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La falta de transparencia aumentó la pandemia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que los datos de exceso de muertes a causa de la COVID-19, así como las que se percibieron como resultado directo del brote —incluidos quienes no pudieron recibir atención medica por otras afecciones mientras se mantuvo la sobredemanda hospitalaria— son tres veces mayores a las que presentan los comunicados oficiales, por lo que la falta de transparencia aumentó la pandemia… en cifras.

Dicha instancia internacional señala que su registro de decesos asociados al virus SARS-CoV-2 —hasta finales de 2021— era de 14.9 millones. Sin embargo, el recuento oficial comunicado en ese periodo apenas supera los 5.4 millones. Esta falta de precisión podría ser síntoma de corrupción.

Crisis sanitaria y de información

Por ejemplo, la OMS señala que la mitad de las muertes que hasta ahora no se habían contabilizado, se produjeron en la India. En su estudio reporta que 4.7 millones de personas murieron allí como resultado de la pandemia, sobre todo durante los meses de mayo y junio de 2021.

Aunque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indica que antes de la pandemia 6 de cada 10 fallecimientos no se reportaban, cuando comenzó a propagarse el virus a nivel mundial, este estuvo acompañado de una ola de desinformación, aumentando la desconfianza y la preocupación entre los ciudadanos.

Lo anterior afectó la respuesta de los países para frenar la contingencia. Desde los confinamientos hasta las pautas de higiene, evidenciaron una crisis y falta de responsabilidad de los gobiernos para contener la propagación.

Además las redes hicieron más complejo el panorama, en internet se podría encontrar la difusión de tratamientos médicos no aprobados, técnicas de prevención y otras recomendaciones sin base médica, generando confusión y terror entre las comunidades digitales, que tuvo consecuencias reales.

De hecho, según un análisis del Instituto Reuters del contenido falso sobre COVID-19, el 59% de este implica cierta información verdadera que ha sido manipulada, mientras que el 38% ha sido inventada.

El verdadero alcance de la desinformación también es difícil de estimar, ya que algunas investigaciones sugieren que es más probable que las personas compartan información errónea que crean real.

Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD).

Claro está que la falta inicial de transparencia por parte de los autoridades, de igual modo, incrementó la problemática de engaños. Pues al no comunicar con decisión sobre la incertidumbre y las incógnitas que rodearon a la pandemia, dejaron espacio para que proliferará la información errónea a medida que las personas buscaban respuestas.

Por lo que se puede intuir que la falta de transparencia aumentó la pandemia, ya que la desinformación incidió en la eficacia y cumplimiento de las medidas de emergencia decretadas contra el coronavirus, además de plantear desafíos para la recuperación económica y social.

Una pandemia de verdad

De acuerdo con el portal de investigación Nature, desde que la pandemia surgió en 2020, expertos de la universidades Johns Hopkins en Baltimore y Maryland iniciaron una iniciativa para recopilar números sobre casos confirmados y muertes reportadas por país, lo que reveló enormes desigualdades en la presentación de estadísticas.

Algunos gobiernos aún informan estadísticas oficiales en imágenes de baja resolución en Facebook o conferencias de prensa poco frecuentes en YouTube, a menudo porque carecen de recursos para hacerlo mejor. China e Irán no han proporcionado ningún archivo.

Entonces, ¿existe resistencia de los gobiernos para compartir datos? Es posible ya que publicar algo bien trabajado significaría una avalancha de solicitudes, que las autoridades no pueden o no quieren responder.

Incluso hay casos de países que se apresuraron a lanzar paneles pandémicos, a menudo creados como trabajos únicos por contratistas. Los servidores públicos no pudieron actualizarlos a medida que la pandemia cambió y las nuevas métricas y gráficos se volvieron más relevantes.

Lo cierto es que tener un registro actualizado de datos permitiría a las autoridades sanitarias rastrear las métricas de la pandemia y dar sentido a las políticas públicas. Los Estados y organizaciones son responsables de los esfuerzos por recopilar información real.

Responsabilidad global para la recuperación

Eliminar la falta de transparencia ha sido uno de los llamados de varios organismos internacionales y algunas naciones que han buscado en conjunto para hacer frente a la pandemia y los problemas acentuados durante ella.

Incluso, la ONU pidió a gobiernos y científicos facilitar información pertinente del avance del virus, y así posibilitar la respuesta necesaria para reducir la propagación.

falta de transparencia aumentó la pandemia

Sin embargo, aún vemos que los esfuerzos preventivos siguen siendo aislados y que sí se vivió con un sesgo de datos claros, pues con la baja en contagios comienza a salir información que no se presentó.

La pandemia seguirá siendo un tema global, que continuará afectando todas las economías. ¿Consideras que la falta de transparencia aumentó la pandemia o era inevitable el nivel de contagios y decesos?

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