara comercialmente amigable de que cuidamos el medio ambiente, sino realmente promover proyectos internos y externos de sustentabilidad», explica Oscar Rieveling, director de Bienes Raíces Corporativos de HSBC.
De ahí que el banco haya incorporado, entre muchas otras medidas, una azotea verde que con sus 484 metros cuadrados resulta la más grande, en oficinas corporativas de América Latina.
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