Suena como algo tan sencillo: comprar algunos focos nuevos, enroscarlos y salvar al planeta. Sin embargo, hoy en día mucha gente descubre que los nuevos focos fluorescentes compactos son todo menos sencillos.
Los consumidores que los prueban dicen que a veces no funcionan, o que se funden rápido. En el mejor de los casos, descubren que utilizar los focos requiere aprenderse una larga lista de reglas.
Como muestra está el caso de Karen Zuercher y su esposo, en San Francisco. Inspirados por la película
“La Verdad Incómoda”, decidieron cambiar casi todas las bombillas incandescentes en su hogar por focos fluorescentes compactos ahorradores de energía.
Sin embargo, en lugar de tener un momento ecológico satisfactorio, terminaron con un desorden.
Uno de los 16 focos Feit Electric que compraron los Zuercher en Costco no funcionó, dijeron, y otros tres se fundieron en cuestión de horas. Se suponía que las bombillas tenían una vida de 10 mil horas, lo que significa que debieron haber durado años bajo uso normal.
“Es molesto”, dijo Zuercher.
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