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Llegó el momento de saber quién es quién en RSE

Apenas unas semanas atrás en México parecía relativamente sencillo identificar a aquellas empresas comprometidas la responsabilidad corporativa, fieles a sus valores y a su gente. Como resultado de un llamado a paro nacional para protestar por los feminicidios en el país, decenas de empresas volcaron en las redes su intención de sumarse y apoyar a sus colaboradoras.

Nada de aquello nos sorprendió entonces. La violencia de género es un problema que aqueja al país hace mucho tiempo. El hartazgo de las mujeres ha ido en aumento y se ha hecho notar. Su mensaje ha sido contundente; y en esa ecuación bien hacían falta organizaciones dispuestas a aprovechar su poder para impulsar esa causa.

Estamos al borde de un cambio estructural de las finanzas

Larry Fink

En enero de este mismo año, Larry Fink, director de BlackRock insistió una vez más en la importancia de que las corporaciones comenzaran a pensar, no solo en los accionistas, sino en el resto de sus grupos de interés. «Estamos al borde de un cambio estructural de las finanzas», dijo.

Hoy ha llegado el momento de saber realmente quién es quién. La contingencia causada por la declarada pandemia de COVID-19 ha llevado al mundo entero a tomar medidas drásticas para frenar contagios y combatir la crisis sanitaria global. En medio de ese paradigma el poder de las empresas y su anhelado pensar más allá de las ganancias, es más importante que nunca.

Los compromisos expuestos en sus políticas de responsabilidad social y su afán de autonombrarse socialmente responsables han creado en los consumidores y otros stakeholders expectativas muy altas respecto de su comportamiento, especialmente en tiempos de crisis. La pregunta hoy es si sus acciones estarán realmente a la altura de esas expectativas o la moda por el propósito ha hecho que muchas anduvieran por ahí hablando de más.

La contingencia por COVID-19 requerirá compromiso por parte de todos los actores sociales para frenar la propagación del virus. ¿Se acordarán las empresas de lo responsables que dicen ser y lo comprometidas que aseguran estar, en medio de este nuevo paradigma?

Responsabilidad en tiempos de COVID

Por supuesto que los accionistas habrán ya hecho la tarea en México y en otros países del mundo. Con la alerta sanitaria frenando parte de las actividades económicas, las compañías cotizadas han seguido propagando dividendos y acelerado la compra de acciones.

El propósito es doble: Conseguir importantes descuentos sobre sus propios títulos para, una vez recuperado el mercado, poder colocarlos a precios mayores; y al mismo tiempo evitar que los accionistas se vean demasiado perjudicados por el desplome. Aunque esto último ciertamente parece imposible dadas las circunstancias.

En México las escuelas han parado sus actividades presenciales, enviando a los estudiantes a casa a estudiar en línea para los casos en los que aplique. Por su parte la SEP ha activado programas de televisión para contribuir con el aprendizaje remoto en todos los niveles educativos.

Con una contingencia global y los niños en casa, los padres de familia han tenido que ingeniárselas para adaptarse a una realidad compleja.

En el empleo, las reacciones no se han hecho esperar. Algunas empresas han optado por enviar a sus colaboradores a esquemas remotos; muchas más se mantienen activas de forma regular. Unas pocas ni siquiera han prestado atención a las medidas sanitarias básicas que permitan a sus colaboradores proteger su salud y la de los suyos.

Aquellas empresas cuyas actividades primarias no les permiten facilitar el teletrabajo han optado por distintas medidas que van desde una reducción de horarios para evitar reunir a demasiadas personas en un mismo espacio, hasta otorgar licencias pagadas a aquellos colaboradores que representan a una población vulnerable: personas de la tercera edad y trabajadores con diabetes o hipertensión.

No obstante, también ha habido quienes han optado por recortes de personal y descansos sin goce de sueldo. Muchas han finalizado ya los contratos temporales o establecido suspensiones mediante mecanismos que resultan poco éticos.

Apenas unos días atrás, Alsea fue duramente criticada por anunciar una medida en la que invitaba a sus colaboradores a tomar, de manera voluntaria, una licencia de 30 días sin paga.

Al no haberse declarado aún un cese obligatorio de actividades, no existen medidas obligatorias o estandarizadas que protejan a los trabajadores del desempleo, o garanticen la implementación de estrictas medidas sanitarias. La situación que se enfrenta a nivel global carece de un precedente claro. En México aún la epidemia de H1N1 no ha alcanzado al COVID-19 en cuanto a su dimensión se refiere.

