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De Estocolmo a Río cuarenta años después

Por: Forma y Fondo CCVI

Desde el principio de los tiempos y según nos cuentan los que saben de la materia, el ser humano ha cambiado en lo individual y en su relación con sus semejantes; desde los albores de una sociedad que al paso de miles de años no termina de evolucionar y cuyos problemas aumentan día a día, a diferencia de las demás especies con conductas y roles claramente definidos.

Los mismos expertos aducen que es característico del “Homo sapiens”, porque es el único ser superior en toda la naturaleza que gracias a su inteligencia, ha logrado un desarrollo inalcanzable para cualquier otro ser vivo.

Sin embargo, ese bienestar siempre ha sido privilegio de unos cuantos y los más lo han visto pasar de largo. Ahí están las cifras que arrojan mediciones de todo tipo varias veces al año, catalogando a miles de millones de seres humanos dentro de alguno de los fenómenos y plagas que asuelan a la humanidad: pobreza, hambre, guerra, epidemias, desplazamientos forzosos, etc.; siempre los más desprotegidos.

Son notables los esfuerzos que se han realizado para hacer conciencia en la humanidad acerca de la necesidad de unir capacidades, medios y decisiones para buscar un mundo mejor, pero todavía hay mucho camino por delante.

En 1972, en la Cumbre de Estocolmo, se ponía en el tapete la problemática ambiental global, con panoramas críticos que llegaron y se quedaron entre nosotros. El informe del Club de Roma publicado el mismo año, conocido como “Los Límites del Crecimiento”, sirvió de base para las conclusiones de la Declaración de Estocolmo. Fue a partir de ahí que por primera vez el tema de la dimensión ambiental se integró a la agenda política internacional, como referente para el crecimiento económico y el uso de los recursos naturales; su aplicación quedó en el arcón de los buenos propósitos.

Inició una visión ecológica del mundo, en la que el hombre es obra y artífice del medio que le rodea, apoyado en la ciencia y la tecnología y aprovechando el medio natural y el artificial, todo ello en la búsqueda permanente del bienestar.

Se presentaron como evidencia las múltiples pruebas de los daños causados por el ser humano en muchos lugares del Planeta, la alerta advertía sobre: contaminación de mares, tala inmoderada, aumento de zonas desérticas, inundaciones, sequías, especies en peligro de extinción, emisiones de gases, partículas contaminantes, sin mencionar los muchos otros efectos clasificados al paso de los años, derivados de ellos y que se comenzaron a incluir en las cumbres posteriores

Esta declaración quedó como referencia obligada de la problemática ecológica, a la vez que distinguía las ventajas de los países desarrollados sobre los subdesarrollados. Los países pobres defendieron con firmeza la tesis de que la peor de las contaminaciones es la pobreza y que la protección ambiental exige la participación de todos los miembros de la gran familia humana. Iniciaba la denominación “principio de la calidad de vida”

Siguieron otras dos Cumbres de la Tierra, nombre dado a las Conferencias de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, Río de Janeiro 1992 y Johannesburgo 2002. Ahí ya hicieron presencia temas como el plomo en las gasolinas, generación de desechos, fuentes alternativas de energía, cambio climático, transporte y movilidad urbana, polución ambiental, escasez de agua y recursos no renovables.

El principal logro de las Cumbres de Río y de Johannesburgo fue, en la primera, el acuerdo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, precursor del Protocolo de Kyoto y después, con temas de ambas, se acordó mantener los esfuerzos para erradicar la pobreza y revertir la creciente degradación ambiental a nivel mundial, con el compromiso de medir los resultados alcanzados en plazos determinados. Todas las propuestas ya enmarcadas en el concepto de desarrollo sustentable.

Dentro de cuatro meses, del veinte al veintidós de junio de 2012, se celebrará la Cumbre de la Tierra Rio+20, en Brasil, llamada oficialmente Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable. Un nuevo intento para convocar a la comunidad mundial ante los grandes retos y la crisis global del siglo XXI.
El llamado propone la participación de la comunidad mundial a sentar las bases de un mundo de prosperidad, paz y sustentabilidad a pesar de la crisis globalizada que está extendiéndose sin distingo de naciones o ideologías, al grado de cambiar regímenes y poner en aprietos a la economía mundial.

Tres temas son los principales: fortalecimiento de los compromisos políticos a favor del desarrollo sustentable; evaluación de los avances y las dificultades en torno a su implementación y respuestas ante los nuevos desafíos mundiales. Analizarán las condiciones para lograr erradicar la pobreza y el marco institucional para el desarrollo de la llamada economía verde.

La humanidad está en un momento crítico, porque se enfrenta a cambios que quedaban en la ficción hasta hace no mucho tiempo, Ahora los ciudadanos hacen oír sus voces y participan en los desafíos con capacidad y coraje crecientes. Pero todo ello debe ir encauzado evitando que se transforme en facciones que terminen enfrentándolos entre sí, desembocando en callejones sin salida y después en conflictos bélicos.

Esta reunión de Río + 20 reviste particular importancia porque está en juego la esencia del Desarrollo Sustentable: el uso equilibrado de los recursos, sin poner en riesgo el bienestar de las futuras generaciones. En síntesis: el futuro de nuestra casa común.

La forma: esta reunión debe caminar hacia adelante con una convergencia de intereses y un verdadero diálogo entre los pueblos, sin riesgo de la soberanía de las naciones.
El fondo: se requiere la visión de un destino común para la comunidad mundial que es capaz de aprovechar sus fortalezas en la búsqueda de un bienestar común. El primer paso está dado, lo que sigue es mantenerlo, sin olvidar que: TODOS SOMOS NATURALEZA.

ACACIA FUNDACIÓN AMBIENTAL A. C. [email protected]

Sigue la cuenta rumbo a LA HORA DEL PLANETA 2012. El próximo sábado 31 de marzo a las 20:30 hrs, ocho treinta de la noche, nos uniremos nuevamente en la lucha contra el cambio climático.

Este artículo es responsabilidad de quien lo escribe y no refleja la opinión de Expok ni de sus colaboradores.

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