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Prácticas responsablesEl futuro del algodón

El futuro del algodón

¿Cuánto algodón tienes en casa? Para saberlo, seguramente revisarás en tu botiquín y en tu closet, pero no debes olvidarte de los derivados de esta planta que se encuentran presentes en productos cosméticos, el jabón y hasta el papel moneda.

El algodón es el producto no alimentario más importante del mundo y su cultivo es de los más antiguos. En México su producción se remonta a la etapa precolombina. En la década de 1950 este país se posicionó como uno de los principales exportadores mundiales de algodón, destinando tres cuartas partes de la producción total al mercado global.

Por muchos años, este cultivo fue uno de los principales empleadores del campo. A partir de la introducción de las técnicas de mecanización empleó entre 110 y 140 jornales por hectárea.

Sin embargo, a finales de la década de los 70 la producción perdió impulso como resultado de la caída de los precios internacionales, la aparición de fibras sintéticas y la falta de políticas efectivas de apoyo para este sector. Los costos de producción se incrementaron por la ausencia de control de plagas que hacía necesarias hasta 20 aplicaciones de insecticidas químicos en el proceso.

La caída se mantuvo hasta los noventa. Se registraron importantes pérdidas en los ciclos productivos a principios de esa década. Un gran número de agricultores quebraron y otros se vieron obligados a dedicarse a otros cultivos.

El problema comenzó a frenarse en 1996, año en el que el algodón biotecnológico llegó al mercado.

Rescatar a la industria del algodón: Semillas biotecnológicas

La caída presentada en México en la década de los 70 es solo uno de los ejemplos que prueban que el algodón es uno de los cultivos más vulnerables en materia de variación de costos de producción, así como de consideraciones ambientales por los desechos que genera.

Las semillas biotecnológicas son efectivas para el control de insectos y ofrecen tolerancia a herbicidas. Entre los beneficios que ofrecen destaca principalmente la reducción en el uso de insecticidas y la obtención de mayores rendimientos; asegurando incrementos en la cosecha y una mejor calidad en el producto.

Para los agricultores, el uso de semillas biotecnológicas significa reducir la cantidad de insumos necesarios para la protección de cultivos. Eso se traduce en menores costos de producción y una mayor rentabilidad.

Del total de 30 millones de hectáreas de algodón cultivadas a nivel mundial en 2017, 80% se produjeron utilizando algodón biotecnológico. Esto es 24.1 millones de hectáreas de este producto cultivadas a lo largo del año; lo que representa un crecimiento del 8% con relación a 2016.

La consultora agrícola PG Economics, calcula que las ganancias derivadas del uso de algodón biotecnológico en el periodo 1997-2016 alcanzaron $60 mil millones de dólares. De este total, 72% correspondió a ingresos por mejores rendimientos, derivados de menores pérdidas por ataque de plagas, y el 28% restante de menores costos de producción, particularmente de insumos para la protección de cultivos.

Desde el 2010, el mercado mundial de algodón ha observado una importante recuperación en los precios internacionales, incentivando a un mayor número de productores a sumarse. En el 2030, se estima que el consumo nacional aumente a 604.80 millones de toneladas, en tanto que la producción nacional pase de 478.91 a 503.39 millones de toneladas, lo que representa un crecimiento acumulado de 16.81 y 3.17%, respectivamente.

Al compararlo con otros cultivos, los empleos generados en el cultivo de algodón supera 20 veces los creados por el sector cafetalero. Asimismo, genera 5 millones más de jornales que el sector aguacatero y 13 millones más que la caña. De hecho, los jornales generados por el algodón supera a los de estos tres cultivos juntos. Una mayor extensión productiva conllevaría una mayor generación de empleos en toda la cadena de valor de este cultivo.

Las ventajas del uso de semillas biotecnológicas saltan a la vista. En una industria especialmente vulnerable, los agricultores han podido tener mayor estabilidad, proteger sus cultivos y obtener mejores rendimientos financieros con sus productos. ¿Cómo lograr entonces que la industria aproveche estos beneficios al máximo?

Capacitación para la industria: caso Delta Tour

Un buen entendimiento de las nuevas tecnologías significa un mejor cultivo. En se sentido, la capacitación es fundamental para que los agricultores las inserten exitosamente en sus procesos de producción y puedan mejorar su calidad de vida.

La marca de semillas biotecnológicas Deltapine® pueden asumir el compromiso de proveer a los agricultores este coocimiento. Conscientes de ello, pusieron en marcha la iniciativa Delta Tour; una gira por comunidades algodoneras del norte del país, en donde los asistentes pudieron conocer y capacitarse sobre el más reciente avance de la marca: Bollgard® 3 Xtendflex®.

A través de una experiencia de inmersión digital en una unidad de cine móvil y showroom, los agricultores pudieron acercarse a las innovaciones en materia del cultivo de la mano de la realidad aumentada. Así vivieron una experiencia informativa y dinámica.

La gira de un mes, alcanzó 16 comunidades en Chihuahua y una más en Torreón.

En cada una de estas comunidades se presenta un evento en tres fases:

  1. Museo interactivo con aplicación de Realidad Aumentada presentando la evolución de la marca, el algodón biotecnológico y sus beneficios, y las nuevas tecnologías.
  2. Videos informativos sobre las nuevas tecnologías de la marca, protección de cultivos y nuevos sistemas de control de malezas.
    1. Foro con representantes Deltapine para una breve introducción y preguntas y respuestas.
  3. Juegos diseñados para reforzar conocimientos relevantes al cultivo de algodón.

A través de la iniciativa Delta Tour, Deltapine contribuye a mantener a los agricultores actualizados en el uso de las nuevas tecnologías; al tiempo que viven una experiencia de marca. Al hacerlo se convierte en una compañía que ofrece más que insumos para las comunidades algodoneras. Es fuente de capacitación y desarrollo. Eso la consolida como una marca responsable y preocupada por sus grupos de interés.

1 COMENTARIO

  1. Y que pasa con el consumo excesivo del agua? Hay fibras vegetales mucho más amigables para el medio ambiente, que no necesitan agro químicos, ni consumen tanto agua durante su crecimiento, procesado, ni cuidado (en el caso de los textiles). Por ejemplo, el cáñamo, que incluso rinde más por metro cuadrado.

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