La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente que se celebró en Estocolmo en 1972 constituyó sin duda la primera reunión de los gobiernos para tratar sobre la problemática medioambiental del planeta, y concluyó que la opinión unánime de que la prosperidad de la humanidad a largo plazo está estrechamente vinculada a la protección medioambiental.
El programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) ha constituido la estrella polar de la coordinación de los trabajos internacionales del medio ambiente desde inicios de 1973. El UNEP ha proveído el liderazgo y ha fomentado las asociaciones interesadas en el medio ambiente, mediante acuerdos medioambientales multilaterales.
El Informe Nuestro Futuro Común, redactado por la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo en 1987, sentó las bases de los principios medioambientales que paulatinamente se han ido desarrollando.