China y Estados Unidos no sólo son los dos países que más contaminan del mundo, sino también los principales obstáculos para alcanzar un acuerdo global vinculante con el cual frenar el cambio climático. Algunos ecologistas, con un toque de ironía, les denominan el «G2 medioambiental».
«Después de ocho años terribles, el cambio climático se ha convertido en una prioridad en las relaciones entre Estados Unidos y China, casi al mismo nivel que las económicas», dijo Sze Pang Cheung, director de Greenpeace en China. «Creo que veremos cambios en la actitud de ambos países, pero estos cambios serán independientes a los acuerdos que se hagan.
En definitiva, creo que en el mundo real se producirá un giro verde mientras que en el mundo diplomático seguirán discutiendo y jugando sus juegos de poder sin ponerse de acuerdo», afirmó la profesora Zhang.
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