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¿Qué tan bien cuentas tu historia?

 ¿Qué tan bien cuentas tu historia?
Organizacion vía Shutterstock

Algo muy importante en una organización (sobre todo en las más nuevas) es que los integrantes sepan contar su historia y encuentren espacios para ello. Lo cierto es que cuando empiezas no tienes idea de cómo hacerlo, ya que estás más preocupado porque salga adelante que por venderla.

A pesar de que no hay mucho que contar al principio, debes de estar consciente de que no solamente estás estructurando una fundación, sino que estás escribiendo un libro. ¿Cómo quieres que sea el primer capítulo?

Algunas ideas para comenzar a contar la historia es que encuentres un punto sumamente interesante o apasionante relacionado con la misión de tu OSC. Por ejemplo, puedes relatar el aspecto particular del problema social que atiendes que te mueve a trabajar en la organización, puedes hablar sobre la idea que tienes para solucionarlo o puedes narrar la relación que tienen el problema y la organización con tu vida personal.

No sigas una estructura cronológica en tu historia, a veces esto puede volverla un poco aburrida. Fíjate cómo las películas utilizan flashbacks y sueños para contar las aventuras de los personajes. Al usar estos trucos puedes sorprender a tu público con lo que sucedió.

Para ir armando tu historia, no solo basta con palabras, por tanto, te recomendamos tener pruebas y refuerzos que te ayuden a contarla. Ten presentes estas recomendaciones:

  • Documenta tu trabajo. Toma buenas fotografías de lo que haces, no solo de la labor con los beneficiarios, sino también de todo el proceso y el trabajo que hay detrás. Seguramente las utilizarás.
  • Forma un archivo histórico. Tal vez el nombre suena muy elegante, pero en realidad no es más que un archivero o una caja donde puedas guardar premios, cartas, diplomas, productos y todo tipo de cosas que debas recordar.
  • Practica. Puedes aburrirte de contar siempre lo mismo de la misma manera, pero en la medida que lo practicas, vas mejorando la forma y aprendes a darle peso a las palabras y una entonación adecuada.
  • Observa. Cada vez que cuentes tu historia, fíjate en la reacción de las personas… ¿Qué parte les interesó más? ¿Qué es lo que más les llamó la atención? ¿Qué te preguntan? ¿Sobre qué tema quieren saber más información? Después de varias veces, detectarás las anécdotas y datos más importantes, aquellos que no pueden faltar.

Finalmente, busca oportunidades para contar tu historia, no necesariamente me refiero a grandes conferencias, sino a momentos y personas durante tu día a día. Por ejemplo, Blake Mycoskie, el fundador de TOMS, en sus inicios no solamente usaba diario un par de zapatos de su marca, sino que se ponía dos sw pares distintos para que cuando la gente le comentara algo al respecto, pudiera explicarles que él los fabricaba y que por cada par vendido, entregaba un par a niños de escasos recursos. Haz lo mismo, puede ser algo en tu vestimenta, una foto en tu protector de pantalla de la computadora, una estampa en tu coche o una actitud particular.

Nunca sabes quién puede escuchar tu historia y a quién le pueda interesar, así que no desaproveches la oportunidad.


IMG_1763Diego Parada Herrera

Millenial, comunicólogo, maestro en RS y presidente de Vuela Fundación. Twitter: @diegoparada

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