Estrategias que transforman… ¿o que se transforman?

En medio de este paradigma sanitario y social, que se encuentra en avance constante y difícil de predecir, los planes estratégicos de las compañías han tenido que irse transformando sobre la marcha.

Frente a las advertencias de recortes de previsiones que han recorrido las Bolsas de todo el mundo, el panorama de incertidumbre es innegable y las finanzas corporativas sufren como nunca. El escenario es negro. Igual para las grandes que para las pequeñas, para las que los números rojos significan con frecuencia una muerte segura.

La francesa Sodexo, una de las más grandes del mundo, ha advertido que el virus puede costarle 2,000 millones en ventas, por lo que no pudo más que dejar en el aire sus pronósticos 2020.

Primark augura una gigantesca caída de ventas tras haber cerrado el 20% de su espacio comercial.

En México General Motors anunció la suspensión de sus operaciones «hasta nuevo aviso y de manera progresiva en todos los complejos del país. Esto en seguimiento de los lineamientos de su casa matriz en Norteamérica, y a fin de enfrentar los efectos económicos y sanitarios de la pandemia.

Nissan, Mercedes-Benz y otras automotrices han tomado ya medidas similares.

Así mismo y en parte derivado del cierre de fronteras implementado por algunos países, Aeroméxico ha reducido la frecuencia de sus vuelos internacionales. No obstante esta medida también ha afectado al transporte aéreo en territorio nacional.

La lista de las afectaciones comerciales a grandes marcas es larga. No menos importante, ni más corta la lista de aquellos pequeños negocios que verán impactaciones económicas serias.

Las pequeñas y medianas empresas constituyen la columna vertebral de la economía mexicana. Ellas son responsables de la generación del 72% del empleo y 52% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Tiempos oscuros se avecinan… ¿en verdad?

Importantes entidades financieras como CaixaBank estiman que el resultado de esta contingencia será una recesión severa, pero corta. BlackRock por su parte incluso ha declarado que si bien los movimientos del mercado pueden recordar a 2008, esto no será una repetición.

“Las estrictas políticas de contención y distanciamiento social llevarán a la actividad a caer casi a un punto muerto, pero si se toman medidas agresivas de política fiscal y monetaria para salvar a las empresas y los hogares, la actividad debería regresar rápidamente con escaso daño económico permanente”.

BlackRock

Con todo, las empresas que puedan recuperarse rápidamente de la crisis serán aquellas que cuenten con una planeación financiera sólida que les permita tomar medidas adecuadas de manera pronta y precisa.

Entonces… ¿Quién es quién?

En cualquier caso, la mayoría de los economistas y expertos de negocios coinciden en que un cambio de actitud es crucial. Sí, igual que muchos de los influencers que has encontrado estos días invitándote a ser positivo; pero eso no lo hace un consejo menos certero.

Sin un cambio rápido de actitud, la recesión podría ser verdaderamente dramática. La clave entonces es que si el panorama ha dejado de ser optimo para tu estrategia, generes una nueva estrategia optima para el panorama.

La adversidad es ocasión de virtud. Las crisis hacen que demuestres quién eres, qué priorizas. Esta va a demostrar quién estaba comprometido.

Seneca

Este es un buen momento para reflexionar, corregir el rumbo e innnovar. Un buen momento para reconocer que la fuerza del sector privado puede impulsar el desarrollo social, en lugar de servir simplemente a los intereses de unos pocos.

Aquellas empresas que consigan encontrar en camino para obtener beneficios y utilizarlos en favor de sus comunidades y colaboradores cerrarán estos tiempos difíciles más fuertes que nunca.

Este es el momento de crear alianzas con el tercer sector y las instituciones gubernamentales, fortalecer los vínculos con los stakeholders y generar nuevos modelos de negocio que favorezcan el desarrollo social.

El mundo necesita a sus empresas más que nunca y las necesita valientes. Encarando la dificultad.

Hay quien dice que México no tiene memoria; sin embargo los mexicanos y los consumidores de todo el mundo la tienen. Una vez que todo termine, ellos recordarán a aquellas compañías que hayan encarado la crisis con valor y sin duda dejarán en el olvido a las que se ocultaron por algún rincón haciendo que no pasa nada.

¿Cuál serás tú?

Sí, habrá pérdidas y nada que hagas podrá evitarlo. Hoy se trata de caminar juntos y compartir esas perdidas si realmente quieres ver ganancias en el futuro. ¿Qué esperas para hacer tu parte y evitar una crisis duradera?

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